Enfoque psicodinámico: liderazgo, poder y el inconsciente colectivo, a propósito de la realidad psicosocial en el Perú

Psychodynamic approach: leadership, power and the collective unconscious, regarding the psychosocial reality in Peru

Luis Morocho Vázquez[1]

Universidad Mayor de San Marcos, Perú

Resumen

El pre­sen­te artícu­lo tie­ne como obje­ti­vo, lograr una expli­ca­ción psi­co­ló­gi­ca des­de un enfo­que psi­co­di­ná­mi­co de la reali­dad psi­co­so­cial que se vive en Perú, a lo lar­go de las últi­mas déca­das (1985 – 2022), a pro­pó­si­to de la elec­ción pre­si­den­cial. La ciu­da­da­nía perua­na a tra­vés del voto popu­lar que es libre y volun­ta­rio ha con­fia­do en deter­mi­na­dos lide­res que enar­bo­la­ban ban­de­ras de hones­ti­dad y cam­bios posi­ti­vos para la comu­ni­dad; lamen­ta­ble­men­te la reali­dad ha sido total­men­te dife­ren­te ya que los pre­si­den­tes elec­tos han sido denun­cia­dos y enjui­cia­dos penal­men­te por actos de corrup­ción y otros deli­tos que han ame­ri­ta­do pri­sión, per­di­da de liber­tad y otros jui­cios. Al res­pec­to revi­sa­re­mos aspec­tos sobre la influen­cia del lide­raz­go en un con­tex­to social que posee carac­te­rís­ti­cas comu­nes, lo que Kar­di­ner (1945) deno­mi­na Per­so­na­li­dad Bási­ca, y en los escri­tos de Freud (1988) (com­pul­sión a la repe­ti­ción), Jung (1970) (con­cep­tos de incons­cien­te colec­ti­vo) y Fromm (Poder-de / Poder – sobre), esto es, una expli­ca­ción psi­co­ló­gi­ca al por­qué de la frus­tra­ción de la pobla­ción ante cada des­ilu­sión de haber apo­ya­do a un líder que pos­te­rior­men­te ha sido des­acre­di­ta­do y sen­ten­cia­do por la jus­ti­cia.

Pala­bras cla­ves: Lide­raz­go, Poder e Incons­cien­te colec­ti­vo.

Abstract

The main objec­ti­ve of this arti­cle is to achie­ve a psy­cho­lo­gi­cal expla­na­tion of the psy­cho­so­cial reality that is expe­rien­ced in our Country – Peru, throughout the last deca­des (1985- 2022), regar­ding the pre­si­den­tial elec­tion, Peru­vian citi­zenship through of the popu­lar vote, which is free and volun­tary, has relied on cer­tain lea­ders who rai­sed ban­ners of honesty and posi­ti­ve chan­ges for the com­mu­nity, unfor­tu­na­tely the reality was totally dif­fe­rent sin­ce the elec­ted pre­si­dents have been denoun­ced and cri­mi­nally pro­se­cu­ted for acts of corrup­tion and other cri­mes that They have warran­ted impri­son­ment, loss of liberty and other trials. In this regard, we will review aspects of the influen­ce of lea­dership in a social con­text that has com­mon cha­rac­te­ris­tics, what Kar­di­ner (1945) calls Basic Per­so­na­lity, and in the wri­tings of Freud (1988) (repe­ti­tion com­pul­sion), Jung (1970) (collec­ti­ve uncons­cious con­cepts) and Fromm (Power- of / Power – over), a psy­cho­lo­gi­cal expla­na­tion for the frus­tra­tion of the popu­la­tion in the face of each disap­point­ment of having sup­por­ted a lea­der who has sub­se­quently been dis­cre­di­ted and sen­ten­ced.

