Estudio sobre el papel mediador de la Resiliencia entre la autoestima y el perdón en el trabajo Descargar este archivo (Estudio sobre el papel mediador de la resiliencia.pdf)

Carmen María Salvador-Ferrer, Vanessa Valentín-Lara

Universidad de Almería

Resumen

Nues­tro estu­dio tie­ne como obje­ti­vo deter­mi­nar si la resi­lien­cia es una varia­ble media­do­ra entre el acto de per­do­nar y la auto­es­ti­ma. Para ello, se tomó una mues­tra de 372 per­so­nas tra­ba­ja­do­ras, a la que se eva­luó con un cues­tio­na­rio espe­cí­fi­co para obte­ner infor­ma­ción sobre la capa­ci­dad de per­do­nar, la capa­ci­dad de resi­lien­cia y la auto­es­ti­ma. Con estos datos se reali­zó un aná­li­sis de media­ción sim­ple, don­de com­pro­ba­mos que la auto­es­ti­ma y la capa­ci­dad de resi­lien­cia de las per­so­nas influ­yen en el per­dón. Por últi­mo, des­cu­bri­mos que la resi­lien­cia es una varia­ble media­do­ra en esta rela­ción.

Pala­bras cla­ve: Tra­ba­ja­do­res, Per­dón, Auto­es­ti­ma, Resi­lien­cia

Abstract

With this study we aimed to deter­mi­ne whether the resi­lien­ce is a media­ting varia­ble bet­ween the act of for­gi­ving and self-esteem. For this, a sam­ple of 372 wor­kers was taken, which was eva­lua­ted with a spe­ci­fic ques­tion­nai­re to obtain infor­ma­tion about the abi­lity to for­gi­ve, resi­lien­ce and self-esteem. With the­se data, a media­tion analy­sis was carried out, whe­re we veri­fied that the self-esteem and resi­lien­ce capa­city of peo­ple influen­ce for­gi­ve­ness. Finally, we dis­co­ve­red that resi­lien­ce is a media­ting varia­ble in this rela­tionship.

Key words: Wor­kers, Forgiveness,Self-esteem, Resi­lien­ce

Introducción

La psi­co­lo­gía posi­ti­va otor­ga un papel cen­tral al estu­dio del per­dón (Lopez, Sny­der & Ras­mus­sen, 2003), la resi­lien­cia (Mas­ten, 2001) y la auto­es­ti­ma (Mruk, 2013). El per­dón, duran­te mucho tiem­po, ha sido estu­dia­do des­de la pers­pec­ti­va filo­só­fi­ca y teo­ló­gi­ca, mien­tras que otras dis­ci­pli­nas como la Psi­co­lo­gía no lo con­si­de­ra­ron como un obje­to de estu­dio lo sufi­cien­te­men­te impor­tan­te (Prie­to-Ursúa et al., 2012). Por ello, a la hora de defi­nir el per­dón exis­ten bas­tan­tes dis­cre­pan­cias. La mayor cues­tión es jus­ta­men­te la defi­ni­ción exac­ta de este cons­truc­to (Worthing­ton Jr. & Sche­rer, 2002), ya que es un con­cep­to com­ple­jo y mul­ti­di­men­sio­nal (Prie­to-Ursúa et al., 2012). Pese a todo, la mayo­ría de auto­res coin­ci­den en que el per­dón cons­ti­tu­ye un cam­bio de moti­va­ción en la per­so­na, que bus­ca trans­for­mar sen­ti­mien­tos nega­ti­vos, como resen­ti­mien­to, odio o evi­ta­ción, en posi­ti­vos, como empa­tía, com­pa­sión o recon­ci­lia­ción (Kacha­dou­rian, Fin­cham & Davi­la, 2004). Cuan­do la per­so­na logra per­do­nar expe­ri­men­ta una libe­ra­ción que le lle­va a des­ha­cer­se del males­tar que sien­te, abrien­do paso a la apa­ri­ción de emo­cio­nes posi­ti­vas como la feli­ci­dad (López, Kasan­zew & Fer­nán­dez, 2008). El sim­ple acto de per­do­nar y des­pren­der­se de los sen­ti­mien­tos nega­ti­vos, no tie­ne por qué dar como resul­ta­do una recon­ci­lia­ción (Guz­mán, 2010).

El per­dón pue­de ser defi­ni­do como el deseo de aban­do­nar todo el resen­ti­mien­to y toda con­duc­ta indi­fe­ren­te hacia aque­llas per­so­nas que nos han daña­do de mane­ra injus­ta, y a la vez fomen­tar la com­pa­sión y el amor hacia quien/es nos han heri­do (Enright et al., 1991). Se tra­ta de una deci­sión toma­da a con­cien­cia con el fir­me deseo de hallar la paz inte­rior, sig­ni­fi­ca comen­zar de nue­vo sin el sen­ti­mien­to de que hay algo pen­dien­te en el pasa­do. Es plan­tear­se el futu­ro de una mane­ra sana y lim­pia. Es repa­rar las heri­das emo­cio­na­les y res­tau­rar la con­fian­za hacia quien/es nos hayan daña­do (Maki­nen & John­son, 2006).

