Extinción y castigo de una respuesta operante en humanos: un estudio en línea[1]

Extinction and punishment of an operant response in humans: an online study

Daniel Romero-Mosco[2], Roberto Jiménez-Castillo y Javier Vila[3]

Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma de México

Resumen

Se reali­zó una tarea en línea, con el obje­ti­vo de obser­var el efec­to de los pro­ce­di­mien­tos de cas­ti­go y extin­ción, bus­can­do corro­bo­rar si decre­men­tan la con­duc­ta. Par­ti­ci­pa­ron 40 estu­dian­tes uni­ver­si­ta­rios en una tarea pro­gra­ma­da con Super­Lab© 6.0 (Cedrus Co.) y la exten­sión Super­Lab Remo­te©. En la fase de Adqui­si­ción, los par­ti­ci­pan­tes se entre­na­ron a emi­tir dos res­pues­tas ope­ran­tes, (R1 y R2) en 12 ciclos de un pro­gra­ma de refor­za­mien­to múl­ti­ple IV3s; IV3s. Pos­te­rior­men­te, en una fase de decre­men­to, a los par­ti­ci­pan­tes para el gru­po Cas­ti­go se pre­sen­tó un estí­mu­lo aver­si­vo de mane­ra con­tin­gen­te a la ocu­rren­cia de R1. Mien­tras que en el gru­po Extin­ción se dejó de refor­zar R1. En ambos gru­pos R2 con­ti­núo sien­do refor­za­da en el pro­gra­ma múl­ti­ple. Los resul­ta­dos mues­tran que el cas­ti­go y extin­ción decre­men­tan la res­pues­ta de for­ma efec­ti­va una tarea en línea. Se pro­po­ne a la inves­ti­ga­ción en línea como una opción meto­do­ló­gi­ca alter­na­ti­va.

Pala­bras cla­ve: Cas­ti­go, extin­ción, huma­nos, tarea en línea, inves­ti­ga­ción en línea.

Abstract

An onli­ne task was con­duc­ted to obser­ve the effect of punish­ment and extin­ction pro­ce­du­res, see­king to corro­bo­ra­te whether they decrea­se beha­vior. 40 uni­ver­sity stu­dents par­ti­ci­pa­ted in a task pro­gram­med with Super­Lab© 6.0 (Cedrus Co.) and the Super­Lab Remo­te© exten­sion. In the Acqui­si­tion pha­se, par­ti­ci­pants were trai­ned to emit two ope­rant res­pon­ses (R1 and R2) in 12 cycles of a mul­ti­ple rein­for­ce­ment sche­du­le IV3s; IV3s. Later, in a decre­ment pha­se, par­ti­ci­pants in the Punish­ment group were pre­sen­ted with an aver­si­ve sti­mu­lus con­tin­gent on the occu­rren­ce of R1, whi­le in the Extin­ction group, R1 was no lon­ger rein­for­ced. In both groups, R2 con­ti­nued to be rein­for­ced in the mul­ti­ple pro­gram. The results show that punish­ment and extin­ction effec­ti­vely decrea­se the res­pon­se in an onli­ne task. Onli­ne research is pro­po­sed as an alter­na­ti­ve metho­do­lo­gi­cal option.

Key­words: Punish­ment, extin­ction, humans, onli­ne task, onli­ne expe­ri­ment.

Las téc­ni­cas del aná­li­sis con­duc­tual apli­ca­do han sido emplea­das en inter­ven­cio­nes con resul­ta­dos favo­ra­bles, en pobla­cio­nes que abar­can des­de niños has­ta adul­tos mayo­res, con la inten­ción de tras­la­dar téc­ni­cas de situa­cio­nes de labo­ra­to­rio, a sus apli­ca­cio­nes tera­péu­ti­cas y coti­dia­nas. Mucha de la aten­ción y esfuer­zo del desa­rro­llo de las téc­ni­cas de modi­fi­ca­ción de la con­duc­ta, se han cen­tra­do en el tra­ta­mien­to de con­duc­tas pro­ble­ma o no adap­ta­ti­vas (Antu­nes et al., 2008; Ferro, 2005; Gon­zá­lez-Brig­nar­de­llo & Ortiz, 2006), mos­tran­do su pre­sen­cia en una amplia varie­dad de pro­ble­má­ti­cas don­de han sido emplea­das para la reduc­ción, eli­mi­na­ción, faci­li­ta­ción o pre­ven­ción de todo tipo de con­duc­tas (Kaz­din, 2009).

La extin­ción es uno de los pro­ce­di­mien­tos más emplea­dos para el decre­men­to de la con­duc­ta en el aná­li­sis con­duc­tual apli­ca­do. Este pro­ce­di­mien­to con­sis­te en la eli­mi­na­ción de la rela­ción respuesta–reforzador, por medio de la reti­ra­da del refor­za­dor de la res­pues­ta pre­via­men­te refor­za­da (Schieltz et al., 2024). La extin­ción ha sido amplia­men­te emplea­da tan­to en ani­ma­les (Acos­ta & Gon­zá­lez, 1999) como en huma­nos (Vila et al., 2022), don­de se ha demos­tra­do su efi­ca­cia como un pro­ce­di­mien­to para el decre­men­to de la con­duc­ta. Otra téc­ni­ca de decre­men­to de la con­duc­ta es el cas­ti­go, que con­sis­te en la pre­sen­ta­ción de un estí­mu­lo aver­si­vo como con­se­cuen­cia de la res­pues­ta, supri­mien­do la con­duc­ta (Arzin & Holz,1966). Este pro­ce­di­mien­to ha sido inves­ti­ga­do en ani­ma­les (Arzin & Holz, 1961; Myer & Baen­nin­ger, 1966) y en huma­nos (Cor­te et al., 1971; Jean-Richard-dit-Bres­sel, et al., 2024).

