Competencias suplementarias: un nuevo enfoque sobre competencias Descargar este archivo (Competencias suplementarias: un nuevo enfoque sobre competencias.pdf)

Luis Alberto Morocho Vásquez

Conferencista Internacional y Nacional. Catedrático Universitario

Resumen

La reali­dad actual: social, eco­nó­mi­ca, polí­ti­ca y psi­co­ló­gi­ca exi­ge a la cien­cia res­pon­der a los cam­bios para­dig­má­ti­cos que acon­te­cen a dia­rio y que se carac­te­ri­zan por su tras­cen­den­cia en la per­so­na, fami­lia y socie­dad. Al res­pec­to en con­di­cio­nes o situa­cio­nes esta­bles la per­so­na evi­den­cia sus com­pe­ten­cias pri­ma­rias, aque­llas que le pro­du­cen bien­es­tar al mani­fes­tar­las en su acti­vi­dad labo­ral u ocu­pa­cio­nal, pero que ante situa­cio­nes de cam­bios tras­cen­den­ta­les (des­pi­dos, cam­bios físi­cos, desas­tres natu­ra­les, etc.) don­de las com­pe­ten­cia pri­ma­rias ya no res­pon­den al nue­vo esce­na­rio social / labo­ral, la per­so­na tie­ne que recu­rrir a lo que deno­mi­na­mos: com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias, que se hacen evi­den­tes y flu­yen para reco­brar la esta­bi­li­dad, psi­co­ló­gi­ca, social, labo­ral y espi­ri­tual. Des­de esta pers­pec­ti­va se sus­ten­ta con ejem­plos emble­má­ti­cos la exis­ten­cia de estas com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias que en la mayo­ría de los casos reem­pla­zan per­ma­nen­te­men­te a las com­pe­ten­cias pri­ma­rias.

Pala­bras Cla­ves: com­pe­ten­cias, sabe­res, capa­ci­dad, glo­ba­li­za­ción.

Supplemental competences: a new focus on competences

Abstract

The current social, eco­no­mic, poli­ti­cal, and psy­cho­lo­gi­cal reality requi­res scien­ce to res­pond to the para­dig­ma­tic chan­ges that occur daily and that are cha­rac­te­ri­zed by their trans­cen­den­ce in the per­son, family, and society. In this res­pect, in sta­ble con­di­tions or situa­tions the per­son shows his pri­mary com­pe­ten­ces tho­se that pro­du­ce well-being when evi­den­ced in his work or occu­pa­tio­nal acti­vity, but in situa­tions of trans­cen­den­tal chan­ges (dis­mis­sals, phy­si­cal chan­ges, natu­ral disas­ters) whe­re the pri­mary com­pe­ten­ces no lon­ger res­pond In the new social / labor sce­na­rio, the per­son has to resort to what we call sup­ple­men­tary com­pe­ten­cies, which beco­me evi­dent and flow to reco­ver sta­bi­lity, psy­cho­lo­gi­cal, social, work and spi­ri­tual. From this pers­pec­ti­ve, the exis­ten­ce of the­se sup­ple­men­tary com­pe­ten­ces is sup­por­ted by emble­ma­tic exam­ples, which in most cases per­ma­nently repla­ce the pri­mary com­pe­ten­ces.

Key Words: com­pe­ten­cies, know­led­ge, capa­city, glo­ba­li­za­tion.

Introducción

El ingre­so al actual mile­nio se ha carac­te­ri­za­do por cam­bios para­dig­má­ti­cos en la for­ma de per­ci­bir y vivir la reali­dad, res­pon­sa­ble de esta situa­ción es la glo­ba­li­za­ción que trans­mi­te y pone de mani­fies­to los avan­ces y cam­bios ace­le­ra­dos en los cono­ci­mien­tos y la tec­no­lo­gía, es decir los apren­di­za­jes socia­les cam­bian con tal rapi­dez que gene­ran incer­ti­dum­bre y des­con­cier­to al no poder aco­mo­dar­se al nue­vo cam­bio y vis­lum­bran la nue­va pro­pues­ta que apa­re­ce con mayor inten­si­dad. El mun­do se vuel­ve cada vez más com­pe­ti­ti­vo y exi­ge a las per­so­nas y orga­ni­za­cio­nes res­pon­der en for­ma aser­ti­va a estos retos, la for­ma de sobre­vi­vir y/o lograr pro­ta­go­nis­mo es evi­den­cian­do un nivel super­la­ti­vo en la rea­li­za­ción de las acti­vi­da­des o tareas que se desa­rro­llan; es decir, es una bús­que­da de la exce­len­cia y para ello debe de mani­fes­tar­se un com­por­ta­mien­to que des­ta­que por el valor agre­ga­do y la mejo­ra con­ti­nua.

