Versión mexicana de la escala Monash de relación del dueño con su perro (MDORS‑M) Descargar este archivo (08 - Versión mexicana de la escala Monash.pdf)

Mónica Teresa González-Ramírez1, Minerva Vanegas-Farfano y René Landero-Hernández

Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), Facultad de Psicologia

Resumen

La esca­la Monash de rela­ción del due­ño con su perro (The Monash dog owner rela­tionship sca­le, MDORS) es la esca­la más robus­ta para medir la rela­ción humano-perro. Con el pro­pó­si­to de eva­luar las pro­pie­da­des psi­co­mé­tri­cas de la ver­sión mexi­ca­na de la MDORS se con­tó con la par­ti­ci­pa­ción de 650 per­so­nas, la mayo­ría muje­res, con edad pro­me­dio de 31.8 años (D.E. 9.1), todos con al menos un perro. Los resul­ta­dos con­fir­man la estruc­tu­ra de tres fac­to­res; la con­fia­bi­li­dad fue de .88 para la esca­la com­ple­ta y entre .81 y .91 para las subes­ca­las. Se con­clu­ye que la MDORS‑M es un ins­tru­men­to ade­cua­do para inves­ti­ga­cio­nes en espa­ñol sobre el tema.

Pala­bras cla­ve: perros, ani­ma­les de com­pa­ñía, inter­ac­ción humano-ani­mal, víncu­lo humano-ani­mal, com­pa­ñía ani­mal

Abstract

Monash dog owner rela­tionship sca­le (MDORS) is con­si­de­red the most relia­ble mea­su­re of the dog–human rela­tionship. With the aim of eva­lua­ting the psy­cho­me­tric pro­per­ties of MDORS Mexi­can ver­sion, 650 peo­ple were con­tac­ted, mainly women, with an ave­ra­ge age of 31.8 years (D.E. 9.1) and at least one dog. Results con­fir­med its three-dimen­sio­nal struc­tu­re, with a relia­bi­lity of .88 for the gene­ral sca­le and .81 to .91 ran­ge for the subs­ca­les. MDORS‑M ade­quacy for Spa­nish lan­gua­ge research is con­clu­ded.

Key­words: Dog, Com­pa­nion Ani­mal, Human–animal Inter­ac­tion, Human–animal Bond, Ani­mal Com­pa­nionship

El inte­rés cien­tí­fi­co, clí­ni­co y públi­co en los tipos de rela­ción entre huma­nos y ani­ma­les de com­pa­ñía se ha incre­men­ta­do (Dwyer, Ben­nett and Cole­man, 2006). Los perros viven en estre­cho con­tac­to con los huma­nos y ambas espe­cies obtie­nen efec­tos bene­fi­cio­sos de la inter­ac­ción (Barre­ra et al., 2013). Estos bene­fi­cios han sido amplia­men­te docu­men­ta­dos: Wells en el 2007 encon­tró que los due­ños de perros son más salu­da­bles y que los perros pue­den tener valor pro­fi­lác­ti­co y tera­péu­ti­co para la gen­te; Gutié­rrez, Gra­na­dos y Piar (2007) des­cri­ben la his­to­ria sobre la línea de inves­ti­ga­ción que inclu­ye los efec­tos posi­ti­vos de la com­pa­ñía de las mas­co­tas.

Den­tro de los bene­fi­cios espe­cí­fi­cos se seña­la que quie­nes tie­nen perros repor­tan mejor salud, ejer­ci­tar­se con mayor fre­cuen­cia, dor­mir mejor, fal­tar menos días al tra­ba­jo por enfer­me­dad y menos visi­tas al médi­co (Hea­dey, Na y Zheng, 2008); que las per­so­nas mayo­res que cami­nan con perros refle­jan una acu­sa­da mejo­ría en con­di­ción físi­ca que al cami­nar en com­pa­ñía de otros huma­nos (Can­ge­lo­si y Sorrell, 2010), y que los due­ños de perros repor­tan menor estrés per­ci­bi­do y mejor salud (Gon­zá­lez y Lan­de­ro, 2014).

Rehn (2013) ahon­da en estos resul­ta­dos, men­cio­nan­do que lo impor­tan­te no es la pre­sen­cia del perro, sino el tipo y cali­dad de la rela­ción que el due­ño tie­ne con él o ella, y cita una serie de estu­dios que indi­can que actual­men­te los perros jue­gan un rol sig­ni­fi­ca­ti­vo en la vida de sus due­ños, ofre­cien­do com­pa­ñía y afec­to. En este mate­rial, muchos due­ños repor­tan que están emo­cio­nal­men­te invo­lu­cra­dos con sus perros al gra­do de con­si­de­rar­los miem­bros de la fami­lia o ami­gos. En el 2011, Gon­zá­lez y Lan­de­ro encon­tra­ron en Méxi­co que los mayo­res bene­fi­cios en salud per­ci­bi­da eran repor­ta­dos en el gru­po de per­so­nas que con­si­de­ra­ban al perro miem­bro de la fami­lia y no sólo una mas­co­ta o un guar­dián.