Key­words: Lea­dership, Power, and Collec­ti­ve Uncons­cious

Introducción

A lo lar­go de la exis­ten­cia del ser humano, se des­ta­ca en su deve­nir coti­diano la pre­sen­cia de per­so­nas que sobre­sa­len por sus atri­bu­tos per­so­na­les, tie­nen segui­do­res que se soli­da­ri­zan y siguen sus con­sig­nas. Es impor­tan­te pre­ci­sar que, en todo gru­po humano, inde­pen­dien­te­men­te del nivel social, eco­nó­mi­co, edu­ca­ti­vo, etc., sur­gen los deno­mi­na­dos lide­res que diri­gen y orien­tan al gru­po a con­cre­tar los obje­ti­vos pre­via­men­te esta­ble­ci­dos. Aspec­to impor­tan­te de des­ta­car y pre­ci­sar son: los esti­los de lide­raz­go, carac­te­rís­ti­cas de los lide­res, el con­tex­to y las par­ti­cu­la­ri­da­des de los segui­do­res.

Al res­pec­to, resal­ta y enfa­ti­za­re­mos nues­tro aná­li­sis en el ámbi­to polí­ti­co, en los lide­res de las agru­pa­cio­nes polí­ti­cas que tras ofre­ci­mien­tos y pro­pues­tas muchas veces utó­pi­cas des­pier­tan expec­ta­ti­vas y segui­do­res, lle­gan­do en muchos casos a cons­ti­tuir­se en gru­pos dog­má­ti­cos que defien­den posi­cio­nes del lide­raz­go a ultran­za.

Otro aspec­to que con­si­de­ra­re­mos en el pre­sen­te artícu­lo es la reali­dad que se vive en el Perú, don­de las auto­ri­da­des ele­gi­das demo­crá­ti­ca­men­te como pre­si­den­tes, alcal­des y otros han sido con­de­na­dos por la jus­ti­cia y han moti­va­do que en la actua­li­dad estén en cár­cel, con impe­di­men­to de sali­da del país o pró­fu­gos de la jus­ti­cia.

Final­men­te con­si­de­ra­mos impor­tan­te la vigen­cia de pos­tu­la­dos psi­co­ana­lí­ti­cos que per­mi­ten rea­li­zar una expli­ca­ción cien­tí­fi­ca a la reali­dad psi­co­so­cial que se vive en el Perú.

¿Liderazgo es innato a la humanidad?

La con­cep­ción gene­ra­li­za­da de que el hom­bre por natu­ra­le­za es un ser inmi­nen­te­men­te social, impli­ca la nece­si­dad bási­ca de esta­ble­cer rela­cio­nes con otro ser. Es impor­tan­te remon­tar­nos a la revi­sión filo­ge­né­ti­ca y onto­ge­né­ti­ca en la evo­lu­ción y repro­duc­ción de la espe­cie huma­na, se ini­cia de la rela­ción de dos per­so­nas de gene­ro dife­ren­te (hombre/mujer), cada uno con­tri­bu­ye en la pro­crea­ción de un nue­vo ser, es decir se pro­du­ce la fecun­da­ción de un óvu­lo por un esper­ma­to­zoi­de, el desa­rro­llo con­ti­nua a tra­vés de una dia­da madre/hijo duran­te un perio­do de ges­ta­ción de nue­ve meses, lue­go de ello, se rea­li­za el naci­mien­to que sig­ni­fi­ca el ingre­so del nue­vo ser a una des­co­no­ci­da y nue­va reali­dad, la rela­ción pri­ma­ria se ve amplia­da al ingre­sar nue­vos per­so­na­jes a su mun­do interno. Lo des­cri­to ante­rior­men­te, evi­den­cia y sus­ten­ta la impo­si­bi­li­dad de que una per­so­na pue­da vivir en este mun­do ais­la­do de las demás per­so­nas, inclu­so aqué­llas que optan por ale­jar­se y dis­tan­ciar­se de la reali­dad social y vivir solas (ana­co­re­ta), siem­pre nece­si­ta­rán de alguien para cubrir sus nece­si­da­des bási­cas.

