Diseño y validación de una escala de emociones asociadas al uso de la energía eléctrica Descargar este archivo (11 - Diseño y validación de una escala de emociones.pdf)

Gabriela Carolina Valencia Chávez, Luz Ma. Flores Herrera

Facultad de Estudios Superiores Zaragoza
Universidad Nacional Autónoma de México

Resu­men

La cali­dad ambien­tal depen­de fuer­te­men­te de los patro­nes de com­por­ta­mien­to humano. Los prin­ci­pios de la Psi­co­lo­gía Ambien­tal plan­tean a las emo­cio­nes como uno de los deter­mi­nan­tes de la con­duc­ta proam­bien­tal (Bam­berg y Möser, 2007). El pro­pó­si­to de esta inves­ti­ga­ción fue docu­men­tar las carac­te­rís­ti­cas psi­co­mé­tri­cas de una esca­la de emo­cio­nes hacia el uso de ener­gía eléc­tri­ca (EmuEE). La esca­la fue apli­ca­da a 284 estu­dian­tes de licen­cia­tu­ra resi­den­tes del orien­te de la Ciu­dad de Méxi­co, que­dó inte­gra­da por 25 reac­ti­vos agru­pa­dos en 3 fac­to­res con un alfa de Cron­bach de .97 que expli­can el 67.66% del total de la varian­za. Los resul­ta­dos se dis­cu­ten de acuer­do a la lite­ra­tu­ra ante­ce­den­te.

Pala­bras cla­ve: emo­cio­nes, con­duc­ta proam­bien­tal, ener­gía eléc­tri­ca.

Abs­tract

Envi­ron­men­tal qua­lity depends strongly on pat­terns of human beha­vior. The prin­ci­ples of Envi­ron­men­tal Psy­cho­logy pose emo­tions as one of the deter­mi­nants of pro-envi­ron­men­tal beha­vior (Bam­berg and Moser, 2007). The pur­po­se of this research was to docu­ment the psy­cho­me­tric cha­rac­te­ris­tics of a sca­le of emo­tions towards the use of elec­tri­cal energy (EmuEE). The sca­le was applied to 284 under­gra­dua­te stu­dents living in eas­tern Mexi­co City. was com­po­sed of 30 items grou­ped into 4 fac­tors with a Cron­ba­ch’s alpha of .97 that explain 67.66% of the total varian­ce. The results are dis­cus­sed accor­ding to the pre­vious lite­ra­tu­re.

Key­words: emo­tions, pro-envi­ron­men­tal beha­vior, elec­tric power.

Des­de media­dos de los 70, el mun­do ha sufri­do una pro­ble­má­ti­ca ener­gé­ti­ca. El aumen­to en la deman­da de elec­tri­ci­dad se ha dupli­ca­do debi­do al desa­rro­llo eco­nó­mi­co y social, lo cual reper­cu­te en el aumen­to de pre­cios, pero, sobre todo, en un daño eco­ló­gi­co por la que­ma de com­bus­ti­bles fósi­les. Los hoga­res son res­pon­sa­bles apro­xi­ma­da­men­te del 15 al 20% del con­su­mo de las nece­si­da­des tota­les de ener­gía en los paí­ses de la OCDE, (ENDESA, 2014). Lo ante­rior requie­re dejar en cla­ro que se deben abor­dar con efi­ca­cia temas como con­duc­tas de con­su­mo racio­na­do, efec­ti­vo y nece­sa­rio de los recur­sos don­de las varia­bles psi­co­ló­gi­cas jue­gan un papel deter­mi­nan­te.

Se ha plan­tea­do que la vía afec­ti­vo-emo­cio­nal es el pun­to de ini­cio de cam­bios en la con­duc­ta, la rele­van­cia de las emo­cio­nes en el cam­po psi­co­am­bien­tal radi­ca en la inter­ac­ción de las per­so­nas con el ambien­te (Ioz­zi, (1989).

La cons­truc­ción de víncu­los con la natu­ra­le­za pue­de ser una moti­va­ción para pro­te­ger­la, pues­to que la con­duc­ta a favor del ambien­te no depen­de de aspec­tos racio­na­les sino de emo­cio­nes que la moti­van (Kals, Schu­ma­cher y Mon­ta­da, 1999).

