Alteraciones emocionales y físicas en estudiantes universitarios ante el distanciamiento social por COVID 19[1] Descargar este archivo (1-Abuso-sexual-infantil.pdf)

Guillermina Arenas Montaño[2], Alba Luz Robles Mendoza[3], Oliva López Sánchez[4], Juana Olvera Méndez[5] , Laura Victoria Ortega Leonard[6]

Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM, México

Resu­men

La dimen­sión emo­cio­nal man­tie­ne una estre­cha rela­ción entre lo indi­vi­dual y colec­ti­vo. Cuan­do las emo­cio­nes son afec­ta­das por pro­ce­sos de con­fi­na­mien­to social cau­san alte­ra­cio­nes bio­psi­co­so­cia­les en las per­so­nas e influ­yen en su salud. El obje­ti­vo fue iden­ti­fi­car las alte­ra­cio­nes emo­cio­na­les y físi­cas que pre­sen­ta una mues­tra de estu­dian­tes de la FES Izta­ca­la ante el dis­tan­cia­mien­to social por COVID-19. Se apli­có un ins­tru­men­to para medir las carac­te­rís­ti­cas psi­co­so­cia­les y socio­emo­cio­na­les fren­te a la con­tin­gen­cia sani­ta­ria. Se ana­li­zó, para este tra­ba­jo, solo la pre­gun­ta abier­ta sobre las expe­rien­cias del alum­na­do en con­fi­na­mien­to. Se iden­ti­fi­ca­ron dos cate­go­rías: emo­cio­nes des­agra­da­bles rela­cio­na­das con vio­len­cia, mie­do, tris­te­za e incer­ti­dum­bre; y alte­ra­cio­nes en la salud físi­ca duran­te el dis­tan­cia­mien­to social, gene­ra­dos por la rup­tu­ra de la coti­dia­ni­dad y mani­pu­la­ción de los medios de infor­ma­ción.

Pala­bras cla­ve: emo­cio­nes, dis­tan­cia­mien­to social, COVID-19, salud, uni­ver­si­ta­rios.

Abs­tract

The emo­tio­nal dimen­sion main­tains a clo­se rela­tionship bet­ween the indi­vi­dual and the collec­ti­ve. When social con­fi­ne­ment pro­ces­ses affect emo­tions, it cau­ses a biopsy­cho­so­cial alte­ra­tion in peo­ple and influen­ces their health. The goal was to iden­tify emo­tio­nal and phy­si­cal dis­tur­ban­ces within a sam­ple of FES Izta­ca­la stu­dents in the face of social dis­tan­cing by COVID-19. An ins­tru­ment was applied to mea­su­re psy­cho­lo­gi­cal and socio­emo­tio­nal cha­rac­te­ris­tics against health con­tin­gency. Only the open ques­tion about the expe­rien­ces of stu­dents in con­fi­ne­ment was dis­cus­sed for this work. Two cate­go­ries were iden­ti­fied: unplea­sant emo­tions rela­ted to vio­len­ce, fear, sad­ness and uncer­tainty, and alte­ra­tions in phy­si­cal health during social dis­tan­cing gene­ra­ted by the brea­king off daily life and infor­ma­tion mani­pu­la­tion by the media.

Key words: emo­tions, social dis­tan­cing, COVID-19, health, uni­ver­sity stu­dents.