La extin­ción y el cas­ti­go son dos de los pro­ce­di­mien­tos o téc­ni­cas del aná­li­sis con­duc­tual apli­ca­do, que se emplean den­tro de las inter­ven­cio­nes clí­ni­cas, cen­tra­das en el tra­ta­mien­to o dis­mi­nu­ción de con­duc­tas con­si­de­ra­das pro­ble­má­ti­cas o no desea­das más comu­nes (Caro, 1991; Cor­te et al., 1971; Nall et al., 2024; Schieltz et al., 2024), sin embar­go, se debe con­si­de­rar que a pesar de la simi­li­tud en el resul­ta­do de ambos sobre las res­pues­tas obje­ti­vo, los pro­ce­di­mien­tos que los pro­du­cen son dis­tin­tos.

En el caso de la extin­ción, la ocu­rren­cia de una res­pues­ta refor­za­da deja de pro­vo­car la pre­sen­ta­ción del refor­za­dor, pro­vo­can­do un decre­men­to. En el cas­ti­go se pre­sen­ta un estí­mu­lo aver­si­vo como con­se­cuen­cia de la res­pues­ta; en ambos casos, hay dis­tin­tas rela­cio­nes entre la res­pues­ta y sus con­se­cuen­cias. Una pro­pues­ta recien­te (Bou­ton et al., 2020) sugie­re que, aun­que ambos pro­ce­di­mien­tos son dis­tin­tos, lo que el orga­nis­mo apren­de es simi­lar. En los dos pro­ce­di­mien­tos el orga­nis­mo debe apren­der a dejar de res­pon­der, apren­dien­do que bajo cier­tas cir­cuns­tan­cias debe inhi­bir con­duc­tas espe­cí­fi­cas. Esta pro­pues­ta sugie­re que la apli­ca­ción efec­ti­va de los pro­ce­di­mien­tos de cas­ti­go y extin­ción impli­ca que un orga­nis­mo apren­de a dejar de res­pon­der.

Actual­men­te, las inves­ti­ga­cio­nes rea­li­za­das don­de se ha demos­tra­do el efec­to de la extin­ción y el cas­ti­go se han rea­li­za­do de for­ma pre­sen­cial. Pero con el desa­rro­llo del inter­net y las tec­no­lo­gías de la infor­ma­ción y comu­ni­ca­ción, así como su cre­cien­te impac­to en la vida coti­dia­na, los inves­ti­ga­do­res han toma­do con­cien­cia de su poten­cial.

Una inves­ti­ga­ción recien­te com­pa­ró la expe­ri­men­ta­ción en línea vs. pre­sen­cial en un pro­ce­di­mien­to de igua­la­ción a la mues­tra, don­de se obtu­vie­ron resul­ta­dos simi­la­res en la moda­li­dad pre­sen­cial y en línea, lo que con­fir­ma la efi­ca­cia de la expe­ri­men­ta­ción en línea, al ampliar la vali­dez exter­na de la igua­la­ción a la mues­tra, per­mi­tien­do el acce­so a nue­vas pobla­cio­nes de una mane­ra con­fia­ble y efi­caz (Rojas-Itu­rra et al., 2022).

La expe­ri­men­ta­ción en línea ofre­ce múl­ti­ples bene­fi­cios en com­pa­ra­ción con la inves­ti­ga­ción pre­sen­cial. En pri­mer lugar, des­ta­ca su efi­cien­cia, ya que per­mi­te acce­der simul­tá­nea­men­te a un gran núme­ro de par­ti­ci­pan­tes. En segun­do lugar, eli­mi­na limi­ta­cio­nes rela­cio­na­das con los equi­pos dis­po­ni­bles en el labo­ra­to­rio o los hora­rios del cam­pus. Final­men­te, posi­bi­li­ta con­tar con una mues­tra más repre­sen­ta­ti­va de la pobla­ción gene­ral al incluir par­ti­ci­pan­tes de dis­tin­tas eda­des y nive­les edu­ca­ti­vos. Estos avan­ces son posi­bles gra­cias al desa­rro­llo de soft­wa­re espe­cia­li­za­do y tuto­ria­les, así como a una comu­ni­dad cre­cien­te de inves­ti­ga­do­res que imple­men­tan y com­par­ten sus méto­dos, lo que ha faci­li­ta­do la incor­po­ra­ción de nue­vos cien­tí­fi­cos a este enfo­que meto­do­ló­gi­co (Barnhoorn et al., 2015).

