3. Estudio sobre infidelidad en la pareja: Análisis de contenido de la literatura
Magdalena Varela Macedo1
Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México
Resumen
La infidelidad es un proceso complejo que se da dentro de la relación marital; es resultado de una gran cantidad de factores que la influyen y determinan; entre éstos se encuentran los sociales, familiares, individuales y sexuales, y cada uno de ellos interactúa de manera diferente en cada caso. Pittman (1994) plantea que la infidelidad es una defraudación, traición y violación de un convenio de la relación monogámica en la que ambos integrantes acordaron exclusividad sexual de uno a otro (García Méndez, Rivera Aragón, Díaz Loving, 2008). El objetivo de este estudio es determinar cuáles son las razones que da la literatura para describir la infidelidad tanto masculina como femenina.
Los motivos de infidelidad femenina más frecuentes son: buscar mayor excitación sexual o simplemente desear más sexo. La mujer desea sentirse especial, admirada, deseada, hermosa, capturar la atención; desea tener una relación íntima, emocional y romántica con la otra persona o busca vengarse de su esposo por múltiples razones. Las categorías con mayor frecuencia para el hombre son: desear mayor excitación; una necesidad biológica; deseo por poseer a la mujer con furia o quiere alguien siempre nuevo.
Palabras clave: infidelidad, infidelidad femenina, infidelidad masculina, análisis de contenido, sexualidad.
Study on Infidelity in couples:
Content analysis of literature
Abstract
Infidelity is a complex process that takes place within the marital relationship. This is a result of a lot of factors that influence and determine her. Among these factors are the social, family, individual and sex. Each of these elements interacts differently in each case. Pittman (1994) argues that infidelity is a deceit, a treason and a violation of an agreement of monogamous relationship, in which both partners agreed sexual exclusivity to each other, (Garcia-Mendez, Rivera-Aragon, Diaz-Loving, 2008). Objective of this study is to determine what are the reasons to describe male and female infidelity, that are given in the literature. The most common reasons for female infidelity are: She seeks greater sexual excitement, she wants more sex. The woman wants to feel special, admired, desired, beautified; she wants to capture the attention. The woman wants to have an intimate, emotional and romantic relationship with another person. The woman seeks revenge on her husband, for many reasons. The most common categories for men are: Man wants more excitement. He says that there is a biological necessity. He wants to possess fiercely. He is seeking the novelty.
Keywords: infidelity, female infidelity, male infidelity, content analysis, sexuality.
Introducción
Las relaciones de infidelidad en las parejas se remontan a las culturas agrícolas, con las sociedades patriarcales, quienes sostenían que el adulterio era un vicio femenino. La esposa adúltera podía ser ejecutada o mutilada, mientras que en el hombre la infidelidad se consideraba una transgresión sólo si seducía a la mujer de otro o a la hija casadera de una familia, castigándolo con la castración, la ejecución o pagando una multa. No obstante, en diferentes culturas, a los hombres les es permitido practicar la poligamia y a las mujeres no; en la sociedad azteca, a la nobleza se le permitía ser polígamo; en sociedades islámicas observamos que la poligamia no es prohibida y que incluso por ley los hombres pueden tener hasta cuatro esposas (García Méndez, Rivera Aragón, Díaz Loving, 2008).
La palabra infidelidad proviene del latín infidelitas formado por in = negación, y fidelitas = fidelidad. Se entiende entonces que la palabra significa el incumplimiento de la fidelidad. La infidelidad es un proceso complejo que se da dentro de la relación marital; es resultado de una gran cantidad de factores que la influyen y determinan, entre los que se encuentran los sociales, familiares, individuales y sexuales. Cada uno de estos elementos interactúa de manera diferente en cada uno de los casos.
Existen muchas definiciones sobre lo que es la infidelidad, pero en términos generales, se entiende como el contacto sexual que una persona mantiene con alguien que no es su pareja socialmente establecida, su novio(a), esposo(a) o la persona con quien vive. Algunas veces se plantean otro tipo de infidelidades, como cuando alguien está enamorado(a) de una persona ajena a su pareja. Sin embargo, esto no puede considerarse como infidelidad debido a que sin contacto de tipo sexual, se puede decir que la infidelidad no se ha consumado, de la misma manera que cuando no ha habido contacto sexual en los inicios del matrimonio (Pittman, 1998).