Introducción

A prin­ci­pios del año 2020, la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS, 2020a) infor­mó sobre la exis­ten­cia de la enfer­me­dad por COVID-19, y repor­tó el bro­te de más de 9,700 casos en Chi­na y otros paí­ses, decla­ran­do una emer­gen­cia de salud públi­ca inter­na­cio­nal. Des­pués de la eva­lua­ción de los ries­gos para la salud del COVID-19, en Méxi­co se difun­die­ron las reco­men­da­cio­nes para la pre­ven­ción de la pro­pa­ga­ción del virus, entre las que se encuen­tran el dis­tan­cia­mien­to social, que sig­ni­fi­ca estar físi­ca­men­te sepa­ra­dos al man­te­ner una dis­tan­cia de al menos dos metros con las demás per­so­nas y un con­tac­to limi­ta­do con los fami­lia­res que com­par­ten el hogar. Tam­bién se soli­ci­tó man­te­ner­se en casa y evi­tar asis­tir a luga­res públi­cos con­cu­rri­dos como escue­las, trans­por­te públi­co y cen­tros comer­cia­les. Asi­mis­mo, man­te­ner­se infor­ma­dos a par­tir de repor­tes de auto­ri­da­des sani­ta­rias loca­les y nacio­na­les (OMS, 2020b).

La Aso­cia­ción Nacio­nal de Uni­ver­si­da­des e Ins­ti­tu­cio­nes de Edu­ca­ción Supe­rior (ANUIES), en abril del 2020 deci­dió con­ti­nuar las acti­vi­da­des de docen­cia en línea a tra­vés de aulas vir­tua­les, pla­ta­for­mas de comu­ni­ca­ción remo­ta, repo­si­to­rios, biblio­te­cas y mate­ria­les digi­ta­les, entre otras. Esto supu­so la sus­pen­sión tem­po­ral de acti­vi­da­des pre­sen­cia­les edu­ca­ti­vas de 5.3 millo­nes de per­so­nas, que equi­va­le a 4.2% de la pobla­ción nacio­nal (cita­do en Con­chei­ro, 2020).

La Uni­ver­si­dad Nacio­nal Autó­no­ma de Méxi­co (UNAM) imple­men­tó el mode­lo de edu­ca­ción a dis­tan­cia, que ha impli­ca­do un apren­di­za­je autó­no­mo y fle­xi­ble, que exi­ge mayor auto­rre­gu­la­ción por par­te del estu­dian­te (Juca, 2020).

Actual­men­te, las nue­vas Tec­no­lo­gías de la Infor­ma­ción y la Comu­ni­ca­ción (TIC) han pro­pi­cia­do cam­bios impor­tan­tes en la trans­mi­sión del apren­di­za­je; sin embar­go, el estu­dian­ta­do de la FESI no esta­ba pre­pa­ra­do para pasar de for­ma abrup­ta de la ense­ñan­za pre­sen­cial a la edu­ca­ción a dis­tan­cia. Esto pro­pi­ció una tri­ple situa­ción de vul­ne­ra­bi­li­dad: el dis­tan­cia­mien­to, la pro­ba­bi­li­dad de enfer­mar por COVID-19 y un sis­te­ma des­co­no­ci­do de ense­ñan­za, que entre­la­za­dos, des­or­ga­ni­za­ron el esta­do emo­cio­nal de dicha pobla­ción.

Un ren­di­mien­to aca­dé­mi­co ade­cua­do requie­re de con­di­cio­nes apro­pia­das para el estu­dio, así como de estu­dian­tes físi­ca y emo­cio­nal­men­te salu­da­bles. Se sabe que, en el pro­ce­so edu­ca­ti­vo, las com­pe­ten­cias emo­cio­na­les son com­ple­men­ta­rias a las com­pe­ten­cias cog­ni­ti­vas; la moti­va­ción y el razo­na­mien­to están liga­das a la dimen­sión afec­ti­va, que inci­ta a rea­li­zar aque­llo que intere­sa, inclu­so a dis­fru­tar del apren­di­za­je. Cuan­do se gene­ran emo­cio­nes agra­da­bles para la per­so­na y su entorno social dis­mi­nu­ye el nivel de estrés, incre­men­ta el nivel cog­ni­ti­vo y moti­va­cio­nal y dis­mi­nu­ye la idea de fra­ca­so, aun­que exis­tan fac­to­res exter­nos que pue­den favo­re­cer­la o repri­mir­la (Nava­rro, 2018).