A pesar de los avan­ces en esta línea de inves­ti­ga­ción algu­nas difi­cul­ta­des se siguen pre­sen­tan­do, entre ellas la fal­ta de ins­tru­men­tos de medi­ción ade­cua­dos (Dwyer et al., 2006). En el 2007, Ander­son pre­sen­tó el pri­mer com­pen­dio de ins­tru­men­tos de medi­ción rela­cio­na­dos con la inter­ac­ción humano-ani­mal, don­de enfa­ti­za que muchos de los ins­tru­men­tos revi­sa­dos no con­ta­ban con eva­lua­ción de con­fia­bi­li­dad y vali­dez. Recien­te­men­te, Wil­son y Net­ting (2012) pre­sen­ta­ron un aná­li­sis de 140 ins­tru­men­tos que eva­lúan carac­te­rís­ti­cas de la inter­ac­ción humano-ani­mal; algu­nos fue­ron dise­ña­dos para eva­luar acti­tu­des, otros son usa­dos para exa­mi­nar el tipo de rela­ción humano-ani­mal o para pro­por­cio­nar infor­ma­ción sobre pobla­cio­nes de ani­ma­les y due­ños. Sin embar­go, estos ins­tru­men­tos se dise­ña­ron en idio­ma inglés. Por otro lado espe­cí­fi­ca­men­te en espa­ñol, con evi­den­cia de vali­dez y con­fia­bi­li­dad, solo se detec­tó la Lexing­ton Attach­ment to Pets Sca­le (LAPS‑M; Gon­zá­lez, Que­za­da y Lan­de­ro, 2014) como herra­mien­ta de eva­lua­ción para la inter­ac­ción humano-ani­mal.

La investigación sobre la díada humano-perro

Si bien a la fecha tan­to los estu­dios como las esca­las dise­ña­das se cen­tran de for­ma exclu­si­va en los aspec­tos posi­ti­vos de tener un ani­mal de com­pa­ñía (Dwyer et al., 2006), exis­ten tam­bién otros enfo­ca­dos en el cos­to-bene­fi­cio aso­cia­do a estas rela­cio­nes. Ejem­plo de ello es el estu­dio de Walsh (2009) sobre el rol del perro den­tro de la diná­mi­ca rela­cio­nal en fami­lias y el espa­cio que ocu­pa en momen­tos de cri­sis tan­to den­tro como fue­ra de tera­pia (Walsh, 2009); la bús­que­da de pre­dic­to­res en torno a la deci­sión de incluir a los perros en via­jes turís­ti­cos (Hung, Chen & Peng, 2011) o el estu­dio del due­lo y el pos­te­rior ajus­te tras la pér­di­da de un perro mas­co­ta (Pack­man, Field, Car­mack & Ronen, 2011). Cada uno de estos per­mi­te dis­tin­guir cómo, des­de un mode­lo de inter­ac­ción entre huma­nos, pue­den ser con­tem­pla­dos dis­tin­tos cri­te­rios para eva­luar deci­sio­nes en torno al lugar que ocu­pa el ani­mal en la vida indi­vi­dual o colec­ti­va, así como el espa­cio que ocu­pa en el con­ti­nuum de per­ma­nen­cia-pér­di­da.

Los efec­tos de la rup­tu­ra del lazo entre huma­nos y ani­ma­les domés­ti­cos es una preo­cu­pa­ción per­ma­nen­te en muchas socie­da­des (Ame­ri­can Society for the Pre­ven­tion of the Cruelty to Ani­mals, s.f.; Cana­dian Fede­ra­tion of Human Socie­ties, s.f.; Orte­ga-Pache­co, 2001) tan­to por lo dañino que resul­ta para los ani­ma­les como por el pro­ble­ma sani­ta­rio que con­lle­va. Dada esta situa­ción, la actual crian­za, ven­ta y adop­ción de perros mas­co­tas se encuen­tra suje­ta al estu­dio de los posi­bles cui­da­do­res. Actual­men­te en Méxi­co, pro­ce­di­mien­tos como este son rea­li­za­dos median­te sis­te­mas de entre­vis­tas los cua­les per­mi­ten dis­tin­guir la dis­po­ni­bi­li­dad en espa­cio y tiem­po de los posi­bles adop­tan­tes. Si bien este meca­nis­mo no ha sido eva­lua­do, den­tro de la repú­bli­ca exis­te como el úni­co for­ma­to capaz que pudie­se garan­ti­zar la per­ma­nen­cia de los perros mas­co­ta den­tro de los domi­ci­lios.

