Propiedades psicométricas de la escala de autoeficacia para prevenir el robo en la calle1 Descargar este archivo (5 - propiedades psicométricas de la escala de autoeficacia.pdf)

Javier Pérez Durán2; José Marcos Bustos Aguayo3

FES Zaragoza, UNAM

Resumen

El pre­sen­te artícu­lo tie­ne como pro­pó­si­to el dise­ño de la Esca­la de Auto­efi­ca­cia para Pre­ve­nir el Robo en la Calle y la eva­lua­ción de sus pro­pie­da­des psi­co­mé­tri­cas. La inves­ti­ga­ción estu­vo con­for­ma­da por dos estu­dios, cada uno para rea­li­zar un aná­li­sis dis­tin­to: el pri­me­ro se reali­zó con una mues­tra de 303 adul­tos que hicie­ran algu­na acti­vi­dad en la dele­ga­ción Cuauh­té­moc de CDMX, se uti­li­zó para el aná­li­sis fac­to­rial explo­ra­to­rio. El segun­do estu­dio fue con una mues­tra de 302 adul­tos, para el aná­li­sis fac­to­rial con­fir­ma­to­rio. Los resul­ta­dos mos­tra­ron una estruc­tu­ra de dos fac­to­res que cum­plie­ron con los índi­ces de ajus­te psi­co­mé­tri­cos.

Pala­bras cla­ve: auto­efi­ca­cia, pre­ven­ción, robo, vali­dez, con­fia­bi­li­dad

Abstract

This arti­cle aims the design of the Self-Effi­cacy Sca­le to Pre­vent the Rob on the Street and it is asses the psy­cho­me­tric pro­per­ties. The research had two stu­dies, they were used to per­form dif­fe­rent analy­ses; the first was per­for­med with a sam­ple of 303 adults, who are doing some acti­vity in Cuauh­té­moc Township on CDMX, it was to make explo­ra­tory fac­to­rial analy­ses. The second study was per­for­med with a sam­ple of 302 adults, it was to make con­fir­ma­tory fac­to­rial analy­ses. The out­co­mes shown a struc­tu­re with two fac­tors, it was ade­qua­tely met the cri­te­ria of adjust­ment indi­ces.

Key­words: Self-Effi­cacy, Pre­ven­tion, Rob, Vali­dity, Relia­bi­lity

Inseguridad pública en Ciudad de México

La inse­gu­ri­dad públi­ca en Méxi­co es uno de los prin­ci­pa­les pro­ble­mas a nivel nacio­nal, y el deli­to con el índi­ce más alto es el robo. En ciu­dad de Méxi­co (CDMX) tam­bién es el más común, espe­cí­fi­ca­men­te el robo en la calle y trans­por­te públi­co. En CDMX la cifra de deli­tos es 51,756 por cada 100 mil habi­tan­tes, según la Encues­ta Nacio­nal de Vic­ti­mi­za­ción y Per­cep­ción de Segu­ri­dad Públi­ca (ENVIPE, 2013; 2014). La dele­ga­ción que pre­sen­ta los índi­ces más altos es Cuauh­té­moc, don­de se come­ten el 43.3% del total (CRISSRMEX, 2013).

Para estu­diar y bus­car solu­cio­nes al pro­ble­ma de la inse­gu­ri­dad públi­ca es nece­sa­rio tra­ba­jar de mane­ra inter­dis­ci­pli­na­ria (Pea­se, 2014). Algu­nas inves­ti­ga­cio­nes enfo­ca­das en el estu­dio de las polí­ti­cas públi­cas en Méxi­co que fue­ron dise­ña­das para enfren­tar la situa­ción mues­tran la inca­pa­ci­dad del esta­do para garan­ti­zar la segu­ri­dad de los ciu­da­da­nos (Cis­ne­ros, 2008; Vilal­ta Per­do­mo, 2010; Sala­zar & Rojas, 2011; Agui­rre & Ama­dor Herre­ra, 2013; Bece­rra Sán­chez, 2013; Gar­cía Zamo­ra & Már­quez Cova­rru­bias, 2013; Milla Esco­bar, 2013).

El fra­ca­so del esta­do en mate­ria de segu­ri­dad públi­ca (Vilal­ta Per­do­mo, 2010) ha obli­ga­do a los ciu­da­da­nos a crear sus pro­pias estra­te­gias de segu­ri­dad. Algu­nas son de tipo colec­ti­vo, como la orga­ni­za­ción en comi­tés veci­na­les. Sin embar­go, pre­do­mi­nan las de carác­ter indi­vi­dual, como dejar de salir a la calle de noche, dejar de usar joyas, car­gar poco dine­ro, etc. (ENVIPE, 2013; 2014; SSP-DF, 2013). Dichas estra­te­gias indi­vi­dua­les son estu­dia­das por la psi­co­lo­gía, don­de un ele­men­to ante­ce­den­te a la con­duc­ta es la per­cep­ción de con­trol sobre el entorno que tie­ne la per­so­na y su capa­ci­dad de mane­jar­se ante situa­cio­nes espe­cí­fi­cas, don­de dicho ele­men­to tie­ne la for­ma que Ban­du­ra (1977) lla­mó como auto­efi­ca­cia per­ci­bi­da.

La autoeficacia percibida como un factor de protección

Las con­duc­tas de pre­ven­ción que rea­li­zan las per­so­nas están ante­ce­di­das por las creen­cias en sus capa­ci­da­des, es decir por su auto­efi­ca­cia per­ci­bi­da y es enten­di­da como los “jui­cios que las per­so­nas tie­nen en las pro­pias capa­ci­da­des para orga­ni­zar y eje­cu­tar los cur­sos de acción reque­ri­dos para mane­jar situa­cio­nes futu­ras” (Ban­du­ra, 1999: p. 21).

