Taller para mujeres portadoras de hemofilia1 Descargar este archivo (8 - Taller para mujeres portadoras de hemofilia.pdf)

Maricela Osorio Guzmán2, Georgina Eugenia Bazán Riverón3, María del Carmen Hernández Acevedo4, Blanca Estela Huitrón Vázquez5

Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM

Resu­men

La hemo­fi­lia es una enfer­me­dad hemo­rrá­gi­ca con­gé­ni­ta cuya trans­mi­sión está liga­da al sexo, es decir las muje­res son por­ta­do­ras de la enfer­me­dad y los varo­nes los afec­ta­dos por la mis­ma. El obje­ti­vo del taller fue apli­car cin­co diná­mi­cas gru­pa­les que coad­yu­va­ran a mejo­rar la per­cep­ción del papel que desem­pe­ñan en el pro­ce­so salud-enfer­me­dad las por­ta­do­ras y recu­pe­rar un espa­cio de dis­cu­sión don­de se enfa­ti­za­ra  la nece­si­dad del cui­da­do de su salud. Méto­do: Estu­dio des­crip­ti­vo en el que par­ti­ci­pa­ron 48 muje­res con una media de edad de 38.6 años. Resul­ta­dos: las por­ta­do­ras al des­cri­bir sus sen­ti­mien­tos hacia la hemo­fi­lia afir­man que es la peor noti­cia que se  pue­de reci­bir, repor­ta­ron mie­do,  angus­tia, tris­te­za; sin embar­go, en el taller pudie­ron apre­ciar sus cua­li­da­des como per­so­nas y la impor­tan­cia del tra­ba­jo que lle­van a cabo. Se con­clu­ye que es nece­sa­rio crear este tipo de apo­yos para las por­ta­do­ras de hemo­fi­lia.

Pala­bras cla­ve: por­ta­do­ras de hemo­fi­lia, cui­da­do­ras pri­ma­rias, talle­res edu­ca­ti­vos

 

Abs­tract

Hemophi­lia is a con­ge­ni­tal blee­ding disor­der who­se trans­mis­sion is lin­ked to gen­der ie the women are carriers of the disea­se and males affec­ted by the­reof. The objec­ti­ve of the workshop was to apply five dyna­mic seg­ments that will con­tri­bu­te to impro­ving their per­cep­tion of the carrier role in the disea­se pro­cess health and retrie­ve  a dis­cus­sion spa­ce whe­re  it  empha­si­ze the need for their health care. Method: A des­crip­ti­ve study, in which 48 women par­ti­ci­pa­ted with an ave­ra­ge of 38.6 ages. Results: The carriers des­cri­be their fee­lings about hemophi­lia say it is the worst news one can recei­ve repor­ted fear, anxiety, and sad­ness; howe­ver at the workshop they could appre­cia­te their qua­li­ties as an indi­vi­duals and the impor­tan­ce of the duty   per­for­med.  The con­clu­sion is: it is neces­sary to crea­te this type of sup­port for carriers of hemophi­lia.

Key­words: carriers of hemophi­lia, pri­mary care­gi­vers, edu­ca­tio­nal workshops

Introducción

La psi­co­lo­gía de la salud se ha intere­sa­do bási­ca­men­te por el estu­dio de aque­llos pro­ce­sos psi­co­ló­gi­cos que par­ti­ci­pan en la deter­mi­na­ción del esta­do de la salud, sien­do de inte­rés pri­mor­dial aque­llas per­so­nas que están en el ries­go de enfer­mar; ésta se basa en el mode­lo bio­psi­co­so­cial ya que es nece­sa­rio aten­der aspec­tos físi­cos, psi­co­ló­gi­cos, emo­cio­na­les y la inter­ac­ción del pacien­te y su fami­lia con el entorno social. Para abor­dar los pro­ble­mas al inte­rior de esta área, se tra­ba­ja de mane­ra mul­ti­dis­ci­pli­na­ria (Oso­rio, Marín, Bazán y Ruíz, 2013).