Los desa­fíos del actual mile­nio com­pro­me­ten a aque­llas socie­da­des que pro­duc­to de la cri­sis polí­ti­ca, eco­nó­mi­ca, social y psi­co­ló­gi­ca, regis­tran pocas opor­tu­ni­da­des labo­ra­les y por lo tan­to, evi­den­cian una alta tasa de des­em­pleo. En lo que res­pec­ta a las nacio­nes lati­no­ame­ri­ca­nas el país de Vene­zue­la es expre­sión de las pocas opor­tu­ni­da­des labo­ra­les y esca­sos recur­sos eco­nó­mi­cos, situa­ción que ha lle­va­do a regis­trar la más alta migra­ción de per­so­nas en bus­ca de nue­vas opor­tu­ni­da­des labo­ra­les que les per­mi­tan reco­brar su esta­bi­li­dad eco­nó­mi­ca, fami­liar, social y psi­co­ló­gi­ca.

Al res­pec­to, esta situa­ción actual migra­to­ria se ha veni­do pre­sen­tan­do en diver­sos paí­ses lati­no­ame­ri­ca­nos a tra­vés de los años y han teni­do como lugar de des­tino pre­fe­ren­te­men­te a Esta­dos Uni­dos, Japón y Chi­na, es decir paí­ses desa­rro­lla­dos en don­de la inser­ción labo­ral y remu­ne­ra­ti­va col­ma­ba las expec­ta­ti­vas de los migran­tes.

El tema de la migra­ción des­de la pers­pec­ti­va labo­ral ha sido tra­ta­da en exten­so en lo que se ha lla­ma­do la Diver­si­dad, Gomez (2001) con­cep­túa la Diver­si­dad como “carac­te­rís­ti­cas huma­nas que hacen que las per­so­nas sean dis­tin­tas entre sí”, la hete­ro­ge­nei­dad que se hace evi­den­te en el cam­po labo­ral ame­ri­ta estu­diar­se no sola­men­te des­de una pers­pec­ti­va étni­ca y/o social, es impor­tan­te el pro­fun­di­zar el tema des­de la pers­pec­ti­va del fac­tor humano en las empre­sas, rela­cio­na­das con los para­dig­mas que esta­ble­cen que bajo el mode­lo de com­pe­ten­cias, el tra­ba­ja­dor que cum­ple con el per­fil del pues­to es el apto para labo­rar en un deter­mi­na­do car­go, lo cual hace refe­ren­cia que el nue­vo cola­bo­ra­dor  cono­ce / pue­de y está moti­va­do para el tra­ba­jo.

Consideraciones previas: Competencias primarias

En el desa­rro­llo y madu­ra­ción del ser humano van a con­fluir diver­sos fac­to­res que son la base de la estruc­tu­ra de la per­so­na­li­dad, los pri­me­ros apa­re­cen con el naci­mien­to: pre­dis­po­nen­tes, los cua­les están inte­gra­dos por la car­ga gené­ti­ca here­di­ta­ria, el bio­ti­po y carac­te­rís­ti­cas mor­fo­ló­gi­cas que están direc­ta­men­te rela­cio­na­dos con los pro­ge­ni­to­res, pero en ese ADN vie­ne una car­ga ins­tin­ti­va que se va a rotu­lar en lo que cono­ce­mos como el tem­pe­ra­men­to, mani­fes­tán­do­se  des­de tem­pra­na edad, por ejem­plo, en con­duc­tas de niños que son más “inquie­tos” que otros, más arries­ga­dos en sus jue­gos, etc. . Pero la con­duc­ta no solo es ins­tin­ti­va y el ser humano des­de que nace se some­te a dos pro­ce­sos bási­cos que van a dife­ren­ciar al humano del ani­mal: el apren­di­za­je y la socia­li­za­ción, el tem­pe­ra­men­to se socia­li­za a tra­vés del apren­di­za­je que se reci­be en pri­me­ra ins­tan­cia a tra­vés de la fami­lia y los gru­pos socia­les en que se par­ti­ci­pa, el cono­ci­mien­to se nutre de la expe­rien­cia de vida y los cono­ci­mien­tos for­ma­les en escue­las y/o cen­tros edu­ca­ti­vos con­so­li­dán­do­se  como una de las for­ta­le­zas del ser humano. Asi­mis­mo, la esti­mu­la­ción y pre­fe­ren­cias ins­tin­ti­vas y/o apren­di­das orien­tan al ser a prio­ri­zar acti­vi­da­des que sean com­pa­ti­bles con sus reales nece­si­da­des.