Según la teo­ría de Ban­du­ra (1977; 1997) la auto­efi­ca­cia ope­ra como un fac­tor cau­sal y se desa­rro­lla a tra­vés de seis deter­mi­nan­tes fun­da­men­ta­les: expe­rien­cias de domi­nio, expe­rien­cias vica­rias, expe­rien­cias ima­gi­na­rias, per­sua­sión social, esta­dos psi­co­ló­gi­cos y esta­dos emo­cio­na­les de las per­so­nas. Mad­dux y Lewis (1995) agre­gan las fuen­tes dis­ta­les o pro­xi­ma­les, es decir la dis­tan­cia en el tiem­po en la que se desa­rro­llan las deter­mi­nan­tes, don­de entre más cer­ca­na sea la expe­rien­cia en el tiem­po, mayor será su impac­to sobre la auto­efi­ca­cia de una per­so­na.

Las per­so­nas a pesar de estar limi­ta­das por algu­nas deter­mi­nan­tes de su entorno o situa­ción per­so­nal ope­ran un cam­bio para for­ta­le­cer su auto­efi­ca­cia per­ci­bi­da (Ban­du­ra, 1999, Mad­dux, 1995) a par­tir de: 1) Infor­mar: cuyo obje­ti­vo es aumen­tar la con­cien­cia y los cono­ci­mien­tos de la situa­ción que vive la per­so­na. 2) El desa­rro­llo de des­tre­zas auto­re­gu­la­do­ras, para con­ver­tir la preo­cu­pa­ción en un ejer­ci­cio efec­ti­vo de con­trol, ade­más de la auto­rre­gu­la­ción en la moti­va­ción. 3) El auto­ma­ne­jo, para que la per­so­na ten­ga la sen­sa­ción de una efi­ca­cia fir­me a tra­vés de la prác­ti­ca con­ti­nua de sus des­tre­zas. 4) La red de influen­cias socia­les, fomen­tar el cam­bio a tra­vés de la inter­ac­ción social en rela­cio­nes cara a cara y en aque­llas que se for­man a par­tir de las ins­ti­tu­cio­nes (Ban­du­ra & Wal­ters, 1979; Ban­du­ra, 1991).

De acuer­do con algu­nas inves­ti­ga­cio­nes (Sam­pson y Laub, 1995; Mac­mi­llan, 2001; Galand & Hos­pel, 2013) la capa­ci­dad de agen­cia y la per­cep­ción de auto­efi­ca­cia de las per­so­nas fun­cio­nan como un fac­tor de pro­tec­ción para que las per­so­nas pue­dan evi­tar ser vic­ti­mi­za­das.

Para la pre­sen­te inves­ti­ga­ción lo rele­van­te es ana­li­zar el papel de la auto­efi­ca­cia como fac­tor de pro­tec­ción. En algu­nos estu­dios, los resul­ta­dos han mos­tra­do que la auto­efi­ca­cia es en efec­to un fac­tor de pro­tec­ción (Arias, Lyons & Street, 1997; Walsh & Foshee, 1998).

El estu­dio de Sam­pson, Rau­den­bush y Earls (1997) abor­dó la efi­ca­cia colec­ti­va como un ele­men­to cog­nos­ci­ti­vo para man­te­ner la cohe­sión social entre veci­nos. Los resul­ta­dos mos­tra­ron que la efi­ca­cia colec­ti­va fun­cio­nó como un fac­tor de pro­tec­ción ante la vio­len­cia y el robo, por­que incre­men­ta­ban el con­trol infor­mal sobre los jóve­nes en situa­ción de “ries­go”. En los tra­ba­jos pos­te­rio­res del mis­mo gru­po de inves­ti­ga­ción se inclu­ye­ron ele­men­tos de carác­ter socio­ló­gi­co como el capi­tal social. Eso per­mi­tió ana­li­zar que el éxi­to de los vecin­da­rios para dis­mi­nuir los índi­ces de vio­len­cia y el robo, se con­clu­yó de la capa­ci­dad de lide­raz­go de una o varias per­so­nas con amplio capi­tal social, lo que faci­li­ta el inter­cam­bio de infor­ma­ción y recur­sos entre la comu­ni­dad y los agen­tes de segu­ri­dad exter­nos (Bro­wing, Fein­berg, & Dietz, 2004; Sam­pson & Graif, 2009).

Maze­ro­lle, Wic­kes y McBroom (2010) rea­li­za­ron un estu­dio divi­di­do en dos par­tes: 1) La pri­me­ra tuvo como obje­ti­vo explo­rar la impor­tan­cia de la efi­ca­cia colec­ti­va a tra­vés de repli­car los estu­dios de Sam­pson y sus cola­bo­ra­do­res, en algu­nos vecin­da­rios en Bris­ba­ne Aus­tra­lia. 2) En la segun­da par­te com­pa­ra­ron dis­tin­tas ciu­da­des; Chica­go (EUA), Esto­col­mo (Sue­cia) y Bris­ba­ne (Aus­tra­lia), don­de a pesar de las dife­ren­cias cul­tu­ra­les y ambien­ta­les se corro­bo­ra­ron los resul­ta­dos de Sam­pson y Graif (2009).

