Autoestima, teorías y su relación con el éxito personal Descargar este archivo (2. Autoestima, teorías y su relación con el éxito personal.pdf)

Hilary Pérez Villalobos

Universidad ALVART, Puebla

“La auto­es­ti­ma es el fac­tor que deci­de el éxi­to o el fra­ca­so de cada niño como ser humano.”

D. C. Briggs

Resu­men

Este ensa­yo expli­ca a deta­lle cada uno de los con­cep­tos liga­dos al tema de la auto­es­ti­ma. Median­te revi­sio­nes biblio­grá­fi­cas mues­tra sus bases teó­ri­cas las cua­les afir­man que el auto­es­ti­ma es cues­tión del ser inte­rior, ade­más es inna­ta y fun­da­men­tal, asi­mis­mo, expo­ne las acti­tu­des y con­se­cuen­cias de la baja auto­es­ti­ma para de este modo poder com­pren­der la impor­tan­cia de la mis­ma, ya que para obte­ner una exten­sa can­ti­dad de logros en la vida es esen­cial desa­rro­llar­la.

Pala­bras cla­ve: Auto­es­ti­ma, Baja auto­es­ti­ma, Desa­rro­llo per­so­nal.

Abs­tract

This essay explains in detail each of the con­cepts rela­ted to the sub­ject of self-esteem. Through biblio­graphic reviews shows its theo­re­ti­cal bases which affirm that self-esteem is a mat­ter of the inner being, It is inna­te and fun­da­men­tal, also expo­ses the atti­tu­des and con­se­quen­ces of low self-esteem in order to unders­tand the impor­tan­ce of the same, so to obtain an exten­si­ve amount of achie­ve­ments in life it is essen­tial to deve­lop it.

Key­words: Self-esteem, Low self-esteem, Per­so­nal deve­lop­ment.

Conceptos básicos

1. ¿Qué es autoestima?

La auto­es­ti­ma corres­pon­de a la valo­ra­ción posi­ti­va o nega­ti­va que uno hace de sí mis­mo.

Es la pre­dis­po­si­ción a saber­se apto para la vida y para satis­fa­cer las pro­pias nece­si­da­des, el sen­tir­se com­pe­ten­te para afron­tar los desa­fíos que van apa­re­cien­do y mere­ce­dor de feli­ci­dad.

La auto­es­ti­ma se defi­ne por dos aspec­tos fun­da­men­ta­les:

  • Sen­ti­do de efi­ca­cia per­so­nal “auto­efi­ca­cia”: es la con­fian­za en el fun­cio­na­mien­to de la men­te en la capa­ci­dad de pen­sar en los pro­ce­sos por los cua­les se juz­ga, se eli­ge y se deci­de. Con­fian­za en la capa­ci­dad de com­pren­der los hechos de la reali­dad que entran en el cam­po de los intere­ses y nece­si­da­des, y en ser capaz de cono­cer­se a sí mis­mo (Ordu­ña, 2003).

En resu­men, es la pre­dis­po­si­ción a expe­ri­men­tar­se com­pe­ten­te para afron­tar los retos de la vida; en con­se­cuen­cia, con­fian­za en la pro­pia men­te y en sus pro­ce­sos.

  • Sen­ti­do de méri­to per­so­nal o auto dig­ni­dad: es la segu­ri­dad del valor pro­pio, una acti­tud afir­ma­ti­va hacia el dere­cho de vivir y de ser feliz. Como­di­dad al expre­sar apro­pia­da­men­te los pen­sa­mien­tos, deseos y nece­si­da­des; sen­tir que la ale­gría es el dere­cho natu­ral.

Por tan­to, es la ten­den­cia a sen­tir­se digno de éxi­to y feli­ci­dad; en con­se­cuen­cia, la per­cep­ción de uno mis­mo como una per­so­na para quien el éxi­to, el res­pe­to, la amis­tad y el amor son apro­pia­dos.

