7. La paternidad en hombres homosexuales: deseos y dificultades Descargar este adjunto (Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVI. Núme~.pdf)

Beatriz Sebastián Gregorio1, Eduardo Cortés Vidal2, Liliana Berenice Román Espinosa3

Facultad de Estudios Superiores Iztacala4
Universidad Nacional Autónoma de México

La pre­sen­te inves­ti­ga­ción ana­li­zó los deseos y difi­cul­ta­des de la pater­ni­dad en hom­bres homo­se­xua­les. En ella par­ti­ci­pa­ron cin­co hom­bres de la zona metro­po­li­ta­na del Dis­tri­to Fede­ral y Esta­do de Méxi­co de entre 20 y 40 años de edad; para la reco­lec­ción de infor­ma­ción se uti­li­zó la entre­vis­ta a pro­fun­di­dad y para el aná­li­sis se con­si­de­ra­ron los deseos y difi­cul­ta­des de ser padres. Se encon­tró que los par­ti­ci­pan­tes pre­sen­tan difi­cul­ta­des en los dife­ren­tes ámbi­tos de sus vidas, aun­que a pesar de eso, todos han alcan­za­do un bien­es­tar per­so­nal al acep­tar­se ante su fami­lia y ami­gos como homo­se­xua­les; no obs­tan­te, no se han libra­do de pro­ble­mas, obser­van­do en los más jóve­nes con­flic­to para con­cre­tar un deseo a futu­ro de ser padre y en los de mayor edad el hecho de ser­lo debi­do a la dis­cri­mi­na­ción social que recae en ellos y sus hijos; el deseo no se pre­sen­tó en todos debi­do al temor de per­der su actual liber­tad.

Pala­bras cla­ve: Homo­se­xua­li­dad, homo­pa­ter­ni­dad, deseo.

 

The goal of this paper was to analy­ze the desires about parenthood in homo­se­xual men. Five gay men from the metro­po­li­tan zone of Mexi­co City and Mexi­co Sta­te bet­ween 20 and 40 years old par­ti­ci­pa­ted; in the reco­llec­tion of data tho­rough inter­view was used, their desires as issues regar­ding about the topic were analy­zed. It was found that men thinks they have dif­fi­cul­ties in dif­fe­rent con­texts of their lives, howe­ver, all of them felt bet­ter when they dis­clo­sed their sexual orien­ta­tion to their family or friends. Neverthe­less, they still have con­cerns about parenthood in the youn­gest, don´t think they will ful­fill their desire of being parents, the oldest feels he could not beco­me parent, nowa­days due to the social dis­cri­mi­na­tion against them and their chil­dren. The desire of parenthood was not pre­sent in all becau­se they are afraid of losing their free­dom.

Key­words: homo­se­xua­lity, homo­pa­renthood, desire.

Hoy en día la socie­dad es víc­ti­ma de cam­bios y situa­cio­nes socia­les diver­sos debi­do al post­mo­der­nis­mo; fenó­meno que afec­ta a las ins­ti­tu­cio­nes socia­les for­ma­das des­de hace siglos como la fami­lia, obje­to de estu­dio des­de hace déca­das y que se ha con­si­de­ra­do como el núcleo social repro­duc­tor (bio­ló­gi­co y social) del indi­vi­duo. De acuer­do a pers­pec­ti­vas polí­ti­cas, reli­gio­sas, teo­ló­gi­cas, entre otros agen­tes socia­les, en ella se esta­ble­cen roles y fun­cio­nes espe­cí­fi­cos a cada miem­bro que la inte­gran; por ejem­plo, se con­si­de­ra al padre como pro­vee­dor y a la madre como encar­ga­da de la crian­za de los hijos (Gon­zá­lez, 2007; Rodrí­guez, 1996; Rodrí­guez y Sou­za, 2009, Gallar­do, Gómez, Muñoz y Suá­rez, 2006).

Estos roles han con­tri­bui­do a la for­ma­ción de las iden­ti­da­des sexua­les y gené­ri­cas de los indi­vi­duos; es decir, de este­reo­ti­pos de géne­ro que mar­can la dife­ren­cia entre las fun­cio­nes fami­lia­res. No obs­tan­te, a la vez que han ser­vi­do para esta­ble­cer pro­to­ti­pos, estos se ven cons­tan­te­men­te modi­fi­ca­dos dan­do como con­se­cuen­cia una serie de dife­ren­cias, a tra­vés de los años, razas y cul­tu­ras, en la iden­ti­dad de géne­ro (Dekeij­zer, 2000; cita­do en Haces, 2006). A pesar de estas dife­ren­cias, las per­so­nas bus­can man­te­ner algu­nos aspec­tos está­ti­cos en cuan­to a los roles esta­ble­ci­dos para gene­rar una esta­bi­li­dad en el plano social; ejem­plo de lo des­cri­to son las fami­lias homo­se­xua­les don­de se per­ci­be un pro­ce­so de re-sig­ni­fi­ca­ción sim­bó­li­ca al cam­bio en la repro­duc­ción de la vida coti­dia­na, por lo tan­to esta­mos hablan­do de una posi­ble pater­ni­dad que gene­ra­rá, por un lado, cam­bios en los patro­nes de crian­za hacía los hijos, como tam­bién mie­dos per­so­na­les, tal vez influen­cia­dos por sus pre­fe­ren­cias sexua­les (Cruz, 1997; Rodrí­guez y Sou­za, 2009 y Mc Garry, 2003).