Una de las enfer­me­da­des que se tra­ta es la hemo­fi­lia por las gra­ves reper­cu­sio­nes que cau­sa en los pacien­tes y en su entorno fami­liar. La hemo­fi­lia es una enfer­me­dad hemo­rrá­gi­ca con­gé­ni­ta cuya trans­mi­sión está liga­da al sexo, es decir, las muje­res son por­ta­do­ras de la enfer­me­dad y los varo­nes los afec­ta­dos por la mis­ma (Alti­sent, 2009). Recien­te­men­te se ha empe­za­do a poner aten­ción en esta pobla­ción ya que se ha des­cu­bier­to que las por­ta­do­ras pue­den tener sin­to­ma­to­lo­gía pare­ci­da a aque­lla que se pre­sen­ta en pacien­tes con hemo­fi­lias leves (Jalo­ma, 2010). En Méxi­co como en Amé­ri­ca Lati­na es común que sean fami­lia­res del géne­ro feme­nino las que se hacen car­go del cui­da­do de los enfer­mos, hay inclu­so auto­res como Bazán, Rodrí­guez, Oso­rio y San­do­val (2014); que men­cio­nan que este tipo de aten­ción en Méxi­co sigue sien­do “asun­to de muje­res”.

De esta mane­ra, las madres por­ta­do­ras de hemo­fi­lia se con­vier­ten en cui­da­do­ras pri­ma­rias de sus hijos, con todas las con­se­cuen­cias que esto impli­ca para su salud físi­ca y emo­cio­nal;  ya que se ha demos­tra­do que el dete­rio­ro de la cali­dad de vida (cv) de los pacien­tes cró­ni­cos impli­ca para­le­la­men­te un des­gas­te de la cv de los cui­da­do­res (Uri­be, 2006).

Se ha docu­men­ta­do de for­ma con­tun­den­te que hay reper­cu­sio­nes nega­ti­vas en las per­so­nas encar­ga­das del cui­da­do de algún enfer­mo, entre éstas se men­cio­nan la pér­di­da de ener­gía, ago­ta­mien­to y fati­ga, auto­es­ti­ma baja, ais­la­mien­to pro­fe­sio­nal, fal­ta de rea­li­za­ción per­so­nal, nive­les bajos de moti­va­ción (Mas­lasch, Jack­son y Lei­ter, 1996); ansie­dad, depre­sión, des­gas­te emo­cio­nal (Due­ñas, 2006; Mora­les, 2000); irri­ta­bi­li­dad, sen­ti­mien­tos de des­es­pe­ran­za, resen­ti­mien­to, pen­sa­mien­tos sui­ci­das, dolo­res de cabe­za y de espal­da, can­san­cio extre­mo y ais­la­mien­to (Zam­brano, 2007); y recien­te­men­te Oso­rio, Bazán y Her­nán­dez (2015) en un estu­dio con esta pobla­ción encon­tra­ron que las cui­da­do­ras pri­ma­rias por­ta­do­ras de hemo­fi­lia repor­tan tener muy poco tiem­po para su cui­da­do per­so­nal, para acti­vi­da­des de des­can­so y recrea­ción e inclu­so poco tiem­po para la con­vi­ven­cia fami­liar. En este mis­mo estu­dio se encon­tra­ron nive­les medios de auto­es­ti­ma don­de las por­ta­do­ras mani­fes­ta­ron sen­tir­se reba­sa­das por las cir­cuns­tan­cias y sen­tir que no están pre­pa­ra­das para afron­tar los retos que trae el ser madre de pacien­tes con hemo­fi­lia (pch), depen­der mucho de los demás para tomar deci­sio­nes y pen­sar que  otras per­so­nas hacen mejor las cosas que ellas. Se encon­tra­ron tam­bién altos nive­les de sen­ti­mien­tos de cul­pa­bi­li­dad, como ya había sido repor­ta­do en otros estu­dios (Rodrí­guez, 2011).

A par­tir de estos resul­ta­dos se con­si­de­ró impor­tan­te el dise­ño y la imple­men­ta­ción de un taller para las muje­res por­ta­do­ras de hemo­fi­lia que abor­da­ra estas pro­ble­má­ti­cas y que enfa­ti­za­ra la impor­tan­cia del papel que desem­pe­ñan como cui­da­do­ras pri­ma­rias.

De esta mane­ra el obje­ti­vo del taller fue apli­car diná­mi­cas gru­pa­les que coad­yu­va­ran a mejo­rar la per­cep­ción que tie­nen las por­ta­do­ras del papel que desem­pe­ñan en el pro­ce­so salud-enfer­me­dad y recu­pe­rar un espa­cio de dis­cu­sión don­de se enfa­ti­za­ra  la nece­si­dad del cui­da­do de su salud.