La revi­sión onto­ge­né­ti­ca bre­ve­men­te rea­li­za­da brin­da infor­ma­ción sobre las nece­si­da­des psi­co­ló­gi­cas que tie­nen las per­so­nas de depen­den­cia de otras, pero con­co­mi­tan­te y para­dó­ji­ca­men­te a la bús­que­da de su desa­rro­llo per­so­nal e inde­pen­den­cia. Des­de esta pers­pec­ti­va podrán obser­var­se com­por­ta­mien­tos dife­ren­tes, aque­llas per­so­nas que bus­can cons­cien­te o incons­cien­te­men­te de depen­der de otros o aque­llos que bus­can que otros depen­dan de ellos. Los argu­men­tos a esta pro­pues­ta pode­mos encon­trar­los en los estu­dios sobre psi­co­lo­gía evo­lu­ti­va rea­li­za­dos por Erick­son (1993). en su obra Infan­cia y Socie­dad. Asi­mis­mo, los apor­tes de la teo­ría psi­co­ana­lí­ti­ca al con­si­de­rar el deter­mi­nis­mo psi­co­ló­gi­co, expli­can­do la impor­tan­cia de las imá­ge­nes paren­ta­les en los pri­me­ros años de vida en la con­fi­gu­ra­ción de la per­so­na­li­dad, amplian­do su expli­ca­ción a tra­vés de su enfo­que gené­ti­co evo­lu­ti­vo y del desa­rro­llo de la libi­do a tra­vés de las eta­pas: oral, anal, fáli­ca, laten­cia y geni­tal.

La con­di­ción social de super­vi­ven­cia del ser humano, res­pon­de­ría a la pre­gun­ta rela­cio­na­da con la bús­que­da de cono­cer la etio­lo­gía del lide­raz­go: ¿El líder nace o se hace? La res­pues­ta a esta pre­gun­ta ha sido amplia­men­te estu­dia­da y exis­ten argu­men­tos que jus­ti­fi­can ambas acep­cio­nes, no obs­tan­te, con­si­de­ra­mos que el ser humano nace en con­di­cio­nes nor­ma­les con una dis­po­si­ción a asu­mir lide­raz­go, enten­dien­do que el lide­raz­go, es la acep­ta­ción y el poder que ejer­ce una per­so­na sobre otras para rea­li­zar deter­mi­na­dos obje­ti­vos. Es impor­tan­te des­ta­car y deli­mi­tar la pala­bra poder, cita­re­mos a Fromm (1953): “Pero ¿qué es Poder? Es un tan­to iró­ni­co que esta pala­bra deno­te dos con­cep­tos con­tra­dic­to­rios: Poder de = capa­ci­dad y Poder sobre = domi­nio. Poder domi­nio es resul­ta­do de la para­li­za­ción de poder capa­ci­dad. Poder-sobre es la per­ver­sión del poder-de. La capa­ci­dad de hacer uso pro­duc­ti­vo de sus pode­res es la poten­cia del hom­bre, la inca­pa­ci­dad es su impo­ten­cia. El domi­nio está liga­do a la muer­te, la poten­cia a la vida. El domi­nio nace de la impo­ten­cia y a su vez la acre­cien­ta, pues si un indi­vi­duo pue­de for­zar a otro a que le sir­va, su pro­pia nece­si­dad de ser pro­duc­ti­vo se va para­li­zan­do gra­dual­men­te.” (pp.102).

Fren­te a esta doble acep­ción del tér­mino Poder, la pre­gun­ta que haría­mos a pro­pó­si­to del lide­raz­go sería ¿el líder tie­ne poder de y poder sobre?, el poder – de, sig­ni­fi­ca que debe­rá poseer y evi­den­ciar sus capa­ci­da­des / com­pe­ten­cias, inte­lec­tua­les, emo­cio­na­les, para pro­po­ner obje­ti­vos que sean alcan­za­bles pro­pi­cian­do la par­ti­ci­pa­ción de sus segui­do­res. Cuan­do se per­vier­te el poder, el líder prio­ri­za lo per­so­nal sobre lo gru­pal, se uti­li­za a las per­so­nas cosi­fi­cán­do­las y usu­fru­tuan­do sus recur­sos y poten­cia­li­da­des. Este domi­nio que ejer­ce el líder tie­ne una con­no­ta­ción psi­co­pá­ti­ca que va acom­pa­ña­da de un dis­cur­so mani­pu­la­to­rio y no per­sua­si­vo.