Auto­efi­ca­cia y auto dig­ni­dad son las carac­te­rís­ti­cas fun­da­men­ta­les de la auto­es­ti­ma, la fal­ta de cual­quie­ra de ellas la dete­rio­ra.

2. ¿Qué es autoconcepto?

El auto­con­cep­to es el con­jun­to de ele­men­tos que una per­so­na uti­li­za para des­cri­bir­se a sí mis­ma.

Este se for­ma por la ima­gen que tene­mos de noso­tros mis­mos y la infor­ma­ción que reci­bi­mos de los demás en rela­ción con nues­tra per­so­na, es un con­jun­to de repre­sen­ta­cio­nes y de jui­cios refe­ri­dos a uno mis­mo en dis­tin­tos aspec­tos: cor­po­ral, psí­qui­co, com­por­ta­men­tal y social (Rojas, 2017). El auto­con­cep­to con­lle­va al auto­co­no­ci­mien­to; éste pre­su­po­ne cono­cer las pro­pias capa­ci­da­des y limi­ta­cio­nes per­so­na­les, pode­mos lle­gar a cono­cer­nos casi por com­ple­to, aun­que siem­pre van a sur­gir nue­vas face­tas des­co­no­ci­das.

“Si te amas a ti mis­mo, amas a todos los demás como a ti mis­mo.” (Eckhart)

3. ¿Qué es autoimagen?

Auto­ima­gen pue­de ser con­se­cuen­cia y tam­bién la cau­sa de muchos tras­tor­nos psi­co­ló­gi­cos.

La auto­ima­gen va más allá de la apa­rien­cia físi­ca, ya que inclu­ye tan­to lo que sien­tes y pien­sas sobre ti mis­mo como las acti­tu­des y las cosas que haces. Ésta se for­ma a lo lar­go de la vida y depen­den en gran par­te de las rela­cio­nes que hayas teni­do des­de peque­ño con las per­so­nas impor­tan­tes que han esta­do en tu vida for­man­do así tus impre­sio­nes y acti­tu­des hacia ti y hacer lo que está a tu alre­de­dor.

a) Importancia de la autoestima

La auto­es­ti­ma es una nece­si­dad vital para el ser humano, es bási­ca y efec­túa una con­tri­bu­ción esen­cial al pro­ce­so de la vida, desem­pe­ñan­do un papel cla­ve en las elec­cio­nes y deci­sio­nes que le dan for­ma. La auto­es­ti­ma es indis­pen­sa­ble para el desa­rro­llo nor­mal y sano, tie­ne valor de super­vi­ven­cia, repre­sen­ta un logro indi­vi­dual, pro­duc­to de una labor per­se­ve­ran­te de cono­ci­mien­to interno.

Se ha lle­ga­do a un momen­to en el que la auto­es­ti­ma ya no es sólo una nece­si­dad psi­co­ló­gi­ca suma­men­te impor­tan­te, sino que se ha con­ver­ti­do tam­bién en una nece­si­dad eco­nó­mi­ca de la mis­ma impor­tan­cia, atri­bu­to para adap­tar­se a un mun­do cada vez más com­ple­jo, com­pe­ti­ti­vo y lleno de desa­fíos. Un ser humano no pue­de espe­rar rea­li­zar­se en todo su poten­cial sin una sana auto­es­ti­ma.

b) Bases teóricas

William James

El pri­mer inten­to de defi­nir la auto­es­ti­ma se encuen­tra en Prin­ci­pios de la Psi­co­lo­gía (1980), del padre de la psi­co­lo­gía nor­te­ame­ri­ca­na, William James. La auto­es­ti­ma cobró fuer­za en la déca­da de los ochen­ta no solo con la publi­ca­ción de este libro, sino que comen­za­ron a apa­re­cer estu­dios cien­tí­fi­cos: nume­ro­sas inves­ti­ga­cio­nes psi­co­pe­da­gó­gi­cas sobre la auto­es­ti­ma des­ta­can su deci­si­va impor­tan­cia para el pleno desa­rro­llo del poten­cial diná­mi­co de la per­so­na; tener auto­es­ti­ma posi­ti­va es el requi­si­to fun­da­men­tal para una vida ple­na.