Un estu­dio rea­li­za­do por Kals y Maes (2002) demos­tró que las emo­cio­nes expli­ca­ron más del 50% de la varian­za al pro­bar como varia­ble depen­dien­te el com­pro­mi­so para pro­te­ger la natu­ra­le­za y el otro mode­lo pro­bó al com­pro­mi­so indi­vi­dual para lograr intere­ses opues­tos al cui­da­do de la natu­ra­le­za.

Exis­ten inves­ti­ga­cio­nes sobre indig­na­ción e ira ante accio­nes anti­am­bien­ta­les (Durán, Alza­te, López y Sabu­ce­do, 2007) que evi­den­cian que la emo­ción de indig­na­ción pro­vo­ca­da por la con­ta­mi­na­ción de aguas por par­te de la auto­ri­dad y la extin­ción de una espe­cie ani­mal pro­te­gi­da, fue­ron los com­por­ta­mien­tos valo­ra­dos de mane­ra más nega­ti­va.

La emo­ción de ira fue eva­lua­da por Durán, Alza­te, López y Sabu­ce­do (2007). Tal emo­ción se aso­cia con la eva­lua­ción nega­ti­va de una situa­ción o hechos que pro­vo­can enfa­do, ya que la cues­tión ambien­tal pue­de preo­cu­par a la ciu­da­da­nía al afec­tar sus­tan­cial­men­te su cali­dad de vida. La ira fue aña­di­da al mode­lo de la Teo­ría de la Acción Pla­nea­da y se encon­tró que esta emo­ción, aun­que no tuvo un efec­to ele­va­do (2.6% de varian­za), con­tri­bu­yó a la expli­ca­ción de la reduc­ción del uso del auto­mó­vil pri­va­do.

Beren­guer (2010) estu­dió expe­ri­men­tal­men­te la empa­tía como una res­pues­ta emo­cio­nal en la que un indi­vi­duo per­ci­be que otra per­so­na está en una situa­ción de nece­si­dad. Encon­tró que la empa­tía ori­gi­na acti­tu­des ambien­ta­les más res­pon­sa­bles, ade­más de mediar acti­tu­des y con­duc­tas ambien­ta­les. Pos­te­rior­men­te, Beren­guer (2010) inves­ti­gó la empa­tía con 126 par­ti­ci­pan­tes, asig­na­dos a una de cua­tro con­di­cio­nes expe­ri­men­ta­les: empa­tía (alta/baja) y el obje­to de empa­tía (un buitre/un hom­bre joven). Mos­tró la exis­ten­cia de rela­ción entre la empa­tía, la can­ti­dad y el tipo de argu­men­tos mora­les ambien­ta­les. Espe­cí­fi­ca­men­te, si se pre­sen­ta­ba infor­ma­ción del efec­to de daño ambien­tal en la natu­ra­le­za se gene­ra­ba mayor núme­ro de argu­men­tos eco­cén­tri­cos, pero si tal infor­ma­ción refe­ría al daño hacia los seres huma­nos, sur­gían más razo­na­mien­tos antro­po­cén­tri­cos.

Per­kins (2010) eva­luó el cons­truc­to de amor y cui­da­do por la natu­ra­le­za que impli­ca res­pon­sa­bi­li­dad per­so­nal para pro­te­ger­la de algún daño. Median­te la esca­la de Amor y Cui­da­do por la Natu­ra­le­za, que cons­tó de 15 reac­ti­vos en una sola dimen­sión, obtu­vo vali­dez diver­gen­te al dife­ren­ciar­se de esca­las de cone­xión con la Natu­ra­le­za y mos­tró vali­dez con­ver­gen­te ya que se rela­cio­nó sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te con el Nue­vo Para­dig­ma Eco­ló­gi­co. Tam­bién se aso­ció posi­ti­va­men­te con valo­res bios­fé­ri­cos y en menor gra­do con los altruis­tas, pero nega­ti­va­men­te con los de tipo egoís­ta, y, por últi­mo, pre­di­jo el com­pro­mi­so para rea­li­zar sacri­fi­cios per­so­na­les para pro­te­ger al ambien­te.

