Nuevos modelos de ser mujeres y hombres: Un análisis del nuevo cine infantil
Ma. Refugio Ríos Saldaña 1, Norma Rodríguez Cortés2
Programa Institucional de Estudios de Género
Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM
Resumen
El objetivo del presente trabajo se centra en analizar los cambios en los nuevos modelos de hombres y mujeres presentados en el cine infantil, en las películas Valiente (2012), Frozen, el reino del Hielo (2013), y el live action de Blanca Nieves y el Cazador (2012). En primer lugar, se hizo una sinopsis de cada uno de los filmes para, enseguida, analizarlas a partir de tres ejes principales: características físicas, personalidad y actitud hacia su destino. Se analizó cada una de ellas desde una perspectiva de género y se enfatizó en aquellos estereotipos tales como belleza, obediencia, bondad, represión de potencialidades, en el caso de la mujer, como costo que han de pagar para ser aceptadas por padres, varones y sociedad. Mientras que para los varones se presentan estereotipos de fuerza, falta de higiene, y embriaguez como cualidades en los personajes y que pueden ser imitadas por los menores.
Palabras clave: filmes infantiles, modelos de aprendizaje infantil, género.
Abstract
The objective of this paper is to analyze the changes in the new models of men and women presented in the children’s cinema, in the films Valiant (2012), Frozen, the Kingdom of Ice (2013), and the live action of Snow White and the Hunter (2012). In the first place, a synopsis of each of the films was made to analyze them along three main axes: physical traits, personality and attitude towards their destiny. Each of them was analyzed from a gender perspective and emphasis is placed on those stereotypes such as beauty, obedience, kindness, repression of potentialities in the case of women as a cost to be accepted by parents, males and society. While for males there are stereotypes of strength, lack of hygiene, and drunkenness as qualities in characters and that can be imitated by minors.
Keywords: Children’s films, children’s learning models, gender.
Entre los éxitos cinematográficos y animados de la casa productora Disney que marcaron una época se encuentran Blancanieves y los Siete Enanitos, La Cenicienta, La Sirenita, La Bella y la Bestia, La Bella Durmiente, entre otros. Estos cuentos se basan en las narraciones populares compiladas por los hermanos Grimm, y cuyo fin era desprender una enseñanza moral o una lección práctica; sin embargo, Disney ha sabido hacer adaptaciones al cine representando valores, actitudes, jerarquías y creencias consideradas más adecuados para el público infantil.
En este sentido, a través de los filmes infantiles se han establecido valores y actitudes estereotipadas; en el caso de los niños se presentan modelos de príncipes o héroes, valientes, inteligentes, de una familia prominente económicamente; mientras que, para las niñas, se vislumbran como delicadas, presas de su destino, bondadosas, hacendosas, ingenuas y cuyo único objetivo en la vida es encontrar al príncipe azul, para poder tener un final feliz (Cantillo, 2010).
Se ha encontrado (Martínez y Merlino, 2006; Pérez, 1994) que los medios de comunicación proponen patrones de conducta y actitudes a través de representaciones sociales, siendo los infantes los más susceptibles a esta información, ya que están mayormente expuestos a estos materiales culturales, creando esquemas de pensamientos y comportamientos en los niños que refuerzan comportamientos establecidos, por ejemplo, los modos de vivir, de relacionarse entre sí y de consumo.
En una investigación (González, Villasuso y Rivera 2012) realizada en 25 niñas de entre cuatro y nueve años de edad en la ciudad de Monterrey, en México, se encontró que para las pequeñas ser una princesa es sinónimo de belleza, bondad, limpieza, con vestidos hermosos y cabello largo y bonito, volviéndose estereotipos “deseables” en la cultura occidental donde están inmersas, lo que se vuelve una prioridad para ellas. Además de que la mayoría de estas niñas piensa que pueden ser princesas porque son obedientes, tienen vestidos de sus personajes favoritos, y ayudan con los deberes del hogar (por ejemplo: tienden su cama). En el caso de los hombres, los príncipes suelen presentarse como independientes e inteligentes, aventureros, capaces de enfrentar con valor al o la villana del filme, con carácter definido, marcado y que ayuden a las princesas en momentos de apuro (Meneses, 2013).