Método

Par­ti­ci­pan­tes: Par­ti­ci­pa­ron en el taller 48 muje­res, con una media de edad de 38.67 años (ran­go= 59; de 15 – 74 años, D.T= 11.42), el 87.5% repor­ta­ron ser fami­lia­res de pacien­tes con hemo­fi­lia A y el 12.5 con hemo­fi­lia B. Todas fir­ma­ron un con­sen­ti­mien­to infor­ma­do.

El taller se reali­zó en la Casa de la Hemo­fi­lia y en el audi­to­rio de un hos­pi­tal públi­co, ambos ubi­ca­dos en la Cd. de Méxi­co. La invi­ta­ción al taller se reali­zó en la reu­nión men­sual de la Casa de la Hemo­fi­lia y debi­do a la  baja cap­ta­ción de par­ti­ci­pan­tes se asis­tió a la sesión de la Aso­cia­ción del Esta­do de Méxi­co, A.C. en un hos­pi­tal públi­co.

Cri­te­rios de inclu­sión

Ser de géne­ro feme­nino, ser por­ta­do­ra de hemo­fi­lia y/o fami­liar de algún pch,  per­te­ne­cer a la Fede­ra­ción de Hemo­fi­lia de la Repú­bli­ca Mexi­ca­na A.C., acep­tar par­ti­ci­par en la inves­ti­ga­ción y fir­mar un con­sen­ti­mien­to infor­ma­do.

Aná­li­sis de datos

Se uti­li­zó un estu­dio de tipo des­crip­ti­vo trans­ver­sal (Jeni­cek y Cle­roux, 1993).

Estruc­tu­ra del taller

El taller esta­ba estruc­tu­ra­do para lle­var­se a cabo en 2 sesio­nes de 2 horas, sin embar­go, por el poco tiem­po que tenían las par­ti­ci­pan­tes se con­vino con ellas que se lle­va­ría a cabo en una sola sesión de 3 horas, con un rece­so entre las diná­mi­cas.

El taller estu­vo com­pues­to por las cin­co diná­mi­cas des­cri­tas en la tabla 1.

Tabla 1. Dinámicas grupales aplicadas en el taller

Diná­mi­ca

Obje­ti­vo

Pre­sen­ta­ción

Lograr que las par­ti­ci­pan­tes se conoz­can y adquie­ran con­fian­za

¿Qué es la hemo­fi­lia?

Des­cri­bir las viven­cias per­so­na­les rela­cio­na­das con la hemo­fi­lia

Vir­tu­des y defec­tos

Que las par­ti­ci­pan­tes ana­li­cen las cua­li­da­des y vir­tu­des que poseen

Refor­zan­do la Auto­es­ti­ma

Lograr que las par­ti­ci­pan­tes en el taller valo­ren y refuer­cen sus cua­li­da­des y vir­tu­des

¿Cómo me veo a mi mis­ma? (Acti­vi­dad del espe­jo)

Ana­li­zar las dife­ren­cias entre la idea que tie­nen de sí mis­mas y la ima­gen que pro­yec­tan a los demás. Dejan­do una refle­xión a la par­ti­ci­pan­te de cómo se ve y cómo la ven las demás.

Resultados

Par­ti­ci­pa­ron 48 muje­res, el 87.5% repor­ta­ron ser fami­lia­res de enfer­mos con hemo­fi­lia A y el 12.5% con hemo­fi­lia B. El 77.1% repor­tó gra­do clí­ni­co seve­ro, el 16.7% mode­ra­do y el 6.3% leve. Todas men­cio­na­ron vivir con el pacien­te en ese momen­to.

El 100% vivía en el Dis­tri­to Fede­ral y el área metro­po­li­ta­na. El 95.8% eran madres de pch, el 2.1% eran her­ma­nas y el 2.1% res­tan­te abue­las de un pch. Res­pec­to a la esco­la­ri­dad en la tabla 2 se obser­va que la mayo­ría de las par­ti­ci­pan­tes tenían estu­dios medios y medio supe­rio­res.

Tabla 2. Nivel de escolaridad reportado por las participantes

Esco­la­ri­dad

Fre­cuen­cia

Por­cen­ta­je

Pri­ma­ria

5

10.4

Secun­da­ria

21

43.8

Bachi­lle­ra­to

20

41.7

Uni­ver­si­dad

2

4.2

Total

48

100.0

Resul­ta­do de las diná­mi­cas apli­ca­das

Pri­me­ra diná­mi­ca: Pre­sen­ta­ción.