Según Izard (1993), las emo­cio­nes cum­plen una fun­ción social impor­tan­te en el pro­ce­so de comu­ni­ca­ción, faci­li­tan la inter­ac­ción social, con­tro­lan la con­duc­ta de los demás, per­mi­ten la comu­ni­ca­ción de los esta­dos afec­ti­vos y pro­mue­ven la con­duc­ta pro­so­cial. Son reco­no­ci­das como emo­cio­nes el mie­do, la ira, la tris­te­za, la ale­gría, la sor­pre­sa, entre otras; estas cons­ti­tu­yen patro­nes de con­duc­ta. Se carac­te­ri­zan por ser rela­cio­na­les y socia­les, man­te­nien­do una estre­cha vin­cu­la­ción entre lo indi­vi­dual y colec­ti­vo (Ari­za, 2020; López, 2016).

Cuan­do las emo­cio­nes como el mie­do, la ira y la tris­te­za se man­tie­nen por perio­dos pro­lon­ga­dos en los indi­vi­duos cau­san sufri­mien­to emo­cio­nal sig­ni­fi­ca­ti­vo, el cual pue­de influir en la salud. Ante tal pers­pec­ti­va, el obje­ti­vo de esta inves­ti­ga­ción fue iden­ti­fi­car las alte­ra­cio­nes emo­cio­na­les y físi­cas que pre­sen­ta la pobla­ción estu­dian­til de la FES Izta­ca­la ante el dis­tan­cia­mien­to social pro­vo­ca­do por la pan­de­mia del COVID-19. El mar­co ana­lí­ti­co uti­li­za­do para enten­der los pro­ce­sos emo­cio­na­les y físi­cos com­bi­nan una pos­tu­ra bio­psi­co­so­cial, don­de inter­ac­túan los pro­ce­sos del desa­rro­llo con la expre­sión de las emo­cio­nes como pro­duc­to de la cul­tu­ra, las ins­ti­tu­cio­nes e inter­ac­cio­nes socia­les de los suje­tos en entor­nos espe­cí­fi­cos de salud públi­ca (Gar­cía, 2019).

Metodología

Se reali­zó un estu­dio explo­ra­to­rio y des­crip­ti­vo de dise­ño mix­to. Se apli­có un cues­tio­na­rio en moda­li­dad vir­tual para ser con­tes­ta­do de for­ma volun­ta­ria por la comu­ni­dad estu­dian­til de la FESI, en la cual se impar­ten las licen­cia­tu­ras de Medi­ci­na, Enfer­me­ría, Odon­to­lo­gía, Opto­me­tría, Psi­co­lo­gía y Bio­lo­gía. El mues­treo fue inten­cio­nal, dado que el inte­rés fun­da­men­tal fue la com­pren­sión del fenó­meno en su com­ple­ji­dad. El estu­dio cuen­ta con aval de la comi­sión de éti­ca de la Facul­tad, pre­va­le­cien­do el res­pe­to y pro­tec­ción de los dere­chos huma­nos y la con­fi­den­cia­li­dad de la infor­ma­ción y datos per­so­na­les.

El ins­tru­men­to cons­tó de ocho sec­cio­nes, sien­do la últi­ma par­te una pre­gun­ta abier­ta sobre las expe­rien­cias per­so­na­les ante el con­fi­na­mien­to social por COVID 19. La infor­ma­ción gene­ra­da por la pre­gun­ta abier­ta fue inte­gra­da al paque­te infor­má­ti­co del soft­wa­re Excel, rea­li­zán­do­se cate­go­rías de cam­pos semán­ti­cos. Las res­pues­tas se cla­si­fi­ca­ron por colo­res según los frag­men­tos que tuvie­ran rela­cio­nes simi­la­res, se codi­fi­ca­ron y se cons­tru­ye­ron las sub­ca­te­go­rías de aná­li­sis, que con­te­nían ele­men­tos de sub­je­ti­vi­dad. Se apli­ca­ron los cri­te­rios de rigor cien­tí­fi­co de cre­di­bi­li­dad, apli­ca­bi­li­dad y neu­tra­li­dad, para lo cual se con­tras­ta­ron las inter­pre­ta­cio­nes con otras fuen­tes.