Este ciclo evo­lu­ti­vo está dan­do ori­gen a lo que deno­mi­na­mos com­pe­ten­cias pri­ma­rias, que son pro­duc­to del apren­di­za­je social y el desa­rro­llo inna­to que se mani­fies­tan coti­dia­na­men­te y se evi­den­cian como ras­gos de per­so­na­li­dad. El refor­za­mien­to de estas com­pe­ten­cias pri­ma­rias lle­va al ser humano a man­te­ner­las y bus­car poner­las de mani­fies­to en todas sus acti­vi­da­des, ya que el rea­li­zar­las les pro­du­ce satis­fac­ción por el éxi­to obte­ni­do.

Hacia la definición de competencias suplementarias

El estu­dio de las com­pe­ten­cias labo­ra­les ha sido desa­rro­lla­do por muchos auto­res con mucha bri­llan­tez y son los para­dig­mas sobre los cua­les las empre­sas y pro­fe­sio­na­les los han hecho suyo para la ges­tión, direc­ción y desa­rro­llo del fac­tor humano en sus orga­ni­za­cio­nes. Fue Mac Cle­land quien pro­pu­so el tér­mino com­pe­ten­cia, acen­tuan­do y reco­no­cien­do en la per­so­na el éxi­to en el desa­rro­llo de una deter­mi­na­da fun­ción, su dis­cí­pu­lo Richard Boyatzis(1982) defi­ne la COMPETENCIA, como la capa­ci­dad o carac­te­rís­ti­ca per­so­nal esta­ble y rela­cio­na­da cau­sal­men­te con un desem­pe­ño bueno o exce­len­te en un pues­to de tra­ba­jo y en una orga­ni­za­ción con­cre­ta.

Como carac­te­rís­ti­cas gene­ra­les de las com­pe­ten­cias se des­cri­ben las siguien­tes:

  • Son obser­va­bles y medi­bles (cuan­ti­fi­ca­bles)
  • Per­du­ran en el tiem­po
  • Con­lle­van al éxi­to o exce­len­cia de una ges­tión u actua­ción labo­ral
  • Son desa­rro­lla­bles

Bajo este mode­lo se ha desa­rro­lla­do la estra­te­gia de ges­tión y selec­ción del talen­to humano por com­pe­ten­cias, los espe­cia­lis­tas en este cam­po han ela­bo­ra­do manua­les de per­fi­les de pues­tos y entre­vis­tas por com­pe­ten­cias, con la fina­li­dad de poder iden­ti­fi­car al pos­tu­lan­te idó­neo, es decir, el que conoz­ca, posea las apti­tu­des y acti­tu­des para desa­rro­llar con éxi­to las fun­cio­nes pro­pias del pues­to al que pos­tu­la.

La bús­que­da de la exce­len­cia es una exi­gen­cia de la moder­ni­dad que tan­to las per­so­nas como las orga­ni­za­cio­nes tie­nen que res­pon­der para man­te­ner­se en el mer­ca­do labo­ral alta­men­te com­pe­ti­ti­vo. La cien­cia de la con­duc­ta apli­ca­da a las orga­ni­za­cio­nes está com­pro­me­ti­da con brin­dar los cono­ci­mien­tos que per­mi­tan desa­rro­llar pro­ce­sos y pre­de­cir com­por­ta­mien­tos exce­len­tes en los futu­ros cola­bo­ra­do­res, sus méto­dos y téc­ni­cas que desa­rro­llan deben estar reves­ti­das de las dos exi­gen­cias cien­tí­fi­cas: vali­dez y con­fia­bi­li­dad.