El líder pro­duc­ti­vo debe­rá evi­den­ciar una cohe­ren­cia y armo­nía entre el poder – de y poder – sobre, logran­do con ello que, a tra­vés de pro­pues­tas y obje­ti­vos reales, acor­des a la reali­dad del gru­po al cual diri­gi­rá se pue­da con­se­guir la par­ti­ci­pa­ción pro­duc­ti­va de cada uno de los inte­gran­tes. En rela­ción con lo antes men­cio­na­do nos pre­gun­ta­ría­mos, ¿cuán­do los idea­les u obje­ti­vos plan­tea­dos por el líder son social­men­te acep­ta­dos? La his­to­ria per­mi­te citar ejem­plos de lide­res que lesio­na­ron a la huma­ni­dad con ideas racis­tas y eje­cu­cio­nes de per­so­nas que no acep­ta­ban las pro­pues­tas y/o acti­vi­da­des que pro­cla­ma­ban, lo para­dó­ji­co es, que estos lide­res con­si­guie­ron tener un núme­ro sig­ni­fi­ca­ti­vo de segui­do­res que expo­nían su vida por los idea­les plan­tea­dos por él, la pará­li­sis para­dig­má­ti­ca del líder y séqui­to reco­no­cen solo una reali­dad la que ellos asu­men como tal y no acep­tan en for­ma radi­cal otra pro­pues­ta dife­ren­te a las suyas.

La reali­dad social con­tem­po­rá­nea, reve­la la exis­ten­cia de diver­sos tipos de lide­raz­gos que bajo dife­ren­tes cáno­nes diri­gen a per­so­nas hacia lo que ellos con­si­de­ran el bien social, sur­gen nue­vas pre­gun­tas: ¿por qué las per­so­nas se afi­lian a un deter­mi­na­do gru­po?, ¿Son las carac­te­rís­ti­cas per­so­na­les del líder?, ¿Serán las ideas o sen­ti­mien­tos de la orga­ni­za­ción?, estas y otras pre­gun­tas son moti­vo de refle­xión, para dar una expli­ca­ción por ejem­plo a aque­llos seres huma­nos que se inmo­lan ofren­dan­do su vida o se sacri­fi­can por un ideal, o aqué­llos que rea­li­zan accio­nes vio­len­tas, taná­ti­cas, dan­do muer­te o lesio­nan­do a per­so­nas o bie­nes de la socie­dad. Al res­pec­to, Freud (1921) en su obra Psi­co­lo­gía de las Masas y Aná­li­sis del Yo recu­pe­ra a Le Bon y men­cio­na que “El más sin­gu­lar de los fenó­me­nos pre­sen­ta­dos por una masa psi­co­ló­gi­ca es el siguien­te: cua­les­quie­ra que sean los indi­vi­duos que la com­po­nen y por diver­sos o seme­jan­tes que pue­dan ser su géne­ro de vida, sus ocu­pa­cio­nes, su carác­ter o inte­li­gen­cia, el solo hecho de hallar­se trans­for­ma­do en una mul­ti­tud les dota de una espe­cie de alma colec­ti­va. Esta alma les hace sen­tir, pen­sar y obrar de una mane­ra por com­ple­to dis­tin­ta de como sen­ti­ría, pen­sa­ría y obra­ría cada uno de ellos ais­la­da­men­te”

La con­cep­ción del ser humano como una uni­dad bio/psico/ social/ espi­ri­tual, per­mi­ti­rá expli­car el com­por­ta­mien­to de los segui­do­res del líder, en el enten­di­do de que, cada uno de los com­po­nen­tes del ser inter­ac­túan en for­ma simul­tá­nea y arti­cu­la­da­men­te a lo lar­go de la vida, al res­pec­to reto­man­do el con­cep­to de alma colec­ti­va, deta­lla­mos la pro­pues­ta psi­co­ana­lí­ti­ca sobre las tres áreas fun­da­men­ta­les de la psi­co­lo­gía de masas:

  1. La natu­ra­le­za social de los indi­vi­duos. Se refie­re a los fac­to­res pre­dis­po­nen­tes de la con­duc­ta (heren­cia, gené­ti­co)
  2. Su rela­ción con los demás. La con­duc­ta apren­di­da a tra­vés de la con­vi­ven­cia con los demás seres, incor­po­ra­ción de cos­tum­bres, hábi­tos, valo­res y nor­mas de con­vi­ven­cia. De esta mane­ra su adap­ta­ción a su gru­po social será res­pe­tan­do y aca­tan­do lo impues­to por el gru­po.
  3. Su repre­sen­ta­ción de la vida en socie­dad. El mun­do le ofre­ce a la per­so­na un aba­ni­co de posi­bi­li­da­des para que pue­da inte­grar­se a alguno de ellos, la deci­sión de per­te­ne­cer a uno de ellos con­di­cio­na­rá a que aban­do­ne sus esti­los de vida ante­rio­res y com­par­ta sin cues­tio­na­mien­tos los nue­vos hábi­tos.

En resu­men, el líder posee carac­te­rís­ti­cas per­so­na­les de las imá­ge­nes paren­ta­les sig­ni­fi­ca­ti­vas de los segui­do­res, que deja­ron hue­llas psi­co­ló­gi­cas por la fal­ta de gra­ti­fi­ca­ción o sobre gra­ti­fi­ca­ción de nece­si­da­des pri­ma­rias. Estas nece­si­da­des bási­cas de carác­ter fisio­ló­gi­co, afec­ti­vo, social y espi­ri­tual (tras­cen­den­cia) son capi­ta­li­za­das por el líder para fide­li­zar a sus segui­do­res.

A propósito del liderazgo: la compulsión a la repetición en la elección de gobernantes en Perú

Al rea­li­zar una lec­tu­ra de los últi­mos man­da­ta­rios de la repú­bli­ca del Perú (1985 – 2022), es alta­men­te sig­ni­fi­ca­ti­vo, que aque­llos pre­si­den­tes que fue­ron ele­gi­dos con el voto popu­lar no hayan ter­mi­na­do su man­da­to debi­do a cen­su­ras y cues­tio­na­mien­tos por los que fue­ron vaca­dos o des­ti­tui­dos y, en el peor de los casos pro­ce­sa­dos por la jus­ti­cia, e inclu­so reclui­dos en pena­les.

Cada uno de estos lide­res han poseí­do carac­te­rís­ti­cas per­so­na­les dife­ren­tes, que influen­cia­ron deci­di­da­men­te en la mayo­ría del elec­to­ra­do, más aún cada uno con una ideo­lo­gía dife­ren­te, pero con un obje­ti­vo en común, gober­nar un país. Carac­te­rís­ti­ca común de des­ta­car es que, rápi­da­men­te de acce­der al gobierno tejie­ron una red de corrup­ción que con­tra­vino a la ima­gen que pre­sen­ta­ron ante la opi­nión públi­ca: “hom­bres pro­bos, con alta moral y per­so­nas ejem­pla­res”.

Los elec­to­res tuvie­ron la posi­bi­li­dad de ele­gir de entre dife­ren­tes pos­tu­lan­tes a uno de ellos, la deci­sión de la elec­ción fue libre y volun­ta­ria, por ejem­plo, según las esta­dís­ti­cas pre­sen­ta­das por el Jura­do Elec­to­ral Nacio­nal: “En las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les 2021 soli­ci­ta­ron su ins­crip­ción un total de 20 orga­ni­za­cio­nes polí­ti­cas, de ellos, el Par­ti­do Fren­te de la Espe­ran­za 2021 que­do como impro­ce­den­te y el Par­ti­do Apris­ta Peruano se Reti­ro.” Ade­más, si no obtie­nen más la mitad de los votos váli­dos se pasa a una segun­da vuel­ta.

Este pro­ce­so elec­to­ral des­cri­to se ha repe­ti­do en las elec­cio­nes des­de el año 1985 has­ta el año 2021, la pre­gun­ta es la siguien­te: ¿Cómo se expli­ca que millo­nes de votan­tes (2021: más de 24 millo­nes de perua­nos habi­li­ta­dos) den su con­fian­za a gober­nan­tes que lue­go son some­ti­dos a la jus­ti­cia por corrup­ción y otros deli­tos?