De acuerdo con Jiménez (2011), Disney busca vender la imagen de una familia tradicional, donde existe una mujer sumisa y un hombre protector. Por otra parte, Cantillo (2010) sugiere que en estas películas animadas es difícil encontrar una figura femenina que tenga éxito fuera de los roles tradicionales, ya que las mujeres fuertes e inteligentes sólo pueden existir al final si se casan. Debe considerarse que la filmografía clásica de Disney sigue vigente, ya que han sido trasmitidas de padres a hijos, siendo piezas importantes en el desarrollo psicosocial de niños y niñas.
Del mismo modo, Aguado y Martínez (2015, p. 51) refieren que “esta multinacional se ha convertido en uno de los referentes que delimitan cómo las niñas y los niños tienen que actuar, pensar y sentir para cumplir expectativas sociales construyendo de forma simbólica el significado de ser mujer, siempre en función del patriarcado”, contribuyendo a la formación de estereotipos.
Hay que decir que no todas las películas infantiles y/o de princesas pertenecen a la compañía de Walt Disney, entre las cuales encontramos Anastasia y Pulgarcita, distribuidas por 20th Century Fox, así como La espada mágica: En busca de Camelot producida por Warner Bros, y La princesa Cisne, dirigida por Richard Rich. Sin embargo, no se muestran estereotipos diferentes a los planteados por Disney.
Ahora bien, los personajes de las princesas evolucionan y se adaptan cada vez más a la actualidad y de acuerdo con el contexto. Incluso se habla de producciones live action, las cuales consisten en utilizar personas y objetos reales con animaciones, y en ocasiones readaptar las historias originales, llegando a encontrar cambios en la forma de actuar y de pensar en las y los personajes principales. Un ejemplo de ello es la película de Blanca Nieves y El Cazador, dirigida por Rupert Sander y distribuida por Universal Pictures.
Del mismo modo, Disney apuesta por nuevos filmes, como Enredados, Frozen y Valiente, alejándose de manera más o menos visible de los estereotipos de las princesas Disney anteriores. Es decir, parece que se han debilitado los cimientos culturales que imponen un patrón femenino discriminatorio desde la infancia, adoptando nuevos rasgos de dinamismo heroicos (Falcón, 2013). Se habla (Aguado y Martínez, 2015) incluso de la adquisición de poder, autonomía y autoestima, viviendo un proceso de empoderamiento y pidiendo llegar a ser una estrategia para caminar hacia la igualdad, así como una herramienta para combatir una realidad discriminatoria.
Por todo lo anterior, el objetivo del presente trabajo se centra en analizar los cambios en los nuevos modelos de hombres y mujeres presentados en el cine infantil, en las películas Valiente (2012), Frozen, el reino del Hielo (2013), y el live action de Blanca Nieves y el Cazador (2012).
Sinopsis de las películas
Frozen, el reino del Hielo
La historia gira en torno a dos hermanas, Elsa y Ana. Elsa es la responsable de guiar y cuidar del reino de Arendelle, después de la muerte de sus padres. Siendo una joven recatada y bien educada, debe guardar las apariencias para ocultar su capacidad de controlar el hielo. Por otra parte, Ana, es una joven entusiasta, jovial y soñadora, en busca de aventuras. El día de la coronación de Elsa, ésta se ve envuelta en una serie de sucesos que provocan el descontrol de sus poderes, lo que la expone ante sus súbditos, ocasionando el rechazo y la huida de Elsa hacia las montañas. Ana se propone ir en su búsqueda y en el camino conoce a Kristoff y Sven (un reno). Al encontrar a Elsa, se dan cuenta de que ella no tiene ninguna intención de volver al reino, ya que después de mucho tiempo ella se siente “libre”; sin embargo, por un descuido Elsa “congela” el corazón de Ana y para poder liberarla de ese conjuro ella deberá recibir un beso de amor autentico. Kristoff y Sven llevan a Ana a Arendelle, donde esperan que el príncipe Hans la salve, aunque la verdadera intención de Hans es apoderarse del reino. Al final, Elsa decide regresar a Arendelle donde se da cuenta que fue la responsable de congelar su reino y el corazón de su hermana menor. El amor auténtico entre hermanas y la autoaceptación de Elsa, permitirán salvar a todos.