La inves­ti­ga­ción en línea gene­ral­men­te se desa­rro­lla siguien­do tres eta­pas prin­ci­pa­les: (1) dise­ñar una tarea expe­ri­men­tal o cues­tio­na­rio que pue­da dis­tri­buir­se y resol­ver­se en línea; (2) alo­jar dicha tarea en una pla­ta­for­ma de alma­ce­na­mien­to en la nube o en un ser­vi­dor acce­si­ble para los par­ti­ci­pan­tes; y (3) enviar la tarea a los par­ti­ci­pan­tes y reco­pi­lar sus res­pues­tas (Groots­wa­gers, 2020).

No obs­tan­te, este enfo­que enfren­ta desa­fíos meto­do­ló­gi­cos inhe­ren­tes, rela­cio­na­dos con la pér­di­da de con­trol de las con­di­cio­nes expe­ri­men­ta­les y sobre los par­ti­ci­pan­tes. Estas limi­ta­cio­nes pue­den des­alen­tar el uso de la inves­ti­ga­ción en línea como una alter­na­ti­va a la inves­ti­ga­ción bási­ca. Sin embar­go, pue­de ser con­si­de­ra­da como un com­ple­men­to a la inves­ti­ga­ción tra­di­cio­nal al pre­sen­tar ven­ta­jas sig­ni­fi­ca­ti­vas. Este enfo­que per­mi­te obte­ner mayor evi­den­cia expe­ri­men­tal en pobla­cio­nes más amplias y homo­gé­neas a un menor cos­to, lo que a su vez faci­li­ta eva­luar la gene­ra­li­dad de los fenó­me­nos estu­dia­dos (Vadi­llo et al., 2006). Ade­más, Matu­te y cols. (2007), han demos­tra­do la efec­ti­vi­dad de estas meto­do­lo­gías para inves­ti­gar efec­tos, tan­to bien esta­ble­ci­dos como menos obser­va­dos en el ámbi­to de la psi­co­lo­gía del apren­di­za­je.

En este con­tex­to, la inves­ti­ga­ción en línea pue­de enten­der­se como un com­ple­men­to que enri­que­ce la inves­ti­ga­ción pre­sen­cial. Resul­ta esen­cial esta­ble­cer la gene­ra­li­dad y vali­dez de los efec­tos estu­dia­dos para deri­var prin­ci­pios gene­ra­les de con­duc­ta apli­ca­bles a pobla­cio­nes y pro­ble­má­ti­cas clí­ni­ca­men­te rele­van­tes. Por lo tan­to, la inves­ti­ga­ción en línea repre­sen­ta una opor­tu­ni­dad valio­sa para avan­zar en la com­pren­sión y apli­ca­ción de prin­ci­pios psi­co­ló­gi­cos en diver­sos con­tex­tos.

El pre­sen­te tra­ba­jo tuvo como obje­ti­vo la obser­va­ción del efec­to de decre­men­to de una res­pues­ta pro­du­ci­dos por los pro­ce­di­mien­tos de cas­ti­go y extin­ción, en una tarea de igua­la­ción a la mues­tra. Para corro­bo­rar si estos pro­ce­di­mien­tos son efec­ti­vos cuan­do son pre­sen­ta­dos en línea. Esto per­mi­ti­ría obser­var simi­li­tu­des entre ambos pro­ce­di­mien­tos y su efec­to común de dis­mi­nuir la fre­cuen­cia de con­duc­tas, cuan­do un orga­nis­mo apren­de a no res­pon­der ante cir­cuns­tan­cias par­ti­cu­la­res.

Método

Participantes

Par­ti­ci­pa­ron de mane­ra volun­ta­ria e infor­ma­da 40 estu­dian­tes uni­ver­si­ta­rios, con­tac­ta­dos por medio de correo elec­tró­ni­co, con un ran­go de edad entre 18 y 25 años (M = 20.8), de ambos sexos (18 muje­res y 22 hom­bres), ins­cri­tos en la Facul­tad de Estu­dios Supe­rio­res Izta­ca­la, UNAM. Nin­guno de los par­ti­ci­pan­tes tenía expe­rien­cia pre­via con la tarea expe­ri­men­tal. Acce­die­ron en línea a un cues­tio­na­rio de Goo­gle Forms, con los tér­mi­nos de un con­sen­ti­mien­to infor­ma­do que con­si­de­ró los cri­te­rios éti­cos para la inves­ti­ga­ción con huma­nos del Códi­go Éti­co del Psi­có­lo­go (Socie­dad Mexi­ca­na de Psi­co­lo­gía, 2009). De acuer­do con las regu­la­cio­nes éti­cas de expe­ri­men­ta­ción con huma­nos en inter­net (Fran­kel y Siang, 1999), no se pidie­ron más datos que pudie­ran afec­tar la pri­va­ci­dad de los par­ti­ci­pan­tes, ade­más de la edad y sexo. Las con­di­cio­nes par­ti­cu­la­res en las que los par­ti­ci­pan­tes rea­li­za­ron el expe­ri­men­to fue­ron des­co­no­ci­das. Ade­más, se toma­ron medi­das para res­trin­gir el acce­so a los datos obte­ni­dos de for­ma que sólo los expe­ri­men­ta­do­res pudie­ran hacer uso de estos.