Las per­so­nas pro­pen­sas a per­do­nar gozan de ele­va­dos nive­les de feli­ci­dad, ya que dis­fru­tan de la vida de una mane­ra más rela­ja­da (Thom­pson et al., 2005). En gene­ral, las actua­cio­nes que pro­mue­ven el per­dón pue­den redu­cir los efec­tos nega­ti­vos pro­du­cien­do un aumen­to en la auto­es­ti­ma. El per­dón se pue­de con­si­de­rar, ade­más, como una estra­te­gia de afron­ta­mien­to, ya que requie­re la habi­li­dad de con­tro­lar las emo­cio­nes depen­dien­do de la gra­ve­dad de la situa­ción (Guz­mán, 2010); en resu­mi­das cuen­tas, el per­dón con­sis­te en trans­for­mar los sen­ti­mien­tos y com­por­ta­mien­tos nega­ti­vos (Thom­son & cols., 2005), esta­ble­cién­do­se así, posi­ble­men­te, la rela­ción entre per­dón y resi­lien­cia (Eras­lan, 2018).

El tér­mino de resi­lien­cia ha evo­lu­cio­na­do a lo lar­go de la his­to­ria. Pese a todo, aún no exis­te una deli­mi­ta­ción con­cep­tual con­sen­sua­da (Grot­berg, 1995). Algu­nos auto­res la defi­nen como un ras­go psi­co­ló­gi­co o cua­li­dad carac­te­rís­ti­ca de las per­so­nas con una mayor capa­ci­dad para supe­rar las situa­cio­nes adver­sas, defi­ni­ción con la que coin­ci­den la mayo­ría de los auto­res (Wag­nild & Young, 1993; Atking­son, Mar­tín & Ran­kin, 2009). Otros la entien­den como la capa­ci­dad para obte­ner bue­nos resul­ta­dos a pesar de las difi­cul­ta­des o situa­cio­nes nega­ti­vas (Luthar, Cic­chet­ti & Bec­ker, 2000; Fer­gus & Zim­mer­man, 2005). Y para otros auto­res (Wald & Tay­lor, 2007) es la habi­li­dad de recu­pe­rar la salud men­tal des­pués de haber sali­do de la situa­ción adver­sa en la que se encon­tra­ba inmer­sa la per­so­na. Pese a todo, en todas las defi­ni­cio­nes se esta­ble­ce que la per­so­na se encuen­tra expues­ta ante situa­cio­nes adver­sas, ante que las que ten­drá que adap­tar­se, a pesar de las con­se­cuen­cias.

De esta for­ma, la resi­lien­cia no se refie­re a que la per­so­na sea invul­ne­ra­ble; de hecho, alu­de a lo con­tra­rio, ya que ésta se ve afec­ta­da por las adver­si­da­des y tie­ne que demos­trar la fuer­za nece­sa­ria para supe­rar­las (Arring­ton & Wil­son, 2000). La resi­lien­cia corres­pon­de a la capa­ci­dad que tie­ne la per­so­na de hacer fren­te a los pro­ble­mas y sobre­po­ner­se a ellos, gene­ran­do un apren­di­za­je en el camino. Apor­ta fle­xi­bi­li­dad para poder cam­biar y reor­de­nar su vida des­pués de haber supe­ra­do una situa­ción nega­ti­va. Sin embar­go, la resi­lien­cia no es tam­po­co la capa­ci­dad de aguan­tar todos los gol­pes que ven­gan ni sufrir por ellos, ni lle­gar a resis­tir los gol­pes de otros.

En lo que res­pec­ta a la rela­ción entre la resi­lien­cia y el per­dón encon­tra­mos algu­nos estu­dios en los que se demues­tra que la resi­lien­cia faci­li­ta el acto de per­do­nar (Ander­son, 2006; Eras­lan, 2018). Se tra­ta, por tan­to, de una herra­mien­ta que afec­ta al per­dón como estra­te­gia de afron­ta­mien­to. El per­dón podría ser enten­di­do como bus­car la emo­ción nega­ti­va y dar­le su jus­to sig­ni­fi­ca­do; es decir, la resi­lien­cia faci­li­ta el con­trol de las emo­cio­nes nega­ti­vas y ayu­da de mane­ra salu­da­ble a afron­tar las cir­cuns­tan­cias.