Cada una de las asis­ten­tes se pre­sen­tó y men­cio­nó cuál era el víncu­lo fami­liar que tenía con el pacien­te, se pudo obser­var  que la mayo­ría ya se cono­cían por las sesio­nes men­sua­les que se rea­li­zan en la casa de la hemo­fi­lia. Al tér­mino de la pre­sen­ta­ción se dio una peque­ña intro­duc­ción acer­ca de los aspec­tos psi­co­ló­gi­cos que sub­ya­cen a la hemo­fi­lia para dar ini­cio a la segun­da acti­vi­dad.

Segun­da diná­mi­ca: ¿Qué es la hemo­fi­lia?

En esta diná­mi­ca las par­ti­ci­pan­tes escri­bie­ron fra­ses sobre cómo viven y cómo sien­ten la hemo­fi­lia. Una madre comen­tó  “es una enfer­me­dad que te cam­bia la vida, difí­cil, dolo­ro­sa, preo­cu­pan­te, ines­pe­ra­da, la peor noti­cia que pue­des reci­bir. Sien­tes debi­li­dad, mie­do, deses­pe­ra­ción, angus­tia, tris­te­za, algo que no pue­des asi­mi­lar, don­de solo pien­sas ¿por qué a mí?, es una lucha cons­tan­te, apren­der a vivir con ella, aun­que no la padez­cas, es un reto a ven­cer”.

Una más repor­tó: “el ver a mi hijo así me las­ti­ma, y el no saber cómo mane­jar esta situa­ción me da mie­do”.

Estas fra­ses refle­jan el impac­to que tie­ne la hemo­fi­lia en sus vidas, ade­más del ago­ta­mien­to carac­te­rís­ti­co de las muje­res cui­da­do­ras pri­ma­rias.

Otra par­ti­ci­pan­te comen­tó que dis­fru­ta­ba cada momen­to con su hijo de 3 años ya que había per­di­do tres peque­ños a cau­sa de las com­pli­ca­cio­nes de la enfer­me­dad por fal­ta de infor­ma­ción. Al res­pec­to se pue­de comen­tar que even­tos como el des­cri­to las vuel­ven madres teme­ro­sas, inse­gu­ras y sobre­pro­tec­to­ras.

Sin embar­go, tam­bién se pudo obser­var que otras par­ti­ci­pan­tes repor­tan unión y com­pren­sión den­tro del ambien­te fami­liar y dis­fru­tan cada momen­to con sus hijos, sin dejar de men­cio­nar que es difí­cil vivir con ésta enfer­me­dad y que ha sido un reto apren­der a vivir con ella. Para alen­tar­se dicen tomar como refe­ren­cia casos más gra­ves, por ejem­plo, una par­ti­ci­pan­te repor­tó que la alen­ta­ba ver a su her­ma­na que tenía dos niños con hemo­fi­lia y seguía ade­lan­te.

Duran­te el desa­rro­llo de la diná­mi­ca hubo un espa­cio de dis­cu­sión sobre el tér­mino “hemo­fí­li­co” mani­fes­tan­do que les moles­ta­ba que lla­ma­ran así a sus hijos, ya que el tér­mino los eti­que­ta­ba y dis­cri­mi­na­ba; ellas con­clu­ye­ron que la hemo­fi­lia es solo una peque­ña “carac­te­rís­ti­ca” y no la per­so­na com­ple­ta.

El obje­ti­vo de la diná­mi­ca se logró ya que las asis­ten­tes exter­na­ron deta­lla­da­men­te cómo viven y sien­ten la enfer­me­dad.

Al tér­mino de la diná­mi­ca se les dio una bre­ve infor­ma­ción sobre la auto­es­ti­ma, expli­cán­do­les las carac­te­rís­ti­cas de una auto­es­ti­ma alta y baja para ini­ciar con la siguien­te acti­vi­dad.

Ter­ce­ra diná­mi­ca: Vir­tu­des y defec­tos

En esta diná­mi­ca se les pidió que pen­sa­ran en sus vir­tu­des dán­do­les algu­nos ejem­plos sur­gi­dos en la acti­vi­dad ante­rior. En la tabla 3, se mues­tra el orden y el por­cen­ta­je de las vir­tu­des men­cio­na­das.

Tabla 3. Porcentaje de las virtudes expresadas por las mujeres portadoras en el taller.