Actual­men­te, este pro­ce­so fun­cio­na por el sig­ni­fi­ca­do social asig­na­do a la homo­se­xua­li­dad, ope­ran­do como un sis­te­ma de regu­la­ción de la iden­ti­dad mas­cu­li­na en tan­to repre­sen­ta lo que el hom­bre “no debe ser”, toman­do como pará­me­tro de “nor­mal y natu­ral” la hete­ro­se­xua­li­dad en un con­tex­to con­yu­gal, monó­ga­mo, con fines repro­duc­ti­vos, prac­ti­ca­do en el hogar y que adquie­re sig­ni­fi­ca­do y valor úni­ca­men­te en el matri­mo­nio hombre/mujer  (Rubin, 1993; cita­do en Estra­da, Acu­ña, Camino y Tra­ver­so, 2007). Pese a esto, la ins­ti­tu­ción fami­liar ha entra­do en una cri­sis moder­na cau­sa­da por cam­bios en los roles de géne­ro, prin­ci­pal­men­te al ingre­so de la mujer en el cam­po labo­ral gene­ran­do un con­flic­to entre tener pero ya no tener el poder así como en el cam­bio en el con­cep­to de pater­ni­dad el cual exi­ge más que sólo pro­veer a la fami­lia ya que  tam­bién inclu­ye estar aten­to a la edu­ca­ción de los hijos y a sus nece­si­da­des.

Por ejem­plo, en Fran­cia, se ha con­si­de­ra­do que la tasa de divor­cios y de madres sol­te­ras ha aumen­ta­do casi un 80% en tan solo cua­tro déca­das. Estu­dios hechos en Méxi­co y Chi­le mues­tran que es cada vez más la preo­cu­pa­ción de los padres por estar en con­tac­to emo­cio­nal con sus hijos y cubrir el apor­te eco­nó­mi­co y mos­tran­do cada vez más el inte­rés de inte­grar­se en la edu­ca­ción de los hijos (Gallar­do, Gómez, Muñoz y Suá­rez, 2006; Le Gall, 2008; Sal­gue­ro, 2006).

Para Gallar­do (2006) y Ardi­la (1998), la impo­si­bi­li­dad de fle­xi­bi­li­zar los roles se pre­sen­ta debi­do a los pape­les hege­mó­ni­cos del hom­bre y la mujer en los cua­les el hom­bre tra­ba­ja, la mujer cría a los hijos y edu­ca de acuer­do a los pre­jui­cios de la socie­dad. Esto ha lle­va­do a que la ins­ti­tu­ción fami­liar, ya en cri­sis, rom­pa los esque­mas de la socie­dad sobre el “ser padre” y “ser hom­bre”. Este que­bran­ta­mien­to trae con­si­go la alte­ra­ción de la con­for­ma­ción fami­liar, ori­gi­nan­do que la fami­lia ya no sea enten­di­da como una sim­ple tria­da padre-madre-hijos, sino se pue­da hablar de fami­lias recons­trui­das, mono­pa­ren­ta­les y de fami­lias homo­pa­ren­ta­les (Sal­gue­ro, 2006; Rodrí­guez y Sou­za, 2009).

Las fami­lias homo­pa­ren­ta­les han deman­da­do tener los mis­mos pri­vi­le­gios que las pri­me­ras dos, de modo que tam­bién están en posi­bi­li­dad de pro­te­ger a los hijos ‑ya sean bio­ló­gi­cos o adoptados‑, ade­más de garan­ti­zar su edu­ca­ción y desa­rro­llo per­so­nal para lo cual, en paí­ses como Holan­da, Viet­nam, Chi­na, Rusia se cuen­ta con pro­gra­mas de adop­ción o bien Espa­ña don­de exis­te, para las muje­res, la inse­mi­na­ción arti­fi­cial (Mc Garry, 2003 y Bac­cino s/a) obser­van­do que en Méxi­co no exis­te apo­yo para este tipo de fami­lias.