Situación y tarea experimental

Para pro­gra­mar la tarea expe­ri­men­tal se empleó el soft­wa­re Super­Lab 6.0, y el paque­te remo­to se gene­ró a tra­vés de la exten­sión Super­Lab Remo­te dise­ña­da para rea­li­zar expe­ri­men­tos en línea, al per­mi­tir al expe­ri­men­ta­dor pro­gra­mar una tarea con even­tos, ensa­yos y blo­ques de for­ma idén­ti­ca a como se haría pre­sen­cial­men­te. Para pos­te­rior­men­te gene­rar un paque­te remo­to. Este paque­te remo­to con­tie­ne los archi­vos nece­sa­rios para que el par­ti­ci­pan­te pudie­se eje­cu­tar el expe­ri­men­to sin nece­si­dad de ins­ta­lar nin­gún soft­wa­re adi­cio­nal.

El estu­dio se reali­zó en línea, con­tac­tan­do a los par­ti­ci­pan­tes por medio de un correo elec­tró­ni­co. Este con­te­nía un enla­ce a un cues­tio­na­rio de Goo­gle Forms y una pre­sen­ta­ción de Power­Point con ins­truc­cio­nes para la des­car­ga del paque­te remo­to. El cues­tio­na­rio de Goo­gle Forms con­te­nía el con­sen­ti­mien­to infor­ma­do y pre­gun­tas demo­grá­fi­cas, ade­más de otras pre­gun­tas téc­ni­cas que per­mi­tían cono­cer el sis­te­ma ope­ra­ti­vo de su compu­tado­ra. Una vez que el par­ti­ci­pan­te acep­ta­ba par­ti­ci­par en el
expe­ri­men­to, se des­ple­ga­ba un enla­ce a una car­pe­ta de Goo­gle Dri­ve que con­te­nía 2 videos de ins­truc­cio­nes (uno para des­com­pri­mir el paque­te remo­to, y otro para rea­li­zar la tarea expe­ri­men­tal) y el paque­te remo­to con la tarea expe­ri­men­tal. Los videos podían visua­li­zar­se en línea y el paque­te remo­to fue des­car­ga­do por los par­ti­ci­pan­tes en sus pro­pias compu­tado­ras para pos­te­rior­men­te poder dar ini­cio al expe­ri­men­to. Se dise­ñó una tarea expe­ri­men­tal de igua­la­ción a la mues­tra arbi­tra­ria suce­si­va, en la cual des­pués de dar una res­pues­ta de obser­va­ción, apa­re­cía el estí­mu­lo de mues­tra (EM) y los par­ti­ci­pan­tes ele­gían entre varios estí­mu­los de com­pa­ra­ción (ECO), aquel que guar­da­ba una rela­ción arbi­tra­ra con el EM. Si la res­pues­ta del par­ti­ci­pan­te cum­plía con el cri­te­rio de igua­la­ción, era refor­za­da con retro­ali­men­ta­ción posi­ti­va; en caso con­tra­rio, no se refor­za­ba y se dio retro­ali­men­ta­ción nega­ti­va.

Se pidió a los par­ti­ci­pan­tes que simu­la­ran ser defen­so­res de un ata­que alie­ní­ge­na a la tie­rra, don­de su misión fue des­truir un alien o una nave (EM), con una de tres armas mos­tra­das en la par­te infe­rior de la pan­ta­lla, como ECO. Al ele­gir el arma correc­ta, se refor­za­ba con la explo­sión de la nave enemi­ga.

Procedimiento

Todos los par­ti­ci­pan­tes pasa­ron por dos fases: Adqui­si­ción y Decre­men­to. Adi­cio­nal­men­te, se pre­sen­ta­ron tres ensa­yos de pre­en­tre­na­mien­to para fami­lia­ri­zar a los par­ti­ci­pan­tes con la tarea.

En el video envia­do se daban las siguien­tes ins­truc­cio­nes:

Bien­ve­ni­do. Tu par­ti­ci­pa­ción en esta tarea con­sis­te en una simu­la­ción vir­tual de un ata­que alie­ní­ge­na a la tie­rra, por lo que ten­drás que des­truir las naves alie­ní­ge­nas. Debe­rás dar clic en la mira dón­de se encuen­tra el inva­sor para que se des­plie­guen las armas. Una vez que apa­rez­can debe­rás ele­gir una de las tres dis­po­ni­bles. Debe­rás pul­sar varias veces con el ratón sobre una de las tres armas dis­po­ni­bles.

En cada pre­sen­ta­ción solo una de las tres armas esta­rá acti­va. Te infor­ma­re­mos si esta des­tru­yo la nave. Ten en cuen­ta que no en toda las oca­sio­nes que dis­pa­res con el arma te infor­ma­re­mos si des­tru­yo la nave.

¡Exce­len­te! Aho­ra es tu turno.

Tras reci­bir las ins­truc­cio­nes, los par­ti­ci­pan­tes acce­dían al archi­vo remo­to con la tarea. El pre­en­tre­na­mien­to estu­vo com­pues­to por tres ensa­yos, en los cua­les se requi­rió que los par­ti­ci­pan­tes emi­tie­sen una res­pues­ta de obser­va­ción con un clic sobre la mira con el inva­sor, lo que les per­mi­tía des­ple­gar las armas. Des­pués, ele­gían una de las tres armas ubi­ca­das en la par­te infe­rior de la pan­ta­lla, dan­do clic sobre ella podían dis­pa­rar el arma dan­do clic varias veces sobre ella.