Sobre la feli­ci­dad, Brown y Kas­ser (2005), encon­tra­ron una rela­ción sig­ni­fi­ca­ti­va entre el bien­es­tar sub­je­ti­vo y la con­duc­ta eco­ló­gi­ca de ado­les­cen­tes, e indi­ca­ron la posi­bi­li­dad de que los jóve­nes más feli­ces ten­die­ran a vivir de modo más sus­ten­ta­ble.

La infor­ma­ción de los estu­dios ante­rio­res mues­tra que: las emo­cio­nes son varia­bles des­ta­ca­das en la pro­tec­ción del ambien­te; y los ins­tru­men­tos son diver­sos y se care­ce de alguno con bue­nas pro­pie­da­des psi­co­mé­tri­cas que docu­men­ten emo­cio­nes vin­cu­la­das con el uso de la ener­gía eléc­tri­ca.

Para sufra­gar la caren­cia de una medi­da que eva­lúe emo­cio­nes hacia tal con­duc­ta, se reali­zó el estu­dio para cons­truir un ins­tru­men­to sobre las emo­cio­nes com­pues­tas de amor y cui­da­do, preo­cu­pa­ción y des­per­di­cio hacia dicha con­duc­ta.

Método

Par­ti­ci­pan­tes. Median­te un mues­treo no pro­ba­bi­lís­ti­co, inten­cio­nal y de par­ti­ci­pa­ción volun­ta­ria, se apli­có la esca­la a 284 estu­dian­tes uni­ver­si­ta­rios de entre 18 y 24 años de edad (M= 19.39, DE= 1.59), el 64.1% fue­ron muje­res, el 99.6% sol­te­ros y el 75%, resi­den­tes de zona urba­na del orien­te de la ciu­dad.

Ins­tru­men­to. Se apli­có la Esca­la de Emo­cio­nes hacia el uso Ener­gía Eléc­tri­ca (EmUEE) dise­ña­da para el pre­sen­te estu­dio que se inte­gra por 40 reac­ti­vos con cin­co opcio­nes de res­pues­ta de fre­cuen­cia en una esca­la tipo Likert que van de 1 Nun­ca a 5 Siem­pre. Eva­lúa cua­tro emo­cio­nes aso­cia­das al uso de la ener­gía eléc­tri­ca: Felicidad/Alegría, (e.g. Me sien­to feliz de aho­rrar ener­gía eléc­tri­ca), Tran­qui­li­dad (e.g. Me tran­qui­li­za que mi fami­lia apa­gue las luces que no se ocu­pan), Eno­jo (e.g. Me eno­jo cuan­do gas­to ener­gía eléc­tri­ca inne­ce­sa­ria­men­te) y Preo­cu­pa­ción (e.g. Me preo­cu­pa dejar los apa­ra­tos eléc­tri­cos encen­di­dos duran­te todo el día).

Pro­ce­di­mien­to. El tipo de estu­dio fue explo­ra­to­rio y de cam­po, se tra­ba­jó con un dise­ño no expe­ri­men­tal, transec­cio­nal según Ker­lin­ger y Lee (2002). Pos­te­rior a la vali­dez de con­te­ni­do por el méto­do de jue­ces exper­tos y un pilo­teo para lle­var a cabo la ade­cua­ción de los reac­ti­vos, se obtu­vo la ver­sión final del ins­tru­men­to para acu­dir a los gru­pos de cla­se y soli­ci­tar la par­ti­ci­pa­ción volun­ta­ria de los estu­dian­tes para res­pon­der. Pos­te­rior­men­te se valo­ra­ron sus atri­bu­tos psi­co­mé­tri­cos como vali­dez y con­fia­bi­li­dad. Los datos fue­ron ana­li­za­dos en el paque­te esta­dís­ti­co SPSS ver­sión 22. Se reali­zó un aná­li­sis de prue­ba t para cono­cer el poder dis­cri­mi­nan­te de los reac­ti­vos, se obtu­vo el alfa de Cron­bach y un aná­li­sis fac­to­rial explo­ra­to­rio por el méto­do de extrac­ción de com­po­nen­tes prin­ci­pa­les con rota­ción vari­max y un aná­li­sis de corre­la­ción de Pear­son para cono­cer el gra­do de aso­cia­ción entre los fac­to­res.