A la hora de defi­nir la auto­es­ti­ma exis­ten dife­ren­tes pos­tu­ras. Por un lado, se apun­ta­ba que la auto­es­ti­ma era un sen­ti­mien­to que depen­día abso­lu­ta­men­te de lo que la per­so­na se pro­po­nía hacer, y que esta­ba direc­ta­men­te rela­cio­na­da con sus poten­cia­li­da­des, depen­dien­do de dos fac­to­res (Gar­cía & Musi­tu, 2014): los éxi­tos y las pre­ten­sio­nes. Es la inter­pre­ta­ción que se hace uno mis­mo com­pa­rán­do­se con los demás y basán­do­se en los resul­ta­dos que obtie­ne (Rosen­berg, 1965), lo que impac­ta tan­to en el aspec­to moti­va­cio­nal como en el psi­co­ló­gi­co (Bran­den, 2001).

La auto­es­ti­ma podría defi­nir­se como la valo­ra­ción que se tie­ne de sí mis­ma, así como el apre­cio sobre nues­tra per­so­na; es la esti­ma que tene­mos hacia noso­tros mis­mos. Los estu­dios Hari­krish­na & Ari (2018) demues­tran la rela­ción entre la auto­es­ti­ma y la resi­lien­cia, al igual que la inves­ti­ga­ción de Pid­geon, Rowe, Sata­ple­ton, Mag­yar & Lo (2014), quie­nes des­cu­brie­ron que exis­te una rela­ción entre la salud men­tal de los estu­dian­tes y la resi­lien­cia. En con­cre­to, con­clu­yen que la resi­lien­cia pue­de mode­rar los efec­tos nega­ti­vos del estrés y mejo­ra la adap­ta­ción, incre­men­tan­do el bien­es­tar psi­co­ló­gi­co.

Por lo expues­to ante­rior­men­te, y dado el esca­so núme­ro de tra­ba­jos exis­ten­tes, resul­ta intere­san­te estu­diar estos cons­truc­tos. Así, el obje­ti­vo gene­ral del pre­sen­te tra­ba­jo se cen­tra en cono­cer si la resi­lien­cia es una varia­ble media­do­ra entre el acto de per­do­nar y la auto­es­ti­ma. En con­cre­to, los obje­ti­vos espe­cí­fi­cos son los siguien­tes: 1. Com­pro­bar si la auto­es­ti­ma influ­ye en la capa­ci­dad resi­lien­te de los tra­ba­ja­do­res; 2. Ana­li­zar si la resi­lien­cia de los tra­ba­ja­do­res afec­ta al acto de per­do­nar; y 3. Valo­rar si la resi­lien­cia es una varia­ble media­do­ra entre la auto­es­ti­ma y el acto de per­do­nar.

Método

Par­ti­ci­pan­tes

El dise­ño del estu­dio rea­li­za­do es esta­dís­ti­co des­crip­ti­vo trans­ver­sal, no pro­ba­bi­lís­ti­co de tipo mues­treo por cuo­tas. En la pre­sen­te inves­ti­ga­ción par­ti­ci­pa­ron 372 tra­ba­ja­do­res, la mayo­ría con nacio­na­li­dad espa­ño­la (93%), de ambos sexos (75% muje­res; 25% hom­bres), con eda­des com­pren­di­das entre los 18 y 65 años (edad media 39.54 y des­via­ción típi­ca de 10.64), de dife­ren­tes sec­to­res labo­ra­les, sien­do los más repre­sen­ta­ti­vos el sec­tor sani­ta­rio (33%). En lo que res­pec­ta a la anti­güe­dad en el pues­to, encon­tra­mos un 37,6% que lle­van en el pues­to menos de cin­co años; un 47,9% entre cin­co y vein­te años y un 14,5% más de vein­te años.

Ins­tru­men­tos

Esca­la Heartland del Per­dón (HFS). Fue dise­ña­da por Thom­pson & Sny­der (2003), y tra­du­ci­da al espa­ñol por Thom­pson (2012). Esta esca­la eva­lúa la dis­po­si­ción que tie­ne una per­so­na para per­do­nar­se a sí mis­ma, per­do­nar a otras per­so­nas y a situa­cio­nes fue­ra de con­trol. Com­pues­ta por un total de 30 ítems, es una esca­la tipo Likert, con una pun­tua­ción de 1 a 7, don­de 1 repre­sen­ta “nun­ca” y 7 “siem­pre”. A modo de ejem­plo, la pre­gun­ta 1: “Cuan­do alguien me las­ti­ma tien­do a cri­ti­car­le y a bur­lar­me de él”. La pun­tua­ción Alfa de Cron­bach es de .890.