Cada per­so­na posee natu­ra­le­za inter­na de base esen­cial­men­te bio­ló­gi­ca que es has­ta cier­to pun­to natu­ral, intrín­se­ca, inna­ta e inmu­ta­ble. Es reco­men­da­ble sacar a la luz esta natu­ra­le­za inter­na.

Abraham Maslow

Para Mas­low, impul­sor de la psi­co­lo­gía huma­nis­ta, la auto­es­ti­ma es una teo­ría sobre la auto­rrea­li­za­ción. Afir­man­do que cada uno de noso­tros posee una natu­ra­le­za inter­na, Mas­low men­cio­na las nece­si­da­des huma­nas (vida, inmu­ni­dad, segu­ri­dad, per­te­nen­cia, afec­to, res­pe­to, auto­es­ti­ma y auto­rrea­li­za­ción).

Figura 1. Pirámide de Maslow.

“En reali­dad, las per­so­nas auto rea­li­za­das, las que han lle­ga­do a un alto nivel de madu­rez, salud y auto­sa­tis­fac­ción, tie­nen tan­to que ense­ñar­nos que, a veces, casi pare­cen per­te­ne­cer a una espe­cie dife­ren­te de seres huma­nos.” (Mas­low, 1968)

Carl Rogers

Carl Rogers, fun­da­dor de la psi­co­lo­gía huma­nis­ta, expu­so que la raíz de los pro­ble­mas de muchas per­so­nas es que se des­pre­cian y se con­si­de­ran seres sin valor e indig­nos de ser ama­dos. Rogers entien­de que cada quien posee un yo posi­ti­vo, úni­co y bueno; pero, ese ver­da­de­ro yo con fre­cuen­cia per­ma­ne­ce ocul­to y enmas­ca­ra­do, sin poder desa­rro­llar­se.

El obje­ti­vo más desea­ble para el indi­vi­duo, la meta que per­si­gue incons­cien­te­men­te, es lle­gar a ser él mis­mo.

Cada per­so­na posee una natu­ra­le­za inter­na de base esen­cial­men­te bio­ló­gi­ca que es has­ta cier­to pun­to natu­ral, intrín­se­ca, inna­ta y en cier­to sen­ti­do inmu­ta­ble y es mucho más con­ve­nien­te sacar­la a la luz y cul­ti­var­la que inhi­bir­la y sofo­car­la. Si se le per­mi­te que actúe como prin­ci­pio rec­tor de la vida, el desa­rro­llo será salu­da­ble.

“Cada per­so­na es una isla en sí mis­ma, en un sen­ti­do muy real, y sólo pue­de cons­truir puen­tes hacia otras islas si efec­ti­va­men­te desea ser él mis­mo y está dis­pues­to a per­mi­tír­se­lo.” (Rogers, 1992)

Morris Rosenberg

El Dr. Morris Rosen­berg, pro­fe­sor de socio­lo­gía en la Uni­ver­si­dad de Mary­land, des­de 1975 entien­de a la auto­es­ti­ma como un fenó­meno acti­tu­di­nal crea­do por fuer­zas socia­les y cul­tu­ra­les.