El psi­co­aná­li­sis brin­da un tér­mino que pue­de ilus­trar una expli­ca­ción a la pre­gun­ta pro­pues­ta: Com­pul­sión a la repe­ti­ción, que se encuen­tra defi­ni­da en el Dic­cio­na­rio Psi­co­ana­lí­ti­co de Laplan­che y Pon­ta­lis (1996): “Pro­ce­so incoer­ci­ble y de ori­gen incons­cien­te, en vir­tud del cual el suje­to se sitúa acti­va­men­te en situa­cio­nes peno­sas, repi­tien­do así expe­rien­cias anti­guas, sin recor­dar el pro­to­ti­po de ellas, sino al con­tra­rio, con la impre­sión muy viva de que se tra­ta de algo ple­na­men­te moti­va­do en lo actual.” (pp.92)

Al momen­to de la vota­ción se tie­ne el regis­tro cons­cien­te de los argu­men­tos que indu­ce a la elec­ción de un pos­tu­lan­te, sue­le escu­char­se:

“vota­ré por el menos malo”, “sus pro­pues­tas son las mías”, “más vale malo cono­ci­do que por cono­cer”, “nun­ca vota­ría por ese …”

estas expre­sio­nes y otros argu­men­tos más sofis­ti­ca­dos, son los que indu­cen al voto. Una vez en el gobierno el can­di­da­to elec­to no cum­ple lo pro­me­ti­do y al ser enjui­cia­do por diver­sos moti­vos sue­le escu­char­se a los que no vota­ron por el can­di­da­to ele­gi­do:

“el pue­blo tie­ne lo que se mere­ce”, “ese pre­si­den­te no me repre­sen­ta”

La com­pul­sión a la repe­ti­ción, pone su acen­to, en la carac­te­rís­ti­ca incons­cien­te (se ante­po­ne al lla­ma­do “voto de con­cien­cia”), vol­ver a equi­vo­car­se en la elec­ción una, dos, tres veces, etc., no pue­de expli­car­se como casua­li­dad, exis­ten ele­men­tos al inte­rior de la per­so­na que la con­lle­van al fra­ca­so y a evi­den­ciar su frus­tra­ción, al no lograr los obje­ti­vos pro­pues­tos cons­cien­te­men­te. Al res­pec­to, aso­cia­mos el con­cep­to de Per­so­na­li­dad Bási­ca pro­pues­to por Kar­di­ner (1945), como el con­jun­to de carac­te­rís­ti­cas psi­co­ló­gi­cas com­par­ti­das por un gru­po humano, y que se desa­rro­llan a par­tir de las ins­ti­tu­cio­nes pri­ma­rias (fami­lia: cas­ti­go, gra­ti­fi­ca­ción, frus­tra­ción) así como de las ins­ti­tu­cio­nes secun­da­rias, que son las que deben satis­fa­cer nece­si­da­des y frus­tra­cio­nes ori­gi­na­das en las pri­ma­rias y se mate­ria­li­zan en ideo­lo­gías, tabúes, reli­gio­nes, etc.

Es decir, la res­pues­ta con­duc­tual adul­ta en las deci­sio­nes asu­mi­das, ten­drá aspec­tos cons­cien­tes e incons­cien­tes que pode­mos expli­car a par­tir de la noción de Kar­di­ner (1945), sobre la per­so­na­li­dad bási­ca, el con­cep­to de alma colec­ti­va de Jung (incons­cien­te colec­ti­vo) y la pro­pues­ta de Freud al defi­nir la com­pul­sión a la repe­ti­ción. En rela­ción con lo men­cio­na­do con­clui­re­mos que el éxi­to del líder se basa­rá en:

  1. Cuan­to mayor sea su arrai­go cul­tu­ral y social con la pobla­ción que va a diri­gir, mayor será su acep­ta­ción y apro­ba­ción, es decir su idio­sin­cra­sia le per­mi­te poseer y com­par­tir, expec­ta­ti­vas, creen­cias e ideo­lo­gías comu­nes al gru­po humano al que per­te­ne­ce.
  2. El poder de y poder sobre, debe de com­ple­men­tar­se para que pue­da ser acep­ta­do en el aquí y aho­ra, y pro­pi­ciar la fide­li­za­ción de los segui­do­res, hacién­do­se pre­sen­te en este momen­to la pri­ma­cía de la emo­ción sobre lo racio­nal (incons­cien­te colec­ti­vo).
  3. Al pre­sen­tar­se como can­di­da­to pre­si­den­cial, su ima­gen será aso­cia­da cons­cien­te e incons­cien­te de recuer­dos cons­cien­tes e incons­cien­tes de expec­ta­ti­vas y frus­tra­cio­nes, esta ima­gen debe­rá ser en lo posi­ble des­con­ta­mi­na­da de lo nega­ti­vo o pato­ló­gi­co, de lo que se ha vivi­do en el pasa­do y orien­tar­se a reva­li­dar lo posi­ti­vo y sano del pasa­do, para no lle­gar a repe­tir com­pul­si­va­men­te un pasa­do nega­ti­vo y revi­vir­lo en el pre­sen­te.

Reflexiones

La reali­dad nacio­nal perua­na en el ámbi­to de la polí­ti­ca y sus lide­res, reve­lan la nece­si­dad de poder expli­car des­de la pers­pec­ti­va psi­co­ló­gi­ca, la frus­tra­ción de la pobla­ción, que eli­gió a un gober­nan­te que lue­go fue vaca­do y con­de­na­do por la jus­ti­cia. No fue uno sino varios los lide­res que alcan­za­ron el voto popu­lar lle­gan­do a la pre­si­den­cia y que no lle­ga­ron a cum­plir un man­da­to de cin­co años. El psi­co­aná­li­sis con­si­de­ra que toda con­duc­ta huma­na es moti­va­da y debe ser expli­ca­da, no con­si­de­ra­ría que sea “casua­li­dad” que, la mayo­ría de la pobla­ción se equi­vo­que en for­ma repe­ti­ti­va en la elec­ción de un gober­nan­te.

La Psi­co­lo­gía como cien­cia, tie­ne como obje­ti­vo prin­ci­pal el estu­dio del com­por­ta­mien­to humano, habién­do­se desa­rro­lla­do para este fin dife­ren­tes teo­rías y enfo­ques cien­tí­fi­cos como el Con­duc­tis­mo, Ges­talt, Huma­nis­mo, Aná­li­sis tran­sac­cio­nal, etc. Al res­pec­to el psi­co­aná­li­sis y la teo­ría psi­co­di­ná­mi­ca, al igual que las otras corrien­tes psi­co­ló­gi­cas se actua­li­zan, y apor­tan cada una des­de su pro­pia pers­pec­ti­va cien­tí­fi­ca, infor­ma­ción impor­tan­te para cum­plir con el obje­ti­vo prin­ci­pal, que es la com­pren­sión de la con­duc­ta huma­na. El pre­sen­te artícu­lo tie­ne como base teó­ri­ca la escue­la psi­co­di­ná­mi­ca, con­si­de­ran­do vigen­te y cien­tí­fi­cos los con­cep­tos bási­cos y enfo­ques pro­pues­tos por el fun­da­dor del psi­co­aná­li­sis, Sig­mund Freud, y de sus segui­do­res que han nutri­do con nue­vos con­cep­tos y en algu­nos casos dis­cre­pan­do con Freud, como es el caso de Gus­tav Jung, quien pro­po­ne el con­cep­to del Incons­cien­te colec­ti­vo, suma­do a los apor­tes de Erick Erick­son, Erick Fromm y Abram Kar­di­ner, con un enfo­que social del psi­co­aná­li­sis apar­tán­do­se del enfo­que clí­ni­co pro­pues­to por Freud.

Referencias

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Notas

  1. Pro­fe­sor, Uni­ver­si­dad Mayor de San Mar­cos, Perú. Correo: morocholuis@hotmail.com