Esca­la de Auto­es­ti­ma de Rosen­berg. Esta esca­la fue ela­bo­ra­da por Rosen­berg (1965). Es una esca­la tipo Likert, la cual inclu­ye 10 ítems con cua­tro alter­na­ti­vas de res­pues­ta que van des­de el nivel más bajo que repre­sen­ta­ría el núme­ro 1 (“muy en des­acuer­do”) has­ta el más alto que sería el núme­ro 5 (“muy de acuer­do”), cuya eva­lua­ción se cen­tra en la acep­ta­ción hacia uno mis­mo y el res­pe­to que se tie­ne. A modo de ejem­plo, la pre­gun­ta 7: “En gene­ral me sien­to satis­fe­cho con­mi­go mis­mo”. Esta esca­la tie­ne una pun­tua­ción de Alfa de Cron­bach de .844.

Esca­la de Resi­lien­cia de Wag­nild y Young. Esta esca­la fue ela­bo­ra­da por Wag­nild & Young (1993). A la hora de dise­ñar la esca­la los auto­res par­tie­ron de cin­co aspec­tos de la resi­lien­cia, a par­tir de los cua­les ela­bo­ra­ron los ítems de la mis­ma: ecua­ni­mi­dad, per­se­ve­ran­cia, auto­con­fian­za, sole­dad exis­ten­cial y sig­ni­fi­ca­do de la vida. La esca­la se com­po­ne de un total de 25 ítems, de tipo Likert de 7 pun­tos, don­de 1 repre­sen­ta “nun­ca” y 7 “siem­pre”. A modo de ejem­plo, la pre­gun­ta 1: “Cuan­do pla­neo algo lo reali­zo”. Esta esca­la tie­ne una pun­tua­ción de Alfa de Cron­bach de .943.

Pro­ce­di­mien­to y aná­li­sis

Este cues­tio­na­rio fue difun­di­do de varias for­mas (elec­tró­ni­ca y físi­ca­men­te),  y en ambos casos se con­tó con el con­sen­ti­mien­to infor­ma­do de los par­ti­ci­pan­tes. Por un lado, el que se reali­zó de for­ma elec­tró­ni­ca fue envia­do a diver­sas redes socia­les, y, por otro lado, el que se reali­zó de for­ma físi­ca, se pasó a varias empre­sas y a per­so­nas cono­ci­das que se encon­tra­ban en acti­vo. La reco­gi­da de datos se reali­zó en un perio­do de 19 días (fecha de ini­cio el 1 de abril de 2018 y fecha de fin el 19 de abril de 2018). En cuan­to a la pri­va­ci­dad de los suje­tos res­pec­to al estu­dio, se les infor­mó abier­ta y for­mal­men­te, antes de su rea­li­za­ción, que toda la infor­ma­ción reco­pi­la­da era com­ple­ta­men­te anó­ni­ma y con­fi­den­cial.

Los datos se ana­li­za­ron con el paque­te esta­dís­ti­co SPSS 23, don­de se rea­li­za­ron aná­li­sis des­crip­ti­vos (media y des­via­ción típi­ca). Los aná­li­sis esta­dís­ti­cos de media­ción se rea­li­za­ron con la macro PROCESS (Hayes y Pre­acher, 2014), con la que se lle­vó a cabo un aná­li­sis de media­ción con téc­ni­cas boots­trap­ping (una mues­tra de 10000 boots­trap­ping, mode­lo 4 y un nivel de con­fian­za del 95%). Los cri­te­rios de Baron y Kenny (1986) fue­ron uti­li­za­dos para rea­li­zar el aná­li­sis de media­ción.

Resultados

Aná­li­sis des­crip­ti­vos

En este pun­to se mos­tra­rán los datos obte­ni­dos tras rea­li­zar el aná­li­sis des­crip­ti­vo de las dimen­sio­nes gene­ra­les. Tal como mues­tran los datos (ver tabla 1), todas las dimen­sio­nes des­pren­den valo­res ele­va­dos, sien­do la resi­lien­cia la que obtie­ne una pun­tua­ción mayor (M=5.59, SD=.976), segui­do del Per­dón (M=4.84, SD=.875) y la auto­es­ti­ma (M=3.09, SD=.875).

Tabla 1. Estadístico descriptivo de la Escala del Perdón, Resiliencia y Autoestima
 

Esca­la gene­ral

M

SD

 

Per­dón

4.83

.875

 

Auto­es­ti­ma

3.09

.526

 

Resi­lien­cia

5.59

.973

En resu­men, se pue­de con­cluir que todas las dimen­sio­nes (per­dón, resi­lien­cia y auto­es­ti­ma) obtie­nen pun­tua­cio­nes ele­va­das.

Mode­lo de efec­tos media­do­res

Los datos del mode­lo de media­ción de la resi­lien­cia se mues­tran en la tabla 2, don­de se expo­nen los resul­ta­dos del mode­lo de media­ción, siguien­do los plan­tea­mien­tos de Pre­acher & Hayes (2008).