Resultados

El aná­li­sis des­crip­ti­vo indi­có que los 40 reac­ti­vos pre­sen­ta­ron fre­cuen­cias en todas y cada una de las opcio­nes de res­pues­ta.

En cuan­to a la direc­cio­na­li­dad y dis­cri­mi­na­ción de los reac­ti­vos, todos se con­ser­va­ron ya que dis­cri­mi­na­ron sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te.

En el pri­mer aná­li­sis de con­fia­bi­li­dad 10 reac­ti­vos se eli­mi­na­ron para incre­men­tar a .80 el índi­ce Alpha de Cron­bach.

Para veri­fi­car la per­ti­nen­cia del Aná­li­sis Fac­to­rial Explo­ra­to­rio (AFE), se obtu­vo la medi­da de ade­cua­ción mues­tral o el índi­ce de Kai­ser-Meyer-Olkin (KMO) y el test de Bartlett, los datos mos­tra­ron la bon­dad del ajus­te KMO (.971) y Bartlett (X2 = 9935; sig=.000) para some­ter­los a AFE.

El AFE aglu­ti­nó los 30 reac­ti­vos en tres fac­to­res que expli­can el 67.323% de la varian­za total, con un valor total de α =.972. Los fac­to­res resul­tan­tes fue­ron: el Fac­tor 1 obtu­vo una varian­za mayor a los demás, se encuen­tra cons­ti­tui­do por 11 reac­ti­vos aso­cia­dos a emo­cio­nes con valen­cia posi­ti­va hacia el aho­rro de ener­gía eléc­tri­ca y un α=.95. El fac­tor 2 se inte­gra por 7 reac­ti­vos, aso­cia­dos con la preo­cu­pa­ción sobre el con­su­mo inade­cua­do de ener­gía eléc­tri­ca y un α=.91. El fac­tor 3 lo cons­ti­tu­yen 7 reac­ti­vos rela­cio­na­dos con emo­cio­nes con valen­cia nega­ti­va hacia acti­vi­da­des de des­per­di­cio de ener­gía eléc­tri­ca y un α=.90.

En la Tabla 1 se obser­va cómo que­dó inte­gra­da la Esca­la al tér­mino del Aná­li­sis Fac­to­rial, así como el por­cen­ta­je de la varian­za expli­ca­da y el valor Alpha de Cron­bach.

Se reali­zó una corre­la­ción biva­ria­da de Pear­son con el obje­ti­vo de obte­ner el gra­do de aso­cia­ción entre los tres fac­to­res (ver Tabla 2), la cual mos­tró corre­la­cio­nes sig­ni­fi­ca­ti­vas entre los com­po­nen­tes.

Tabla 1. Matriz de componente rotado de la Escala EmUEE
 

Fac­to­res

1

Emo­cio­nes posi­ti­vas-Aho­rro ener­gía

2

Preo­cu­pa­ción hacia Con­su­mo inade­cua­do

3

Emo­cio­nes nega­ti­vas hacia el des­per­di­cio

Me tran­qui­li­za que exis­tan per­so­nas intere­sa­das en aho­rrar ener­gía eléc­tri­ca.

.755

   

Me tran­qui­li­za que la gen­te ins­ta­le focos aho­rra­do­res de luz.

.739

   

Me tran­qui­li­za usar la ener­gía eléc­tri­ca de for­ma res­pon­sa­ble.

.679

   

Me sien­to feliz cuan­do mi fami­lia usa la ener­gía eléc­tri­ca de mane­ra res­pon­sa­ble.

.673

   

Me ale­gra que mis fami­lia­res empleen poca ener­gía eléc­tri­ca en el hogar.

.658

   

Me tran­qui­li­za que mis com­pa­ñe­ros estén intere­sa­dos en aho­rrar ener­gía eléc­tri­ca.

.658

   

Me sien­to feliz de aho­rrar ener­gía eléc­tri­ca.

.650

   

Me ale­gra que algu­nas per­so­nas ense­ñen a otras cómo aho­rrar ener­gía eléc­tri­ca.

.650

   

Me tran­qui­li­za que mi fami­lia aho­rra ener­gía eléc­tri­ca.

.617

   

Me ale­gra des­co­nec­tar los apa­ra­tos eléc­tri­cos que no uti­li­zo.