Todas las res­pues­tas fue­ron refor­za­das con una pan­ta­lla que pre­sen­ta­ba al alíen des­trui­do. Pos­te­rior­men­te se pre­sen­ta­ba retro­ali­men­ta­ción posi­ti­va a tra­vés de la fra­se “¡Des­truis­te al enemi­go!”.

Al fina­li­zar, los par­ti­ci­pan­tes abrie­ron un segun­do video envia­do que con­te­nía las siguien­tes ins­truc­cio­nes:

Has logra­do derri­bar al inva­sor, aho­ra te asig­na­re­mos una misión.
Tu misión con­sis­te en defen­der a la tie­rra del ata­que alie­ní­ge­na. En tu pan­ta­lla apa­re­ce­rá la cabi­na de con­trol de tu nave. La nave inva­so­ra apa­re­ce­rá fren­te a ti. Debe­rás dar clic sobre la nave para des­ple­gar las armas. Para des­truir las naves enemi­gas debe­rás ele­gir una de las armas dis­po­ni­bles. Habrá oca­sio­nes en que el cam­po de fuer­za de la nave inva­so­ra será muy fuer­te, así que para derri­bar­la debe­rás dar clic varias veces sobre el arma que ele­gis­te.

La bata­lla comien­za, ¡bue­na suer­te!

Tras las ins­truc­cio­nes daba comien­zo la fase de entre­na­mien­to. Se pre­sen­ta­ron doce ciclos de un pro­gra­ma múl­ti­ple IV 3s; IV 3s, seña­la­dos por los E1 y E2 res­pec­ti­va­men­te. Cada ciclo cons­tó de dos com­po­nen­tes de IV3s; don­de cada pro­gra­ma apa­re­cía alea­to­ria­men­te den­tro de cada ciclo. En cada com­po­nen­te se pre­sen­tó una nave enemi­ga dife­ren­te (nave E1 y E2) como estí­mu­lo mues­tra (EM) y la res­pues­ta al ECO1 (R1) se refor­zó para E1, mien­tras que R2 se refor­zó para E2, con la
des­truc­ción de la nave y la pre­sen­ta­ción de una pan­ta­lla de retro­ali­men­ta­ción posi­ti­va con la fra­se: “¡Exce­len­te! Logras­te derri­bar la nave”; en caso de no emi­tir la res­pues­ta correc­ta, se pre­sen­ta­ba una pan­ta­lla de retro­ali­men­ta­ción nega­ti­va con la fra­se: “¡Fallas­te! Sigue inten­tan­do”. Lo mis­mo suce­día si el par­ti­ci­pan­te no emi­tía nin­gu­na
res­pues­ta tras quin­ce segun­dos.

Se con­tra­ba­lan­ceó cada nave (E1 y E2) en la mitad de los par­ti­ci­pan­tes para evi­tar ses­gos de pre­fe­ren­cia. El ECO (arma correc­ta) tam­bién se con­tra­ba­lan­ceó entre las tres armas. Adi­cio­nal­men­te la posi­ción de las armas fue alea­to­ria en cada pre­sen­ta­ción, como con­trol expe­ri­men­tal.

En esta fase, al igual que en el pre­en­tre­na­mien­to, fue nece­sa­rio emi­tir una res­pues­ta de obser­va­ción que con­sis­tió en dar un clic sobre el EM ubi­ca­do al cen­tro de la pan­ta­lla para des­ple­gar las armas al infe­rior de la pan­ta­lla, los par­ti­ci­pan­tes dis­pa­ra­ban dan­do clic repe­ti­da­men­te sobre el ECO selec­cio­na­do. Si el par­ti­ci­pan­te ele­gía el arma correc­ta, era refor­za­do y reci­bía retro­ali­men­ta­ción posi­ti­va. En el caso con­tra­rio solo reci­bía retro­ali­men­ta­ción nega­ti­va.

Duran­te la fase de Decre­men­to para el Gru­po Extin­ción, las res­pues­tas R1 deja­ron de ser refor­za­das ante el E1. Para el Gru­po Cas­ti­go R1 seguía sien­do refor­za­da, pero aho­ra se pre­sen­ta­ba C3 (una pan­ta­lla en rojo indi­can­do que la nave del pilo­to había reci­bió daño enemi­go) de for­ma con­tin­gen­te a esta res­pues­ta. El refor­za­mien­to a R2 se man­tu­vo bajo las mis­mas con­tin­gen­cias en ambos gru­pos. En la Tabla 1 se mues­tra el dise­ño expe­ri­men­tal emplea­do.