Tabla 2. Resultados del modelo de mediación, coeficientes de las relaciones y los efectos indirectos
 

Coefi­cien­tes de las rela­cio­nes

Boots­trap 95% CI

Coefi­cien­te (SE)

t

Nivel infe­rior

Nivel supe­rior

Mode­lo (Figu­ra 1)

       

Auto­es­ti­ma- resi­lien­cia

.07

13.24*

.894

1.20

Resi­lien­cia-per­dón

.037

3.77*

.0680

.216

Auto­es­ti­ma-per­dón

.069

-4.33*

-.4385

-.164

Auto­es­ti­ma-resi­lien­cia-per­dón

.074

 

.1153

.409

Nota: * p<.000.

Los datos de la tabla 2 demues­tran que el efec­to indi­rec­to de la auto­es­ti­ma en el per­dón a tra­vés de la resi­lien­cia es sig­ni­fi­ca­ti­vo. Los resul­ta­dos del mode­lo de media­ción se pre­sen­tan en la figu­ra 1. Tal como se apre­cia en la mis­ma, los pará­me­tros gene­ra­les del mode­lo indi­can que los resul­ta­dos son esta­dís­ti­ca­men­te sig­ni­fi­ca­ti­vos (R=.568, MSE=.64, F=175.335, p=.000). Los hallaz­gos mues­tran (ver figu­ra 1) que la auto­es­ti­ma influ­ye sig­ni­fi­ca­ti­va y posi­ti­va­men­te en la resi­lien­cia (B=1.05, p≤.000). Ade­más, la resi­lien­cia influ­ye sig­ni­fi­ca­ti­va y posi­ti­va­men­te sobre el per­dón (B=.142, p≤.000). La auto­es­ti­ma tie­ne un efec­to direc­to esta­dís­ti­ca­men­te sig­ni­fi­ca­ti­vo y nega­ti­vo en el per­dón (B=-.301, p≤.000).

Figura 1. Estimaciones estandarizadas para el modelo de mediación

En lo que res­pec­ta a la rela­ción media­da, apre­cia­mos que exis­ten rela­cio­nes posi­ti­vas y esta­dís­ti­ca­men­te sig­ni­fi­ca­ti­vas (B=.132, SE=3%, CI [.0604, .2161]). Esto supo­ne que la auto­es­ti­ma influ­ye en la resi­lien­cia, la cual, a su vez, reper­cu­te en el per­dón. En sín­te­sis, tal como mues­tra la figu­ra 1, la resi­lien­cia es una varia­ble media­do­ra de la rela­ción entre la auto­es­ti­ma y el per­dón.

Conclusiones

Los resul­ta­dos del estu­dio indi­can que, a nivel gene­ral, para los tra­ba­ja­do­res el per­dón, la auto­es­ti­ma y la resi­lien­cia son ele­men­tos impor­tan­tes, posi­ble­men­te por­que estos tres aspec­tos oca­sio­nan con­se­cuen­cias posi­ti­vas (Qui­ceno & Vinac­cia, 2011). El pri­mer hallaz­go coin­ci­de con los resul­ta­dos obte­ni­dos por Tico­na & Flo­res (2017) en su inves­ti­ga­ción sobre la rela­ción exis­ten­te entre el per­dón y bien­es­tar psi­co­ló­gi­co, la cual demos­tró que un aumen­to en la capa­ci­dad de per­do­nar esta­ba estre­cha­men­te rela­cio­na­do con la satis­fac­ción con la vida y el bien­es­tar psi­co­ló­gi­co. Ade­más, en nues­tro caso, hemos des­cu­bier­to que exis­te rela­ción esta­dís­ti­ca­men­te sig­ni­fi­ca­ti­va entre la auto­es­ti­ma, la resi­lien­cia y el per­dón.

De igual for­ma, otro hallaz­go de nues­tro tra­ba­jo con­sis­te en demos­trar la rela­ción entre la auto­es­ti­ma y la resi­lien­cia, resul­ta­dos simi­la­res a los obte­ni­dos en el tra­ba­jo de Hari­krishan & Arif (2018). En línea con esto, encon­tra­mos que la auto­es­ti­ma posi­ti­va redu­ce las posi­bi­li­da­des de per­do­nar. Datos con­gruen­tes con los obte­ni­dos en la inves­ti­ga­ción de Stre­lan & Zda­niuk (2015), quie­nes des­cu­brie­ron que una situa­ción de ame­na­za a la auto­es­ti­ma redu­ce las posi­bi­li­da­des de per­do­nar.