Vir­tud

Por­cen­ta­je

Vir­tud

Por­cen­ta­je

Res­pon­sa­ble

40%

Tole­ran­te

6.25%

Tra­ba­ja­do­ra

28%

Román­ti­ca

3.12%

Feliz

25%

Inte­li­gen­te

3.12%

Hones­ta

21.8%

Espon­ta­nea

3.12%

Socia­ble

15.6%

Saber escu­char

3.12%

Cola­bo­ra­do­ra

15.6%

Exi­to­sa

3.12%

Cari­ño­sa

15.6%

Sim­pá­ti­ca

3.12%

Per­se­ve­ran­te

12.5%

Inde­pen­dien­te

3.12%

Humil­de

12.5%

Pun­tual

3.12%

Sen­si­ble

9.37%

Orde­na­da

3.12%

Seria

9.37%

Estu­dio­sa

3.12%

Pen­sa­ti­va

9.37%

Entre­ga­da

3.12%

Caris­má­ti­ca

6.25%

Posi­ti­va

3.12%

Ama­ble

6.25%

Jugue­to­na

3.12%

Res­pe­tuo­sa

6.25%

Bue­na per­so­na

3.12%

Pacien­te

6.25%

Soña­do­ra

3.12%

Se men­cio­na­ron 32 cua­li­da­des que con­si­de­ra­ron como las que más las repre­sen­tan. Cada par­ti­ci­pan­te leía sus cua­li­da­des y las iba colo­can­do en una mam­pa­ra, cabe seña­lar que a todas las asis­ten­tes les cos­tó tra­ba­jo iden­ti­fi­car sus cua­li­da­des.

Pos­te­rior­men­te se les pidió que escri­bie­ran lo que con­si­de­ra­ban sus defec­tos, lo cual apa­re­ce en la tabla 4.

Tabla 4. Defectos mencionados por las portadoras en el taller

Defec­tos

Por­cen­ta­je

Defec­tos

Por­cen­ta­je

Eno­jo­na

62%

Omi­te lo que sien­te

6.8%

Exi­gen­te

34.4%

Pesi­mis­ta

6.8%

Dis­traí­da

17%

Con­sen­ti­do­ra

6.8%

Deses­pe­ra­da

17%

Gri­to­na

6.8%

Impul­si­va

17%

Gor­da

6.8%

Angus­tia­da

17%

Ren­co­ro­sa

6.8%

Into­le­ran­te

10.3%

Pre­su­mi­da

6.8%

Impa­cien­te

10.3%

Sobre­pro­tec­to­ra

6.8%

Inse­gu­ra

10.3%

Tris­te

6.8%

Explo­si­va

10.3%

Sen­si­ble

6.8%

Con­tes­to­na

10.3%

Flo­ja

6.8%

Cri­ti­co­na

6.8%

Dudo de mis capa­ci­da­des

6.8%

Mie­do­sa

6.8%

Sen­ti­mien­to de cul­pa

6.8%

Per­fec­cio­nis­ta

6.8%

No acep­to equi­vo­car­me

6.8%

Necia

6.8%

   

En esta diná­mi­ca se men­cio­na­ron 29 defec­tos. Cabe men­cio­nar que sus defec­tos fue­ron más rápi­dos de iden­ti­fi­car en com­pa­ra­ción de sus vir­tu­des, ya que se rea­li­za­ron en menos tiem­po y algu­nas muje­res escri­bie­ron más de los que se soli­ci­ta­ron. Hubo dos muje­res que no qui­sie­ron escri­bir, men­cio­nan­do que no tenían defec­tos.

En la dis­cu­sión de la diná­mi­ca, los defec­tos que más se refle­xio­na­ron fue­ron: sen­ti­mien­tos de cul­pa, ser sobre­pro­tec­to­ra, no acep­tar equi­vo­ca­cio­nes y ser sen­si­ble. Se con­clu­yó que estos defec­tos son par­te de las muje­res que tie­nen hijos con hemo­fi­lia, prin­ci­pal­men­te en la fase de diag­nós­ti­co.