Tabla 1.
Tabla de diseño experimental
Gru­po Adqui­si­ción Decre­men­to
Cas­ti­go (12) E1 – R1 +(VI 3s)

(12) E2 – R2 +

(VI 3s)

(12) E1 – R1 + CA(12) E2 – R2 (VI3 s)
Extin­ción (12) E1 – R1 –(12 E2 – R2 (VI 3s)
Nota. Se pre­sen­ta el dise­ño expe­ri­men­tal para los gru­pos de cas­ti­go y extin­ción don­de ambos gru­pos pasan por la mis­ma fase de adqui­si­ción don­de R1 y R2 son refor­za­das. Duran­te la fase de decre­men­to, para el gru­po cas­ti­go R1 es cas­ti­ga­da, mien­tras que para el gru­po extin­ción R1 deja de ser refor­za­da, pero R2 se man­tu­vo sin cam­bios en ambos gru­pos. Los sím­bo­los “+” indi­can refor­za­mien­to y “-” no refor­za­mien­to. Las siglas “CA” indi­can cas­ti­go y “VI 3s” pro­gra­ma de refor­za­mien­to de inter­va­lo varia­ble tres segun­dos.

La varia­ble depen­dien­te fue el por­cen­ta­je de res­pues­tas correc­tas (R1 y R2) para mini­mi­zar la varia­bi­li­dad del núme­ro de res­pues­tas de cada par­ti­ci­pan­te, el cual fue cal­cu­la­do por par­ti­ci­pan­te, en fun­ción del núme­ro total de res­pues­tas por cada blo­que de tres ciclos de cada EM del pro­gra­ma múl­ti­ple a tra­vés de una ecua­ción de pro­por­cio­na­li­dad direc­ta. Las varia­bles inde­pen­dien­tes fue­ron las con­di­cio­nes de
refor­za­mien­to para los EM. Se rea­li­za­ron aná­li­sis esta­dís­ti­cos para la pri­me­ra fase ANOVA mix­to (2 EM x 2 Gru­pos x 4 Blo­ques) para corro­bo­rar si los par­ti­ci­pan­tes apren­die­ron la tarea, así como para la fase de Decre­men­to, con un ANOVA mix­to (2 EM x 2 Gru­pos x 4 Blo­ques) de medi­das repe­ti­das en don­de se com­pa­ra­ron las res­pues­tas
ante E1 y E2 para cono­cer ante cuál nave ocu­rrie­ron más res­pues­tas.

Resultados

Todos los par­ti­ci­pan­tes apren­die­ron la tarea duran­te la fase de entre­na­mien­to, ya que el por­cen­ta­je de res­pues­tas correc­tas ante E1 y E2 aumen­tó pro­gre­si­va­men­te duran­te la fase de Adqui­si­ción. En la fase de Decre­men­to, el por­cen­ta­je de res­pues­tas R1 dis­mi­nu­yó para ambos gru­pos, mien­tras que R2 se man­tu­vo sin cam­bios. Ambas fases se mues­tran en la Figu­ra 1.

Figura 1
Porcentaje de Respuestas Correctas.
A graph of different sizes and shapes

Description automatically generated with medium confidence
Nota. Se pre­sen­ta el por­cen­ta­je de res­pues­tas correc­tas de todos los par­ti­ci­pan­tes para R1 y R2 duran­te la fase de Adqui­si­ción y la fase de Decre­men­to en 4 blo­ques de 3 ensa­yos para cada fase. Las figu­ras redon­das corres­pon­den a R1 y las cua­dra­das a R2. Las figu­ras blan­cas o sin relleno seña­lan al gru­po de extin­ción y las figu­ras negras a el gru­po de cas­ti­go. El panel izquier­do mues­tra la fase de Adqui­si­ción y el dere­cho la de Decre­men­to.

Para la fase ini­cial de Adqui­si­ción, se ana­li­za­ron los por­cen­ta­jes de R1 y R2 de ambos gru­pos uti­li­zan­do un ANOVA mix­to. El efec­to prin­ci­pal para EM no mos­tró dife­ren­cias esta­dís­ti­ca­men­te sig­ni­fi­ca­ti­vas en el por­cen­ta­je de res­pues­tas correc­tas entre E1 y E2 duran­te los cua­tro blo­ques de cada pre­sen­ta­ción de los EM (F = (1, 21) = 33.262, MSE = 14696.99, p < 0.05, η2 = 0.27), lo que sugie­re que los par­ti­ci­pan­tes apren­die­ron la tarea al mos­trar que tan­to R1 como R2 ocu­rren ante su EM corres­pon­dien­te, e incre­men­ta­ron a lo lar­go del entre­na­mien­to (M =89.39, DS = 15.89; M = 86.45.84, DS = 30.36), en el últi­mo blo­que de pre­sen­ta­cio­nes del pro­gra­ma múl­ti­ple. El efec­to prin­ci­pal para el fac­tor blo­que fue esta­dís­ti­ca­men­te sig­ni­fi­ca­ti­vo (F (3, 63) = 2.738, MSE = 25743.187, p < .05, η2 = 0.16). Para ana­li­zar sepa­ra­da­men­te este efec­to se rea­li­za­ron dos ANO­VAs de medi­das repe­ti­das, uno para cada EM, ana­li­zan­do el por­cen­ta­je de res­pues­tas R1 y R2 por blo­ques. Se encon­tra­ron dife­ren­cias sig­ni­fi­ca­ti­vas en el por­cen­ta­je de res­pues­tas R1 y R2 ante E1 (F (3, 63) = 5.509, MSE = 22165.523, p < .05; η2 = 0.) y E2 (F (3, 63) = 4.208, MSE = 4575.523, p < .05; η2 = 0.41).