Otro impor­tan­te hallaz­go que nos han mos­tra­do los resul­ta­dos ha sido la influen­cia que ejer­cen la resi­lien­cia y la auto­es­ti­ma en el acto de per­do­nar. Por otra par­te, las per­so­nas más resi­lien­tes tie­nen ten­den­cia a per­do­nar, qui­zás por­que estos tra­ba­ja­do­res mues­tran segu­ri­dad y se sien­ten orgullosos/as de la vida que lle­van, no se ven supe­rio­res a los demás, sino que se quie­ren tal y como son por­que se acep­tan (Moli­na, Bal­da­res & Maya, 1996). Qui­zá se deba a que son capa­ces de acep­tar los erro­res que come­ten y apren­der de los fallos.

Final­men­te, a raíz de nues­tra inves­ti­ga­ción, se ha rea­li­za­do otro hallaz­go de rele­van­cia con­si­de­ra­ble para la comu­ni­dad cien­tí­fi­ca. Se tra­ta de la exis­ten­cia de una rela­ción media­da entre estos tres tér­mi­nos, sien­do la resi­lien­cia la varia­ble media­do­ra (Gutié­rrez & Rome­ro, 2014). En resu­mi­das cuen­tas, los tra­ba­ja­do­res que tie­nen auto­es­ti­ma se sen­ti­rán más capa­ces de supe­rar situa­cio­nes adver­sas y hará que estén más pre­dis­pues­tos a per­do­nar. Datos simi­la­res se encuen­tran en el tra­ba­jo de Fre­drick­son (1998), quien seña­la que las emo­cio­nes posi­ti­vas favo­re­cen la resi­lien­cia. Ade­más, encon­tra­mos que la resi­lien­cia es una herra­mien­ta media­do­ra del acto de per­do­nar. Estos hallaz­gos coin­ci­den con los obte­ni­dos por Eras­lan (2018), quien a tra­vés de aná­li­sis de media­ción demos­tró que la resi­lien­cia es un media­dor del per­dón. Como con­clu­sión de este estu­dio, los tra­ba­ja­do­res que tie­nen una resi­lien­cia posi­ti­va pro­vo­ca­rán efec­tos posi­ti­vos en el acto de per­do­nar. En este sen­ti­do, tener mayor capa­ci­dad resi­lien­te será una estra­te­gia posi­ti­va para afron­tar los pro­ble­mas. Ade­más, serán tra­ba­ja­do­res que se mos­tra­rán más resis­ten­tes para afron­tar situa­cio­nes adver­sas (Eras­lan. 2018).

Res­pec­to a las limi­ta­cio­nes, se podría resal­tar las esca­sas inves­ti­ga­cio­nes dis­po­ni­bles dedi­ca­das al estu­dio de los bene­fi­cios que apor­ta el per­dón. Y esto se acen­túa aún más cuan­do se res­trin­ge el ámbi­to del estu­dio a un con­jun­to de la pobla­ción más espe­cí­fi­co, como es nues­tro caso, per­so­nas con empleo. Otro impe­di­men­to ha sido el alcan­ce de la reco­gi­da de datos, es decir, la mues­tra a la que se ha logra­do acce­der, con los medios de difu­sión dis­po­ni­bles, es redu­ci­da si la com­pa­ra­mos con la pobla­ción total que con­for­man todas las per­so­nas tra­ba­ja­do­ras. Por últi­mo, e inhe­ren­te a los estu­dios de carác­ter trans­ver­sal, tene­mos el hecho de que el momen­to y las cir­cuns­tan­cias en que se encuen­tra una per­so­na, defi­nen su esta­do de áni­mo y emo­cio­nal, así como su per­cep­ción de sí mis­ma y su auto­con­cep­to, lo cual hace que su pare­cer fren­te a las cues­tio­nes pre­sen­ta­das para el estu­dio pue­da cam­biar, o haya cam­bia­do, con el trans­cur­so del tiem­po.

En futu­ros tra­ba­jos sería con­ve­nien­te rea­li­zar una serie de mejo­ras para aumen­tar la repre­sen­ta­ti­vi­dad mues­tral y, a su vez, la pre­ci­sión de los resul­ta­dos. Uno de ellos pasa por ampliar la mues­tra de suje­tos de estu­dio. Por otro lado, y estre­cha­men­te rela­cio­na­do con el pun­to ante­rior, dis­tri­buir la mues­tra de mane­ra que se acce­da a más estra­tos de la pobla­ción para con­se­guir repre­sen­ta­ción de los dis­tin­tos sec­to­res (por ejem­plo sexo, anti­güe­dad en el pues­to, etc.). Y, para miti­gar los efec­tos de la trans­ver­sa­li­dad, apli­car una meto­do­lo­gía de carác­ter lon­gi­tu­di­nal, que per­mi­ta actua­li­zar los resul­ta­dos y adap­tar­se a la evo­lu­ción de la pobla­ción obje­ti­vo.