La importancia de contar con una escala de autoeficacia

La medi­ción es uno de los pila­res de la cien­cia, pues per­mi­te hacer obser­va­cio­nes deli­be­ra­das y cui­da­do­sas en el mun­do “real” para des­cri­bir obje­ti­vos y acon­ten­ci­mien­tos en tér­mi­nos de atri­bu­tos, los cua­les com­po­nen un cons­truc­to teó­ri­co rele­van­te (Bab­bie, 1996). Ante la posi­bi­li­dad de con­tar con una medi­da de auto­efi­ca­cia para pre­ve­nir ser víc­ti­ma de robo en el con­tex­to de CDMX, y como un fac­tor de pro­tec­ción, se desa­rro­lló una esca­la y se eva­lua­ron sus pro­pie­da­des psi­co­mé­tri­cas.

En la lite­ra­tu­ra sobre el tema no se encon­tró un ins­tru­men­to que midie­ra la efi­ca­cia que las per­so­nas tie­nen en sus capa­ci­da­des para pre­ve­nir ser víc­ti­ma, aun­que como anten­ce­den­te está el tra­ba­jo de Ruiz Pérez (2010), quién reali­zo una inves­ti­ga­ción de tipo corre­la­cio­nal entre la efi­ca­cia colec­ti­va, la cul­tu­ra ciu­da­da­na, el mie­do al cri­men, a ser víc­ti­ma del deli­to en gene­ral y a ser vic­ti­mi­za­do en el hogar.

El ins­tru­men­to que uti­li­zó Ruiz Pérez fue una Esca­la de Efi­ca­cia Colec­ti­va com­pues­ta por ocho reac­ti­vos con tres opcio­nes de res­pues­ta (nada de acuer­do, algo de acuer­do, muy de acuer­do), y obtu­vo dos fac­to­res: 1) unión y con­fian­za, con cua­tro reac­ti­vos, y 2) inter­ven­ción en la comu­ni­dad, con tres reac­ti­vos. El tra­ba­jo de Ruiz Pérez (2010) es un ante­ce­den­te en Amé­ri­ca Lati­na, pero en nues­tra inves­ti­ga­ción se siguió una estra­te­gia de estu­dio dis­tin­ta: en pri­mer lugar, se par­tió des­de el enfo­que de Ban­du­ra (1977; 2001). En segun­do lugar, se apli­có a CDMX en una dele­ga­ción con altos índi­ces de robo en la calle y en trans­por­te públi­co.

En el pre­sen­te tra­ba­jo se entien­de por auto­efi­ca­cia para pre­ve­nir ser víc­ti­ma de robo los jui­cios valo­ra­ti­vos e inten­cio­na­les que las per­so­nas esta­ble­cen sobre sus capa­ci­da­des para orga­ni­zar y eje­cu­tar accio­nes que les per­mi­tan pro­te­ger­se con­tra el robo cuan­do salen a la calle a rea­li­zar sus acti­vi­da­des coti­dia­nas.

La defi­ni­ción des­cri­ta ante­rior­men­te se ha basa­do en Ban­du­ra (2001), quién men­cio­na que es espe­cí­fi­ca y las habi­li­da­des gene­ra­das por las per­so­nas en un área pue­den ser tras­la­da­das a otras. Así, se ha defi­ni­do un área espe­cí­fi­ca de la auto­efi­ca­cia que de acuer­do con Ban­du­ra (1999, 2001) podría ser de carác­ter uni­di­men­sio­nal. Así, el obje­ti­vo de la inves­ti­ga­ción es eva­luar las pro­pie­da­des psi­co­mé­tri­cas de una esca­la de auto­efi­ca­cia para la pre­ven­ción del robo en la calle.

Méto­do

Obje­ti­vos:

  1. Eva­luar las pro­pie­da­des psi­co­mé­tri­cas de una esca­la la auto­efi­ca­cia para pre­ve­nir ser víc­ti­ma de robo en la calle a tra­vés del aná­li­sis fac­to­rial explo­ra­to­rio (AFE).
  2. Con­fir­mar la estruc­tu­ra fac­to­rial de la esca­la, resul­ta­do de la pri­me­ra par­te a tra­vés del aná­li­sis fac­to­rial con­fir­ma­to­rio (AFC).

Para alcan­zar los obje­ti­vos plan­tea­dos, la inves­ti­ga­ción se divi­dió en dos estu­dios y se rea­li­za­ron con mues­tras dis­tin­tas.

Estu­dio I

Par­ti­ci­pan­tes:

Cri­te­rio de inclu­sión: ser mayor de 18 años, saber leer y escri­bir, y cum­plir con al menos una de las siguien­tes acti­vi­da­des den­tro de la dele­ga­ción Cuauh­té­moc: vivir, estudiar/trabajar, rea­li­zar acti­vi­dad comer­cial cons­tan­te, acti­vi­dad recreativa/deportiva.

Cri­te­rio de exclu­sión: ser menor de 18 años, no saber leer ni escri­bir, tener algu­na difi­cul­tad para com­pren­der y res­pon­der la esca­la y no cum­plir con al menos una de las acti­vi­da­des men­cio­na­das en los cri­te­rios de inclu­sión.

La mues­tra estu­vo con­for­ma­da por 303 per­so­nas: 160 muje­res, 143 hom­bres, de los cua­les 48 eran jóve­nes (18–26 años), 200 adul­tos (mayo­res de 26 y 60 años) y 55 adul­tos mayo­res (mayo­res de 60 años), 121 per­so­nas tenían estu­dios bási­cos (pri­ma­ria y secun­da­ria), 86 estu­dios a nivel medio supe­rior (bachi­lle­ra­to y carre­ra téc­ni­ca) y 96 estu­dios uni­ver­si­ta­rios. Sobre el ingre­so, 53 per­so­nas repor­ta­ron un ingre­so menor a tres mil pesos mexi­ca­nos men­sua­les (1.5 sala­rios míni­mos vigen­tes en CDMX), 79 per­so­nas repor­ta­ron ingre­sos entre tres mil y menos de seis mil pesos, 66 entre seis mil y nue­ve mil pesos, 49 entre nue­ve mil y doce mil pesos, y 56 supe­rio­res a los 12 mil pesos men­sua­les.