Uno de los obs­tácu­los para el logro de estas deman­das gira en torno a los mitos acer­ca de que los niños cria­dos por pare­jas o per­so­nas homo­se­xua­les mues­tran tras­tor­nos psi­co­ló­gi­cos, en la iden­ti­dad de géne­ro y que no desa­rro­llan las habi­li­da­des socia­les nece­sa­rias para esta­ble­cer rela­cio­nes lo que los lle­va­rá a reci­bir agre­sio­nes socia­les debi­do a su con­for­ma­ción fami­liar; asi­mis­mo, se cree que estas fami­lias pre­sen­tan defi­cien­cias en cuan­to al esta­ble­ci­mien­to de redes de apo­yo y mode­los (Arias, 2004; Haces, 2006 y Mc Garry, 2003). En con­tras­te Allen y Burrel (2002; cita­dos en Shi­bley y De Lama­ter, 2006), men­cio­nan que los niños cria­dos bajo las fami­lias homo­se­xua­les, en su vida adul­ta se con­si­de­ran hete­ro­se­xua­les, mien­tras que Pat­ter­son y Chan (1997; cita­dos en Ardi­la, 1998) encon­tra­ron que el ambien­te fami­liar no pare­ce tener rela­ción algu­na con la orien­ta­ción sexual.

Otro pun­to a con­si­de­rar es la dis­cri­mi­na­ción que sufren los homo­se­xua­les por sus pre­fe­ren­cias sexua­les, fac­tor cul­tu­ral que los detie­ne a asu­mir la res­pon­sa­bi­li­dad de  cui­dar a un hijo, la cual supo­ne un recha­zo tajan­te al ejer­ci­cio de su  pater­ni­dad (Soriano, 1999) al con­si­de­rar que los hijos son los más afec­ta­dos en su desa­rro­llo psi­co­ló­gi­co, impli­ca­cio­nes que a los padres de estas fami­lias les cau­sa cier­to temor (Mon­te­si­nos, 2004).

Como con­se­cuen­cia de esto, duran­te la déca­da de los noven­ta, algu­nos paí­ses acep­ta­ron el matri­mo­nio entre miem­bros del mis­mo sexo y en otros pocos se per­mi­tie­ra la adop­ción; Méxi­co inten­tó entrar den­tro de este peque­ño gru­po de paí­ses para el año 2009 pero se obser­va­ron movi­mien­tos con­ser­va­do­res en con­tra. En con­tras­te, se obser­va una gran can­ti­dad de niños que se encuen­tran al cui­da­do de casas hoga­res, orfa­na­tos, casas cuna y en cen­tros del DIF, quie­nes están caren­tes de esti­mu­la­ción y cari­ño que les pue­den ofre­cer una fami­lia, ya sea homo­se­xual o hete­ro­se­xual, lo que nos lle­vó a pre­gun­tar­nos sí los hom­bres homo­se­xua­les, desean como sus pares hete­ro­se­xua­les ser padres; deri­va­do de esto el obje­ti­vo de este tra­ba­jo fue ana­li­zar los deseos y difi­cul­ta­des de la pater­ni­dad en hom­bres homo­se­xua­les en la Zona Metro­po­li­ta­na del Esta­do de Méxi­co y el Dis­tri­to Fede­ral.

Método

Participantes

El gru­po de estu­dio estu­vo con­for­ma­do por 5 hom­bres homo­se­xua­les sin hijos, de entre 20 y 40 años de edad que viven en la Zona Metro­po­li­ta­na del Esta­do de Méxi­co y Dis­tri­to Fede­ral con un nivel socio­eco­nó­mi­co medio y estu­dios de nivel medio supe­rior y supe­rior.

Instrumento

Se dise­ñó un guión temá­ti­co para la entre­vis­ta en don­de se abor­da­ron temas refe­ren­tes a: cuán­do se per­ca­ta­ron de ser homo­se­xua­les; cómo enfren­ta­ron el infor­mar­le a su fami­lia; sí los han dis­cri­mi­na­do por su con­di­ción; sí desean ser padres; qué opi­nan de la pater­ni­dad homo­se­xual; qué com­pli­ca­cio­nes enfren­tan como homo­se­xua­les; cuá­les serían los pro­ble­mas que ten­drían sien­do padres; cómo edu­ca­rían a un hijo y por últi­mo qué pen­sa­mien­tos tie­nen de la pater­ni­dad.

Procedimiento

Des­pués del pri­mer con­tac­to se acor­dó luga­res y horas de las entre­vis­tas las cua­les tuvie­ron una dura­ción de 40 minu­tos a una hora. Las entre­vis­tas se lle­va­ron a cabo en dife­ren­tes luga­res debi­do a las acti­vi­da­des y como­di­dad de los par­ti­ci­pan­tes.

Del aná­li­sis de con­te­ni­do de las entre­vis­tas, sur­gie­ron las cate­go­rías Ser homo­se­xual, Rela­cio­nes inter­per­so­na­les y Deseos sobre la pater­ni­dad.

Resultados

Para la cate­go­ría Ser homo­se­xual, la mayo­ría de los par­ti­ci­pan­tes, les cau­só algu­nos con­flic­tos defi­nir­se como homo­se­xua­les, aun­que estos varían entre sus fami­lia­res, ami­gos, en las rela­cio­nes de pare­ja o inclu­so con ellos mis­mos, obser­van­do como común deno­mi­na­dor, la pre­sen­cia de pro­ble­mas.