Cuar­ta Diná­mi­ca:Refor­zan­do la auto­es­ti­ma

En esta diná­mi­ca se les entre­gó una hoja impre­sa para que com­ple­ta­ran 10 fra­ses (p.e. soy una per­so­na con valor, exis­to y ocu­po un lugar insus­ti­tui­ble en la vida; tra­to de salir ade­lan­te, como lo hace todo el mun­do; merez­co ser res­pe­ta­do, así como los demás mere­cen que yo los res­pe­te, etc.), dán­do­les la indi­ca­ción de que todas ini­cia­ran con la pala­bra “Cla­ro”. A con­ti­nua­ción se mues­tran las fra­ses más sobre­sa­lien­tes:

Soy una per­so­na con valor, exis­to y ocu­po un lugar insus­ti­tui­ble en la vida

  • Cla­ro, soy muy afor­tu­na­da de vivir la hemo­fi­lia como for­ma de vida.
  • Cla­ro, estoy para ayu­dar, pero sin cum­plir capri­chos aje­nos a mi per­so­na.
  • Cla­ro, por­que soy muy fuer­te.

Tra­to de salir ade­lan­te, como lo hace todo el mun­do

  • Cla­ro, por­que esto que vivo me ayu­da a salir ade­lan­te.
  • Cla­ro, por­que soy muy fuer­te, me gus­tan los retos.

Hago lo mejor que pue­do, dadas las cir­cuns­tan­cias.

  • Cla­ro, por­que hay una razón para salir ade­lan­te.
  • Cla­ro, no pue­do cru­zar­me de bra­zos.
  • Cla­ro, aun­que los demás no lo vean, yo si lo veo.

Merez­co ser res­pe­ta­do, así como los demás mere­cen que yo los res­pe­te

  • Cla­ro, por­que así no dis­cri­mi­nan a nadie.

En esta vida yo ten­go mi sello per­so­nal y pue­do dar lo mejor de mí

  • Cla­ro todos tene­mos una misión en el mun­do.
  • Cla­ro me gus­ta ayu­dar a los demás y eso me hace sen­tir bien.

La fra­se “Cla­ro, todos tene­mos una misión en el mun­do”, fue una de las que lla­mó más la aten­ción; una par­ti­ci­pan­te expre­só: “siem­pre he dado lo mejor de mí, tuve 3 hijos que murie­ron, pero aho­ra me hago car­go de mi sobrino, sé que aho­ra no será igual que antes”.

En esta diná­mi­ca se logró el obje­ti­vo, ya que se obser­vó que las muje­res por­ta­do­ras de hemo­fi­lia afir­ma­ron ser muy valio­sas, por­que a pesar de los obs­tácu­los, tem­pes­ta­des y equi­vo­ca­cio­nes, nun­ca fla­quean, siem­pre bus­can la mane­ra de salir ade­lan­te y eso las hace muy impor­tan­tes. La dis­cu­sión en el gru­po les per­mi­tió “valo­rar” todo el tra­ba­jo que lle­van a cabo para sus hijos, pero tam­bién les abrió un espa­cio para dis­cu­tir acer­ca de sus pro­pias nece­si­da­des. Fue intere­san­te obser­var que hicie­ron uso de las vir­tu­des men­cio­na­das en la diná­mi­ca pre­ce­den­te para con­tes­tar algu­nos ítems. 

Quin­ta Diná­mi­ca: ¿Cómo me veo a mi mis­ma? Acti­vi­dad del espe­jo

Se colo­có un espe­jo gran­de don­de se podían ver de fren­te, se les pidió que se obser­va­ran deta­lla­da­men­te y con­tes­ta­ran cómo se veían. En la diná­mi­ca se fue pasan­do volun­ta­ria­men­te aun­que al prin­ci­pio nadie que­ría y men­cio­na­ban: estoy gor­da, estoy des­pei­na­da, sin dien­tes. Sin embar­go, poco a poco se ani­ma­ron y fue­ron pasan­do una por una, el gru­po las apo­yo men­cio­nan­do otras cua­li­da­des que ellas por sí solas no men­cio­na­ban.

Duran­te la diná­mi­ca los comen­ta­rios nega­ti­vos más repe­ti­dos fue­ron: me veo eno­jo­na, exi­gen­te, rega­ño­na, tris­te, gor­di­ta y preo­cu­pa­da. Y los comen­ta­rios posi­ti­vos fueron:me veo fuer­te, exi­to­sa, ale­gre, hones­ta, lucho­na y res­pon­sa­ble.