Rosen­berg la defi­ne como “la tota­li­dad de los pen­sa­mien­tos y sen­ti­mien­tos de la per­so­na con refe­ren­cia a sí mis­ma como obje­to”. Ade­más de la auto­es­ti­ma, la auto­efi­ca­cia y la auto-iden­ti­dad son una par­te impor­tan­te del con­cep­to de sí mis­mo. Para esto, Rosen­berg ela­bo­ra una esca­la que cons­ta de 10 pre­gun­tas:

Tabla 1. (Rosenberg, 1965; Antieza, Balaguer, & Moreno, 2000)

Nathaniel Branden

Natha­niel Bran­den, psi­co­te­ra­peu­ta cana­dien­se, dice: “La auto­es­ti­ma, ple­na­men­te con­su­ma­da, es la expe­rien­cia fun­da­men­tal de que pode­mos lle­var una vida sig­ni­fi­ca­ti­va y cum­plir sus exi­gen­cias” (Bran­den, 1995).

Pode­mos decir que la auto­es­ti­ma es la con­fian­za en nues­tra capa­ci­dad de pen­sar y enfren­tar­nos a los desa­fíos bási­cos de la vida, así como la con­fian­za en nues­tro dere­cho a triun­far y a ser feli­ces; el sen­ti­mien­to de ser res­pe­ta­bles, de ser dig­nos y de tener dere­cho a afir­mar nues­tras nece­si­da­des y caren­cias, alcan­zar nues­tros prin­ci­pios mora­les y gozar del fru­to de nues­tros esfuer­zos. “La auto­es­ti­ma con­sis­te en valo­rar y reco­no­cer lo que uno/a es y lo que pue­de lle­gar a ser”. (Rojas, 2001)

c) Baja autoestima

¿Qué es la baja autoestima?

Se defi­ne como la difi­cul­tad que tie­ne la per­so­na para sen­tir­se valio­sa en lo pro­fun­do de sí mis­ma, y por tan­to dig­na de ser ama­da por los demás.

Las per­so­nas con auto­es­ti­ma baja bus­can, a veces sin ser muy cons­cien­tes de ello, la apro­ba­ción y el reco­no­ci­mien­to de los demás y sue­len tener difi­cul­tad para ser ellas mis­mas y poder expre­sar con liber­tad aque­llo que pien­san, sien­ten y nece­si­tan en sus rela­cio­nes inter­per­so­na­les, así como para poder decir “no” al otro sin sen­tir­se mal por ello.

Las per­so­nas con baja Auto­es­ti­ma sue­len expe­ri­men­tar ansie­dad ante situa­cio­nes de inti­mi­dad y afec­ti­vas. Las cau­sas que expli­can una baja Auto­es­ti­ma son muy varia­bles y nume­ro­sas, para esto, la psi­co­te­ra­pia hace cons­truc­ción de hipó­te­sis sobre los moti­vos que des­en­ca­de­na­ron estos sen­ti­mien­tos.

Principales afectados

Los prin­ci­pa­les afec­ta­dos por una baja auto­es­ti­ma son sin duda algu­na los ado­les­cen­tes, esto como con­se­cuen­cia de diver­sos fac­to­res, tales como fal­ta de comu­ni­ca­ción, res­pe­to, apo­yo, amor y afec­to por par­te de sus padres y entorno en gene­ral.

La baja auto­es­ti­ma es un tras­torno serio que afec­ta a millo­nes de per­so­nas, tan­to hom­bres como muje­res, des­tru­yen­do sus rela­cio­nes, para­li­zán­do­las por el mie­do y crean­do vidas que nun­ca alcan­za­rán su poten­cial com­ple­to. Deján­do­las des­equi­li­bra­das, nece­si­ta­das, y frus­tra­das.

d) Consecuencias de una baja autoestima

La baja auto­es­ti­ma desa­rro­lla angus­tia, dolor, inde­ci­sión, des­áni­mo, ver­güen­za y un sin­fín más de males­ta­res.

Lle­va a una per­so­na a sen­tir­se des­va­lo­ra­da y, debi­do a ello, a estar siem­pre com­pa­rán­do­se con los demás, sub­ra­yan­do las vir­tu­des y las capa­ci­da­des de otros y vién­do­los como seres supe­rio­res a ella.