.598

   

Me ale­gra que mis com­pa­ñe­ros apa­guen las luces del aula cuan­do con­clu­ye la cla­se.

.455

   

Me preo­cu­pa dejar conec­ta­dos los apa­ra­tos eléc­tri­cos duran­te todo el día.

 

.790

 

Me moles­to cuan­do mis fami­lia­res dejan encen­di­das las luces de las habi­ta­cio­nes.

 

.735

 

Me tran­qui­li­za revi­sar que los apa­ra­tos eléc­tri­cos estén des­co­nec­ta­dos cuan­do no se uti­li­zan.

 

.706

 

Me eno­jo con­mi­go cuan­do dejo apa­ra­tos eléc­tri­cos fun­cio­nan­do sin uti­li­zar­los.

 

.705

 

Me tran­qui­li­za que mi fami­lia apa­gue las luces que no se nece­si­tan.

 

.677

 

Me preo­cu­pa que mi fami­lia des­per­di­cie ener­gía eléc­tri­ca.

 

.597

 

Me preo­cu­pa gas­tar dema­sia­da ener­gía eléc­tri­ca.

 

.503

 

Me tran­qui­li­za que el gobierno regu­la­ri­ce las tomas de ener­gía eléc­tri­ca.

   

.775

Me preo­cu­pa que mis com­pa­ñe­ros estén desin­te­re­sa­dos por el des­per­di­cio de ener­gía eléc­tri­ca.

   

.623

Me moles­ta que mis com­pa­ñe­ros dejen las luces encen­di­das de las aulas cuan­do con­clu­yen la cla­se.

   

.592

Me eno­ja­ría con­mi­go si gas­to ener­gía eléc­tri­ca inne­ce­sa­ria­men­te.

   

.568

Me preo­cu­pa des­per­di­ciar ener­gía eléc­tri­ca.

   

.536

Sien­to preo­cu­pa­ción cuan­do veo que los com­pa­ñe­ros dejan encen­di­das las lám­pa­ras de las aulas.

   

.497

Me eno­ja ver que el gobierno igno­re las tomas de ener­gía eléc­tri­ca irre­gu­la­res de las calles.

   

.420

Total de reac­ti­vos agru­pa­dos en aná­li­sis fac­to­rial= 25

11

7

7

Alfa de Cron­bach de cada Fac­tor

.95

.91

.90

Alfa de Cron­bach de la Esca­la EmUEE

.97

Tabla 2. Correlaciones entre factores de la Escala Emociones hacia la Energía Eléctrica.
 

Fac­to­res

1

2

3

Emo­cio­nes Posi­ti­vas hacia el aho­rro de ener­gía eléc­tri­ca

     
     

Preo­cu­pa­ción por el con­su­mo inade­cua­do de ener­gía

.836**

   

.000

   

Emo­cio­nes Nega­ti­vas por des­per­di­cio de ener­gía eléc­tri­ca

.881**

.787**

 

.000

.000

 
N= 284
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).

Discusión

El obje­ti­vo de la pre­sen­te inves­ti­ga­ción fue docu­men­tar las carac­te­rís­ti­cas psi­co­mé­tri­cas de vali­dez y con­fia­bi­li­dad de una esca­la para medir las emo­cio­nes hacia el uso de la ener­gía eléc­tri­ca. Tal pro­ce­so deri­vó en un ins­tru­men­to con vali­dez fac­to­rial que expli­ca el 63% de la varian­za total y un alfa de Cron­bach de .97, don­de los fac­to­res están rela­cio­na­dos sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te, lo cual es con­gruen­te con el enfo­que teó­ri­co.

El aná­li­sis fac­to­rial per­mi­tió extraer 3 fac­to­res, sien­do las emo­cio­nes de aho­rro, preo­cu­pa­ción y des­per­di­cio hacia el uso de la ener­gía eléc­tri­ca. La evi­den­cia indi­ca que pare­ce via­ble supo­ner que si un indi­vi­duo pun­túa alto en una emo­ción par­ti­cu­lar, tam­bién lo haga en las emo­cio­nes res­tan­tes, tan­to en emo­cio­nes con valen­cia nega­ti­va (eno­jo y preo­cu­pa­ción) y como con valen­cia posi­ti­va (feli­ci­dad y tran­qui­li­dad).