Final­men­te se pue­de decir que la diná­mi­ca se con­clu­yó de una for­ma satis­fac­to­ria, ya que en la dis­cu­sión el gru­po refor­zó  la idea de la impor­tan­cia de que­rer­se y acep­tar­se, ade­más, el repor­te gene­ral es que el gru­po las había hecho sen­tir­se aco­gi­das y enten­di­das, ya que com­par­tir emo­cio­nes y sen­ti­mien­tos con per­so­nas que viven cir­cuns­tan­cias simi­la­res a la suya ayu­da mucho.

Conclusiones

Como que­da de mani­fies­to en el pre­sen­te estu­dio, es nece­sa­rio e impor­tan­te aten­der el aspec­to psi­co­ló­gi­co en el pade­ci­mien­to de  la hemo­fi­lia,  no sola­men­te en el pacien­te sino en la fami­lia en gene­ral y en las cui­da­do­ras pri­ma­rias en par­ti­cu­lar.

Se debe tomar en cuen­ta que estás muje­res cui­da­do­ras pri­ma­rias ocu­pan un lugar pre­do­mi­nan­te en la aten­ción de estos enfer­mos, absor­bien­do la car­ga prin­ci­pal de sus cui­da­dos por­que muchas de ellas se sien­ten res­pon­sa­bles (o las han hecho sen­tir­se cul­pa­bles) por la enfer­me­dad, aspec­to que debe ser abor­da­do como uno de los obje­ti­vos pri­mor­dia­les en el “cui­da­do de las cui­da­do­ras”.

Como lo mane­jan auto­res como Barrón (2009) y a tra­vés de lo mani­fes­ta­do por las par­ti­ci­pan­tes, se pudo obser­var una serie de res­pues­tas nega­ti­vas hacia su per­so­na, ade­más de que exte­rio­ri­za­ron un sen­ti­mien­to de fal­ta de rea­li­za­ción per­so­nal por la poca valo­ra­ción que muchas de ellas daban a sus acti­vi­da­des como cui­da­do­ras.

Se pudo adver­tir a su vez que la refle­xión en gru­po sobre sus cua­li­da­des, habi­li­da­des y for­ta­le­zas les per­mi­tió valo­rar su tra­ba­jo y su per­so­na para reco­no­cer que han hecho bien las cosas. A par­tir de este reco­no­ci­mien­to las par­ti­ci­pan­tes pudie­ron afir­mar que se deben sen­tir satis­fe­chas y orgu­llo­sas por el cui­da­do que dan a sus hijos, por­que ponen su mejor esfuer­zo. Estos datos coin­ci­den con un estu­dio espa­ñol con cui­da­do­ras pri­ma­rias don­de se encon­tró que cui­dar a un fami­liar enfer­mo trae aspec­tos posi­ti­vos en algu­nas muje­res, como el sen­tir orgu­llo y satis­fac­ción (Pérez, 2006).

Abrir espa­cios “de con­ten­ción segu­ros”, don­de las cui­da­do­ras pri­ma­rias pue­dan mani­fes­tar todos sus sen­ti­mien­tos y don­de pue­dan reco­no­cer su can­san­cio, su has­tío, tedio, ganas de dis­traer­se y/o diver­tir­se; don­de pue­dan mani­fes­tar su deseo de una vida “nor­mal” y la nece­si­dad de ayu­da sin ser juz­ga­das, es fun­da­men­tal y se con­si­de­ra uno de los méri­tos de este taller.

Es nece­sa­rio resal­tar como lo men­cio­na Astu­di­llo y Men­di­nue­ta (2005), que la cui­da­do­ra requie­re de apo­yo social —espe­cí­fi­ca­men­te de la fami­lia— y que requie­re pla­ni­fi­car la asis­ten­cia y cui­da­dos al enfer­mo dejan­do un tiem­po para sí mis­ma y esta­ble­cer lími­tes en el desem­pe­ño de su tarea.

Aun­que en esta inves­ti­ga­ción no se tomó en cuen­ta la par­ti­ci­pa­ción de los padres, se con­si­de­ra per­ti­nen­te la rea­li­za­ción de futu­ros talle­res para la inte­gra­ción de los mis­mos. 

Final­men­te, se quie­re hacer men­ción de que se tuvie­ron muchas difi­cul­ta­des para que las par­ti­ci­pan­tes acep­ta­ran asis­tir al taller, ya que al prin­ci­pio les pare­cía poco “prac­ti­co” tra­ba­jar sobre ellas, lo cual pue­de ser una evi­den­cia de la poca aten­ción que se les ha dado has­ta aho­ra.