C: y como en todas las rela­cio­nes si es difí­cil ser gay, es difí­cil tener una rela­ción gay pero pues al final de cuen­tas tie­nes que hablar con tu gay…

Sólo uno de los par­ti­ci­pan­tes infor­mó que su vida no ha cam­bia­do dema­sia­do ni ha sufri­do con­flic­tos en su fami­lia.

O: pues fue un shock al prin­ci­pio y creo que a veces aún pero me acep­tan y me quie­ren tal como soy.

De modo gene­ral, se pudo obser­var que mien­tras unos pre­sen­tan pro­ble­mas para acep­tar­se a sí mis­mos ocul­tan­do a otros su pre­fe­ren­cia, otros han sufri­do dis­cri­mi­na­ción y recha­zo por par­te de su fami­lia.

O: …pues mis tíos y tías no lo saben, mi abue­li­ta menos, pues para empe­zar me exco­mul­ga…

Otras con­se­cuen­cias de acep­tar­se públi­ca­men­te como homo­se­xua­les es la pér­di­da de las amis­ta­des.

F: …cuan­do se ente­ra­ron todas las amis­ta­des tro­na­ron.

Un aspec­to que infor­ma­ron dos par­ti­ci­pan­tes, es pre­sen­cia del mie­do a la reac­ción de sus padres y demás fami­lia­res cuan­do estos se ente­ren de su orien­ta­ción homo­se­xual.

J: …mi padre no lo sabe, él es muy machis­ta; él me lo dijo bien, vien­do un repor­ta­je de la mar­cha gay, me dijo: si yo tuvie­ra un hijo así, lo gol­pea­ría has­ta san­grar­lo y lo saca­ría así a la calle y ya no lo que­rría, me daría ver­güen­za y no lo vería nun­ca ni per­mi­ti­ría que pisa­ra mi casa no – eso haría…

Sólo un par­ti­ci­pan­te infor­mó que no pre­sen­tó pro­ble­mas con sus padres y her­ma­nos cuan­do les infor­mó sobre su orien­ta­ción sexual.

O: …los que me intere­san que son mis 2 her­ma­nos y mis papás lo saben lo acep­tan y pues me bas­ta.

No obs­tan­te, pare­ce común el aspec­to de que algu­nos fami­lia­res trans­mi­tan deseos y expec­ta­ti­vas hacia los hijos sobre la for­ma­ción de la fami­lia y en algu­nas oca­sio­nes se mues­tran espe­ran­za­dos a que su hijo regre­se a ser hete­ro­se­xual y poder tener hijos.

P: …a com­pa­ra­ción de mis her­ma­nos que son un poco más libe­ra­les y ellos si dicen que pues algún día ten­dré que hacer mi pro­pia fami­lia.

Con res­pec­to al cómo viven la homo­se­xua­li­dad, se encon­tró que por el momen­to, no expre­san su pre­fe­ren­cia sexual con todas las per­so­nas y situa­cio­nes en las que se des­en­vuel­ven, aun­que la mayo­ría de sus cono­ci­dos saben de su elec­ción.

 J: Mis padres no saben que soy homo­se­xual […] cono­ci­dos, o dis­que ami­gos, y no es por­que sepan lo que soy…, no ten­go nin­gún pro­ble­ma por­que que lo sepan, pero si me dole­ría que esas per­so­nas se ale­jen de mí o de mis ami­gos…

Por otro lado, para algu­nos, esto les ha ori­gi­na­do un mejor esti­lo de vida, han deja­do de soma­ti­zar o de gene­rar aspec­tos psi­co­ló­gi­cos que afec­ten su salud o sus rela­cio­nes con los demás.

F: por­que me vie­ron bien eco­nó­mi­ca­men­te, sen­ti­men­tal­men­te, digo esta­ba muy esta­ble, digo has­ta mucho mejor que antes, apar­te el carác­ter me cam­bió al prin­ci­pio era yo muy irri­tan­te, muy explo­si­vo y aho­ra, ve cómo estoy aho­ra.

Así mis­mo hablar sobre sus pre­fe­ren­cias sexua­les, les cau­sa un bien­es­tar per­so­nal.

O: …pues mis tíos y tías no lo saben, mi abue­li­ta menos, pues para empe­zar me exco­mul­ga y pues para no cau­sar­le pro­ble­mas a mi mamá y papá con su fami­lia, no me intere­sa decir­les, lo que me digan a mi me vale, siem­pre ha sido así.

Otro dato impor­tan­te que se encon­tró en todos los par­ti­ci­pan­tes es su defi­ni­ción de homo­se­xua­les des­de muy tem­pra­na edad.

O: Como 8 u 9, pues antes me dedi­ca­ba a jugar y esas cosas.