Basa­dos en la Teo­ría del Inter­cam­bio Social, que esta­ble­ce que las rela­cio­nes huma­nas se man­tie­nen solo cuan­do el cos­to per­ci­bi­do y los bene­fi­cios obte­ni­dos están balan­cea­dos o cuan­do los bene­fi­cios sobre­pa­san los cos­tos per­ci­bi­dos, Dwyer et al. dise­ña­ron la Monash Dog Owner Rela­tionship Sca­le (MDORS). La MDORS está for­ma­da por 28 ítems divi­di­dos en tres subes­ca­las que pue­den ser usa­das de for­ma inde­pen­dien­te: valo­ra qué tan­to com­par­ten acti­vi­da­des los due­ños con sus perros, la cer­ca­nía emo­cio­nal y el cos­to per­ci­bi­do de la rela­ción por par­te del due­ño del perro (Dwyer et al., 2006). Pay­ne, Ben­nett y McGreevy (2015) indi­can que la MDORS es actual­men­te la esca­la más robus­ta para medir la rela­ción humano-perro, des­de la per­cep­ción del due­ño del perro. Esta esca­la ha sido pre­via­men­te vali­da­da en idio­ma danés (Meyer & Fork­man, 2014).

En sín­te­sis, el estu­dio de las inter­ac­cio­nes entre huma­nos y ani­ma­les es impor­tan­te, intere­san­te y es un reto (Her­zog, 2011). Para com­ple­men­tar esta línea de inves­ti­ga­ción se requie­re con­tar con ins­tru­men­tos váli­dos y con­fia­bles que pue­dan ser uti­li­za­dos para dife­ren­tes pro­pó­si­tos. Aun cuan­do el desa­rro­llo de la MDORS no con­tem­pla la valo­ra­ción a futu­ro de un posi­ble adop­tan­te, hipo­té­ti­ca­men­te su sus­ten­to teó­ri­co podría per­mi­tir una iden­ti­fi­ca­ción más fina de las carac­te­rís­ti­cas desea­bles en futu­ros adop­tan­tes, así como ampliar el cono­ci­mien­to actual de por qué inclui­mos ani­ma­les domés­ti­cos más allá de los bene­fi­cios que ya han sido seña­la­dos. Es así que se reali­zó su tra­duc­ción al espa­ñol y el pro­pó­si­to del pre­sen­te estu­dio es eva­luar las pro­pie­da­des psi­co­mé­tri­cas de la ver­sión mexi­ca­na de la MDORS.

Método

Par­ti­ci­pan­tes

Se invi­tó a res­pon­der una encues­ta en línea a per­so­nas que tuvie­ran perros, sien­do ese el úni­co requi­si­to como cri­te­rio de inclu­sión. La encues­ta fue rea­li­za­da a tra­vés de Sur​vey​Mon​key​.com y difun­da el enla­ce a tra­vés de redes socia­les. Se des­car­ta­ron las encues­tas que no lle­ga­ron a la últi­ma pre­gun­ta. Todos los datos se tra­ta­ron de for­ma con­fi­den­cial.

Par­ti­ci­pa­ron en el estu­dio 650 per­so­nas, con edad pro­me­dio de 31.8 años (D.E. 9.1), 82.6% muje­res y 17.4% hom­bres. 50.4% eran sol­te­ros, 34.0% casa­dos, 11.5% en unión libre y el res­to sepa­ra­dos o divor­cia­dos. El 45.7% tenían solo un perro, 27.7% dos perros, el 14.2% tres perros y el res­to entre cua­tro y diez perros. Se soli­ci­tó que la encues­ta se res­pon­die­ra pen­san­do solo en uno de los perros, de lo cual se des­pren­dió que el 33.1% eran perros chi­cos (5 a 12kg), 26.5% eran perros de tama­ño mediano (12 a 25kg), 16.6% minia­tu­ra (3 a 5 kg), 20.8% gran­de (25 a 40 kg) y 3.1% gigan­te (más de 40kg).