Pro­ce­di­mien­to: los datos se obtu­vie­ron de una mues­tra de 303 per­so­nas, quie­nes res­pon­die­ron de mane­ra volun­ta­ria y con pre­vio con­sen­ti­mien­to una esca­la de auto­efi­ca­cia para pre­ve­nir ser víc­ti­ma de robo, la cual fue auto­apli­ca­da y tuvo una dura­ción apro­xi­ma­da de 12 a 15 minu­tos. La reco­lec­ción de datos se reali­zó del 13 de abril al 21 de mayo del 2015.

Ins­tru­men­to: se puso a prue­ba una esca­la con 14 reac­ti­vos con cin­co opcio­nes de repues­ta tipo Likert: nada capaz, poco capaz, rela­ti­va­men­te capaz, muy capaz y total­men­te capaz. La esca­la tuvo la mis­ma ora­ción intro­duc­to­ria para todas las afir­ma­cio­nes redac­tas: Al salir a la calle, qué tan capaz se con­si­de­ra de…

Los reac­ti­vos de la esca­la se crea­ron siguien­do las ins­truc­cio­nes de Ban­du­ra (1977; 2001) y algu­nas accio­nes repor­ta­das en la ENVIPE (2013).

Vali­dez de con­te­ni­do

Se reali­zó con 9 per­so­nas exper­tas en el tema y en la cons­truc­ción de esca­las; tres pro­fe­so­res de psi­co­lo­gía en la Uni­ver­si­dad Nacio­nal Autó­no­ma de Méxi­co (UNAM) con gra­do de doctor(a), dos estu­dian­tes de doc­to­ra­do en Psi­co­lo­gía en la UNAM (quie­nes cur­sa­ban el cuar­to u otro semes­tre más avan­za­do, sin maes­tría), tres estu­dian­tes de doc­to­ra­do en Psi­co­lo­gía en la UNAM (cur­san­do cuar­to u otro semes­tre avan­za­do, con maes­tría) y una pro­fe­so­ra de psi­co­lo­gía con gra­do de Maes­tría, quie­nes eva­lua­ron 19 reac­ti­vos con los cri­te­rios: a) cohe­ren­cia del reac­ti­vo; b) cla­ri­dad en la redac­ción de cada reac­ti­vo. En la eva­lua­ción de cada reac­ti­vo se tomó en con­si­de­ra­ción un acuer­do míni­mo del 80% entre los 9 jue­ces en cada cri­te­rio. El resul­ta­do de la eva­lua­ción fue una esca­la de 14 reac­ti­vos (cin­co reac­ti­vos fue­ron con­si­de­ra­dos no nece­sa­rios y no cum­plie­ron con los cri­te­rios).

El aná­li­sis fac­to­rial explo­ra­to­rio (AFE) se reali­zó con el paque­te esta­dís­ti­co Sta­tis­ti­cal Pac­ka­ge for the Social Scien­ces (SPSS) ver­sión 21.

Resultados

Pre­vio al aná­li­sis fac­to­rial, los reac­ti­vos debie­ron cum­plir con un míni­mo de dos de tres cri­te­rios: a) nor­ma­li­dad; rea­li­za­do a tra­vés de la prue­ba de Kol­mo­go­rov-Smir­nov (ver Tabla 1.1); b) dis­cri­mi­na­ción de reac­ti­vos a tra­vés de la prue­ba T; (ver Tabla 1.1); c) la corre­la­ción entre los reac­ti­vos uti­li­zan­do el coefi­cien­te de corre­la­ción de Pear­son (ver Tabla 1.2).

Tabla 1.1. Evaluación de normalidad de los reactivos que componen la escala

Reac­ti­vo

Prue­ba de Kol­mo­go­rov-Smir­nov (valor P)

Prue­ba T (valor P)

1. Pro­te­ger­se, aún en luga­res con­si­de­ra­dos poco peli­gro­sos.

.000

.000*

2. Evi­tar ser víc­ti­ma de algún robo.

.000*

.000*

3. Crear pro­gra­mas con veci­nas (os)/compañeras (os) para pro­te­ger­nos.

.000*

.000*

4. Cui­dar­se de no ser víc­ti­ma de robo.

.000*

.571

5. Man­te­ner la cal­ma en una situa­ción de posi­ble robo

.000*

.000*

6. Uti­li­zar dife­ren­tes estra­te­gias para pro­te­ger­se con­tra un robo, por ejem­plo, salir en gru­po

.000*

.000*

7. Saber cómo actuar para evi­tar daños mayo­res en caso de ser víc­ti­ma de robo.

.000*

.000*

8. Tomar dis­tin­tas medi­das pre­ven­ti­vas para no ser víc­ti­ma de robo, por ejem­plo, no usar joyas valio­sas

.000*

.003*

9. Evi­tar jun­tar­se con per­so­nas que aumen­tan la posi­bi­li­dad de que usted sufra un robo.

.000*

.767

10. Encon­trar nue­vas for­mas para pro­te­ger­se.

.000*

.100

11. Infor­mar­se sobre cómo actuar en caso de sufrir un robo.

.000*

.000*

12. Ave­ri­guar cuá­les son las zonas “peli­gro­sas” para evi­tar­las.

.000*

.559

13. Expo­ner­se lo menos posi­ble a situa­cio­nes en don­de podría sufrir un robo.

.000*

.706

14. Pla­ti­car con sus veci­nas (os)/compañeras (os) de tra­ba­jo o escue­la sobre cómo pro­te­ger­se del robo.

.000*

.000*

* Reactivos que cumplen el criterio en cada prueba (significancia ≤ 0.05).