Uno de los par­ti­ci­pan­tes rela­ta que sufrió una vio­la­ción antes de defi­nir­se como homo­se­xual y pos­te­rior­men­te esta­ble­ció tan­to rela­cio­nes oca­sio­na­les como dura­de­ras con muje­res; sin embar­go, a par­tir de una expe­rien­cia con un hom­bre se deci­dió por la homo­se­xua­li­dad por que le gus­ta­ba sen­tir­se pro­te­gi­do

C: ….tuve un buen de novias des­pués de eso y tra­ta­ba de ser muje­rie­go cuan­to pude…, pero en la puber­tad mi cabe­za dijo: que se sen­ti­rá el sexo sin vio­len­cia, sin gol­pes a la fuer­za ¿no?  Y eso paso has­ta los 17 años lo pro­bé y lo puse en una balan­za y pues dije: los hom­bres por­que bueno vi que a una mujer hay que pro­te­ger­la, dar­le y hay que pagar­le, hay que hacer­le, mien­tras que cuan­do esta­ba con un hom­bre me pro­te­gía, me daba, me com­pra­ba, me lle­va­ba y dije no pues yo pre­fie­ro esto, lo pre­fe­rí así.

Para las Rela­cio­nes inter­per­so­na­les, se encon­tró que cada uno de los par­ti­ci­pan­tes ha sido dis­cri­mi­na­do y ha esta­do pre­sen­te en algún esce­na­rio don­de se han hecho comen­ta­rios des­pec­ti­vos sobre los homo­se­xua­les.

P: …siem­pre te tie­nes que afron­tar a muchas cosas, como el des­pre­cio de los homo­fó­bi­cos que son unos ton­tos des­de mi pun­to de vis­ta, me refie­ro a ellos de una for­ma des­pec­ti­va ya que sólo hablan por hablar y dicen cosas sin sen­ti­do y razón  de noso­tros…

En sólo un caso men­cio­na que estos comen­ta­rios no le son impor­tan­tes.

O: Puti­to, joto, mari­ca, mari­po­son, etc., no, la neta no […] Al con­tra­rio soy impor­tan­te en la vida de todos esos que se fijan en mí.

Para el caso de quie­nes han sido eti­que­ta­dos se obtu­vo que son recha­za­dos en el con­tex­to fami­liar, quié­nes, a modo de ame­na­za direc­ta o bien como en un caso de modo indi­rec­to, les exi­gen que desis­tan de esa pre­fe­ren­cia ya que de no ser así, serán exclui­dos del núcleo fami­liar.

F: uyy muy mal…, mi papá me dijo: se te qui­ta lo puto…

Por otro lado, como se men­cio­nó en el apar­ta­do ante­rior, tam­bién se encuen­tran quie­nes aún temen decir­les a sus ami­gos.

P: Bueno pues, en el ámbi­to esco­lar pues no muchos, igual sólo con unos ami­gos, pero no son difi­cul­ta­des, sino más bien son mie­dos que ten­go que la gen­te que aún no sabe que soy gay me deje de hablar  y encon­trar en ellos un cier­to recha­zo o des­pre­cio.

En el aspec­to labo­ral uno de los par­ti­ci­pan­tes men­cio­na que en la rela­ción en este con­tex­to, se vis­lum­bra una dis­cri­mi­na­ción por par­te de los jefes.

F: …des­de tra­ba­jos que he teni­do, estu­ve tra­ba­jan­do en Volks­wa­gen y Gene­ral Motors y tuve más pro­ble­mas con mis jefes mexi­ca­nos qué con los jefes extran­je­ros, de hecho toda la vida tuve jefes extran­je­ros o sea ale­ma­nes o ame­ri­ca­nos, por­que pues te con­tra­tan por lo que sabes no por tus pre­fe­ren­cias y pues tam­bién depen­de el ámbi­to labo­ral que si te tachan muy feo he, muy feo.

Por últi­mo, con res­pec­to a la pare­ja, men­cio­nan que la mayo­ría de las  rela­cio­nes que han enta­bla­do son oca­sio­na­les ya que estas no les traen nin­gu­na com­pli­ca­ción ya que se con­si­de­ran per­so­nas con mucha liber­tad.

P:…tengo pare­jas oca­sio­na­les  […]  Es que soy una per­so­na muy socia­ble, y me agra­da ir a muchos antros gay, enton­ces pare­ja como tal aún no encuen­tro, por­que a todos noso­tros nos gus­ta sólo diver­tir­nos (ríe).

Otros men­cio­nan que la rela­ción que lle­van en estos momen­tos está muy esta­ble; sin embar­go, con­si­de­ran que sí es bas­tan­te difí­cil lograr­lo ya que en ese ámbi­to, el esti­lo de vida es de mucha liber­tad.

C: …me agra­da que me diga aho­ra sí somos una fami­lia y somos una fami­lia tene­mos lo que tie­ne una pare­ja en un depa, lo que es refri, recá­ma­ra, coci­na, come­dor, la olla express, el mol­ca­je­te y pues nos com­por­ta­mos como hom­bre mujer o mujer hom­bre.

Debi­do a esto, sus rela­cio­nes tien­den a ser efí­me­ras, sin com­pro­mi­so alguno, lo que se rela­cio­na con sus deseos de pater­ni­dad.