Hallazgos

El ins­tru­men­to fue con­tes­ta­do por 3,407 estu­dian­tes, sien­do 69.2% muje­res, 30% hom­bres y 0.6% no bina­rios. El 45.5% se encon­tró en el ran­go de edad de 18–20 años y el 35.8 % de 21–23 años. El 91.4 % son de licen­cia­tu­ra; 5.7% pasan­tes y 2.9 % de pos­gra­do. El 51.8% son estu­dian­tes de psi­co­lo­gía; 16.4 % de opto­me­tría; 12.3% de bio­lo­gía; 7.7 % de medi­ci­na; 6.7% de odon­to­lo­gía y 5.1 % de enfer­me­ría. El 97% vive con sus fami­lias y el 90% ha man­te­ni­do el dis­tan­cia­mien­to social volun­ta­rio, repor­tan­do sali­das exclu­si­va­men­te para com­pra de ali­men­tos y medi­ci­nas. Se encon­tra­ron dos cate­go­rías que emer­gie­ron de los dis­cur­sos: 1. Emo­cio­nes iden­ti­fi­ca­das como des­agra­da­bles con cua­tro sub­ca­te­go­rías, víncu­lo de emo­cio­nes y vio­len­cia, mie­do ante la infor­ma­ción ince­san­te, tris­te­za gene­ra­li­za­da por ais­la­mien­to social e incer­ti­dum­bre ante situa­cio­nes futu­ras; y 2. Alte­ra­cio­nes en la salud físi­ca duran­te el con­fi­na­mien­to sani­ta­rio.

Categoría 1. Emociones identificadas como desagradables

Se defi­ne a la emo­ción como todo aquel pro­ce­so interno que se pro­du­ce en los indi­vi­duos como con­se­cuen­cia de la cul­tu­ra y las situa­cio­nes socia­les. Las emo­cio­nes iden­ti­fi­ca­das como des­agra­da­bles por los par­ti­ci­pan­tes son res­pues­tas ante expe­rien­cias dis­pla­cen­te­ras trans­for­mán­do­se en dañi­nas y peli­gro­sas, sien­do la expe­rien­cia inde­sea­ble dura­de­ra e inten­sa (Gar­cía, 2019).

Subcategoría 1. Vínculo de emociones y violencia

La vio­len­cia se defi­ne como el uso deli­be­ra­do del poder o de la fuer­za físi­ca, ya sea en gra­do de ame­na­za o efec­ti­vo, con­tra uno mis­mo, otra per­so­na, un gru­po o comu­ni­dad, que cau­se o ten­ga pro­ba­bi­li­da­des de cau­sar lesio­nes, muer­te, daños psi­co­ló­gi­cos, tras­tor­nos del desa­rro­llo o pri­va­cio­nes (DOF, 2012).

Las expe­rien­cias por situa­cio­nes de vio­len­cia pro­mue­ven emo­cio­nes de estrés, ansie­dad y angus­tia, las cua­les son con­si­de­ra­das emo­cio­nes des­agra­da­bles debi­do a que muchas veces se esca­pan del auto­con­trol de la per­so­na y se legi­ti­man por el entorno social. Algu­nas narra­cio­nes de estu­dian­tes que expre­san esta rela­ción son:

“Me encuen­tro en un pro­ce­so jurí­di­co por vio­len­cia, tam­bién fre­na­do, ten­go una fuer­te pre­sión y me cau­sa estrés” E2928.

“Las emo­cio­nes nega­ti­vas y agre­sio­nes hacia las per­so­nas han sido más evi­den­tes” E3437.

“Mis papás tra­ba­jan en hos­pi­tal y las noti­cias me pro­vo­can ansie­dad, temo por su inte­gri­dad” E675.

“Me angus­tia tener que regre­sar a cla­ses y que me asal­ten” E3154.

