4. Malestar psicológico en pacientes de un centro de apoyo psicológico privado Descargar este adjunto (4. Malestar psicológico en pacientes de un centro de apoyo psicológico priv~.pdf)

Marco Antonio Sánchez Pichardo1, Miguel Ángel de León Miranda2, Viridiana Reyes Reyes3

Clínica Iskalti, México, D.F.

Este tra­ba­jo con­sis­tió en explo­rar el nivel de males­tar psi­co­ló­gi­co pre­sen­ta­do por un gru­po de usua­rios en el momen­to de soli­ci­tar ser­vi­cios psi­co­ló­gi­cos pri­va­dos para ellos o algún fami­liar; la explo­ra­ción se reali­zó a tra­vés del Cues­tio­na­rio Gene­ral de Salud de Gold­berg, ver­sión cor­ta de 15 ítems, duran­te el pri­mer con­tac­to o de ini­cio. Los resul­ta­dos arro­ja­ron dife­ren­cias entre soli­ci­tar ser­vi­cio psi­co­ló­gi­co para ellos y para algún fami­liar, la gran mayo­ría no pre­sen­ta un pun­ta­je sig­ni­fi­ca­ti­vo, espe­cial­men­te en aque­llos casos en que la deman­da del ser­vi­cio es para algún fami­liar cer­cano.

Pala­bras cla­ve: Males­tar psi­co­ló­gi­co, ser­vi­cio psi­co­ló­gi­co, Cues­tio­na­rio Gene­ral de Salud.

 

This work con­sis­ted of explo­ring what is the level of psy­cho­lo­gi­cal malai­se pre­sen­ted and dis­pla­yed by an user group when to ask for pri­va­te psy­cho­lo­gi­cal ser­vi­ces for them or some rela­ti­ve, the explo­ra­tion was reali­zed through Gene­ral Ques­tion­nai­re of Health of Gold­berg short ver­sion of 15 items during the first con­tact or of begin­ning. The results threw dif­fe­ren­ces bet­ween asking for psy­cho­lo­gi­cal ser­vi­ce for them and for some rela­ti­ve, the great majo­rity does not pre­sent and dis­play a sig­ni­fi­cant pun­ta­je, espe­cially in tho­se cases in that the demand of the ser­vi­ce is for some near rela­ti­ve.

Key­words: Psy­cho­lo­gi­cal malai­se, psy­cho­lo­gi­cal ser­vi­ce, Gene­ral Ques­tion­nai­re of Health.

Introducción

La deman­da de ser­vi­cios psi­co­ló­gi­cos supo­ne el abor­da­je de al menos algún área de la vida del usua­rio que requie­re mejo­ría en cuan­to al fun­cio­na­mien­to habi­tual, lo que se pue­de tra­du­cir en alte­ra­cio­nes a nivel psi­co­ló­gi­co de diver­sa índo­le que pue­den abar­car des­de aspec­tos apa­ren­te­men­te bási­cos has­ta hábi­tos com­ple­jos. Es desea­ble cono­cer, de pri­me­ra ins­tan­cia y a mane­ra de una impre­sión gene­ral, cual es la situa­ción con que se pre­sen­tan los usua­rios de estos ser­vi­cios en el momen­to de soli­ci­tar aten­ción psi­co­ló­gi­ca pro­fe­sio­nal a nivel clí­ni­co; dicha impre­sión debe­ría refle­jar el des­ajus­te o alte­ra­ción en los prin­ci­pa­les hábi­tos de la per­so­na a nivel de fun­cio­na­mien­to coti­diano, lo que se pue­de englo­bar en el con­cep­to deno­mi­na­do “males­tar psi­co­ló­gi­co”.

Se entien­de por males­tar psi­co­ló­gi­co al nivel de estrés per­ci­bi­do, des­mo­ra­li­za­ción, dis­con­fort y des­aso­sie­go; este con­cep­to per­mi­te obte­ner infor­ma­ción sobre la auto­per­cep­ción de pen­sa­mien­tos, sen­ti­mien­tos y com­por­ta­mien­tos que podrían con­fi­gu­rar un pro­ble­ma de salud men­tal (Paéz, 1986; cita­do en Alde­re­te, et al., 2004). Las situa­cio­nes crí­ti­cas se expre­san en los suje­tos en la vul­ne­ra­bi­li­dad psí­qui­ca que se mani­fies­ta a tra­vés de diver­sas sin­to­ma­to­lo­gías: alte­ra­cio­nes del sue­ño, afec­cio­nes psi­co­so­má­ti­cas, sen­ti­mien­tos de mie­do y temor, deses­pe­ra­ción, adic­cio­nes (Alde­re­te, et al., 2004).