J: …como verás, mis rela­cio­nes no han dura­do mucho y pues los pla­nes a futu­ro no se dan, yo creo que por eso no nos veía­mos en años jun­tos, por eso dis­fru­to el momen­to.

Final­men­te para los deseos de ser padre, tres de los par­ti­ci­pan­tes men­cio­na­ron que nun­ca han que­ri­do ser padres, por dife­ren­tes fac­to­res.

O: Nop,… no ten­go pacien­cia para los niños y en segun­da no creo en el matri­mo­nio,… creo en mi liber­tad y en mí.

F: …yo no pien­so tener hijos, por­que me gus­ta­ría dar­le más a mi hijo de lo que me die­ron a mí.

Con­tra­rio a esto, el par­ti­ci­pan­te de 40 años, expre­só su deseo de ser padre, pero no des­car­ta que pue­dan exis­tir pro­ble­mas con rela­ción a la socie­dad que afec­ten al niño.

 C: ha cla­ro, que sí, […] es un pro­ble­ma psi­co­ló­gi­co para los niños de que ima­gi­na que sus com­pa­ñe­ri­tos le digan que tie­nen dos papás.

Un fac­tor que con­si­de­ran los par­ti­ci­pan­tes es estar esta­bles tan­to eco­nó­mi­ca como emo­cio­nal­men­te.

P: pues, tener dine­ro para ali­men­tar­lo y todo lo que nece­si­ta, arre­glar­los, tiem­po en mi tra­ba­jo y tener una vida que se dedi­que a cuer­po y alma al niño.

La pater­ni­dad es vis­ta por los par­ti­ci­pan­tes como una res­pon­sa­bi­li­dad la cual no creen poder asu­mir ya que tener un hijo impli­ca, no sólo el cui­da­do oca­sio­nal, sino tam­bién esta­bi­li­dad eco­nó­mi­ca, entre otras res­pon­sa­bi­li­da­des.

C: …sue­ñas con tener un hijo con, más que nada cuan­do tie­nes una vida esta­ble y ya lle­vas como, no sé como 10 o 15 años de rela­ción y que ya tie­nes una esta­bi­li­dad emo­cio­nal que ya no tie­nes pedos con tu pare­ja bron­cas […]  hay que dar­le de comer, hay que bañar­lo, hay que cui­dar­lo, hay que lle­var­lo al médi­co, hay que cor­tar­le el pelo, hay que dar­le man­te­ni­mien­to y hay que dar­le su espa­cio […] un hijo es todo eso, más apar­te edu­car­lo y dar­le valo­res, dar­les res­pon­sa­bi­li­da­des y ense­ñar­le que o sea, abrir­le el mun­do de algu­na mane­ra , estar al pen­dien­te de que no la cague no le vaya a pasar nada… 

La mayo­ría de los par­ti­ci­pan­tes repor­ta­ron que no están intere­sa­dos en ser padres debi­do a las con­se­cuen­cias que esto aca­rrea.

O: …estu­vie­ra lis­to para dejar de pen­sar en mí y en mí, podría ser, pero no creo.

Así como a la dis­cri­mi­na­ción social y la com­pli­ca­ción de ser acep­ta­dos como pare­ja por per­so­nas alle­ga­das a ellos y la ausen­cia de pare­jas esta­bles. En cuan­to a la edu­ca­ción, los par­ti­ci­pan­tes repor­ta­ron que fue­ron edu­ca­dos de un modo muy ama­ble, com­pren­si­vo, tole­ran­te, en un entorno con mucho amor y pacien­cia.

O: …en el res­pe­to más que nada, difí­cil por­que pues no todos los seres huma­nos somos igua­les, ni pen­sa­mos igual.

Debi­do a la for­ma en cómo han sido edu­ca­dos, los par­ti­ci­pan­tes refie­ren como con­si­de­ran que van a edu­car, seña­lan­do que es nece­sa­rio que exis­ta amor, valo­res, res­pe­to, tiem­po de cali­dad, com­pren­sión, capa­ci­dad de escu­char, tole­ran­cia, etc., den­tro de la fami­lia, para que se lle­ve una bue­na vida, sin embar­go, con­si­de­ran que esto no es sim­ple.

J: Lo edu­ca­ría dán­do­le todos los con­se­jos que yo crea para su bien ya depen­de de él si los toma o los deja, des­de chi­qui­to le incul­ca­ría la lec­tu­ra, la edu­ca­ción, la escri­tu­ra, que lea mucho, etc. […] Amor, que ten­ga posi­bi­li­dad eco­nó­mi­ca de que el niño ten­ga lo nece­sa­rio, de por lo menos dar­le una cali­dad de vida mejor a la que vivie­ron nues­tros padres, o la situa­ción que se esté vivien­do.

Pocos par­ti­ci­pan­tes men­cio­na­ron que les habla­rían abier­ta­men­te sobre las pre­fe­ren­cias sexua­les y de cual­quier prác­ti­ca que no es acep­ta­da o bien vis­ta por la socie­dad a sus hijos.