La situa­ción plan­tea­da en nues­tra intro­duc­ción sobre la migra­ción labo­ral y la diver­si­dad hace refle­xio­nar sobre esta temá­ti­ca a pro­pó­si­to de lo cita­do por L, Gómez: “la hete­ro­ge­nei­dad inclu­ye carac­te­rís­ti­cas que las per­so­nas pue­den adop­tar, aban­do­nar o modi­fi­car a lo lar­go de sus vidas a tra­vés de una elec­ción cons­cien­te y esfuer­zos deli­be­ra­dos”. Exis­ten reac­cio­nes situa­cio­na­les en el ser humano que ante situa­cio­nes adver­sas o nue­vas tie­nen que recu­rrir a sus pro­pios recur­sos inter­nos. Las con­di­cio­nes exter­nas son cam­bian­tes y desa­fian­tes, en la actua­li­dad la esta­bi­li­dad labo­ral está en un pro­ce­so de extin­ción, la tasa de des­em­pleo y sub­em­pleo sube en for­ma ace­le­ra­da, las nece­si­da­des bási­cas en tér­mi­nos de Mas­low deben ser gra­ti­fi­ca­das para sobre­vi­vir. Esta des­crip­ción no tie­ne la fina­li­dad de des­cri­bir un esce­na­rio labo­ral dra­má­ti­co y nega­ti­vo, es una expe­rien­cia real vivi­da por paí­ses y resi­den­tes de estas nacio­nes que en la actua­li­dad han teni­do como úni­ca opción de migrar a otras lati­tu­des con la fina­li­dad de reco­brar su esta­bi­li­dad eco­nó­mi­ca, social, psi­co­ló­gi­ca y fami­liar.

¿Qué son las competencias suplementarias?

Ini­cia­re­mos citan­do la defi­ni­ción del Dic­cio­na­rio de la len­gua espa­ño­la RAE de la pala­bra suple­men­ta­ria: “Que sir­ve para suplir algo o com­ple­tar­lo”. Es impor­tan­te des­ta­car que las per­so­nas poseen poten­cial­men­te recur­sos que se van des­cu­brien­do a lo lar­go de su exis­ten­cia, algu­nos se desa­rro­llan más que otros, pero que siguen vigen­tes.

Pro­po­ner el con­cep­to de com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias, fue pro­duc­to de obser­var en la reali­dad la capa­ci­dad de las per­so­nas para reac­cio­nar en for­ma aser­ti­va a situa­cio­nes que cam­bia­ban drás­ti­ca­men­te el esce­na­rio o la zona de con­fort en la que se venían des­en­vol­vien­do habi­tual­men­te, cita­re algu­nos ejem­plos:

Cambios físicos / motores

Des­ta­ca como ejem­plo Teres Pera­les naci­da en Zara­go­za quien a los 19 años per­dió movi­li­dad des­de la cin­tu­ra a los pies, dolien­te de la neu­ro­pa­tía que ado­le­cía, cons­cien­te de su impe­di­men­to físi­co para cami­nar, vio en la nata­ción una nue­va opción de bien­es­tar y al año de prac­ti­car este depor­te comen­zó a par­ti­ci­par en com­pe­ten­cias. En su vida per­so­nal con­tra­jo matri­mo­nio el 2005 y tuvo su hijo en el 2010. En toral ganó 26 meda­llas en Jue­gos Para0limpicos entre los años 2000 y 2006. Sumó 20 meda­llas en el Cam­peo­na­to Mun­dial Para­olím­pi­co de nata­ción (1998 – 2017) 

Cambio en edad competitiva

Ejem­plo de este rubro son los depor­tis­tas de alta com­pe­ten­cia de todas las dis­ci­pli­nas depor­ti­vas en la que la edad máxi­ma pro­me­dio para par­ti­ci­par y com­pe­tir es de 40 años. Cita­re­mos a Edson Aran­tes do Nas­ci­men­to (PELE); fut­bo­lis­ta bra­si­le­ño con­si­de­ra­do como Rey del Fút­bol, quien se reti­ra a los 37 años. Pero su acti­vi­dad pro­duc­ti­va se pro­yec­tó al cine par­ti­ci­pan­do como actor en la pelí­cu­la Eva­sión (1981). Fue­ra de las can­chas de fút­bol Pele ha teni­do car­gos direc­ti­vos muy impor­tan­tes al inte­rior de la FIFA, inclu­so lle­gó a ocu­par el car­go de Minis­tro extra­or­di­na­rio de Depor­tes de Bra­sil (1994).