Prue­bas post hoc con la correc­ción de Bon­fe­rro­ni seña­lan dife­ren­cias sig­ni­fi­ca­ti­vas entre el por­cen­ta­je de res­pues­tas R1 en el blo­que 1 (M = 40.54, DS = 37.18) y en el blo­que 4 (M = 89.39, DS = 15.89). En el caso de R2, tam­bién se obser­va­ron dife­ren­cias sig­ni­fi­ca­ti­vas en el por­cen­ta­je de res­pues­tas correc­tas en los blo­ques de tres ciclos del pro­gra­ma múl­ti­ple (M = 31.54, DS = 37.18) y en el blo­que 4 (M = 87.39, DS = 15.89) (p > .05). La inter­ac­ción entre blo­ques de 3 ensa­yos x EM no fue sig­ni­fi­ca­ti­va. El por­cen­ta­je de res­pues­tas correc­tas R1 y R2 duran­te fase de Adqui­si­ción se pre­sen­ta en el panel izquier­do de la Figu­ra 1.

Para la fase de Decre­men­to, se ana­li­za­ron los por­cen­ta­jes de R1 y R2 de ambos gru­pos uti­li­zan­do un ANOVA mix­to. El panel dere­cho de la de la Figu­ra 1 mues­tra la dis­mi­nu­ción de R1. El efec­to prin­ci­pal mos­tró dife­ren­cias esta­dís­ti­ca­men­te sig­ni­fi­ca­ti­vas en el por­cen­ta­je de res­pues­tas correc­tas entre R1 y R2 duran­te en el últi­mo blo­que (F = (1, 21) = 23.262, MSE = 4466.99, p < 0.05, η2 = 0.19), lo que sugie­re que los par­ti­ci­pan­tes apren­die­ron la tarea al mos­trar que R1 y R2 ocu­rren de for­ma dife­ren­cial en la segun­da fase. Mien­tras que R2 se man­tu­vo en un nivel simi­lar al de la fase de Adqui­si­ción, R1 dis­mi­nu­yó a lo lar­go de la fase en el últi­mo blo­que de pre­sen­ta­cio­nes del pro­gra­ma múl­ti­ple (des­de M =89.39, DS = 15.89, a M = 16.45.84, DS = 30.36). El efec­to prin­ci­pal para el fac­tor blo­que fue esta­dís­ti­ca­men­te sig­ni­fi­ca­ti­vo (F (3, 63) = 34.738, MSE = 2543.187, p < .05, η2 = 0.29).

Para ana­li­zar sepa­ra­da­men­te este efec­to se rea­li­za­ron dos ANO­VAs de medi­das repe­ti­das, uno para cada EM, ana­li­zan­do el por­cen­ta­je de res­pues­tas R1 y R2 por blo­ques. Se encon­tra­ron dife­ren­cias sig­ni­fi­ca­ti­vas en el por­cen­ta­je de res­pues­tas R1 y R2 (F (3, 63) = 47. 09, MSE= 4885.523, p < .05; η2 = 0.14). Prue­bas post hoc con la correc­ción de Bon­fe­rro­ni seña­lan dife­ren­cias esta­dís­ti­ca­men­te sig­ni­fi­ca­ti­vas entre el por­cen­ta­je de res­pues­tas R1 en el blo­que 1 (M = 87.54, DS = 17.18) y en el blo­que 4 (M = 14.39, DS = 5.89), en ambos gru­pos. R1 decre­men­tó en ambos gru­pos.

En gene­ral los datos obte­ni­dos dan evi­den­cia de que los par­ti­ci­pan­tes apren­die­ron la tarea en línea al res­pon­der duran­te la fase de Adqui­si­ción y a dejar de hacer­lo cuan­do R1 fue decre­men­ta­da por la extin­ción o el cas­ti­go.

Discusión

Los resul­ta­dos mues­tran que tan­to la extin­ción como el cas­ti­go decre­men­tan una res­pues­ta apren­di­da en una tarea de igua­la­ción a la mues­tra en línea. El aumen­to en los por­cen­ta­jes de res­pues­tas correc­tas al ECO duran­te la fase de Adqui­si­ción, para ambos gru­pos (Cas­ti­go y Extin­ción) indi­can que ambos apren­die­ron ambas res­pues­tas
R1 y R2, de la tarea de mane­ra simi­lar. En la fase de Decre­men­to, la dife­ren­cia entre los por­cen­ta­jes de res­pues­tas de R1 y R2 con la fase de Adqui­si­ción en ambos gru­pos se deben a los pro­ce­di­mien­tos de cas­ti­gó y extin­ción pre­sen­ta­dos sobre R1, mien­tras la R2 se man­tu­vo sin cam­bios. Estos resul­ta­dos mos­tra­ron que ambos pro­ce­di­mien­tos
decre­men­ta­ron las res­pues­tas R1 de mane­ra simi­lar en una tarea en línea. Lo cual es con­gruen­te con la lite­ra­tu­ra de extin­ción (Schieltz et al., 2024) y cas­ti­go (Nall et al., 2024; Jean-Richard-dit-Bres­sel, et al., 2024).