Valiente
Mérida es la primogénita del Rey Fergus y la Reina Elinor. De acuerdo con las tradiciones de su pueblo, ella deberá elegir a su futuro esposo de entre los tres clanes más poderosos del reino. Sin embargo, ella no está de acuerdo con el mandato, además de que no le agrada seguir normas de etiqueta propias de una princesa. Ella prefiere cabalgar con su caballo y practicar el tiro con arco. Convencida de que puede modificar su destino acude con una hechicera, la cual, con ayuda de una poción, transforma a la madre de Mérida en oso. Las aventuras que ambas vivirán les permitirán la compresión mutua, y al final Mérida sabrá que es capaz de construir su propio destino sin que nadie más le indique que hacer o con quien casarse.
Blanca Nieves y el cazador
Esta película reinterpreta el cuento tradicional de Blanca Nieves y los siete enanos. Cuando la reina muere, el rey (padre de Blanca Nieves) sufre un cuadro depresivo, y se casa con Ravenna con la esperanza de recuperarse. Su nueva madrastra desprecia y odia a Blancanieves por ser más hermosa que ella. En la noche de bodas, la reina malvada mata al rey y encierra a Blancanieves. Con ello, el reino cae en la oscuridad y la reina intenta conservar su belleza, sustrayéndola de las niñas del pueblo. Cuando ya no hay suficientes jóvenes, Blancanieves será la única que podría mantener la belleza de la reina; sin embargo, Blancanieves escapa oportunamente al bosque donde se encuentra con su aliado, el cazador. Es ahí donde ambos deberán unir fuerzas para destronar a Ravenna y regresar la paz al reino.
Análisis de las películas: ¿De princesa a heroína y mujer empoderada?
Características físicas
Se analizaron cuatro princesas de tres películas. Se notó que no existe mucha diferencia física entre ellas, considerando que tres de ellas fueron animadas por computadora, mientas que la cuarta es de carne y hueso.
De forma general, comparten similitudes en el tamaño de los ojos, los cuales son grandes y de color (verde o azul). Todas tienen el cabello largo, siendo Mérida la única pelirroja y con cabello rizado; no muestran peinados elaborados ni recogidos y en el caso Elsa al principio, mostró un cabello recogido, y posteriormente quedó trenzado, dándole un look fresco e incluso sensual.
Todas tienen nariz y manos pequeñas, así como labios delgados, cuellos largos y son esbeltas. Con estas características se mantienen los patrones de belleza establecidos, tales como piel blanca, cabellera rubia, ojos claros y nariz “respingada”, delgadez extrema; estos rasgos podría motivar la discriminación racial al considerarse características básicas de belleza en las niñas y los niños, induciéndolos a la búsqueda de cuerpos estilizados (Muñiz, 2014; González, 2012).
Es importante mencionar que no todas las princesas, por lo menos en el mundo Disney, cubren el requisito de la piel blanca. Algunos ejemplos son “Tiana”, “Pocahontas” y “Jazmín”, aunque sí de un cuerpo estilizado y simétrico. Por otra parte, no se identificaron mayores cambios físicos entre las princesas tradicionales y los nuevos modelos de ser princesas.
Personalidad
Elsa, es una joven que reprime sus emociones, específicamente el enojo, para poder controlar sus poderes. Es propia, refinada, elocuente y mesurada. Mientras que Ana es entusiasta, juguetona, infantil, soñadora, aventurera, traviesa, interesada por convivir con otras personas y al mismo tiempo confiada de otros.
Mérida, es una adolescente impulsiva, audaz, atlética, “rebelde”, jovial, inteligente, decidida, amable y sensible.
Por su parte, Blanca Nieves es ágil, inteligente, amable, compasiva, atlética, con “espíritu indomable” y llena de “inocencia y pureza”, retomando la descripción que se hace de ella dentro del filme.