Cambios socioeconómicos y políticos

La situa­ción de cam­bios en la polí­ti­ca guber­na­men­tal y sus efec­tos socio eco­nó­mi­cos en la pobla­ción son uno de los moti­vos de la migra­ción de las per­so­nas, que deben cam­biar y rees­truc­tu­rar su plan de vida, adap­tán­do­se a nue­vas con­di­cio­nes socio cul­tu­ra­les de los paí­ses que los aco­gen. Ejem­plo acen­tua­do de esta reali­dad es la migra­ción de ciu­da­da­nos vene­zo­la­nos al Perú, quie­nes en su mayo­ría rea­li­zan labo­res muy dife­ren­tes al per­fil pro­fe­sio­grá­fi­co que poseen.

Cambios ciclo laboral: jubilación

Estos cam­bios están rela­cio­na­dos al ciclo labo­ral muchas veces dic­ta­mi­na­dos en las leyes públi­cas labo­ra­les, nos refe­ri­mos a la jubi­la­ción y a las per­so­nas de la deno­mi­na­da ter­ce­ra edad, des­pués de los 60 0 65 años, se deja la labor coti­dia­na y enfren­ta a la per­so­na a nue­vos retos que en su mayo­ría debe­rán aten­der por que la pen­sión que reci­bi­rán es sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te menor a la que per­ci­bían en acti­vi­dad.

Pode­mos refe­rir­nos a otros cam­bios que moti­van el poder evi­den­ciar com­pe­ten­cias que esta­ban resig­na­das y aten­tas a emer­ger cuan­do las cir­cuns­tan­cias lo ame­ri­ten, por ejem­plo, ante los desas­tres natu­ra­les con pér­di­das huma­nas y de bie­nes se tie­ne que recom­po­ner la esta­bi­li­dad en el menor pla­zo posi­ble.

Los cam­bios des­cri­tos y la posi­bi­li­dad de reac­ción de las per­so­nas aler­tan a los espe­cia­lis­tas en selec­ción del talen­to humano que, si bien el obje­ti­vo del pro­ce­so de eva­lua­ción de com­pe­ten­cias para el pues­to se rea­li­za para cubrir las nece­si­da­des actua­les de la orga­ni­za­ción, debe­mos tener en cuen­ta que exis­ten com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias que pue­den desa­rro­llar­se en el cor­to tiem­po y ase­gu­rar com­por­ta­mien­tos labo­ra­les exce­len­tes. La incur­sión labo­ral de estos nue­vos com­pe­ti­do­res no debe ser des­es­ti­ma­da y más bien apre­cia­das, las com­pe­ten­cias del saber cono­cer, son impor­tan­tes y pue­den ser apren­di­das, al igual que el saber poder, con entre­na­mien­to se per­fec­cio­na­rán, pero el pri­mer pel­da­ño en las com­pe­ten­cias será el saber ser, la acti­tud y moti­va­ción auten­ti­ca de la per­so­na para desa­rro­llar las labo­res que se le enco­mien­den.

Defi­ni­re­mos las com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias, como el con­jun­to de cono­ci­mien­tos (intui­ti­vos y/o apren­di­dos), apti­tu­des (capa­ci­da­des y habi­li­da­des) y acti­tu­des (con­duc­ta / moti­va­ción) que tie­ne una per­so­na para ser evi­den­cia­das ante situa­cio­nes de cam­bios tras­cen­den­ta­les en la vida per­so­nal y labo­ral, don­de las com­pe­ten­cias prin­ci­pa­les o titu­la­res ya no son com­pa­ti­bles con las nue­vas fun­cio­nes o tareas. El desa­rro­llo de estas com­pe­ten­cias ten­drá expre­sión de efi­cien­cia y efi­ca­cia en el cum­pli­mien­to de los obje­ti­vos y/o metas tra­za­dos.