En la Tabla 1.1 se obser­va que los 14 reac­ti­vos que com­po­nen la esca­la cum­plie­ron con el cri­te­rio de nor­ma­li­dad, pero en la prue­ba T uti­li­za­da para veri­fi­car que cada reac­ti­vo dis­cri­mi­ne ade­cua­da­men­te no fue así, los reac­ti­vos 4,9, 10, 12 y 13, para con­ser­var­los deben cum­plir con dos de los tres cri­te­rios men­cio­na­dos (Llo­ret-Segu­ra, Ferre­res-Tra­ver, Her­nán­dez-Bae­za, & Tomás-Mar­co, 2014).

            Tabla 1.2. Correlación entre reactivos del estudio 1

Reac­ti­vo

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

1

.496**

.248**

.466**

.337**

.244**

.304**

.313**

.189**

.260**

.210**

.168**

.213**

.154**

2

1

.248**

.486**

.321**

.223**

.280**

.268**

.215**

.297**

.272**

.141*

.245**

.167**

3

 

1

.248**

.244**

.370**

.213**

.187**

.251**

.316**

.407**

.323**

.241**

.486**

4

 

 

1

.375**

.282**

.317**

.421**

.209**

.281**

.340**

.230**

.224**

.247**

5

 

 

 

1

.382**

.542**

.398**

.236**

.302**

.428**

.251**

.188**

.194**

6

 

 

 

 

1

.387**

.283**

.252**

.272**

.379**

.281**

.228**

.346**

7

 

 

 

 

 

1

.292**

.173**

.266**

.276**

.137*

.149**

.208**

8

 

 

 

 

 

 

1

.321**

.336**

.369**

.374**

.388**

.277**

9

 

 

 

 

 

 

 

1

.317**

.255**

.394**

.381**

.264**

10

 

 

 

 

 

 

 

 

1

.545**

.299**

.347**

.328**

11

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1

.490**

.395**

.407**

12

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1

.546**

.401**

13

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1

.396**

* Significativa al nivel 0.05.
**Significativa al nivel 0.01.

En la tabla 1.2 se obser­van las corre­la­cio­nes entre los reac­ti­vos de la esca­la, los nive­les impli­can que los reac­ti­vos están rela­cio­na­dos mode­ra­da­men­te, por lo que se con­si­de­ró que miden un mis­mo cons­truc­to y al mis­mo tiem­po son inde­pen­dien­tes entre sí.

Los 14 reac­ti­vos de la esca­la se man­tu­vie­ron para el AFE con base en la eva­lua­ción de los tres cri­te­rios (Llo­ret-Segu­ra, Ferre­res-Tra­ver, Her­nán­dez-Bae­za & Tomás-Mar­co, 2014).

Análisis Factorial Exploratorio (AFE)

Para explo­rar las dimen­sio­nes sub­ya­cen­tes de la esca­la se reali­zó el AFE, se esti­mó la con­sis­ten­cia inter­na para cada fac­tor median­te el índi­ce del alfa de Cron­bach (Cat­tell, 1966; Nun­nally & Berns­tein, 1994), se reali­zó la extrac­ción median­te el méto­do de com­po­nen­tes prin­ci­pa­les con una rota­ción Vari­max y se con­ser­va­ron los reac­ti­vos con car­ga fac­to­rial ≥0.40.

El índi­ce KMO tuvo un valor de 0.868, el test de esfe­ri­ci­dad de Bartlett fue de 1308.517, con gl de 91 p< 0.000, se con­si­de­ró per­ti­nen­te rea­li­zar el AFE. El aná­li­sis mos­tró una estruc­tu­ra de dos fac­to­res (ver Tabla 3), se eli­mi­na­ron cua­tro de los 14 reac­ti­vos (ver tabla 4). La esca­la tuvo una varian­za total del 46.734 y un valor en el Alfa de Cron­bach total de .816. Los fac­to­res fue­ron nom­bra­dos siguien­do la teo­ría de la auto­efi­ca­cia de Ban­du­ra (1999).

El pri­mer fac­tor fue nom­bra­do eje­cu­ción, por­que son con­duc­tas espe­cí­fi­cas que las per­so­nas per­ci­ben tener la capa­ci­dad de eje­cu­tarl en un futu­ro.

El segun­do fac­tor se nom­bró per­cep­ción de auto­ma­ne­jo debi­do a que los reac­ti­vos eva­lúan los jui­cios y capa­ci­da­des que las per­so­nas esta­ble­cen para evi­tar ser víc­ti­mas de robo.

Tabla 1.3. Varianza explicada y valor de fiabilidad de los factores de la escala

Fac­tor

Reac­ti­vos

Auto­va­lor

% de varian­za expli­ca­da

Alfa de Cron­bach

Eje­cu­ción

6

4.978

35.557

.788

Auto­ma­ne­jo

4

1.565

11.177

.735

En la tabla ante­rior se obser­van los auto­va­lo­res, la varian­za expli­ca­da y la con­sis­ten­cia inter­na de cada uno de los fac­to­res, ambos fac­to­res cum­plen con los cri­te­rios de fia­bi­li­dad.