La per­so­na afec­ta­da se con­ven­ce de que es inca­paz de lograr cual­quier cosa que se pro­pon­ga.

Ade­más, esto tam­bién per­ju­di­ca la salud de la per­so­na:

  • Insom­nio: la frus­tra­ción y la insa­tis­fac­ción vital por sen­tir­nos per­so­nas poco com­pe­ten­tes y de esca­sa valía es una fuen­te de pro­ble­mas para dor­mir.

  • Hiper­ten­sión: entre las cau­sas de la hiper­ten­sión se encuen­tran la obe­si­dad, el seden­ta­ris­mo y el estrés emo­cio­nal. Los pro­ble­mas de auto­es­ti­ma se suman a esta lis­ta de cau­sas de la hiper­ten­sión, espe­cial­men­te, por el pesi­mis­mo vital que pro­du­ce la auto­es­ti­ma baja, redu­cien­do las acti­vi­da­des al míni­mo.

  • Depre­sión: la depre­sión es una de las enfer­me­da­des más duras, que demues­tra que lo que ocu­rre en el ámbi­to emo­cio­nal se tras­la­da inme­dia­ta­men­te al plano físi­co. Tener una auto­es­ti­ma baja, pen­sar que no somos capa­ces de hacer nada, inclu­so que no nos mere­ce­mos ser feli­ces, es un bille­te segu­ro con des­tino a la depre­sión.

  • Tras­tor­nos ali­men­ta­rios: los pro­ble­mas de auto­es­ti­ma muchas veces se refie­ren al aspec­to esté­ti­co. Es fre­cuen­te ver­se fea o ver­se gor­da cuan­do no se goza de una bue­na esta­bi­li­dad emo­cio­nal. El paso siguien­te es obse­sio­nar­se e inten­tar cam­biar­lo has­ta que nos encon­tra­mos con algún tras­torno ali­men­ta­rio. Esto ocu­rre prin­ci­pal­men­te a las per­so­nas que sufren bull­ying al res­pec­to de su físi­co.

    Y final­men­te…

  • Sui­ci­dio: el ries­go de sui­ci­do entre las per­so­nas con baja auto­es­ti­ma es alto. Una per­so­na que no es cons­cien­te de lo que vale, que no se sien­te que­ri­da, que se ha ence­rra­do en el pesi­mis­mo, pue­de que­rer aca­bar con esta vida tan nega­ti­va y frus­tran­te.

e) Sentimientos de una persona con baja autoestima.

Celos

El amor y los celos están ínti­ma­men­te rela­cio­na­dos, ya que quien ama per­ma­ne­ce habi­tual­men­te en esta­do de aler­ta hacia la otra per­so­na. Los celos en peque­ñas dosis son salu­da­bles; pero cuan­do son exce­si­vos pue­den resul­tar enfer­mi­zos y lle­gar a cau­sar irre­me­dia­ble dolor. Como en muchos de los pro­ble­mas psi­co­ló­gi­cos, los celos son el ini­cio y el des­en­la­ce de una situa­ción per­so­nal o fami­liar.

Es nor­mal que en toda rela­ción se pro­duz­can los celos por temor a per­der al ser que­ri­do; pero hay que ser capa­ces de con­tro­lar­los para lograr ser feli­ces, pues la per­so­na celo­sa difí­cil­men­te lle­ga a ser­lo, ya que sus deseos de con­tro­lar a su pare­ja y la sos­pe­cha ante todos sus actos le impo­si­bi­li­tan con­se­guir esa feli­ci­dad.