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Debe­mos espe­ci­fi­car que las com­pe­ten­cias pri­ma­rias las que se han hecho evi­den­tes y que carac­te­ri­za­ron a la per­so­na en un pues­to labo­ral y que se cons­ti­tu­ye­ron en su for­ta­le­za, cuan­do las cir­cuns­tan­cias exter­nas cam­bian ya no son efec­ti­vas y, apa­re­cen las com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias que tam­bién están en el inte­rior de la per­so­na, sub­ya­cen­tes, que acep­ta­rán la pos­ta de las pri­me­ras para lograr que la per­so­na reco­bre su equi­li­brio viven­cial. Estas com­pe­ten­cias pue­den tener un tiem­po deter­mi­na­do de evi­den­cia siem­pre y cuan­do la per­so­na no reto­me acti­vi­da­des labo­ra­les com­pa­ti­bles con las com­pe­ten­cias pri­ma­rias. En la mayo­ría de los casos exis­te mayor pro­ba­bi­li­dad que las com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias sean tan efec­ti­vas y efi­cien­tes que se peren­ni­zan. En los ejem­plos cita­dos sobre los cam­bios que faci­li­tan la emer­gen­cia de las com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias las per­so­nas emble­má­ti­cas a las que se hace alu­sión la labor desa­rro­lla­da en un segun­do momen­to de su vida han sido más tras­cen­den­ta­les.   

Las com­pe­ten­cias de la per­so­na tie­nen una fuen­te ili­mi­ta­da de don­de pue­den nutrir­se y desa­rro­llar­se, según las opor­tu­ni­da­des y la con­so­nan­cia entre lo que hace, pien­sa y sien­te, con­gruen­cia que lo lle­va­rá al éxi­to. Pero si la adver­si­dad cam­bia la reali­dad social, labo­ral, fami­liar, el ser humano tie­ne con qué res­pon­der, posee un back­ground pres­to a lograr rees­ta­ble­cer el equi­li­brio psi­co­ló­gi­co, social y eco­nó­mi­co, es ahí don­de apa­re­cen y se hacen evi­den­tes las com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias.

Los saberes de las competencias

Los filó­so­fos fue­ron los pio­ne­ros en preo­cu­par­se por encon­trar una expli­ca­ción a todos los fenó­me­nos y situa­cio­nes que enfren­ta­mos en el día a día. Sócra­tes, Pla­tón y Aris­tó­te­les son con­si­de­ra­dos como los pio­ne­ros en esta cru­za­da, han sido tipi­fi­ca­dos como Sabios, por poseer sabi­du­ría, a la cual pode­mos defi­nir como: “con­jun­to de cono­ci­mien­tos amplios y pro­fun­dos que se adquie­ren median­te el estu­dio o la expe­rien­cia.” Pero la sabi­du­ría no es un patri­mo­nio de los sabios, todas las per­so­nas poseen sabe­res que se cons­ti­tu­yen en sus for­ta­le­zas para poder evi­den­ciar­los en las diver­sas situa­cio­nes en las que se encuen­tren.

Enten­der los sabe­res des­de una con­cep­ción holís­ti­ca del ser, es con­si­de­rar las esfe­ras: bio/ psico/ social y espi­ri­tual en la per­so­na.

Saber poder

La exis­ten­cia de un nue­vo ser se ges­ta des­de el momen­to en que el ovu­lo (mujer) y los esper­ma­to­zoi­des (hom­bre) entran en con­tac­to per­mi­tien­do su ini­cio, desa­rro­llo y cre­ci­mien­to. El equi­po bio­ló­gi­co y gené­ti­co va a carac­te­ri­zar deter­mi­na­dos ras­gos físi­cos como psi­co­ló­gi­cos que se van a evi­den­ciar­se des­de el naci­mien­to; esta car­ga cons­ti­tu­ye el equi­po bio­ló­gi­co / gené­ti­co que cons­ti­tu­yen los fac­to­res pre­dis­po­nen­tes de la con­duc­ta huma­na. Al res­pec­to el nati­vis­mo psi­co­ló­gi­co sos­tie­ne que deter­mi­na­das habi­li­da­des se encuen­tran fija­das en el cere­bro des­de el momen­to de naci­mien­to. El puen­te de lo ins­tin­ti­vo (no cor­ti­cal) a lo adap­ta­ti­vo (cor­ti­cal) esta­rá en fun­ción a la regu­la­ción de la con­duc­ta a tra­vés del apren­di­za­je y la expe­rien­cia de vida.