J: …expli­car­le que sus padres son homo­se­xua­les, que no se debe sen­tir aver­gon­za­do, que solo sus papás son dife­ren­tes.

Los par­ti­ci­pan­tes comen­ta­ron que sí lle­ga­rían a ser padres por medio de la adop­ción.

P: A mí me gus­ta­ría adop­tar­lo.

Otro par­ti­ci­pan­te comen­tó que sería mejor que fue­ra por inse­mi­na­ción arti­fi­cial.

O: Lo que harían mis ami­gas les­bia­nas, bus­car una dona­do­ra de un óvu­lo y yo seré su dona­dor de esper­ma.

Por últi­mo, se encon­tró un dato curio­so con res­pec­to a los sen­ti­mien­tos de impo­ten­cia, de un par­ti­ci­pan­te, por no poder ser él quien engen­dre a su hijo.

P: …aun­que sé en qué con­di­cio­nes bio­ló­gi­cas y fisio­ló­gi­cas me encuen­tro, ¿sabes?, a veces esto si me pone mal, yo qui­sie­ra algún día de esto se pudie­ra hacer reali­dad…

Discusión y conclusiones

Los datos de las entre­vis­tas mos­tra­ron que dos de los par­ti­ci­pan­tes expre­sa­ron tener pre­sen­te la idea de ser padres; los demás, dije­ron no qui­sie­ran tener las res­pon­sa­bi­li­da­des que impli­ca. El total de los suje­tos men­cio­na tener mie­do a per­der la liber­tad con la que viven actual­men­te; para los que no desean la pater­ni­dad, este mie­do está pre­sen­te cla­ra­men­te dife­ren­cia­do a per­der su com­ple­ta liber­tad mien­tras que para los que sí están intere­sa­dos, el mie­do está orien­ta­do hacia su capa­ci­dad para sobre lle­var las res­pon­sa­bi­li­da­des que supo­ne al con­si­de­rar­las a lar­go pla­zo y de por vida y no sim­ple­men­te como la satis­fac­ción de un deseo momen­tá­neo.

Ade­más del mie­do sobre sus pro­pias capa­ci­da­des de cui­da­do, se suma el temor que pre­sen­tan ante la posi­bi­li­dad de un recha­zo por par­te de la socie­dad, no úni­ca­men­te hacia ellos, sino hacia los niños, gene­ran­do con­se­cuen­cias psi­co­ló­gi­cas debi­do a la situa­ción de dis­cri­mi­na­ción y recha­zo social (Arias, 2004; Cruz,1997; Haces,2006; Mc Garry, 2003). Otro aspec­to refle­ja­do en el estu­dio, es la defi­cien­cia de redes socia­les ópti­mas que pue­dan pre­sen­tar a los par­ti­ci­pan­tes un mode­lo para la pater­ni­dad y a los hijos un mode­lo a seguir den­tro de su situa­ción.

Con­si­de­ra­mos que estos pro­ble­mas están dados por los cam­bios actua­les de la socie­dad mexi­ca­na, víc­ti­ma de la cri­sis cau­sa­da por el fenó­meno del post­mo­der­nis­mo. Como lo men­cio­nan Gallar­do, Gómez, Muñoz y Suá­rez (2006), esto trae con­si­go la per­di­da de la vigen­cia de la fami­lia tra­di­cio­nal, así como de este­reo­ti­pos de géne­ro, lo cual se refle­ja duran­te las entre­vis­tas a los par­ti­ci­pan­tes que infor­ma­ron son acep­ta­dos por sus padres y ami­gos sin que esto les trai­ga gran­des com­pli­ca­cio­nes; con­tra­rio a esto, obser­va­mos temor a lo que digan los padres y ami­gos lo que lle­va a algu­nos de los jóve­nes a ocul­tar su orien­ta­ción o a salir de sus casas, debi­do a que en la socie­dad está pre­sen­te el mode­lo tra­di­cio­nal de fami­lia que com­bi­na­do con el temor a los cam­bios gene­ra una resis­ten­cia a la acep­ta­ción (Estra­da, Acu­ña, Camino y Tra­ver­so, 2007; Rodrí­guez y Sou­za, 2009)

Asi­mis­mo, se encon­tró que el pro­ce­so de acep­ta­ción de la orien­ta­ción sexual está sus­ten­ta­do no tan­to por el este­reo­ti­po de fami­lia, sino por el de géne­ro, pues­to que uno de los par­ti­ci­pan­tes repor­tó que su fami­lia lo acep­tó des­pués de haber alcan­za­do una esta­bi­li­dad eco­nó­mi­ca y emo­cio­nal, carac­te­rís­ti­cas de los carac­te­res mas­cu­li­nos.