Con anterioridad, las personalidades de las princesas eran sumisas, débiles, ingenuas, sin actitudes de empoderamiento y de pasividad con respecto a sus emociones; difícilmente expresarían enojo, ira, envidia, rencor o desacuerdo, etc., ya que éstas son propias de las villanas, proponiendo que las emociones negativas son más para una “mujer malvada” y por lo tanto, su final no será de felicidad. Las princesas analizadas tienen más actitudes de rebeldía, y por lo tanto tienden a la adquisición de poder personal y la valía individual. Llegándose a considerar como la ruptura del “principio patriarcal del androcentrismo ese patrón institucionalizado que privilegia los rasgos asociados a la masculinidad, mientras devalúa lo codificado como femenino” (Palop y García, 2016, p. 25). Aunque aún se rigen bajo personalidades de bondad, inocencia, nobleza y pureza.
Actitud ante su destino
Elsa: Parece estar condenada a limitar sus emociones para poder controlar sus poderes por órdenes de su padre, aislándose en una vida fuera de la sociedad, más allá de buscar la compresión y aceptación de sus habilidades. Aquí aún se nota el mensaje de represión de la mujer por parte de una figura de “autoridad”, además de aislar aquello que no es comprensible para los demás; sin embargo, al ser descubierta y huir a la montaña, Elsa experimenta una sensación de “libertad” y de “aceptación” hacia sus habilidades, aunque eso conlleve vivir lejos de su casa, en una suerte de independencia. El mensaje no es claro ¿Será que es una invitación para que las niñas abandonen su hogar para poder experimentar libertad y aceptación en caso de no encontrarla en su contexto o su hogar, más allá de hacer frente a la situación? ¿O se habla metafóricamente de la necesidad de estar en contacto con una misma y experimentar la aceptación sin escuchar los comentarios de los demás? Lo cierto es que, con el este filme, se muestra y reproduce claramente la idea de que la mujer nació para obedecer, no para ser ella misma, sino para reprimir sus potencialidades y deseos, para agradar y satisfacer los deseos de los demás, en principio de los padres y de la sociedad, siguiendo sus normas para poder ser parte de ella; de lo contrario será castigada, rechazada o ignorada.
Más adelante, Elsa decide regresar con los suyos para enmendar el daño que le hizo a Ana tras congelar su corazón (por un hechizo lanzado por ella) y salvar a Arendell de un frío invierno en pleno verano del cual ella fue responsable. Con ello, se le hace sentir responsable de la influencia que ejerce en su hermana y ella misma trata de controlarla para que se ajuste a lo que los padres y la sociedad esperan de ellas como mujeres.
Ana: En un principio ella persigue la idea del “amor romántico”. Luego de conocer al príncipe Hans decide anunciar su compromiso matrimonial, el mismo día de la coronación de Elsa. Posteriormente Ana, decide ir en busca de su hermana cuando ésta huye a las montañas, y atravesar un bosque desconocido para poder llegar a ella. La convivencia con Kristoff y la búsqueda de Elsa, la llevan a vivir experiencias jamás pensadas por ella. Al final, descubre las verdaderas intenciones de Hans: desposarla, para después asesinarla y apoderarse de su reino. Después de ser salvada por su hermana mayor, decide romper todo compromiso con Hans. El mensaje sugiere alejarse de quien desea hacerte daño, aunque sea tu prometido o pareja.
Mérida: Ella se ve acorralada ante la situación de elegir esposo, ya que, siendo la primogénita del Rey, debe elegir al compañero adecuado y digno de una princesa. Sin embargo, le desagrada fuertemente esta situación, así como tener que seguir etiquetas de comportamiento propias de una dama. Ella apela a la importancia de construir el propio destino, que este no se reduzca a establecer una relación matrimonial, así que decide “defender su mano”. Por otra parte, Mérida tiene gusto por actividades que son poco convencionales para una “princesa”, no se remite solamente a estar como ama de casa y durante la película no se observa que haga ninguna actividad como “limpiar” o estar al cuidado de otras personas. No tiene que hacer sacrificios por otros, por ejemplo, como en el caso de Bella (La Bella y La Bestia), que decide quedarse en un lugar con un desconocido para salvar a su padre Maurice, o como Ariel (La sirenita) que sacrifica su voz para poder estar con su amado príncipe. Sin embargo, el mensaje que subyace en los filmes es la idea de que la mujer debe sacrificar sus deseos, sueños, o sus expectativas, dejar de ser ella misma como precio de tener una pareja.