A par­tir de los resul­ta­dos del estu­dio pode­mos extraer varias impli­ca­cio­nes prác­ti­cas. La auto­es­ti­ma hace que las per­so­nas sean más resi­lien­tes, lo cual a su vez aumen­ta las posi­bi­li­da­des de que los trabajadores/as desa­rro­llen el acto de per­do­nar, lo que pro­ba­ble­men­te mejo­ra­rá el ren­di­mien­to. Se tra­ta de una rela­ción media­da con un efec­to sana­dor para los/as trabajadores/as. Estu­dios como los de Jaén Díaz (2010) afir­man que exis­te una rela­ción posi­ti­va y sig­ni­fi­ca­ti­va entre la auto­es­ti­ma y el ren­di­mien­to labo­ral, mien­tras que los estu­dios de Gon­zá­lez (2005) afir­man que la resi­lien­cia per­mi­te tole­rar mejor los ambien­tes de tra­ba­jo estre­san­tes. En resu­mi­das cuen­tas, con estos datos se podría ani­mar a los empre­sa­rios a que impul­sa­ran pro­gra­mas de inter­ven­ción don­de se tra­ba­je la resi­lien­cia para con­se­guir el “efec­to sana­dor” de los/as trabajadores/as.

Referencias

Anderson, M.A. (2006). To investigate the relationship between attachment asyles and adjustment porces of universtity students. Unpublished Master´s Thesis, Maltepe Universty, Turkey.

Arrington, E. G., & Wilson, M. N. (2000). A re-examination of risk and resilience during adolescence: incorporating culture and diversity. Journal of Child and Family Studies, 9(2), 221-230.

Baron, R. M., & Kenny, D. A. (1986). The moderator-mediator variable distinction in social psychological research: Conceptual, strategic, and statistical considerations. Journal of Personality and Social Psychology, 1173–1182.

Branden, N. (2001). The Psychology of Self-Esteem: A Revolutionary Approach to Self-Understanding That Launched a New Era in Modern. San Francisco, CA, U.S.: Jossey-Bass.

Eraslan, B. (2018). Secure attachment and forguiveness: The mediation role of psychological resilience. Journal of Education, 33(2), 280-292.

Enright, R. D., Al-mabuk, R., Conroy, P., Eastin, D., Freedman, S., Golden, S., Hebl, J. H., Huang, T., Park, Y., Pierce, K., & Sarinopoulos, I. (1991). The Moral Development of forgiveness. En W. M. Kurtines y J. L. Gewirtz, Handbook of moral behavior and development  (1, 123-151). Hillsdale, NJ, U.S.: Lawrence Erlbaum Associates, Inc.

Fergus, S., & Zimmerman, M. A. (2005). Adolescent resilience: a framework for urdestanding healthy development in the face of risk. Annual Review of Public Health, 26(1), 339-419.

Fraser, M. W., Galinsky, M. J., & Richman, J. M. (1999). Risk, protection, and resilience: Toward a conceptual framework for social wordk practice. Social Work Research, 23(3), 131-143.

Fredrickson, B. L. (1998). What Good Are Positive Emotions? Review of general psychology, 2(3), 300-319.

García, F., & Musitu, G. (2014). Autoconcepto Forma 5 (AF-5) (4 ed.). Madrid, España: TEA Ediciones.

Gónzalez Zuñiga, C. (2004). La psicología positiva: un cambio en nuestro enfoque patológico clásico. Liberabit. Revista de Psicología, 10(1), 82-88.

Grotberg, E. (1995). A guide to promoting resilience in children: strengthening the human spirit. Bernard van Leer Foundation. The Hague: Bernard van Leer Foundation.

Gutiérrez, M., & Romero, I. (2014). Resiliencia, bienestar subjetivo y actitudes de los adolescentes hacia el consumo de drogas en Angola. Anales de Psicología, 30(2), 608-619.

Guzmán, M. (2010). El perdón en Relaciones Cercanas: Conceptualización desde una Perspectiva Psicológica e Implicaciones para la Práctica Clínica. Psykhe, 19(1), 19-30.

Hayes, A. F., & Preacher, K. J. (2014). Statical meditation analysis with a multicategorical independent variable. British Journal of Mathematical and Statistical Psychology, 68, 451-470.

Harikrishna, U., & Arif, A. (2018). Resilience, pscyhological distress, and self-esteem among undergraduate student in Kollan district, Kerala. Journal of Social Work Education and Practice, 3 (4), 27-36.

Jaén Díaz, M. (2010). Predicción del rendimiento laboral a partir de indicadores de motivación, personalidad y percepción de factores psicosociales. (Tesis doctoral). Madrid, España: Universidad Complutense de Madrid.

James, W. (1890). The Principles of Psychology (Vol. 1). New York, Estados Unidos: Henry Hold & Co.

Kotliarenco, M. A., Cáceres, I., & Fontecilla, M. (1997). Estado de Arte. CEANIM. Washington D.C.: Organización Panamericana de la Salud.