Ins­tru­men­tos

La esca­la Monash de rela­ción del due­ño con su perro (Dwyer et al., 2006), des­cri­ta pre­via­men­te, se tra­du­jo al espa­ñol por el méto­do back-trans­la­tion para eva­luar sus pro­pie­da­des psi­co­mé­tri­cas en esta inves­ti­ga­ción. La MDORS eva­lúa la rela­ción con el perro des­de el pun­to de vis­ta del due­ño, cons­ta de 28 ítems tipo Likert, con opcio­nes de res­pues­ta que van de uno a cin­co. Estas opcio­nes indi­can el gra­do de acuer­do, o bien, la fre­cuen­cia con la que el due­ño inter­ac­túa con el perro. Se com­po­ne de tres subes­ca­las: (1) inter­ac­ción due­ño-perro; (2) cer­ca­nía emo­cio­nal per­ci­bi­da; (3) cos­to per­ci­bi­do. Para la suma de la pun­tua­ción, se invier­ten las res­pues­tas de los ítems de la subes­ca­la de cos­to per­ci­bi­do, de mane­ra que el pun­ta­je total indi­ca la fuer­za de la rela­ción des­de el pun­to de vis­ta del due­ño. En el artícu­lo ori­gi­nal Dwyer et al. (2006) repor­ta un alfa de Cron­bach de .67 para la subes­ca­la de inter­ac­ción due­ño-perro; de .84 para la cer­ca­nía emo­cio­nal y de .84 para la subes­ca­la de cos­to per­ci­bi­do (ver Ane­xo).

Para esta inves­ti­ga­ción se agre­gó una pre­gun­ta sobre la per­cep­ción de la rela­ción con el perro, con la fina­li­dad de obte­ner evi­den­cia de vali­dez de cri­te­rio. Las opcio­nes de res­pues­ta fue­ron las siguien­tes: me eno­ja, me estre­sa, es una res­pon­sa­bi­li­dad que yo no que­ría, es el guar­dián de la casa, es mi mas­co­ta, es un miem­bro de la fami­lia.

Aná­li­sis esta­dís­ti­cos

Se uti­li­zó el Aná­li­sis Fac­to­rial Explo­ra­to­rio por el méto­do de Com­po­nen­tes Prin­ci­pa­les y el aná­li­sis de con­sis­ten­cia inter­na con el coefi­cien­te alfa de Cron­bach. Estos aná­li­sis fue­ron lle­va­dos a cabo en SPSS 20. Pos­te­rior­men­te se reali­zó el Aná­li­sis Fac­to­rial Con­fir­ma­to­rio con el méto­do de máxi­ma vero­si­mi­li­tud, uti­li­zan­do SPSS Amos 18.0.

Resultados

El pri­mer aná­li­sis que se reali­zó fue el aná­li­sis fac­to­rial explo­ra­to­rio, cuyos resul­ta­dos fue­ron satis­fac­to­rios. El por­cen­ta­je de varian­za expli­ca­da fue de 48.4% con tres fac­to­res; 26.2% en el pri­mer fac­tor (con un auto­va­lor de 7.329), 11.5% en el segun­do fac­tor (con un auto­va­lor de 3.225) y 10.7% en el ter­cer fac­tor (auto­va­lor 3.002).

Si se con­si­de­ra­ra un cuar­to fac­tor el por­cen­ta­je de varian­za expli­ca­da sólo se incre­men­ta­ría un 4.8%, el auto­va­lor del cuar­to fac­tor es 1.342, es así que la solu­ción con tres fac­to­res es la ade­cua­da.

En la Tabla 1 se pre­sen­tan los pesos fac­to­ria­les supe­rio­res a .30 en cada uno de los tres fac­to­res. Pue­de obser­var­se que la mayo­ría de los ítems se ubi­can en el fac­tor corres­pon­dien­te. El ítem 19 pre­sen­tó un peso fac­to­rial supe­rior a .30 en dos fac­to­res.

Siguien­do con el aná­li­sis fac­to­rial con­fir­ma­to­rio el mode­lo esti­ma­do fue de tres fac­to­res corre­la­cio­na­dos, con el ítem 19 en la subes­ca­la que per­te­ne­ce según el dise­ño ori­gi­nal de la esca­la. Todos los pará­me­tros fue­ron sig­ni­fi­ca­ti­vos, los índi­ces de bon­dad de ajus­te indi­ca­ron que el mode­lo era sus­cep­ti­ble de ser mejo­ra­do (X2/gl=5.37, GFI=.811, AGFI=.779, IFI=.810, CFI=.810, RMSEA=.082).

Como suce­de en la esca­la ori­gi­nal la corre­la­ción entre los fac­to­res fue nega­ti­va con la subes­ca­la de cos­to per­ci­bi­do (r= -.250 con la subes­ca­la de inter­ac­ción del due­ño con su perro y de r= -.265 con la subes­ca­la de cer­ca­nía emo­cio­nal) y posi­ti­va entre inter­ac­ción del due­ño con su perro y cer­ca­nía emo­cio­nal (r=.385).