Por otro lado, el con­cep­to de salud men­tal se refie­re al “esta­do suje­to a fluc­tua­cio­nes pro­ve­nien­tes de esta­dos bio­ló­gi­cos y socia­les don­de el indi­vi­duo se encuen­tra en con­di­cio­nes de seguir una sín­te­sis satis­fac­to­ria de sus ten­den­cias ins­tin­ti­vas así como de for­mar y man­te­ner rela­cio­nes armo­nio­sas con los demás” (OMS, 2001), bajo el cual se seña­la equi­li­brio con­si­de­ran­do osci­la­cio­nes o varia­cio­nes.

Mora­les Car­mo­na (2005) defi­ne el males­tar psi­co­ló­gi­co como un con­jun­to de cam­bios emo­cio­na­les estre­cha­men­te rela­cio­na­dos con un even­to, cir­cuns­tan­cia o suce­so, y que no pue­de agru­par­se en un pade­ci­mien­to sin­to­má­ti­co por­que no reúne los cri­te­rios pro­pues­tos. La per­so­na expe­ri­men­ta su con­di­ción con inco­mo­di­dad sub­je­ti­va.

En otros tra­ba­jos ha sido de uti­li­dad su medi­ción, Díaz y cols. (2006) encon­tra­ron una corre­la­ción posi­ti­va con ado­les­cen­tes mexi­ca­nas emba­ra­za­das entre el tipo de rela­ción afec­ti­va con su padre y madre y la pre­sen­cia de males­tar psi­co­ló­gi­co; Gómez López y cols. (2007) seña­lan que el emba­ra­zo en muje­res mexi­ca­nas adul­tas, como eta­pa de ajus­te, gene­ra cam­bios pudién­do­se mani­fes­tar en sin­to­ma­to­lo­gía depre­si­va y ansio­sa oca­sio­nan­do muchas veces males­tar psi­co­ló­gi­co en diver­sos gra­dos.

En este tra­ba­jo se apli­có un ins­tru­men­to a mane­ra de tamiz que posee sen­si­bi­li­dad, es eco­nó­mi­co y de muy prác­ti­ca cali­fi­ca­ción e inter­pre­ta­ción para detec­tar pre­sen­cia de males­tar psi­co­ló­gi­co; por tan­to, el pre­sen­te estu­dio es de tipo des­crip­ti­vo y explo­ra­to­rio en una pobla­ción que asis­te a soli­ci­tar ser­vi­cio de apo­yo psi­co­ló­gi­co a un cen­tro pri­va­do en la ciu­dad de Méxi­co.

Método

Participantes

La mues­tra se con­for­mó por 108 par­ti­ci­pan­tes en dos dife­ren­tes ámbi­tos, quie­nes acu­die­ron a la clí­ni­ca Iskal­ti de la ciu­dad de Méxi­co (Dis­tri­to Fede­ral) a soli­ci­tar aten­ción y apo­yo psi­co­ló­gi­co para ellos o para algún fami­liar o per­so­na cer­ca­na; por otro lado, quie­nes acu­die­ron a reci­bir infor­ma­ción en una sesión de ponen­cias rela­cio­na­das con la crian­za infan­til. La edad de los suje­tos se encuen­tra en un ran­go de 13 a 69 años con una media de 38 años.