“Quie­ro amar­te sin asfi­xiar­te, apre­ciar­te sin juz­gar­te, unir­me a ti sin escla­vi­zar­te, invi­tar­te sin exi­gir­te, dejar­te sin sen­tir­me cul­pa­ble, cri­ti­car­te sin herir­te y ayu­dar­te sin menos­pre­ciar­te. Si pue­do obte­ner lo mis­mo de ti, enton­ces podre­mos real­men­te encon­trar­nos y enri­que­cer­nos mutua­men­te” (Vir­gi­nia Satir)

Envidia

La envi­dia es la emo­ción que ocu­rre cuan­do una per­so­na care­ce de algu­nas cua­li­da­des con res­pec­to a otra, logros o pose­sio­nes. En la envi­dia exis­te una com­pa­ra­ción social que ame­na­za la auto­es­ti­ma de otra la per­so­na: alguien tie­ne algo que la per­so­na envi­dio­sa no posee. Por lo tan­to, la envi­dia se refie­re a sen­tir­se ame­na­za­do por alguien que cree­mos tie­ne algo impor­tan­te para noso­tros.

Las per­so­nas con baja auto­es­ti­ma siem­pre se están com­pa­ran­do con los demás. Ellos creen que no tie­nen bue­nas cua­li­da­des, por lo tan­to, se sien­ten infe­rio­res a los otros. Tam­bién sien­ten que los demás son más impor­tan­tes que ellos.

Sen­ti­mos envi­dia por­que no nos acep­ta­mos a noso­tros mis­mos, no nos ama­mos lo sufi­cien­te. La envi­dia y los celos son emo­cio­nes tóxi­cas, sin embar­go, pode­mos uti­li­zar estas emo­cio­nes y trans­for­mar­las en salu­da­bles, para esto, nece­si­ta­mos amar­nos y res­pe­tar­nos como somos y estar agra­de­ci­dos con quien somos.

Perfeccionismo

El per­fec­cio­nis­mo pue­de ser el resul­ta­do de una baja auto­es­ti­ma. Es un inten­to de demos­trar­nos y demos­trar­les a los demás que sí somos capa­ces y dig­nos de ser valo­ra­dos y apre­cia­dos; pero al mis­mo tiem­po es uno de los prin­ci­pa­les obs­tácu­los para aumen­tar nues­tra auto­es­ti­ma.

El per­fec­cio­nis­mo está rela­cio­na­do con:

  • La nece­si­dad de tener la apro­ba­ción de los demás y de noso­tros mis­mos.

  • El temor al recha­zo.

  • Una acti­tud auto­crí­ti­ca, muy nega­ti­va.

  • Un pen­sa­mien­to extre­mis­ta, en don­de sólo exis­te todo o nada, bueno o malo y no vemos pun­tos inter­me­dios.

  • La per­cep­ción equi­vo­ca­da de noso­tros mis­mos y de la reali­dad, al creer que es posi­ble que todo lo que una per­so­na hace, sal­ga siem­pre bien.

“En la per­so­na hay más cosas dig­nas de admi­ra­ción que de des­pre­cio.” (Albert Camus)

Impulsividad

La impul­si­vi­dad o con­duc­ta impul­si­va es un meca­nis­mo de defen­sa que evi­ta que la per­so­na se pare a refle­xio­nar sobre los aspec­tos y moti­va­cio­nes de su com­por­ta­mien­to y, por lo tan­to, sobre las emo­cio­nes que este le gene­ra.

Un ejem­plo de com­por­ta­mien­to impul­si­vo pue­de ser el acto de aban­do­nar una rela­ción por temor al aban­dono, las com­pras com­pul­si­vas, o las adic­cio­nes. El indi­vi­duo impul­si­vo no se para a sen­tir ni a pen­sar, solo se mues­tra reac­ti­vo para evi­tar reco­no­cer­se ante sí mis­mo qué está pasan­do de ver­dad.

f) ¿Cómo mejorar tu autoestima en 5 pasos?