Al per­mi­tir las corre­la­cio­nes entre los erro­res de los ítems 2 y 5, 15 y 16, 25 y 26; suge­ri­dos en los índi­ces de modi­fi­ca­ción, los índi­ces de bon­dad de ajus­te del mode­lo mejo­ra­ron leve­men­te (X2/gl=4.6, GFI=.838, AGFI=.809, IFI=.846, CFI=.845, RMSEA=.074.

Tabla 1: Análisis factorial exploratorio para la versión mexicana de la MDORS
 

Cer­ca­nía emo­cio­nal per­ci­bi­da

Inter­ac­ción del due­ño con su perro

Cos­to per­ci­bi­do

  1. ¿Con qué fre­cuen­cia jue­gas con tu perro?
 

.646

 
  1. ¿Con qué fre­cuen­cia tu perro te acom­pa­ña cuan­do visi­tas a otras per­so­nas?
 

.696

 
  1. ¿Con qué fre­cuen­cia le das pre­mios de comi­da a tu perro?
 

.488

 
  1. ¿Con qué fre­cuen­cia le das besos a tu perro?
 

.648

 
  1. ¿Con qué fre­cuen­cia lle­vas a tu perro en tu carro?
 

.676

 
  1. ¿Con qué fre­cuen­cia abra­zas a tu perro?
 

.698

 
  1. ¿Con qué fre­cuen­cia com­pras cosas para tu perro (rega­los, jugue­tes, etc.)?
 

.602

 
  1. ¿Con qué fre­cuen­cia tu perro está con­ti­go mien­tras te rela­jas (por ejem­plo, mien­tras ves tele­vi­sión)?
 

.640

 
  1. ¿Con qué fre­cuen­cia cepi­llas a tu perro?
 

.522

 
  1. Mi perro me ayu­da en tiem­pos difí­ci­les

.816

   
  1. Mi perro siem­pre está para mí cuan­do nece­si­to con­sue­lo

.851

   
  1. Qui­sie­ra que mi perro estu­vie­ra con­mi­go todo el tiem­po

.774

   
  1. Mi perro me brin­da com­pa­ñía cons­tan­te

.834

   
  1. Si todos me aban­do­na­ran, mi perro esta­ría ahí para mí (con­ta­ría con mi perro)

.851

   
  1. Mi perro me da una razón para levan­tar­me en la maña­na

.750

   
  1. Qui­sie­ra que mi perro y yo nun­ca tuvié­ra­mos que sepa­rar­nos

.770

   
  1. Mi perro está cons­tan­te­men­te al pen­dien­te de mí (me pone aten­ción)

.761

   
  1. ¿Con que fre­cuen­cia le dices cosas a tu perro que no le dices a nadie más?

.441

   
  1. ¿Qué tan dolo­ro­so crees que será para ti cuan­do tu perro mue­ra?

.382

.451

 
  1. ¿Con que fre­cuen­cia sien­tes que cui­dar a tu perro es un tra­ba­jo difí­cil?
   

.733

  1. Es moles­to que algu­nas veces ten­go que cam­biar mis pla­nes debi­do a mi perro
   

.652

  1. Me moles­ta que por mi perro he deja­do de hacer cosas que dis­fru­ta­ba hacien­do antes de tener­lo
   

.648

  1. Hay cosas impor­tan­tes rela­cio­na­das a tener un perro que no me gus­tan
   

.686

  1. ¿Con que fre­cuen­cia tu perro te limi­ta de hacer cosas que quie­res hacer?
   

.651

  1. Mi perro hace mucho des­or­den.
   

.534

  1. Gas­to mucho dine­ro en mi perro
   

.537

  1. ¿Qué tan difí­cil es cui­dar a tu perro?
   

.670

  1. ¿Con que fre­cuen­cia sien­tes que tener un perro es más cos­to que bene­fi­cio?
   

.449

En cuan­to a la con­sis­ten­cia inter­na, para la subes­ca­la inter­ac­ción del due­ño con su perro el alfa de Cron­bach fue de .82; para la subes­ca­la de cer­ca­nía emo­cio­nal per­ci­bi­da el alfa fue de .91 y para la subes­ca­la de cos­to per­ci­bi­do .81. En la Tabla 2 se pre­sen­tan los esta­dís­ti­cos des­crip­ti­vos y el alfa de Cron­bach para la esca­la com­ple­ta y las subes­ca­las.