Tabla 1.4. Los reactivos agrupados por cada factor (Matriz de componentes rotados)

Reac­ti­vo

Eje­cu­ción

Auto­ma­ne­jo

13. Expo­ner­se lo menos posi­ble a situa­cio­nes don­de podría sufrir un robo

.780*

.189

12. Ave­ri­guar cuá­les son las zonas “peli­gro­sas” para evi­tar­las.

.776*

 

9. Evi­tar jun­tar­se con per­so­nas que aumen­tan la posi­bi­li­dad de que usted sufra un robo

.593*

.218

14. Pla­ti­car con sus veci­nas (os)/compañeras (os) de trabajo/escuela sobre cómo pro­te­ger­se del robo

.564*

 

11. Infor­mar­se sobre cómo actuar en caso de sufrir un robo

.537*

.159

10. Encon­trar nue­vas for­mas para pro­te­ger­se

.475*

.254

1. Pro­te­ger­se, aún en luga­res con­si­de­ra­dos poco “peli­gro­sos”

.105

.754*

2. Evi­tar ser víc­ti­ma de robo

.145

.747*

4. Cui­dar­se para no ser víc­ti­ma de robo.

.190

.711*

8. Tomar dis­tin­tas medi­das pre­ven­ti­vas para no ser víc­ti­ma de robo, por ejem­plo no usar joyas valio­sas.

.454

.481

5. Man­te­ner la cal­ma, en una situa­ción de pro­ba­ble robo.

 

.459*

6. Uti­li­zar dife­ren­tes estra­te­gias para pro­te­ger­se con­tra un robo, por ejem­plo salir en gru­po.

.192

.130

7. Saber cómo actuar para evi­tar daños mayo­res en caso de ser víc­ti­ma de robo.

 

.392

3. Crear pro­gra­mas con veci­nas (os)/compañeras (os) para no ser víc­ti­mas de robo.

.380

 
* Reactivos seleccionados en cada factor.

En la Tabla 1.4 se repor­tan los reac­ti­vos y sus res­pec­ti­vas car­gas, y como se pue­de obser­var, los reac­ti­vos 3, 6 y 7 fue­ron eli­mi­na­dos por­que no tuvie­ron car­gas ade­cua­das, mien­tras el 8 com­par­tió varian­za en ambos fac­to­res, y fue eli­mi­na­do del aná­li­sis para evi­tar pro­ble­mas de coli­nea­li­dad y con­fu­sio­nes en aná­li­sis pos­te­rio­res, por­que no mide de mane­ra exclu­si­va una dimen­sión o fac­tor del cons­truc­to.

El Estu­dio 1 mos­tró una estruc­tu­ra de dos fac­to­res, eje­cu­ción y per­cep­ción de auto­ma­ne­jo, con seis y cua­tro reac­ti­vos res­pec­ti­va­men­te, mis­mos que repre­sen­tan de mane­ra ade­cua­da el cons­truc­to de auto­efi­ca­cia para pre­ve­nir el robo en la calle, de acuer­do con la estra­te­gia suge­ri­da por Ban­du­ra (2001). La esca­la cum­plió con los índi­ces psi­co­mé­tri­cos, para corro­bo­rar la estruc­tu­ra se reali­zó el Estu­dio 2 a tra­vés del aná­li­sis fac­to­rial con­fir­ma­to­rio.

Estu­dio 2. Aná­li­sis fac­to­rial con­fir­ma­to­rio (AFC)

El obje­ti­vo fue con­fir­mar la estruc­tu­ra fac­to­rial del AFE del estu­dio 1.

Par­ti­ci­pan­tes: La mues­tra fue de 302 per­so­nas mayo­res de 18 años, fue selec­cio­na­da uti­li­zan­do la mis­ma estra­te­gia y con las mis­mas carac­te­rís­ti­cas que la del Estu­dio 1.

Ins­tru­men­tos: Se uti­li­zó la ver­sión resul­tan­te del estu­dio de la Esca­la de auto­efi­ca­cia para pre­ve­nir ser víc­ti­ma de robo en la calle (com­pues­ta por los 10 reac­ti­vos).

Pro­ce­di­mien­to: Los datos de la mues­tra se reca­ba­ron de mane­ra simi­lar al Estu­dio 1. La reco­lec­ción se reali­zó de noviem­bre del 2015 a enero del 2016.

Para el aná­li­sis de los datos para cada uno de los pasos men­cio­na­dos se uti­li­zó el soft­wa­re SPSS y AMOS ver­sión 21, el méto­do de esti­ma­ción emplea­do fue el de Máxi­ma Vero­si­mi­li­tud (Thom­pson, 2004). Para eva­luar el ajus­te del mode­lo se toma­ron en cuen­ta los siguien­tes indi­ca­do­res: la razón de Chi-cua­dra­do sobre los gra­dos liber­tad (CMIN/GL, cuyo valor debe ser entre 3 y 1), el Error Cua­drá­ti­co de Apro­xi­ma­ción (RMSEA ≤ 0.08), el índi­ce de ajus­te com­pa­ra­ti­vo (CFI ≥ 0.90), para los índi­ces de ajus­te com­pa­ra­ti­vo se usa­ron el índi­ce de ajus­te incre­men­tal IFI (≥.90), el TLI (≥.90), el GFI (≥.90) y el AGFI (≥.90) (Hoo­per, Cough­lan, & Mullen, 2008)