  1. Eli­mi­na las crí­ti­cas nega­ti­vas hacia ti mis­mo. La prin­ci­pal res­pon­sa­ble de una auto­es­ti­ma baja es la voz inte­rior con la que nos deci­mos cosas como:

  2. Nun­ca lo harás bien, ella/él es mejor que tú, no pue­do gus­tar­le a esa per­so­na…

  3. Haz depor­te y cuí­da­te físi­ca­men­te, esto hará que libe­res endor­fi­nas. La apa­rien­cia físi­ca influ­ye en nues­tra auto­es­ti­ma, con una bue­na for­ma te verás mejor y tu auto­es­ti­ma subirá.

  4. Socia­li­za con gen­te posi­ti­va, estas per­so­nas sir­ven como apo­yo emo­cio­nal, te ayu­dan, te divier­ten y apren­des de ellos.

  5. Haz una lis­ta de tus logros, con esta lis­ta recor­da­rás que tie­nes la capa­ci­dad de lograr lo que te pro­po­nes.

  6. Ya no seas per­fec­cio­nis­ta, sólo esfuér­za­te.

  7. Cui­da tu len­gua­je cor­po­ral, son­reír y mejo­rar tu pos­tu­ra te hará sen­tir más feliz y con la auto­es­ti­ma más alta.

  8. No te com­pa­res, tú eres una per­so­na úni­ca, sólo con­cén­tra­te en ti y en tu vida

  9. Acép­ta­te y per­dó­na­te, pien­sa en las cosas bue­nas que te ha traí­do el día.

Referencias

Almudena Alonso Orduña. (2003). Factor Individual: Autoestima. (Salamanca, Ed.) Recuperado el 14 de Mayo de 2017, de http://www.enfermeriasalamanca.com/TRABAJOS_SALUD_LABORAL/SEGURIDAD/AUTOESTIMA.PDF

 

Bonet, J. V. (1997). Sé amigo de ti mismo. SAL TERRAE.

Brad J. Bushman, R. F. (1998). Threatened Egotism, Narcissism, Self-Esteem, and Direct and Displaced Aggression: Does Self-Love or Self-Hate Lead to Violence? .

Briggs, D. (s.f.). Sé amigo de ti mismo. Obtenido de http://www.cpalsj.org/wp-content/uploads/2014/08/11CPM1T2-Bonet-1997-Se-amigo-de-ti-mismo.pdf

Camus, A. (s.f.). Obtenido de http://www.cpalsj.org/wp-content/uploads/2014/08/11CPM1T2-Bonet-1997-Se-amigo-de-ti-mismo.pdf

Descalzo., M. (s.f.). Sé amigo de tí mismo. Obtenido de http://www.cpalsj.org/wp-content/uploads/2014/08/11CPM1T2-Bonet-1997-Se-amigo-de-ti-mismo.pdf

Donaire, P. A. (s.f.). Obtenido de https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/3765/1/PowerPoint%20-%20TEMA4.pdf

Eckhart, M. (s.f.). Sé amigo de tí mismo. Obtenido de http://www.cpalsj.org/wp-content/uploads/2014/08/11CPM1T2-Bonet-1997-Se-amigo-de-ti-mismo.pdf

Emagister. (s.f.). Curso-Taller Autoestima: Mi reencuentro. Campeche, Cam.,.

Maslow., A. (1968). Hacia una Psicología del Ser.

Nathaniel, B. (1995). Los seis pilares de la autoestima. En B. Nathaniel, Los seis pilares de la autoestima (págs. 21-22). Barcelona: Paidos.

Rojas, E. (2001). ¿Quién eres? En E. Rojas, ¿Quién eres? (págs. 320-324). Madrid: Ediciones Temas de Hoy S.A.

Rogers, C. R. (1992). El proceso de convertirse en persona. PAIDOS IBERICA.

Satir, V. (s.f.). Obtenido de http://www.cpalsj.org/wp-content/uploads/2014/08/11CPM1T2-Bonet-1997-Se-amigo-de-ti-mismo.pdf

Notas

1. Hilary.Villalobos1998@gmail.com