Procedimiento

La apli­ca­ción de la prue­ba se reali­zó en dos ámbi­tos, por un lado duran­te la pri­mer visi­ta de quie­nes acu­die­ron a la clí­ni­ca, en la sala de espe­ra antes de ini­ciar la entre­vis­ta de valo­ra­ción, expli­can­do la impor­tan­cia del ins­tru­men­to y la uti­li­dad para el ini­cio del tra­ta­mien­to. La prue­ba se apli­có tan­to a quie­nes soli­ci­ta­ron aten­ción como a quie­nes los acom­pa­ña­ban ya que en muchas oca­sio­nes la soli­ci­tud de aten­ción es por par­te de los padres de ado­les­cen­tes o meno­res de edad. Por otro lado a quie­nes asis­tie­ron a un even­to ofre­ci­do por la clí­ni­ca en for­ma exter­na que con­sis­tió en una sesión en la que se expu­sie­ron cua­tro temas a mane­ra de infor­ma­ción rela­cio­na­dos con la crian­za de los hijos. El tiem­po pro­me­dio de reso­lu­ción fue de cin­co minu­tos. Duran­te la entre­vis­ta se brin­dó a cada par­ti­ci­pan­te retro­ali­men­ta­ción acer­ca del pun­ta­je obte­ni­do así como la inter­pre­ta­ción del mis­mo, res­pon­dien­do a las dudas que sur­gían en el momen­to.

Instrumento

Se apli­có el Cues­tio­na­rio Gene­ral de Salud de Gold­berg, en ver­sión bre­ve de 15 reac­ti­vos (Mora­les, 2008), el cual explo­ra hábi­tos coti­dia­nos de la vida de la per­so­na. Es un ins­tru­men­to auto­apli­ca­ble, dise­ña­do por David Gold­berg (1972) para la iden­ti­fi­ca­ción de pacien­tes con alte­ra­cio­nes men­ta­les, no psi­có­ti­cas, en pobla­ción gene­ral y que ame­ri­tan tra­ta­mien­to espe­cia­li­za­do. Este cues­tio­na­rio eva­lúa el esta­do men­tal actual pero no ofre­ce una medi­da dura­de­ra ni la posi­bi­li­dad de pre­ver recaí­das. La ver­sión ori­gi­nal cons­ta de 60 reac­ti­vos, con cua­tro opcio­nes de res­pues­ta cada uno, en for­ma de esca­la Likert. Valo­ra cin­co áreas: sín­to­mas somá­ti­cos, tras­tor­nos del sue­ño, des­adap­ta­ción social, ansie­dad y depre­sión (Gómez Espi­no­za y cols., 1990).

Sólo se inclu­ye­ron cues­tio­na­rios com­ple­tos. Para esta­ble­cer las cate­go­rías de caso - no caso se uti­li­zó el pun­to de cor­te cali­bra­do pre­via­men­te en una ins­ti­tu­ción de salud ofi­cial por Mora­les-Car­mo­na y cols. (2005). Con base en el total de pun­tos acu­mu­la­dos por mujer se esta­ble­cie­ron cate­go­rías de seve­ri­dad y que­da­ron tres estra­tos: 5 a 10 pun­tos como caso leve, 11 a 13 pun­tos caso mode­ra­do y 14 a 15 pun­tos como caso gra­ve. El nivel y tipo de inter­ven­ción depen­de del pun­ta­je: caso leve, orien­ta­ción (1 a 3 sesio­nes); caso mode­ra­do, apo­yo psi­co­ló­gi­co bre­ve (8 – 10 sesio­nes); caso seve­ro, psi­co­te­ra­pia.

Cuestionario General de Salud de Goldberg, versión breve de 15 reactivos (Morales, 2008).

Reac­ti­vos

Opcio­nes de res­pues­ta

1. ¿Se ha sen­ti­do bien y con bue­na salud?

Mejor que

antes

Igual que antes

Peor que antes

Mucho peor

que antes

2. ¿Se ha sen­ti­do ago­ta­do y sin fuer­zas para nada?

No

Como antes

Más que antes

Mucho más

que antes

3. ¿Ha teni­do la sen­sa­ción de estar enfer­mo?

No

No más que antes

Más que antes

Mucho más

que antes

4. ¿Ha teni­do dolo­res de cabe­za?

No

Como siem­pre

Más que siem­pre

Mucho más

que siem­pre

5. ¿Ha teni­do esca­lo­fríos o bochor­nos?

No

Igual que antes

Más que antes

Mucho más

que antes

6. ¿Se ha sen­ti­do lleno de vida y ener­gía?

Más que

antes

Igual que antes

Menos que antes

Mucho menos

que antes

7. ¿Ha teni­do difi­cul­tad para dor­mir­se o con­ci­liar el sue­ño?