El estu­dian­ta­do mani­fies­ta sen­tir estrés, pre­sión, temor, ansie­dad y angus­tia, gene­ra­das por vio­len­cia fami­liar, de géne­ro, eco­nó­mi­ca, medi­das auto­ri­ta­rias y agre­sio­nes hacia las per­so­nas. Se vuel­ve noto­ria la pre­sen­cia de emo­cio­nes dis­pla­cen­te­ras, el des­alien­to por las situa­cio­nes que per­ci­ben y la impo­si­bi­li­dad para dar solu­ción a la pro­ble­má­ti­ca que expre­san.

Subcategoría 2. Miedo ante la información incesante

El incre­men­to de la emo­ción de mie­do en estu­dian­tes repre­sen­tó difi­cul­ta­des en la for­ma de inter­ac­tuar en casa y en la con­cen­tra­ción para estu­diar. Esta emo­ción res­pon­de al ima­gi­na­rio ins­ti­tui­do a par­tir de la cre­cien­te olea­da de infor­ma­ción pro­ce­den­te de medios de comu­ni­ca­ción, como son: tele­vi­sión, You­Tu­be, WhatsApp, Twit­ter y Mes­sen­ger. Des­de la epi­de­mio­lo­gía sur­ge el tér­mino de info­de­mia, que se refie­re a un exa­ge­ra­do volu­men de infor­ma­ción rela­cio­na­da con un tema par­ti­cu­lar, que pue­de vol­ver­se expo­nen­cial en un perío­do cor­to, debi­do a un inci­den­te con­cre­to como lo es el COVID-19. Apa­re­ce la des­in­for­ma­ción, rumo­res, mani­pu­la­ción de repor­ta­jes, noti­cias fal­sas e inco­rrec­tas, que tam­bién afec­tan la salud men­tal de las per­so­nas (OMS, 2020b).

Bau­man (2007) men­cio­na que el mie­do prin­ci­pal es el mie­do a la muer­te que todas las per­so­nas tene­mos, debi­do al ins­tin­to de super­vi­ven­cia de la pro­pia evo­lu­ción huma­na. Así lo des­cri­ben los dis­cur­sos del estu­dian­ta­do:

“En las noti­cias escu­ché el aban­dono de una per­so­na de la ter­ce­ra edad en una clí­ni­ca del segu­ro, Cómo se ha de sen­tir la seño­ra de 74 años al saber que su fami­lia la dejó tira­da como si se tra­ta­ra de un perro” E310.

“Ya me can­sé, esto me está gene­ran­do deses­pe­ra­ción, no solo por el ais­la­mien­to sino ver lo mis­mo por medio de las redes socia­les y en las noti­cias, no me con­cen­tro ni pue­do dor­mir” E331.

“La des­in­for­ma­ción de los medios de comu­ni­ca­ción en gene­ral, eso cau­sa estrés, mie­do en la pobla­ción, no saben infor­mar ade­cua­da­men­te” E3375.

Es evi­den­te la fun­ción que tie­nen los medios de comu­ni­ca­ción al actuar como dis­po­si­ti­vo de poder en la estruc­tu­ra domi­nan­te y pro­du­cir en los indi­vi­duos una mani­pu­la­ción de la reali­dad, así como un adies­tra­mien­to para la pér­di­da de valo­res y mane­jo de emo­cio­nes. Los pro­gra­mas tele­vi­si­vos y otros medios de infor­ma­ción dan mayor impor­tan­cia a los asun­tos de esca­sa tras­cen­den­cia, pro­mue­ven la vio­len­cia, no tie­nen con­trol de cali­dad en lo que se publi­ca y vio­lan las leyes de la comu­ni­ca­ción (OMS, 2020c).