El pri­mer fac­tor se encuen­tra cons­ti­tui­do por once reac­ti­vos aso­cia­dos a emo­cio­nes con valen­cia posi­ti­va hacia el aho­rro de ener­gía eléc­tri­ca y hace refe­ren­cia a una for­ma de cui­dar el recur­so median­te las accio­nes del pro­pio indi­vi­duo (Per­kins ‚2010) u otras per­so­nas (Beren­guer, 2010).

El segun­do fac­tor alu­de a una for­ma de preo­cu­pa­ción sobre el con­su­mo inade­cua­do (Durán et al, 2007) de ener­gía eléc­tri­ca y se inte­gra por sie­te reac­ti­vos. El ter­cer fac­tor lo cons­ti­tu­yen sie­te reac­ti­vos rela­cio­na­dos con emo­cio­nes con valen­cia nega­ti­va hacia acti­vi­da­des de des­per­di­cio de ener­gía eléc­tri­ca (Kals y Müller, 2012).

La prue­ba de pro­duc­to-momen­to de Pear­son indi­có que los tres fac­to­res corre­la­cio­na­ron de for­ma sig­ni­fi­ca­ti­va. El fac­tor Emo­cio­nes posi­ti­vas hacia el aho­rro de ener­gía eléc­tri­ca corre­la­cio­nó con Preo­cu­pa­ción por el con­su­mo inade­cua­do de ener­gía eléc­tri­ca (r=.836) y con Emo­cio­nes nega­ti­vas por el des­per­di­cio de ener­gía eléc­tri­ca (r=.881).

De la mis­ma for­ma, se obser­vó corre­la­ción entre Preo­cu­pa­ción por el con­su­mo inade­cua­do de ener­gía eléc­tri­ca y Emo­cio­nes nega­ti­vas por des­per­di­cio de ener­gía eléc­tri­ca (r=.787). Sin embar­go, las emo­cio­nes posi­ti­vas no corre­la­cio­na­ron con preo­cu­pa­ción por el con­su­mo inade­cua­do.

Lo ante­rior indi­ca la exis­ten­cia de emo­cio­nes aso­cia­das a accio­nes del uso de un recur­so natu­ral como la ener­gía eléc­tri­ca. La rele­van­cia de iden­ti­fi­car las emo­cio­nes radi­ca en lo expues­to por Ioz­zi (1989) y Ulrich (1983), de ser el ini­cio de los cam­bios en la con­duc­ta. Expe­ri­men­tar una emo­ción posi­ti­va como la feli­ci­dad o la tran­qui­li­dad, según lo plan­tea­do por Brown y Kas­ser (2005), se rela­cio­nan con el actuar de modo más sus­ten­ta­ble, por ejem­plo, a con­su­mir o usar los recur­sos de for­ma nece­sa­ria e impli­car una res­pon­sa­bi­li­dad per­so­nal de pro­tec­ción como lo plan­tea Per­kins (2010).

En el ins­tru­men­to se eva­lúan emo­cio­nes como la preo­cu­pa­ción y la exis­ten­cia de emo­cio­nes nega­ti­vas como el eno­jo ante accio­nes de des­per­di­cio o uso inade­cua­do de los recur­sos, por lo que en el pro­ce­sa­mien­to de las emo­cio­nes se pro­po­ne que las emo­cio­nes, inde­pen­dien­te­men­te de la valen­cia posi­ti­va o nega­ti­va que ten­gan pue­den deter­mi­nar la con­duc­ta proam­bien­tal de uso de ener­gía eléc­tri­ca.

Por lo tan­to, con­si­de­ran­do varia­bles psi­co­ló­gi­cas en la lite­ra­tu­ra así como deter­mi­nan­tes de la con­duc­ta proam­bien­tal, se pro­po­ne ana­li­zar si las habi­li­da­des (Kals y Müller, 2012), auna­das a la impor­tan­cia de las emo­cio­nes (Poo­ley y O´Coonor, 2000; Car­mi, Arnon y Orion, 2015), deter­mi­nan la CPA, espe­cí­fi­ca­men­te de accio­nes con­cre­tas como el uso de la ener­gía eléc­tri­ca.

Referencias

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