No

No más que antes

Más que antes

Mucho más

que antes

8. ¿Ha teni­do difi­cul­tad para dor­mir de un jalón toda la noche?

No

No más que antes

Más que antes

Mucho más

que antes

9. ¿Ha pasa­do noches inquie­tas o intran­qui­las?

No

No más que antes

Más que antes

Mucho más

que antes

10. ¿Se ha sen­ti­do satis­fe­cho con su mane­ra de hacer las cosas?

Más que

antes

Igual que antes

Menos que antes

Mucho menos

que antes

11. ¿Dis­fru­ta sus acti­vi­da­des dia­rias?

Más que

antes

Igual que antes

Menos que antes

Mucho menos

que antes

12. ¿Se ha sen­ti­do irri­ta­do y mal humor?

No, para

nada

No más que antes

Más que antes

Mucho más

que antes

13. ¿Se ha sen­ti­do asus­ta­do y con mucho mie­do sin que haya una bue­na razón?

No

No más que antes

Más que antes

Mucho más

que antes

14. ¿Se ha sen­ti­do tris­te y depri­mi­do?

No, para

nada

No más que antes

Más que antes

Mucho más

que antes

15. ¿Se ha sen­ti­do ner­vio­so y “a pun­to de esta­llar cons­tan­te­men­te”?

No

No más que antes

Más que antes

Mucho más

que antes

Resultados

El aná­li­sis e inter­pre­ta­ción de los resul­ta­dos se reali­zó en for­ma des­crip­ti­va. Para el caso de quie­nes acu­die­ron a la clí­ni­ca Iskal­ti, 54 en total, 38 muje­res y 16 hom­bres, 35 de estos (64.81%) pun­tua­ron como no caso, 12 (22.22%) como caso leve, 5 (9.25%) caso mode­ra­do y 2 (3.7%) caso seve­ro, (véa­se Tabla 1), mien­tras el otro gru­po se con­for­mó por 54 par­ti­ci­pan­tes, 44 muje­res, 10 hom­bres, de los cua­les 31 (57.4%) pun­tua­ron como no caso, 14 (25.7%) como caso leve, 7 (12.9%) caso mode­ra­do y 2 (3.7%) caso seve­ro (véa­se Tabla 2).

Tabla 1. Porcentaje de casos que acudieron a la Clínica Iskalti a solicitar servicio de psicología.

No caso

Caso leve

Caso mode­ra­do

Caso seve­ro

Casos tota­les (%)

64.81%

22.22%

9.25%

3.7%

35.17

 

Tabla 2. Porcentaje de casos externos que acudieron a solicitar servicio de psicología.

No caso

Caso leve

Caso mode­ra­do

Caso seve­ro

Casos tota­les (%)

57.4%

25.7%

12.9%

3.7%

42.3

Como pue­de obser­var­se, la mayo­ría de los par­ti­ci­pan­tes caen en la cate­go­ría de no caso; los no caso de Iskal­ti son casi tres cuar­tas par­tes de su total, tenien­do como posi­ble expli­ca­ción el hecho de que el cues­tio­na­rio se apli­có a adul­tos (se pue­de apli­car a par­tir de los 12 años de edad) que son padres de fami­lia y que lle­van a sus hijos peque­ños a valo­ra­ción y/o tra­ta­mien­to psi­co­ló­gi­co, por lo que ellos pocas veces son el obje­to de aten­ción.

Para los suje­tos exter­nos, más de la mitad apa­re­cen como no caso mien­tras que el res­to son caso, des­de leve, aumen­tan­do gra­dual­men­te la seve­ri­dad, obser­van­do que se incre­men­ta la can­ti­dad acer­cán­do­se a casi la mitad. Este dato resul­ta intere­san­te en este gru­po ya que más de la ter­ce­ra par­te pun­túan con algún gra­do de seve­ri­dad, sien­do pobla­ción que no acu­dió a soli­ci­tar aten­ción psi­co­ló­gi­ca.