Resultados

Aná­li­sis fac­to­rial con­fir­ma­to­rio

Una vez deci­di­da en el Estu­dio 1 la estruc­tu­ra fac­to­rial a con­fir­mar se rea­li­za­ron los aná­li­sis de los índi­ces de ajus­te, en la siguien­te tabla se obser­van los cri­te­rios uti­li­za­dos y las dis­tin­tas solu­cio­nes alcan­za­das, la pri­me­ra solu­ción se reali­zó con los 10 reac­ti­vos, en la segun­da se revi­sa­ron los índi­ces de modi­fi­ca­ción y se eli­mi­nó el reac­ti­vo tres, en la ter­ce­ra se eli­mi­nó el reac­ti­vo 7, final­men­te al eli­mi­nar el reac­ti­vo 6 se alcan­za­ron de mane­ra satis­fac­to­ria 5 de los 7 cri­te­rios. Los índi­ces RMSEA y CMIN/GL están lige­ra­men­te sobre los ran­gos esta­ble­ci­dos.

Tabla 2.1. Resultados del AFC: índices de ajuste por cada modelo

Índi­ce de ajus­te

Mode­lo 1

Mode­lo 2

Mode­lo 3

Mode­lo 4

GFI

.912

.926

.947

.963

AGFI

.857

.872

.889

.920

IFI

.889

.912

.937

.958

TLI

.851

.876

.906

.931

CFI

.888

.911

.936

.957

RMSEA

.105

.102

.091

.082

CMIN/GL

4.290

4.119

3.480

3.042

En la Figu­ra 1 se des­cri­ben las car­gas estan­da­ri­za­das de cada uno de los reac­ti­vos y las cova­rian­zas entre los fac­to­res.

Figura 1. Solución del AFC: la carga de los reactivos (valores estandarizados) de la escala de Autoeficacia para prevenir ser víctima de robo en la calle.

En el fac­tor eje­cu­ción las satu­ra­cio­nes fac­to­ria­les estan­da­ri­za­das de cada reac­ti­vo son ele­va­das (igual o mayor a .40), eso impli­ca que lo repre­sen­tan ade­cua­da­men­te. En el fac­tor per­cep­ción de auto­ma­ne­jo dos de los reac­ti­vos pre­sen­tan satu­ra­cio­nes ele­va­das, por lo tan­to los tres reac­ti­vos miden ade­cua­da­men­te el fac­tor.

Discusión y conclusiones

La eva­lua­ción de las pro­pie­da­des psi­co­mé­tri­cas de la esca­la ha sido satis­fac­to­ria, por­que el ins­tru­men­to cum­plió con el pro­ce­so de vali­dez y con­fia­bi­li­dad. En el Estu­dio 1 los resul­ta­dos mos­tra­ron una estruc­tu­ra de fac­to­res, nom­bra­dos eje­cu­ción y per­cep­ción de auto­ma­ne­jo, el pri­me­ro tuvo seis reac­ti­vos y el segun­do cua­tro. En el Estu­dio 2 al rea­li­zar el AFC, el pri­mer fac­tor que­dó con cua­tro reac­ti­vos y el segun­do con tres, mos­tran­do un ajus­te ade­cua­do a los datos.

En ambos estu­dios se cum­plie­ron con los pro­ce­di­mien­tos y cri­te­rios esta­ble­ci­dos (Byr­ne, 1994; Llo­ret-Segu­ra, Ferre­res-Tra­ver, Her­nán­dez-Bae­za, & Tomás-Mar­co, 2014), sin embar­go hay varios deta­lles pen­dien­tes por abor­dar: el pri­me­ro es cono­cer si la estruc­tu­ra fac­to­rial resul­tan­te corres­pon­de a un mode­lo teó­ri­co de la auto­efi­ca­cia y si los reac­ti­vos que com­po­nen la esca­la son sufi­cien­tes para repre­sen­tar el cons­truc­to.

Par­tien­do del mode­lo y la guía en la cons­truc­ción de esca­las de auto­efi­ca­cia de Ban­du­ra (1977; 2001) fue que se cons­tru­yó el ins­tru­men­to eva­lua­do. La auto­efi­ca­cia per­ci­bi­da, como se men­cio­nó ante­rior­men­te, es espe­cí­fi­ca, es decir, las per­so­nas que tie­nen habi­li­da­des y capa­ci­da­des en un área deter­mi­na­da de sus vidas no la tie­nen en todas, sin embar­go la per­cep­ción de con­trol pue­de ser trans­la­da­da a otra median­te el mode­la­mien­to (Ban­du­ra, 1997), enton­ces la esca­la cons­trui­da es espe­cí­fi­ca para medir los jui­cios sobre las capa­ci­da­des para pre­ve­nir ser víc­ti­ma de robo.

Los ele­men­tos reto­ma­dos para medir la pre­ven­ción del robo fue­ron accio­nes medi­das en la ENVIPE (2013) por­que no se encon­tró una esca­la que midie­ra esa área espe­cí­fi­ca de la efi­ca­cia den­tro de un con­tex­to como el mexi­cano, con altos nive­les de inse­gu­ri­dad. La esca­la eva­lua­da sigue la lógi­ca de los estu­dios de Sam­pson y cola­bo­ra­do­res (Sam­pson & Gro­ves, 1989; Sam­pson & Laub, 1995; Sam­pson, Rau­den­bush, & Earls, 1997; Bro­wing, Fein­berg, & Dietz, 2004; Sam­pson & Graif, 2009; Lind­blad, Man­tu­ruk, & Quer­cia, 2013), quie­nes abor­dan la efi­ca­cia a nivel colec­ti­vo a dife­ren­cia de la pre­sen­te inves­ti­ga­ción, en la que se exa­mi­nó a nivel indi­vi­dual.