Subcategoría 3. Tristeza generalizada por aislamiento social

La tris­te­za regu­lar­men­te se pre­sen­ta ante la ame­na­za o pér­di­da de algu­na per­so­na, rela­ción, ani­mal o cosa que sea sig­ni­fi­ca­ti­va para la per­so­na. La situa­ción actual que se vive por la COVID-19 inclu­ye com­po­nen­tes bio­psi­co­so­cia­les, como el dis­tan­cia­mien­to social que pro­pi­cia cam­bios en las emo­cio­nes, pen­sa­mien­tos y valo­res (Bui­tra­go et al., 2020).

El aumen­to y pro­lon­ga­ción de la tris­te­za, cata­lo­ga­da como una emo­ción dis­pla­cen­te­ra, pre­sen­te en el estu­dian­ta­do duran­te el dis­tan­cia­mien­to social y con­fi­na­mien­to, mues­tra los efec­tos noci­vos en la comu­ni­dad estu­dian­til.

“Me sien­to todo el tiem­po angus­tia­da y tris­te por saber que va a pasar des­pués” E343.

“Las ruti­nas se han des­va­ne­ci­do por el con­fi­na­mien­to, estar ais­la­do hace sen­tir­me muy mal, ansio­sos, tris­te…” E1019.

“Tris­te­za, he sen­ti­do sepa­ra­ción de algu­nos ami­gos y eso me preo­cu­pa y me hace sen­tir mal”. E2256.

“Sien­to mucha tris­te­za y ansie­dad, estar ence­rra­da me pone a pen­sar dema­sia­do, sien­to que todo está aumen­tan­do” E1019

La emo­ción de tris­te­za se rela­cio­na con el encie­rro y la sepa­ra­ción de las rela­cio­nes socia­les; se hace evi­den­te, como men­cio­nan Lavell et al. (2020), que la inte­rrup­ción del fun­cio­na­mien­to ruti­na­rio de una socie­dad, debi­do a un even­to físi­co, bio­ló­gi­co o antró­pi­co adver­so, pro­du­ce cam­bios en la per­cep­ción de las acti­vi­da­des coti­dia­nas, lo que cons­ti­tu­ye un even­to des­fa­vo­ra­ble que se vive emo­cio­nal­men­te como nega­ti­vo y, en este caso, per­ci­bi­do como tris­te. Bui­tra­go et al. (2020), men­cio­nan que las con­se­cuen­cias de esta pan­de­mia ponen al des­cu­bier­to la nece­si­dad de con­si­de­rar las alte­ra­cio­nes emo­cio­na­les y aten­der los aspec­tos psi­co­so­cia­les y sus reper­cu­sio­nes en la salud men­tal de las per­so­nas.

Subcategoría 4. Incertidumbre ante situaciones futuras

Otra emo­ción que pre­do­mi­na en la comu­ni­dad estu­dian­til es la incer­ti­dum­bre, debi­do a su estre­cha rela­ción con emo­cio­nes como el mie­do y a menu­do con­si­de­ra­da como un ante­ce­den­te cla­ve de la ansie­dad (Oue­llet et al., 2019). Se pre­sen­tan algu­nas narra­cio­nes al res­pec­to.

“Las con­di­cio­nes a las que aho­ra nos encon­tra­mos expues­tos gene­ran incer­ti­dum­bre más allá del dis­tan­cia­mien­to, la per­di­da de ruti­nas, empleos, etc. Está oca­sio­nan­do a mi pare­cer la mayor par­te de las angus­tias en la socie­dad” E188.

“Hay mucha incer­ti­dum­bre y cons­tan­te bom­bar­deo de infor­ma­ción, más per­so­nas sólo hablan de sus pro­ble­mas para dor­mir, eco­nó­mi­cos y de áni­mo. Lo cual gene­ra un males­tar en mí” E811.

“Mi incer­ti­dum­bre aca­dé­mi­ca vie­ne de que algu­nos pro­fe­so­res dejan bas­tan­te tarea y yo ayu­do en mi casa, así que no siem­pre pue­do cum­plir con los debe­res de la carre­ra” E883.