Este fac­tor pre­dis­po­nen­te esta­ría sien­do depo­si­ta­rio del lla­ma­do saber poder, las apti­tu­des, habi­li­da­des y des­tre­zas que carac­te­ri­zan a la per­so­na para desa­rro­llar deter­mi­na­das accio­nes, por ejem­plo  la per­so­na que tie­ne pre­fe­ren­cias por prác­ti­cas de depor­te de aven­tu­ra (esca­lar neva­dos), des­ac­ti­var explo­si­vos, etc., el ries­go y peli­gro que afron­tan en estas acti­vi­da­des es vivi­do con agra­do y pla­cer; no obs­tan­te estas acti­vi­da­des pue­den ser con­si­de­ra­das como hob­bies, entre­te­ni­mien­to y subal­ter­nas a una acti­vi­dad prin­ci­pal. Es el caso ante­rior­men­te cita­do de Pelé, con con­di­cio­nes físi­cas y psi­co­ló­gi­cas para el depor­te, mar­can gran dife­ren­cia con sus seme­jan­tes y son las que se mani­fies­tan con­duc­tual­men­te carac­te­ri­zán­do­se y dis­tin­guién­do­se en la rea­li­za­ción de una deter­mi­na­da labor (fut­bol).

Saber conocer

Es impor­tan­te des­ta­car que el desa­rro­llo de la per­so­na impli­ca la apa­ri­ción de dos pro­ce­sos con­co­mi­tan­tes: el apren­di­za­je y socia­li­za­ción, los cua­les se ins­cri­ben des­de el naci­mien­to y tran­si­tan a lo lar­go de la exis­ten­cia, el apren­di­za­je esta­rá direc­ta­men­te rela­cio­na­do  al desa­rro­llo cor­ti­cal del cere­bro don­de las fun­cio­nes supe­rio­res comien­zan a evi­den­ciar el trán­si­to de la con­duc­ta ins­tin­ti­va a la adap­ta­ti­va, en estos pri­me­ros años de vida la fami­lia es la prin­ci­pal fuen­te de estí­mu­los y de expe­rien­cias que van hacer inter­na­li­za­das y cons­ti­tuir su saber / cono­cer, la expe­rien­cia de vida y el cono­ci­mien­to for­mal (escue­la), cons­ti­tu­yen los apren­di­za­jes sig­ni­fi­ca­ti­vos que se van a ir suman­do a lo lar­go de la vida de la per­so­na, el dicho popu­lar “nun­ca se deja de apren­der” cobra la cate­go­ría de ver­dad abso­lu­ta. Des­de esta pers­pec­ti­va los apren­di­za­jes pue­den ser for­ta­le­ci­dos, modi­fi­ca­dos o extin­gui­dos y apa­re­cer nue­vos apren­di­za­jes, depen­dien­do de las nece­si­da­des de res­pues­tas a la que se enfren­ta la per­so­na.

Saber ser

A los sabe­res poder y cono­cer se suma uno que tie­ne igual impor­tan­cia, el saber / Ser, la esfe­ra acti­tu­di­nal y moti­va­cio­nal, aque­llo que lle­va a fijar obje­ti­vos y orien­tar la con­duc­ta hacia la con­se­cu­ción de ellos.