Tabla 2: Estadísticos descriptivos y consistencia interna para la versión mexicana de la MDORS
 

Ran­go de pun­tua­cio­nes

Media­na

Media

Des­via­ción están­dar

Alfa de Cron­bach

Inter­ac­ción humano perro

9–45

30.7

32.0

7.0

.82

Cer­ca­nía emo­cio­nal per­ci­bi­da

10–55

42.9

45.0

7.3

.91

Cos­to per­ci­bi­do

9–45

17.5

17.0

5.3

.81

MDORS‑M

28–140

110.1

112.0

14.1

.88

A mane­ra de refe­ren­cia, en la Tabla 3 se pre­sen­tan los pun­ta­jes pro­me­dio de cada esca­la, al divi­dir la suma de cada subes­ca­la entre el total de ítems de la mis­ma. Pue­de obser­var­se que la mues­tra refle­ja fuer­te cer­ca­nía emo­cio­nal y bajo cos­to per­ci­bi­do en la rela­ción con los perros.

Tabla 3: Promedios en cada subescala de la versión mexicana de la MDORS
 

Opcio­nes de res­pues­ta

Pun­tua­ción pro­me­dio (DE)

Inter­ac­ción humano perro

1= poca inter­ac­ción

5= mucha inter­ac­ción

3.4 (0.8)

Cer­ca­nía emo­cio­nal per­ci­bi­da

1= poca cer­ca­nía emo­cio­nal

5= fuer­te cer­ca­nía emo­cio­nal

4.3 (0.7)

Cos­to per­ci­bi­do

1= bajo cos­to per­ci­bi­do

5= alto cos­to per­ci­bi­do

1.9 (0.6)

MDORS‑M

1=pobre rela­ción posi­ti­va

5=relación muy posi­ti­va

3.9 (0.5)

Como últi­mo aná­li­sis, se pre­sen­tan los pun­ta­jes de la MDORS‑M de acuer­do al tipo de rela­ción con el perro según los due­ños. Pue­de obser­var­se en la Tabla 4 que quie­nes con­si­de­ran al perro miem­bro de la fami­lia son quie­nes refle­jan una rela­ción más posi­ti­va con este en la MDORS‑M, lo cual es evi­den­cia de vali­dez de cri­te­rio con­ver­gen­te de la esca­la.

Tabla 4: Estadísticos descriptivos para la versión mexicana de la MDORS de acuerdo al tipo de relación con el perro

¿Cómo defi­ne prin­ci­pal­men­te su

rela­ción con el perro?

Inter­ac­ción humano perro

Cer­ca­nía emo­cio­nal per­ci­bi­da

Cos­to per­ci­bi­do

MDORS‑M

Me estre­sa (n=2)

Media

25.0

34.5

34.0

79.5

Media­na

25.0

34.0

34.0

79.5

Des­via­ción están­dar

2.8

0.7

7.1

10.6

Pun­ta­je pro­me­dio (D.E.)

2.8 (0.3)

3.4 (0.1)

3.8 (0.8)

2.8 (0.4)

Es una res­pon­sa­bi­li­dad que yo no que­ría (n=4)

Media

16.0

29.5

22.7

76.7

Media­na

14.5

26.5

19.0

67.5

Des­via­ción están­dar

7.4

13.1

7.5

21.8

Pun­ta­je pro­me­dio (D.E.)

1.8 (0.8)

2.9 (1.3)

2.5 (0.8)

2.7 (0.8)

Es el guar­dián de la casa (n=10)

Media

21.5

39.3

20.3

94.5

Media­na

22.5

39.5

19.0

94.0

Des­via­ción están­dar

6.9

6.0

5.8

10.1

Pun­ta­je pro­me­dio (D.E.)

2.4 (0.8)

3.9 (0.6)

2.2 (0.6)

2.4 (0.4)

Es mi mas­co­ta (n=66)

Media

22.8

36.2

18.9

94.1

Media­na

22.5

35.5

19.0

95.0

Des­via­ción están­dar

7.8

7.4

5.2

14.6

Pun­ta­je pro­me­dio (D.E.)

2.5 (0.9)

3.6 (0.7)

2.1 (0.6)

3.4 (0.5)

Es un miem­bro de la fami­lia (n=568)

Media

31.9

43.8

17.2

112.5

Media­na

33.0

46.0

16.0

114.0

Des­via­ción están­dar

6.1

6.7

5.2

12.1

Pun­ta­je pro­me­dio (D.E.)

3.5 (0.7)

4.4 (0.7)

1.9 (0.6)

4.0 (0.4)

Discusión

Los resul­ta­dos del estu­dio indi­can que la MDORS‑M es una esca­la con ade­cua­das pro­pie­da­des de vali­dez y con­fia­bi­li­dad, lo que sugie­re su ade­cua­do uso en pobla­ción mexi­ca­na, y tal vez en otras pobla­cio­nes de habla his­pa­na.