De lo ante­rior pue­de obser­var­se que el pro­ce­so de la acep­ta­ción del cam­bio, como lo des­cri­ben Le Gall (2008), para los cam­bios sufri­dos en la cons­truc­ción fami­liar; Gon­zá­lez (2007) y Ardi­la (1998), para la acep­ta­ción de la homo­se­xua­li­dad en Méxi­co y Rodrí­guez y Sou­za (2009) y Mc Garry (2003), para la cap­ta­ción de la pater­ni­dad homo­se­xual y su modo de vivir­la en públi­co; no es algo que se dé de for­ma rápi­da y apre­su­ra­da, sino por el con­tra­rio los pape­les hege­mó­ni­cos implan­ta­dos en los indi­vi­duos (Ardi­la, 1998), los cua­les jue­gan un papel impor­tan­te en la socie­dad, esto pue­de leer­se de modo más cla­ro en la viven­cia de la pater­ni­dad, en pri­mer plano de la hete­ro­se­xua­li­dad, de la cual nos hablan Sal­gue­ro (2006) y Gallar­do (2006), quie­nes men­cio­nan  que la pater­ni­dad está actual­men­te en pro­ce­so de cam­bio, don­de los padres deman­dan en mayor medi­da más par­ti­ci­pa­ción con los hijos.

Los par­ti­ci­pan­tes, al ser cues­tio­na­dos sobre la pater­ni­dad y sus res­pon­sa­bi­li­da­des, con­si­de­ra­ron como rele­van­tes pun­tos simi­la­res a los de sus pares hete­ro­se­xua­les, pre­sen­tan­do, como lo men­cio­nan Ardi­la (1998) y Mon­te­si­nos (2004), gra­dos de ansie­dad por demos­trar que pue­den lle­var esa res­pon­sa­bi­li­dad y que serán bue­nos padres.

Aun­que en este estu­dio no pue­de con­fron­tar­se con la situa­ción expues­ta por Shi­bley y De Lama­ter (2006) en cuan­to a la igual­dad de esta­bi­li­dad emo­cio­nal y social en niños cria­dos por padres hete­ro­se­xua­les y homo­se­xua­les, se pue­de supo­ner, que pre­vio a la crian­za, no pare­ce haber fac­to­res que tien­dan hacia la exis­ten­cia de estas dife­ren­cias debi­do a que tan­to padres hete­ro­se­xua­les y homo­se­xua­les hacen refe­ren­cia a las mis­mas preo­cu­pa­cio­nes en el cui­da­do y crian­za de los hijos, como pue­den ser, aten­ción, esta­bi­li­dad eco­nó­mi­ca, con­tac­to emo­cio­nal, entre otros; Así mis­mo, ambos se encuen­tran fren­te a la situa­ción social que los “cali­fi­ca” como hom­bres y padres, aun cuan­do en este sen­ti­do, la crí­ti­ca difie­re en cuan­to a su orien­ta­ción sexual; para los pri­me­ros la crí­ti­ca va enca­mi­na­da a no seguir el este­reo­ti­po esti­pu­la­do de hom­bre-padre, mien­tras que en los segun­dos está orien­ta­da a que no siguen el este­reo­ti­po de hom­bre ‑o no por lo menos en toda su extensión‑, y por tan­to se les nie­ga la opción de ejer­cer el rol de padre debi­do a que se con­si­de­ra que van de la mano (Soriano, 1999;  Rubín, 1993; cita­do en, Estra­da, et al., 2007).

Tras estas con­je­tu­ras, el tra­ba­jo alcan­zó a expo­ner el deseo de hom­bres homo­se­xua­les que aún no son padres, lo pre­ten­dan o no, así como de las posi­bles com­pli­ca­cio­nes que per­ci­ben en ello. Que­da abier­ta la posi­bi­li­dad de inves­ti­gar direc­ta­men­te la for­ma en que han vivi­do la rea­li­za­ción de este deseo, per­so­nas que ya desem­pe­ñan el rol paterno, así como la iden­ti­fi­ca­ción de los obs­tácu­los repor­ta­dos por los par­ti­ci­pan­tes en este tra­ba­jo.

Referencias

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Soriano, R. S. (1999). Cómo se vive la homosexualidad y el lesbianismo. España: Amaru ediciones.

Notas

1. Licen­cia­da en psi­co­lo­gía. Egre­sa­da de la Facul­tad de Estu­dios Supe­rio­res Izta­ca­la. UNAM, Méxi­co. e‑mail: ytbe‑5@hotamil.com

2. Pasan­te de la licen­cia­tu­ra en psi­co­lo­gía. Egre­sa­do de la Facul­tad de Estu­dios Supe­rio­res Izta­ca­la. UNAM, Méxi­co. e‑mail: udecovi31@gmail.com

3. Licen­cia­da en psi­co­lo­gía. Egre­sa­da de la Facul­tad de Estu­dios Supe­rio­res Izta­ca­la. UNAM, Méxi­co. e‑mail: azulzo@hotmail.com

Al Dr. J. Sala­dor Sapien López de la Facul­tad de Estu­dios Supe­rio­res Izta­ca­la, por su orien­ta­ción y opi­nio­nes en rela­ción a la pre­sen­te inves­ti­ga­ción.