Referencias

Altisent, C. (2009). Portadoras de Hemofilia. En: Portadoras de hemofilia ¿Que es necesario saber?. Asociació Catalana para L’Hemofilia. Fundació Privada Catalana de l’Hemofília. Barcelona: España, 5-10.

Astudillo, W.A. y Mendinueta, C. A. (2005). ¿Qué es un cuidador? Necesidades de los cuidadores del paciente crónico. Guía de recursos sanitarios y sociales. Madrid: España. 235-255.

Barrón, R. B. y Alvarado, A. S. (2009). Desgaste físico y emocional del cuidador primario en Cáncer.  Cancerología, 4, 39-46.

Bazán-Riverón, G.E.  Rodríguez-Martínez, J.I. Osorio-Guzmán, M. Sandoval-Navarrete, J. (2014). Características sociodemográficas de las cuidadoras y problemas que enfrentan en la atención del niño con asma. Neumol Cir Torax, 73,(1) 4-11.

Dueñas, E., Martínez, M., Morales, B., Muñoz, C., Viafara, A., y Herrera, J. (2006). Síndrome del cuidador de adultos mayores discapacitados y sus implicaciones psicosociales. Rev. Colomb Med, 37, 31-38.

Jaloma, C. A.R. (2010). Genética de la hemofilia y diagnóstico de portadoras. Disponible en línea: http://es.scribd.com/doc/143157157/Porta-Do-Ras (Recuperado el 19 de octubre 2013)

Jenicek, M. y Cleroux R.(1993). Realización e interpretación de los estudios descriptivos. En M Jenicek R. Cleroux (Eds). Epidemiología, principios y técnicas. Barcelona: Masson Salvat. 77-96

Maslasch, C., Jackson, S.E., y Leiter, M.P. (1996). Burnout Inventory. Manual. 3ra edición. Palo Alto, California: Consulting Psychologists Press, USA.

Morales, P., Muñoz, R., Bravo, V., Montero, P., y Olmos, R.(2000). Problemas de salud de los cuidadores de enfermos incapacitados. Murcia: Centro de salud Totana, 714-718.

Osorio, G.M., Bazán, R.G., y Hernández, M.C. (2015). Niveles de autoestima en portadoras mexicanas de hemofilia. Revista Psicología y Salud, 25(1); 83-90.

Osorio, G.M., Marín, P.T., Bazán, R.G., y Ruíz, N. (2013). Calidad de vida de pacientes pediátricos con hemofilia. Consulta externa de un hospital público de la Cd. de México. Revista de Psicología GEPU,  4(1); 13-26.

Pérez, P. A. (2006). El cuidador primario de familiares con dependencia: Calidad de vida, apoyo social y salud mental. España: Universidad de Salamanca.

Rodríguez, E. L. (2011). Salud y autocuidado en madres de niños con hemofilia. Revista Costarricense de Psicología, 30 (46), 1-16.

Uribe, Z.P. (2006). Manual de apoyo para personas que brindan apoyo a otras personas. México: Secretaría de Salud, 11.

Zambrano, C., y Ceballos, C. (2007). Síndrome de carga del cuidador. Rev Colomb. Psiquiat. 36 (Supl 1), 26-39.

Notas

1. Tra­ba­jo rea­li­za­do en el Mar­co del Con­ve­nio de Cola­bo­ra­ción entre  la  UNAM FES Izta­ca­la y la Fede­ra­ción de Hemo­fi­lia de la Repú­bli­ca Mexi­ca­na Aso­cia­ción Civil (FHRM A. C.) No. De regis­tro DEGELU 37763–953-24-IV-14; y con el apo­yo del Pro­gra­ma PAPCA 2014

2. Pro­fe­so­ra Titu­lar de la Carre­ra de Psi­co­lo­gía, UNAM FES Izta­ca­la correo‑e: mosorio@campus.iztacala.unam.mx

3. Pro­fe­so­ra Aso­cia­do de la Divi­sión de Inves­ti­ga­ción y Pos­gra­do, UNAM FES Izta­ca­la correo‑e:

g.bazan@campus.iztacala.unam.mx

4. Lic. en Psi­co­lo­gía correo‑e: maryta-del-carmen69@hotmail.com

5. Pro­fe­so­ra Titu­lar de la Carre­ra de Psi­co­lo­gía, UNAM FES Izta­ca­la correo‑e: huvbmx@yahoo.es