La estruc­tu­ra fac­to­rial con­fir­ma la encon­tra­da en el estu­dio ori­gi­nal de Dwyer et al. (2006), quie­nes eva­lua­ron la MDORS en tres mues­tras inde­pen­dien­tes, con resul­ta­dos con­sis­ten­tes sobre una estruc­tu­ra tri-fac­to­rial. En cuan­to a la con­fia­bi­li­dad, los resul­ta­dos del pre­sen­te estu­dio indi­can valo­res supe­rio­res a los repor­ta­dos por Dwyer et al. (2006) y por Meyer y Fork­man (2014) en la ver­sión en danés de la MDORS. El ítem 19 que pre­sen­tó alta satu­ra­ción en dos fac­to­res podría ser con­si­de­ra­do pro­ble­má­ti­co; sin embar­go, se deci­dió con­ser­var­lo según la pro­pues­ta ori­gi­nal, sin afec­tar el resul­ta­do del coefi­cien­te alfa de Cron­bach.

El pun­ta­je pro­me­dio de la MDORS‑M (M=3.9, D.E.=0.5) refle­ja rela­cio­nes posi­ti­vas de los par­ti­ci­pan­tes con sus due­ños; el valor encon­tra­do es simi­lar al repor­ta­do por Hand­lin et al. (2012) en un estu­dio rea­li­za­do en Sue­cia (M=4.0, D.E.=0.4). La media obte­ni­da (M=110.1, D.E.=14.1) es simi­lar a la repor­ta­da por Rehn et al. (2014) (M=109.7, D.E.=1.7), tam­bién en Sue­cia, aun­que los datos del pre­sen­te estu­dio pre­sen­ta­ron una mayor varia­bi­li­dad (D.E.=14.1), lo que es una ven­ta­ja para el aná­li­sis de las pro­pie­da­des psi­co­mé­tri­cas de la MDORS‑M.

En sín­te­sis, estos datos indi­can que las per­so­nas que acep­tan par­ti­ci­par en este tipo de estu­dios repor­tan rela­cio­nes posi­ti­vas con sus perros, pero no pue­den con­si­de­rar­se como datos repre­sen­ta­ti­vos de Sue­cia o Méxi­co. Es evi­den­cia de vali­dez la pre­sen­cia en la Tabla 4 de pocas per­so­nas que repor­tan la rela­ción con sus perros como estre­san­te, o como una res­pon­sa­bi­li­dad que no que­rían, en com­bi­na­ción con haber obte­ni­do pun­ta­jes más bajos en la MDORS‑M.

Para futu­ras inves­ti­ga­cio­nes se reco­mien­da el desa­rro­llo de estu­dios con la MDORS‑M en estu­dios lon­gi­tu­di­na­les o en perio­dos don­de se haya detec­ta­do alta pre­va­len­cia de aban­dono como son mudan­zas, la lle­ga­da de un bebé o la rup­tu­ra de una rela­ción.

A pesar de las limi­ta­cio­nes del pre­sen­te estu­dio (entre ellas, el méto­do de mues­treo y la par­ti­ci­pa­ción no equi­ta­ti­va entre hom­bres y muje­res) los resul­ta­dos son satis­fac­to­rios y evi­den­cia de con­fia­bi­li­dad y de una estruc­tu­ra fac­to­rial esta­ble de la MDORS‑M, por lo que se con­si­de­ra una esca­la ade­cua­da para ser uti­li­za­da en inves­ti­ga­cio­nes en espa­ñol.

Referencias

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Notas

1. Uni­ver­si­dad Autó­no­ma de Nue­vo León (UANL), Facul­tad de Psi­co­lo­gía. E‑mail: monygzz77@yahoo.com

Anexo

Instrucciones:Marque en cada pre­gun­ta, la opción que mejor se ade­cue a su ruti­na actual con su perro

  1. ¿Con que fre­cuen­cia jue­gas con tu perro?

Varias veces al día

Por lo menos una vez al día

Algu­nos días de la sema­na

Una vez a la sema­na

De vez en cuan­do

  1. ¿Con que fre­cuen­cia tu perro te acom­pa­ña cuan­do visi­tas a otras per­so­nas?

Siem­pre o casi siem­pre

Muy fre­cuen­te (al menos una vez a la sema­na)

Algu­nas veces

(al menos una vez por mes)

Casi nun­ca

Nun­ca

  1. ¿Con que fre­cuen­cia le das pre­mios de comi­da a tu perro?

Varias veces al día

Por lo menos una vez al día

Algu­nos días de la sema­na

Una vez a la sema­na

De vez en cuan­do

  1. ¿Con que fre­cuen­cia le das besos a tu perro?

Varias veces al día

Por lo menos una vez al día

Algu­nos días de la sema­na

Una vez a la sema­na o menos

De vez en cuan­do

  1. ¿Con que fre­cuen­cia lle­vas a tu perro en tu carro?