Con­si­de­ran­do que ambos pro­ce­di­mien­tos son efi­ca­ces en supri­mir una res­pues­ta en una tarea de igua­la­ción a la mues­tra en línea, pode­mos valo­rar a la inves­ti­ga­ción en línea como una alter­na­ti­va váli­da y con­fia­ble para la reco­lec­ción de datos. Amplian­do la vali­dez exter­na, al aumen­tar las carac­te­rís­ti­cas de la pobla­ción y ofre­cer mayor gene­ra­li­za­ción de los resul­ta­dos (Vadi­llo, et al., 2006). Adi­cio­nal­men­te, otras ven­ta­jas que pue­de apor­tar la expe­ri­men­ta­ción en línea son: gene­ra­li­za­bi­li­dad demo­grá­fi­ca y de situa­ción, ses­go de volun­ta­ria­do, poder esta­dís­ti­co, meno­res cos­tos y cues­tio­nes éti­cas (Reips, 2000). Ade­más, esta se plan­tea como un cam­po poten­cial­men­te útil para el desa­rro­llo de expe­ri­men­ta­ción con pobla­cio­nes más amplias y hete­ro­gé­neas. Lo que mini­mi­za los ses­gos pobla­cio­na­les deri­va­dos de la expe­ri­men­ta­ción pre­sen­cial en labo­ra­to­rio, apro­ve­chan­do las herra­mien­tas vir­tua­les exis­ten­tes. Estás nue­vas meto­do­lo­gías que inclu­yen expe­ri­men­ta­ción híbri­da (pre­sen­cial y en línea), per­mi­te tam­bién un acce­so más amplio a la pobla­ción y un mayor abor­da­je de fenó­me­nos bási­cos de apren­di­za­je. Adi­cio­nal­men­te, la inves­ti­ga­ción en línea al emplear mues­tras amplias y hete­ro­gé­neas pro­mue­ve la dis­mi­nu­ción del error Tipo II, aumen­tan­do la poten­cia esta­dís­ti­ca de las prue­bas emplea­das (Rojas-Itu­rria, et al., 2022).

Sin embar­go, recien­tes crí­ti­cas seña­lan que las situa­cio­nes en línea podrían ser menos inten­sas sen­so­rial­men­te que situa­cio­nes con estí­mu­los físi­cos con los que el par­ti­ci­pan­te tie­ne con­tac­to, en espe­cial cuan­do se están emplean­do estí­mu­los que deben ser aver­si­vos, ya que una señal mos­tra­da en pan­ta­lla emu­la la fun­ción de un estí­mu­lo aver­si­vos, pero no es sen­so­rial­men­te equi­va­len­te a un cho­que inten­so
o tono agu­do (Stus­si & Cop­pin, 2024). Estas dife­ren­cias en la inten­si­dad de los estí­mu­los podrían pro­du­cir dife­ren­cias en la velo­ci­dad de la adqui­si­ción o fuer­za del con­di­cio­na­mien­to, por lo que una posi­ble línea de inves­ti­ga­ción podría eva­luar las dife­ren­cias en inten­si­dad entre estos estí­mu­los con fun­cio­nes aná­lo­gas, pero pro­pie­da­des físi­cas dis­tin­tas.

Por últi­mo, es impor­tan­te des­ta­car que el obser­var un decre­men­to simi­lar de R1 en ambos gru­pos coin­ci­de con la idea de que, inde­pen­dien­te­men­te del meca­nis­mo, el resul­ta­do prin­ci­pal de los pro­ce­di­mien­tos de decre­men­to de la con­duc­ta emplea­dos es que los orga­nis­mos apren­den a dejar de emi­tir la res­pues­ta obje­ti­vo (Bou­ton et al., 2020).

Final­men­te, estos resul­ta­dos per­mi­ten con­si­de­rar a la inves­ti­ga­ción en línea como una opción meto­do­ló­gi­ca igual de váli­da y con­fia­ble que la expe­ri­men­ta­ción rea­li­za­da de for­ma pre­sen­cial. Don­de el acce­so a pobla­cio­nes más amplias y hete­ro­gé­neas favo­re­ce la gene­ra­li­dad de los resul­ta­dos obte­ni­dos. Asi­mis­mo, este tra­ba­jo extien­de los hallaz­gos exis­ten­tes en la moda­li­dad pre­sen­cial al cam­po de la expe­ri­men­ta­ción en línea, al mos­trar la efi­ca­cia del cas­ti­go y extin­ción como pro­ce­di­mien­tos de decre­men­to de la con­duc­ta efec­ti­vos en una tarea en línea.

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Notas

  1. Esta inves­ti­ga­ción se lle­vó a cabo con finan­cia­mien­to del pro­yec­to DGAPA de la UNAM IN300824.
  2. Divi­sión de Inves­ti­ga­ción y Pos­gra­do, Facul­tad de Estu­dios Supe­rio­res Izta­ca­la, Uni­ver­si­dad Nacio­nal Autó­no­ma de Méxi­co.
  3. Con­tac­to Javier Vila: javila@campus.iztacala.unam.mx