López, P. A., Kasanzew, A., & Fernández, M. (2008). Los efectos psicoterapéuticos de estimular la connotación positiva en el incremento del perdón. Avances en Psicología Latinoamericana, 26(2), 211-226.

Lopez, S. J., Snyder, C. R., & Rasmussen, H. N. (2003). Striking a vital balance: Developing a complementary focus on human weakness and strength through positive psychological assessment. American Psychological Association, 1(1), 3-20.

Luthar, S. S., Cicchetti, D., & Becker, B. (2000). The construct of resilience: a critical evaluation and guidelines for future work. Child Development, 71(3), 543-562.

Makinen, J. A., & Johnson, S. M. (2006). Resolving attachment injuries in couples using emotionally focused therapy: Steps toward forgiveness and reconciliation. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 74(1), 1055-1064.

McCullough, M. E., & Witvliet, C. V. (2002). The Psychology of Forgiveness. En S. J. Lopez y C. R. Snyder, The Handbook of Positive Psychology (págs. 446-458). New York: Oxford University Press.

Miller, A. J., Worthington Jr., E. L., & McDaniel, M. A. (2008). Gender and Forgiveness: A meta-analytic review and research agenda. Journal of Social and Clinical Psychology, 27(8), 843-876.

Molina, M. J., Baldares, T. C., & Maya, A. B. (1996). Fortalezcamos la autoestima en las relaciones interpersonales en la escuela líder. San josé: Impresos Sibaja.

Mruk, C. J. (2013). Self-Esteem and Positive Psychology: Research, Theory, and Practice (Cuarta ed.). New York, NY, U.S.: Springer Publishing Company.

Pidgeon, A.M., Rowe, N.F., Stapleton, P., Magyar, H.B., & Lo, B.C. Examining characteristics of resilience amogn unversity studentes: A internationl study. Open Journal of Social Science, 2 (11), 14.

Preacher, K.J., & Hayes, A.F. (2008). Asymptotic and resampling strategies for assessing and comparin indirect efects in multiple mediator model. Behavior Research Methods, 40 (3), 879-891.

Prieto-Ursúa, M., Carrasco Galán, M. J., Cagigal de Gregorio, V., Gismero González, E., Martínez Díaz, M. P., & Muñoz San Roque, I. (2012). El perdón como Herramienta Clínica en Terapia Individual y de Pareja. Clínica Contemporánea: revista de diagnóstico psicológico, psicoterapia y salud, 3(2), 121-134.

Quiceno, J. M., & Vinaccia, S. (2011). Resiliencia:una perspectiva desde la enfermedad crónica en población adulta. Pensamiento Psicológico, 9(17), 69-82.

Rosenberg, M. (1965). Society and the adolescent self-image. Princeton, NJ, U.S.: Princeton University Press.

Ryff, C. D., & Singer, B. H. (2008). Know thyself and become what you are: a eudaimonic aproach to psychological well-being. Journal of Happiness Studies, 9(1), 13-39.

Schlatter Navarro, J. (2010). Ser felices sin ser perfectos: Estrategias de cambio para un anancástico. Navarra: S.A. EUNSA. Ediciones: Universidad de Navarra.

Strelan, P., & Zdaniuk, A. (2015). Threatened state self-esteem reduces forgiveness. Self and identity, 14 (1), 16-32.

Thompson, L. Y., & Synder, C. R. (2003). Measuring forgiveness. En S. J. Lopez y C. R. Snyder, Positive psychological assessment: A handbook of models and measures (págs. 301-312). Washington, DC, US: American Psychological Association.

Thompson, L. Y., Snyder, C. R., Hoffman, L., Michael, S. T., Rasmussen, H. N., Bilings, L. S., Heinze, L., Neufeld, J. E., Shorey, H. S., Roberts, J. C., & Roberts, D. E. (2005). Dispositional forgiveness of self, others, and situations. Journal of Personality, 73(2), 313-359.

Ticona Mamani, L., & Flores Chipana, M. (2017). Bienestar psicológico y capacidad de perdonar en estudiantes de una universidad privada de Lima Este, 2016. (Tesis para licenciatura). Lima, Perú: Universidad Peruana Unión.

Wagnild, G. M., & Young, H. M. (1993). Development and psychometric evaluation of resilience scale. Journal of Nursing Measurement, 1(2), 165-178.

Wald, J., & Taylor, S. (2007). Efficacy of interoceptive exposure therapy combined with trauma-related exposure therapy for posttaumatic stress disorder: a pilot study. Journal of Anxiety Disorders, 21(8), 1050-1060.

Worthington Jr. , E. L., & Scherer, M. (2002). Forgiveness in an emotion-focused coping strategy that can reduce health risks and promote health resilience: theory, review and hypotheses. Psychology & Health, 19(3), 385-405.