Toda con­duc­ta es moti­va­da, por lo tan­to va a tener su ori­gen en una nece­si­dad, es decir la caren­cia o fal­ta de algo la cual gene­ra al inte­rior de la per­so­na un des­equi­li­brio (ten­sión) que la va a orien­tar a empren­der un com­por­ta­mien­to diri­gi­do a satis­fa­cer dicha caren­cia. Con­co­mi­tan­te a la apa­ri­ción de la nece­si­dad sur­ge un deseo acom­pa­ña­do de una fan­ta­sía direc­ta­men­te rela­cio­na­da con el obje­ti­vo tra­za­do, la per­so­na empren­de la acción para gra­ti­fi­car dicha nece­si­dad, pero el camino no siem­pre es llano y apa­re­cen gene­ral­men­te obs­tácu­los que inter­fie­ren lle­gar al éxi­to; cuan­do la moti­va­ción es auten­ti­ca la per­so­na enfren­ta los obs­tácu­los y los ven­ce, expe­ri­men­tan­do satis­fac­ción ya que su nece­si­dad y su deseo han sido alcan­za­dos. La no con­se­cu­ción del obje­ti­vo evi­den­cia que la fuer­za de los obs­tácu­los pre­do­mi­nó y por lo tan­to la per­so­na expe­ri­men­ta­ra frus­tra­ción e insa­tis­fac­ción.  Exis­ten otras dos for­mas de enfren­tar los obs­tácu­los, una de ellas es bur­lan­do los diques o barre­ras que se inter­pon­gan en su tra­yec­to­ria hacia sus metas, por ejem­plo, para alcan­zar un pues­to de tra­ba­jo recu­rre a una per­so­na influ­yen­te con­ce­dien­do pre­ben­das (coimas) y de esta mane­ra alcan­za su obje­ti­vo, pero la gran dife­ren­cia con una moti­va­ción auten­ti­ca es que este per­so­na­je no expe­ri­men­ta­rá la satis­fac­ción alcan­za­da por la per­so­na que enfren­to y supero los obs­tácu­los, si se jac­ta­rá o dis­fru­ta­rá de la for­ma como con­si­guió sus obje­ti­vos evi­den­cia­rá ras­gos psi­co­pá­ti­cos. Otro com­por­ta­mien­to que evi­den­cia una fal­sa moti­va­ción es cuan­do la per­so­na ante su nece­si­dad empren­de una con­duc­ta pero al per­ci­bir los obs­tácu­los que se le pre­sen­tan deci­de ya no con­ti­nuar, que­dan­do en evi­den­cia la frus­tra­ción e insa­tis­fac­ción, la cual gene­ral­men­te es racio­na­li­za­da con el argu­men­to: “en otro momen­to alcan­za­ré lo desea­do”, ese momen­to gene­ral­men­te se disuel­ve en el tiem­po.

Las com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias se evi­den­cia­ran cuan­do obs­tácu­los reales se pre­sen­ten como por ejem­plo, la pér­di­da del tra­ba­jo, la migra­ción en bus­ca de nue­vas opor­tu­ni­da­des labo­ra­les, cam­bios físi­cos que impi­den desa­rro­llar la acti­vi­dad que has­ta ese enton­ces era el prin­ci­pal obje­ti­vo de vida, etc., la per­so­na ante la adver­si­dad bus­ca reco­brar la homeos­ta­sis de su ser (bio/psico/social /espiritual) los recur­sos están en él y ame­ri­tan la pues­ta en esce­na y adop­tar una pos­tu­ra posi­ti­va ante la vida.

Conclusiones

  1. El ser humano vie­ne dota­do y desa­rro­lla duran­te su tran­si­ción por la vida dife­ren­tes sabe­res, que los hace evi­den­tes en el desa­rro­llo de sus acti­vi­da­des coti­dia­nas
  2. Exis­ten com­pe­ten­cias que se mani­fies­tan con mayor fre­cuen­cia e inten­si­dad que van a carac­te­ri­zar un tipo de habi­li­da­des / acti­tu­des / cono­ci­mien­tos para desa­rro­llar tareas con­gruen­tes con ellas.
  3. Ante situa­cio­nes emer­gen­tes, súbi­tas, y muchas veces sor­pre­si­vas se acti­van auto­má­ti­ca­men­te las com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias, que bus­can reco­brar en la per­so­na su auto­es­ti­ma y su inte­rés por la vida pro­duc­ti­va.
  4. Las com­pe­ten­cias suple­men­ta­rias al acti­var­se y evi­den­ciar­se pue­den con­du­cir a la per­so­na la iden­ti­fi­ca­ción con ellas y por reci­pro­ci­dad con las accio­nes y/o labo­res nue­vas que desa­rro­llan, pudien­do cons­ti­tuir­se a par­tir de estas nue­vas expe­rien­cias en  esta­bles, cam­bian­do esti­los de vida y de con­vi­ven­cia.

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