Blanca Nieves: Al quedar huérfana de madre y después de padre, es encerrada en una torre. Con el paso del tiempo logra escapar y se enfrenta a una serie de situaciones, que van desde atravesar un bosque embrujado, enfrentarse a un ogro y liderar las tropas para liberar su reino de Ravenna. En el filme, se sigue reproduciendo la idea de la belleza femenina, especialmente en la reina, la cual ha de llegar a cualquier acción que le permita seguir siendo bella, pues es el principal valor aceptado: no se habla de inteligencia, capacidad, habilidades, aptitudes o destrezas, sino de ser bella como el requisito necesario para lograr algo o mantener un estatus. Respecto a la actitud de Ravenna hacia Blanca Nieves y su odio por el hecho de ser más hermosa, este tipo de concepción ya deberían ser abandonadas, debido a que: 1) se está promoviendo y exaltando la belleza como sinónimo de valía y reconocimiento; y 2) se continua bajo la idea de odio y discordia entre las mujeres. De acuerdo con Lagarde (2009) se debe revisar la misoginia entre las mujeres y buscar el respeto, pues no han sido educadas para hacerlo. Con ello se busca el empoderamiento y la construcción de la igualdad.
Las nuevas propuestas en los filmes pueden proyectar el empoderamiento de las princesas dentro del desarrollo de las historias; es decir, comienzan a tomar una actitud de responsabilidad sobre sus acciones y su futuro, decidiendo la manera en que desean continuar con su vida, rompiendo así con los esquemas previos. Estas nuevas propuestas pueden ser resultado de las fuertes críticas que se le han hecho a la compañía Disney, así como de una constante temática de la damisela en peligro acentuando los estereotipos de género existentes y con el mensaje continuo de que una mujer sólo podría ser feliz encontrando el amor de su príncipe (Craven, 2002).
Del mismo modo no se encontró en ningunas de las producciones el mensaje del matrimonio como final feliz, el cual se asume como un “final natural” y el resultado de acciones buenas (Marrero, 2008). Además, es importante señalar que el personaje de Blanca Nieves (live action) rompe completamente con el esquema tradicional de Disney, a quien se le llegó a considerar como la princesa más sumisa y sobreprotegida de todas, así como de representar el papel de una tradicional ama de casa (Catillo, 2010).
Y el príncipe, ¿dónde quedó?
Características físicas
Hans: Cabello castaño rojizo, patillas y ojos verdes, piel clara y ligeras pecas en las mejillas. Su complexión es delgada sin dar apariencia de ser fornido.
Los pretendientes de Mérida: Son los jóvenes Dingwall, MacGuffin y Macintosh. Los primeros dos tienen el cabello rubio, el color de sus ojos es azul y su piel es blanca; Macintosh es el único que tiene cabello oscuro, es moreno claro y es el único de complexión atlética. MacGuffin, es robusto y Dingwall es el más bajo y tiene orejas y nariz grandes. Es fácil notar que sus apariencias físicas son diferentes entre ellos y sobre todo no siguen el modelo convencional de un príncipe.
El cazador: Es atlético y de complexión mesomórfica, alto, de piel blanca, ojos de color azul y descuidado en su arreglo personal.
Con respecto a las características físicas de los personajes masculinos, de forma general se notó una evolución en sus características físicas. Comparados con algunos príncipes como Florian (Blanca Nieves), “Encantador” (Cenicienta), “Adam” (La bella y la Bestia), sus rasgos no son tan finos, incluso Kristoff tiene nariz y pómulos grandes, mientras que los pretendientes de Mérida se alejan mucho de tener ese tipo de rasgos. Por otra parte, Eric tiene barba, lo que no se había notado en ningún personaje principal masculino.
Personalidad
Hans: Al contrario de lo que se suele esperar en películas infantiles, el príncipe en esta ocasión es el antagonista. Es manipulador, egoísta, carismático, encantador y sin escrúpulos. ¿Qué modelo de hombre se está proyectando hacia los niños con estos personajes?