Por lo menos una vez al día

Algu­nos días de la sema­na

Una vez a la sema­na

De vez en cuan­do

Nun­ca o casi nun­ca

  1. ¿Con que fre­cuen­cia abra­zas a tu perro?

Varias veces al día

Por lo menos una vez al día

Algu­nos días de la sema­na

Una vez a la sema­na o menos

De vez en cuan­do

  1. ¿Con que fre­cuen­cia com­pras cosas para tu perro (rega­los, jugue­tes, etc.)

Por lo menos una vez a la sema­na

Varias veces en el mes

Una o dos veces al mes

De vez en cuan­do

Nun­ca o casi nun­ca

  1. ¿Con que fre­cuen­cia tu perro está con­ti­go mien­tras te rela­jas (por ejem­plo mien­tras ves tele­vi­sión)?

Siem­pre o casi siem­pre

Muy fre­cuen­te (al menos una vez a la sema­na)

Algu­nas veces

(al menos una vez por mes)

Casi nun­ca

Nun­ca

  1. ¿Con que fre­cuen­cia cepi­llas a tu perro?

Por lo menos una vez al día

Algu­nos días de la sema­na

Una vez a la sema­na

De vez en cuan­do

Nun­ca o casi nun­ca

  1. Mi perro me ayu­da en tiem­pos difí­ci­les

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. Mi perro siem­pre está para mí cuan­do nece­si­to con­sue­lo

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. Qui­sie­ra que mi perro estu­vie­ra con­mi­go todo el tiem­po

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. Mi perro me brin­da com­pa­ñía cons­tan­te

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. Si todos me aban­do­na­ran, mi perro esta­ría ahí para mí (con­ta­ría con mi perro)

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. Mi perro me da una razón para levan­tar­me en la maña­na

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. Qui­sie­ra que mi perro y yo nun­ca tuvié­ra­mos que sepa­rar­nos

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. Mi perro está cons­tan­te­men­te al pen­dien­te de mi (me pone aten­ción)

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. ¿Con que fre­cuen­cia le dices cosas a tu perro que no le dices a nadie más?

Muy fre­cuen­te

Fre­cuen­te

A veces

Muy pocas veces

Nun­ca

  1. ¿Qué tan dolo­ro­so crees que será para ti cuan­do tu perro mue­ra?

Muy dolo­ro­so

Dolo­ro­so

Regu­lar

Poco dolo­ro­so

Nada dolo­ro­so

  1. ¿Con que fre­cuen­cia sien­tes que cui­dar a tu perro es un tra­ba­jo difí­cil?

Muy fre­cuen­te

Fre­cuen­te

A veces

Muy pocas veces

Nun­ca

  1. Es moles­to que algu­nas veces ten­go que cam­biar mis pla­nes debi­do a mi perro

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. Me moles­ta que por mi perro he deja­do de hacer cosas que dis­fru­ta­ba hacien­do antes de tener­lo

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. Hay cosas impor­tan­tes rela­cio­na­das a tener un perro que no me gus­tan

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. ¿Con que fre­cuen­cia tu perro te limi­ta de hacer cosas que quie­res hacer?

Muy fre­cuen­te

Fre­cuen­te

A veces

Muy pocas veces

Nun­ca

  1. Mi perro hace mucho des­or­den

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. Gas­to mucho dine­ro en mi perro

Total­men­te de acuer­do

De acuer­do

Ni en acuer­do ni en des­acuer­do

En des­acuer­do

Total­men­te en des­acuer­do

  1. ¿Qué tan difí­cil es cui­dar a tu perro?

Es muy difí­cil

Es difí­cil

Regu­lar

Es fácil

Es muy fácil

  1. ¿Con que fre­cuen­cia sien­tes que tener un perro es más cos­to que bene­fi­cio?

Muy fre­cuen­te

Fre­cuen­te

A veces

Muy pocas veces

Nun­ca

Pun­ta­je de cada pre­gun­ta

 

5

 

4

 

3

 

2

 

1

For­ma de revi­sión:

Subes­ca­la Inter­ac­ción del due­ño con su perro: Suma de los ítems 1 a 9

Subes­ca­la Cer­ca­nía emo­cio­nal per­ci­bi­da: Suma de los ítems 10 a 19

Subes­ca­la Cos­to per­ci­bi­do: Suma de los ítems 20 a 28 *

* Para el pun­ta­je total de la MDORS‑M deben inver­tir­se los pun­ta­jes de los ítems de la subes­ca­la de cos­to per­ci­bi­do antes de rea­li­zar la suma de todos los ítems de la esca­la.

Para el pun­ta­je pro­me­dio, divi­dir la suma de cada subes­ca­la entre el total de ítems de la mis­ma