Discusión

Para la pobla­ción en este estu­dio, que está liga­da con la crian­za, ya sea a tra­vés de la soli­ci­tud de ser­vi­cios psi­co­ló­gi­cos o con la adqui­si­ción de cono­ci­mien­tos en esta mis­ma línea, fun­da­men­tal­men­te se pue­de infe­rir que, a dife­ren­cia de los estu­dios con­sul­ta­dos, no exis­te un even­to que impac­te direc­ta­men­te sobre el equi­li­brio psi­co­ló­gi­co de las per­so­nas y deri­ve en la apa­ri­ción o desa­rro­llo de sín­to­mas que indi­quen males­tar (emba­ra­zo en la ado­les­cen­cia, en la adul­tez o algún otro even­to), por lo que se haría nece­sa­rio con­si­de­rar, para fines com­pa­ra­ti­vos, casos don­de apa­rez­ca una cau­sa direc­ta como el hecho de soli­ci­tar ser­vi­cios psi­co­ló­gi­cos para ellos.

En ambos gru­pos, la etio­lo­gía en la can­ti­dad de casos no se pue­de deter­mi­nar aun­que se infie­re en la pobla­ción Iskal­ti que podría estar liga­da a la nece­si­dad de apo­yo psi­co­ló­gi­co en los meno­res, mien­tras que en el otro gru­po es más difí­cil siquie­ra la infe­ren­cia, la cau­sa pue­de encon­trar­se en diver­sa situa­cio­nes.

Conclusiones

Por­cen­tual­men­te hablan­do se pre­sen­tan mayor can­ti­dad de casos en el gru­po externo (41.9%) que en el gru­po Iskal­ti (35.17%), aun­que el pri­me­ro se con­for­ma por mayor núme­ro de suje­tos; esta dife­ren­cia pue­de estar dada por el hecho de que en éste últi­mo la deman­da de aten­ción se hace para los hijos que muchas veces son refe­ri­dos por la escue­la que requie­re valo­ra­ción y/o tra­ta­mien­to psi­co­ló­gi­co para el menor.

En lo que hace al gru­po que acu­dió a la clí­ni­ca, se hubie­ra espe­ra­do una mayor can­ti­dad de casos con algún nivel de seve­ri­dad por el hecho de pre­sen­tar­se a soli­ci­tar aten­ción aún cuan­do sea para algún hijo.

Un siguien­te estu­dio pue­de pro­yec­tar­se hacia la bús­que­da o deter­mi­na­ción de la etio­lo­gía de dicho males­tar con la fina­li­dad de inten­tar per­fi­lar a la pobla­ción.

Referencias

Alderete, A., Plaza, S. y Berra, C. (2004). Modelo económico: Trabajo, vulnerabilidad y malestar psicológico. Temas de ciencia y tecnología Notas. Buenos Aires: Secretaría de Ciencia y Tecnología.

Díaz, E. y cols. (2006). Percepción de las relaciones familiares y malestar psicológico en adolescentes embarazadas. Perinatología Reproducción Humana México, 20, 80-90.

Goldberg, D. P. (1972). The detection of psychiatric illness by questionnaire. Oxford: University Press.

Gómez Espinoza y cols. (1990). Detección de alteraciones emocionales en pacientes obstétricas y ginecológicas. Ginecología y Obstetricia de México, 58, 112-116.

Gómez López, M. y cols. (2007). Guía de intervención psicológica para pacientes con embarazo de alto riesgo. Perinatología Reproducción Humana México, 21, 111-121.

Morales-Carmona, F. (2005). Detección y vigilancia de condiciones psicológicas críticas durante el embarazo. Ponencia presentada en la XXII Reunión Anual del Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes”. 25-29 de abril.

Morales-Carmona, F. y cols. (2008). Versión breve (15 reactivos) del Cuestionario General de Salud para la identificación oportuna de malestar psicológico en mujeres.Ginecología y Obstetricia de México, 76, (6), 313-8.

OMS. (2001). Informe sobre la salud en el mundo 2001. Salud mental: nuevos conocimientos, nuevas esperanzas. URL disponible en: http://www.who.int/whr/2001/en/whr01_es.pdf

Notas

1. Psi­có­lo­go de la clí­ni­ca Iskal­ti. Correo‑e: marksapi@yahoo.com

2. Direc­tor y fun­da­dor de la clí­ni­ca Iskal­ti. Correo‑e: iskalti@gmail.com

3. Psi­có­lo­ga pasan­te de la clí­ni­ca Iskal­ti.