Digwall, Macingtosh y MacGuffin: su papel es secundario en el desarrollo de la película, aunque son el motivo por el cual Mérida decide rebelarse. Sus personalidades de forma general son un “poco torpes”, tímidos y violentos.
El cazador: Es amable, sensible, valeroso, alcohólico, intrépido, aguerrido y descuidado en su arreglo personal. ¿Es este el modelo de varón que han de imitar las nuevas generaciones?
En definitiva, estos nuevos modelos no coinciden con los anteriores, los cuales suelen ser más pulcros, educados, caballerosos y hasta este momento no se había planteado la idea de un príncipe antagonista y con actitudes egoístas, o por lo menos no explícitamente. Parece ser que se desea reflejar la idea de un protagonista masculino menos “perfecto” y más humano, aunque también descuidado, torpe y alcohólico. La pregunta es, ¿por qué ha de ser así? Además, parece ser que ninguno posee riquezas y ningún título de la nobleza como es el caso de Hans y el Cazador.
Valores que se trasmiten en las princesas y príncipes con respecto al género
De acuerdo con Sánchez (2009) las películas buscan vender al público una imagen de valores que preparen a los espectadores para lograr tener una vida exitosa. Del mismo modo, Jiménez (2006) sugiere que los valores que reciben los infantes a través de los largometrajes no es el mismo para niños que para niñas.
Asimismo, González, Villasuso y Rivera (2012) sugieren que los valores que más se promueven en las princesas son la bondad e inocencia, convirtiéndose así en el vehículo ideológico para el público femenino, y como antivalores se ubicó el estético.
Finalmente, con las propuestas más actuales se espera promover la visión de princesas empoderadas, abandonando la idea del androcentrismo, donde el hombre es el responsable de los méritos y la mujer es silenciada, y con ello evitar continuar con actitudes sexistas (Lledó, 2004).
Conclusiones
En la sociedad de la información en la que vivimos, es difícil imaginar no tener acceso a las grandes producciones del cine infantil, los cuales tienen una enorme influencia en los patrones de conducta y actitudes a través de representaciones sociales (Pérez, 1994). Es por ello que la industria cinematográfica tiene un papel tan importante en la construcción de la sociedad, específicamente en los roles que desempeñan hombres y mujeres en las historias que proyectan, y que en muchas ocasiones son asumidos como “normales” por los espectadores (Ramírez, Piedra de la Cuadra, Ries y Rodríguez, 2011). Además, contribuyen a la reproducción y trasmisión del discurso patriarcal que asigna determinados estereotipos y roles a las niñas y niños. (Guarinos, 2007).
Ahora bien algunos movimientos feministas y organizaciones contribuyeron con denuncias del uso de estereotipos limitadores de la mujer en el cine (Fangul, 2008), por lo tanto es importante que el resto de la sociedad coadyuven en la consecución y promoción en la equidad de género, apoyándose de instituciones y organizaciones para buscar una sociedad más justa donde las niñas y niños tengan las mismas oportunidades de desarrollo (López, 2005). Del mismo modo, es importante reconocer el papel que tienen los padres para minimizar los efectos de los estereotipos y tampoco se puede dejar de lado a los creadores de estas historias ya que tienen una responsabilidad al construir sus personajes no estereotipados.
También se debe reconocer el esfuerzo de las casas productoras por romper con los roles tradicionales de género, así como de promover el empoderamiento de las protagonistas y minimizar el androcentrismo; sin embargo, aún falta reestructurar el aspecto físico de los personajes principales, ya que todavía se le da una valoración elevada al mismo, es decir, se siguen observando cuerpos delgados, esbeltos y bellos, mientras que aquellos que presentan características como obesidad y rasgos faciales poco delineados están constantemente en papeles secundarios y con personalidades torpes, cómicas y exageradamente cándidas.
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Notas
1. Profesora Titular B TC Definitivo, División de investigación y Posgrado. Facultad de Estudios Superiores Iztacala-UNAM. Correo electrónico: mr.rs@unam.mx
2. Profesora de Asignatura “A” Interino de la Carrera de Psicología. Facultad de Estudios Superiores Iztacala-UNAM. Correo electrónico: drima32@gmail.com