En los tra­ba­jos cita­dos ante­rior­men­te los auto­res desa­rro­lla­ron una noción de efi­ca­cia de carác­ter uni­di­men­sio­nal y en otros bifac­to­rial (Ruiz Pérez, 2010). En el pre­sen­te estu­dio los resul­ta­dos fue­ron en dos dimen­sio­nes; eso se debe a la redac­ción de los reac­ti­vos, pues se espe­ra­ba una estruc­tu­ra uni­di­men­sio­nal, pero el hecho que haya sur­gi­do una estruc­tu­ra de dos fac­to­res es un indi­ca­dor de que la pre­ven­ción del deli­to a nivel indi­vi­dual es com­ple­ja y tie­ne más ele­men­tos que los abor­da­dos aquí. Los resul­ta­dos mos­tra­ron que las per­so­nas de la mues­tra tie­nen un jui­cio sobre las accio­nes que creen poder hacer (el fac­tor se nom­bró eje­cu­ción) y otro sobre su per­cep­ción de auto­ma­ne­jo para evi­tar ser víc­ti­ma de robo. El resul­ta­do del fac­tor eje­cu­ción se debe a que son con­duc­tas que las per­so­nas ya han esta­do rea­li­zan­do, debi­do a que viven en un con­tex­to de vio­len­cia y robo en la calle y el trans­por­te públi­co (ENVIPE, 2013; 2014; 2015), por lo tan­to su per­cep­ción de auto­efi­ca­cia sobre rea­li­zar con­duc­tas de pre­ven­ción es alta; la repe­ti­ción de las con­duc­tas más las expe­rien­cias de robo dotan a las per­so­nas de la sen­sa­ción de con­trol de su entorno, de ahí que pue­de hablar­se de la dimen­sión de auto­ma­ne­jo tam­bién sea alto (Ban­du­ra & Wal­ters, 1979), es decir, la esca­la está midien­do dos dimen­sio­nes del cons­truc­to: la auto­efi­ca­cia gene­ra­da a par­tir de la expe­rien­cia de domi­nio y la valo­ra­ción de auto­ma­ne­jo en un con­tex­to como el de la dele­ga­ción Cuauh­té­moc.

La estra­te­gia a seguir para corro­bo­rar la ase­ve­ra­ción que se ha men­cio­na­do, debe ser inda­gar sobre las con­duc­tas espe­cí­fi­cas que las per­so­nas han rea­li­za­do para pre­ve­nir el robo, así como su rela­ción con la efec­ti­vi­dad de dichas accio­nes, la dis­tan­cia real o ima­gi­na­ria que las per­so­nas tie­nen con res­pec­to al robo, la per­cep­ción de mie­do que les gene­ra vivir en un con­tex­to como el men­cio­na­do (Voz­me­diano Sanz & San Juan, 2006; Fer­nán­dez Moli­na & Gri­jal­va Eter­nod, 2012), así como una valo­ra­ción del papel que su estruc­tu­ra social (redes de apo­yo, con­fian­za en las per­so­nas, ape­go a la nor­ma social, etc.) y la estruc­tu­ra sis­té­mi­ca (ape­go a la nor­ma jurí­di­ca, con­fian­za en las ins­ti­tu­cio­nes, fun­cio­na­mien­to del sis­te­ma jurí­di­co y penal, etc.) jue­gan en su vida dia­ria (Fuku­ya­ma, 2000; Gid­dens, 2006). Todas estas varia­bles y las no con­tem­pla­das en el pre­sen­te tra­ba­jo deben poner­se a prue­ba a tra­vés de un mode­lo expli­ca­ti­vo (Maze­ro­lle, Wic­kes & McBroom, 2010), sólo enton­ces será posi­ble obte­ner evi­den­cia empí­ri­ca para ase­ve­rar que efec­ti­va­men­te la auto­efi­ca­cia para pre­ve­nir el deli­to cuen­ta con dos fac­to­res.

Res­pec­to al papel de los reac­ti­vos uti­li­za­dos en la esca­la, son sufi­cien­tes para dar cuen­ta del cons­truc­to: el aná­li­sis psi­co­mé­tri­co nos per­mi­te con­cluir que sí, aun­que el núme­ro ha sido el míni­mo de acuer­do a los cri­te­rios uti­li­za­dos (Thom­pson, 2004), por lo tan­to, antes de poner a prue­ba un mode­lo expli­ca­ti­vo con la varia­ble auto­efi­ca­cia para pre­ve­nir ser víc­ti­ma de robo, es reco­men­da­ble vol­ver a apli­car la esca­la en otras pobla­cio­nes en CDMX, pero en dis­tin­tas dele­ga­cio­nes para com­pa­rar si el índi­ce delic­ti­vo pue­de ser una varia­ble en la per­cep­ción de la auto­efi­ca­cia.

Final­men­te, la esca­la eva­lua­da pue­de ser uti­li­za­da nue­va­men­te para la demar­ca­ción don­de se esti­ma­ron sus pro­pie­da­des psi­co­mé­tri­cas y explo­rar sus rela­cio­nes con las varia­bles ya men­cio­na­das ante­rior­men­te.

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Notas

1. La pre­sen­te inves­ti­ga­ción se reali­zó con el apo­yo del CONACyT

2. FES Zara­go­za UNAM, E‑mail: jav.mesoamerica@gmail.com

3. FES Zara­go­za UNAM, E‑mail: marcos.bustos.unam@gmail.com