La pan­de­mia ha pro­pi­cia­do des­ajus­tes entre los esque­mas dis­po­ni­bles y el entorno real. Dicho des­equi­li­brio es una señal que exi­ge la imple­men­ta­ción de pro­ce­sos cog­ni­ti­vos y emo­cio­na­les que con­cuer­den acti­va­men­te con el com­por­ta­mien­to para una adap­ta­ción más efi­cien­te. Por lo tan­to, la defi­ni­ción de incer­ti­dum­bre tie­ne una nota­ble simi­li­tud con las con­di­cio­nes que indi­can la nece­si­dad de con­trol (Lan­dows­ka, 2019).

Si bien un enfo­que espe­cí­fi­co de esta expe­rien­cia es la fal­ta de cono­ci­mien­to sobre el pro­ble­ma de salud que se está vivien­do, algu­nos auto­res des­ta­can que la incer­ti­dum­bre no es equi­va­len­te a una mera igno­ran­cia, sino la con­cien­cia de la expe­rien­cia sub­je­ti­va de esta (Ander­son et al., 2019). En con­se­cuen­cia, es espe­ra­ble el reco­no­ci­mien­to de no estar pre­pa­ra­dos y no saber cómo reac­cio­nar ante la cri­sis de la pan­de­mia, en el que diver­sas acti­vi­da­des de la vida coti­dia­na se vie­ron modi­fi­ca­das, por lo que se expe­ri­men­ta una vul­ne­ra­bi­li­dad com­par­ti­da (San­do­val, 2020). Un estu­dio recien­te de Godi­nic et al. (2020) encon­tró reduc­ción del bien­es­tar psi­co­ló­gi­co duran­te la pan­de­mia a cau­sa de la incer­ti­dum­bre eco­nó­mi­ca y labo­ral, debi­do a que las per­so­nas son menos pro­pen­sas a com­por­ta­mien­tos pro­so­cia­les por la cons­tan­te preo­cu­pa­ción de la situa­ción finan­cie­ra y fami­liar.

Categoría 2. Alteraciones en la salud durante el confinamiento sanitario

Las emo­cio­nes par­ti­ci­pan en el pro­ce­so de salud de los indi­vi­duos cuan­do la capa­ci­dad de for­jar un pro­yec­to de vida se ve inter­fe­ri­da y pone en con­flic­to la posi­bi­li­dad de tomar deci­sio­nes (Sali­nas et al. 2018).

El estu­dian­ta­do ha mani­fes­ta­do diver­sos sín­to­mas y sig­nos clí­ni­cos. Se sabe que los esta­dos de ansie­dad se carac­te­ri­zan por una sen­sa­ción de apren­sión difu­sa, des­agra­da­ble y vaga, que a menu­do se acom­pa­ña de sín­to­mas vege­ta­ti­vos como cefa­lea, dia­fo­re­sis, taqui­car­dia, opre­sión torá­ci­ca y males­tar epi­gás­tri­co (Car­do­na, 2015). Cuan­do una per­so­na es expues­ta a una situa­ción que expe­ri­men­ta como ame­na­zan­te o agre­si­va para su inte­gri­dad, intere­ses o liber­tad, res­pon­de­rá con­for­me a sus expe­rien­cias y creen­cias. Vea­mos algu­nos comen­ta­rios.

“Mi esta­do físi­co ha esta­do empeo­ran­do, cons­tan­te­men­te me enfer­mo de vómi­to, dia­rrea o dolo­res de cabe­za” E54.

“Todo el tiem­po ten­go dolor de cabe­za y quie­ro llo­rar varias veces al día” E487

“He aumen­ta­do mi con­su­mo de dro­gas” E488

“Nun­ca me habían dado ata­ques de ansie­dad tan fuer­tes como aho­ra has­ta el gra­do de dar­me dolo­res físi­cos por la ten­sión” E1720.

“Me comen­za­ron a salir ron­chas, y me fas­ti­dio” E2422

Ante la situa­ción actual, el incre­men­to de alte­ra­cio­nes emo­cio­na­les en la pobla­ción con­lle­va a que algu­nos com­por­ta­mien­tos y pade­ci­mien­tos que for­man par­te de la vida coti­dia­na o del ciclo de vida de las per­so­nas se tra­ten como enfer­me­da­des. Por ejem­plo, el due­lo por la muer­te de un ser que­ri­do, dolo­res, angus­tia y ansie­dad; asi­mis­mo se pro­pi­cia el tra­ta­mien­to con medi­ca­men­tos (Sy, 2018).

Cobo et al. (2020) men­cio­nan que los jóve­nes uni­ver­si­ta­rios pre­sen­tan sín­to­mas de tris­te­za, depre­sión, ansie­dad, idea­ción sui­ci­da y estrés pos­trau­má­ti­co. Los repor­tes giran en torno a las con­se­cuen­cias del dis­tan­cia­mien­to social y al cie­rre de las ins­ti­tu­cio­nes edu­ca­ti­vas que alte­ró en gran medi­da los esti­los de vida de los estu­dian­tes. Los resul­ta­dos de este estu­dio expre­san que las emo­cio­nes deri­va­das de la pan­de­mia han afec­ta­do su salud men­tal y físi­ca en for­mas diver­sas, resul­ta­dos simi­la­res a otros estu­dios (John­son, et al. 2020; Ceba­llos y Sevi­lla, 2020).

Consideraciones finales

No todas las per­so­nas afron­tan de una mane­ra efec­ti­va y fun­cio­nal una cri­sis y mucho menos situa­cio­nes ines­pe­ra­das como el dis­tan­cia­mien­to social por COVID-19, que dan lugar a expe­rien­cias de incer­ti­dum­bre por el futu­ro, así como la ame­na­za de la pér­di­da de la salud y la vida. La abrup­ta modi­fi­ca­ción de acti­vi­da­des ruti­na­rias y cam­bios en los esti­los de vida, ade­más de la inse­gu­ri­dad de los pla­nes a futu­ro, con­lle­va inevi­ta­bles con­se­cuen­cias nega­ti­vas a nivel físi­co, emo­cio­nal y social. Por tan­to, es nece­sa­rio la gene­ra­ción de polí­ti­cas públi­cas sobre salud men­tal y bien­es­tar bio­psi­co­so­cial de las per­so­nas que per­mi­ta gene­rar estra­te­gias pre­ven­ti­vas y de afron­ta­mien­to para sobre­lle­var esta situa­ción mun­dial.

Referencias

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Notas

  1. Agra­de­ce­mos al Pro­gra­ma de Apo­yo a Pro­yec­tos de Inves­ti­ga­ción e Inno­va­ción Tec­no­ló­gi­ca de la UNAM por el finan­cia­mien­to brin­da­do para rea­li­zar este estu­dio. Pro­yec­to PAPIIT IN301021

  2. Pro­fe­so­ra de la Carre­ra de Enfer­me­ría en la FES Izta­ca­la UNAM. Correo elec­tró­ni­co: guillearenasm@gmail.com

  3. Pro­fe­so­ra de la Carre­ra de Psi­co­lo­gía en la FES Izta­ca­la UNAM. Correo elec­tró­ni­co: albaluz.robles@iztacala.unam.mx

  4. Pro­fe­so­ra de la Carre­ra de Psi­co­lo­gía en la FES Izta­ca­la UNAM. Correo elec­tró­ni­co: olivalopezs@gmail.com

  5. Pro­fe­so­ra de la Carre­ra de Psi­co­lo­gía en la FES Izta­ca­la UNAM. Correo elec­tró­ni­co: juanaolmen_mar@yahoo.com.mx

  6. Licen­cia­da en Psi­co­lo­gía de la Facul­tad de Psi­co­lo­gía de la UNAM. Estu­dian­te de pos­gra­do de la Facul­tad de Psi­co­lo­gía de la UNAM. Correo elec­tró­ni­co: victoria.ortega.leonard@gmail.com