Por otro lado, la conducta sexual considerada por los sexólogos, es aquella que conduce al orgasmo. De tal forma que aunque no haya habido penetración vaginal, es posible pensar que cierto tipo de conductas que dirigen al orgasmo, tales como la masturbación mutua, sexo oral o anal o cualquier otra conducta de este tipo, dirigida al orgasmo, puede considerarse como conducta sexual. Por lo tanto, alguien que ejecuta alguna de estas conductas con alguien que no es su pareja, puede considerársele infiel (Vargas Flores e Ibáñez Reyes, 2005). Algo con lo que también puede confundirse la infidelidad, es con la deslealtad. Este término se usa cuando la pareja ejecuta conductas que van en contra de su pareja y puede llevarse a cabo cuando la persona se asocia con otra para dañarla, pero, dado que no es conducta sexual, no puede considerarse como infidelidad.
Así, se definen dos tipos de infidelidad: la sexual, que se refiere a actividad sexual con alguien más que no sea la pareja estable y, la infidelidad emocional, la cual ocurre cuando uno de los miembros de la pareja mantiene un vínculo emocional o de amor con alguien diferente. Se dice que las mujeres son infieles porque buscan ligarse emocionalmente a una persona aunque no haya relaciones sexuales. En el caso de los hombres lo más frecuente es que la infidelidad se dé por razones sexuales más que emocionales. Al respecto, Houston (2005) dice que los hombres son infieles principalmente por razones sexuales, (75–80%), mientras las mujeres lo son por razones emocionales (20%).
Para Romero Palencia (2007) infidelidad significa hacer algo fuera de lo que dos personas han acordado como fidelidad, ya sea tener sexo con otra persona o bien involucrar energía emocional en otra relación. Buss y Shakelford (1997), Wiedeman y Allgeier (1993), marcan una diferencia entre dos tipos posibles de infidelidad: la infidelidad sexual (coito), que se refiere a actividad sexual con alguien más que no sea la pareja estable y, la infidelidad emocional (enamoramiento), la cual ocurre cuando uno de los miembros de la pareja mantiene un vínculo emocional o de amor con alguien diferente.
Las situaciones que influyen para que la infidelidad ocurra incluyen el sentirse cercano o ser interdependiente de alguien que no sea la pareja; estar cerca de alguien en quien se está sexualmente interesado; pasar mucho tiempo con alguien que no es la pareja; no sentirse cercano o conectado con la pareja; estar en una situación que ofrezca la oportunidad; estar en situaciones que involucren alcohol o drogas.
Drigotas y Barta, (2001) hacen una serie de análisis y planteamientos sobre la conceptualización de la infidelidad y proponen las siguientes aproximaciones:
- Aproximación descriptiva: señalan que los indicadores de infidelidad entre los individuos nacidos entre 1953 y 1974 son, para hombres de 27.6% y para las mujeres de 26.2%. Entre los individuos nacidos de 1833 a 1942, la proporción es de 37% de hombres y 12.4% de mujeres. Indican que la insatisfacción marital es la causa principal de infidelidad para las mujeres. En el caso de los hombres lo más frecuente es el deseo sexual más que lo emocional. También encuentran que es más probable que el hombre se divorcie por infidelidad, aunque no existan relaciones sexuales extramaritales por parte de su pareja.
- Aproximación normativa: propone que es muy probable que una persona ligada a otra que ha sido infiel, sea infiel. Plantea que la conquista sexual es un componente del rol sexual masculino, por eso, históricamente se observa más infiel que la mujer. Para la mujer hay mayores sanciones sociales que para el hombre.
- Aproximación modelo de inversión: de acuerdo a este modelo la fuerza primera de las relaciones es el compromiso, el cual es un apego psicológico a, y una motivación a continuar en una relación. Para los individuos altamente comprometidos es menos probable que sean infieles porque están motivados a eliminar alternativas potenciales por tratar de proteger su relación.
- Aproximación evolucionista: plantea que el intercambio de beneficios en la díada es lo que importa y predice el nivel de satisfacción obtenido con base al nivel de equidad de dicho intercambio. Una contribución de esta perspectiva es la que señala que es más probable que el hombre sea infiel sexualmente y no emocionalmente y considera la infidelidad sexual como más problemática para el hombre que para las mujeres.
- Nuevas direcciones: plantea la necesidad de considerar las diferencias de personalidad al hablar de infidelidad, pues ellas influyen en la manera como se percibe la satisfacción percibida dentro de la díada y esto influye sobre el grado de compromiso dentro de la relación.
Elmslei y Tebaldi (2008), en general, señalan que hombres y mujeres presentan motivos y razones diferentes para ser infieles. La infidelidad del hombre, desde el punto de vista biológico, está determinada principalmente por las características propias de cada uno más que por algo que tenga que ver con la relación conyugal. En el caso de las mujeres plantean dos conclusiones: a. las mujeres son infieles mientras mayor su deseo de ser fértiles, pues ellas buscan hombres con buenos genes, si la fertilidad decrece, decrece el deseo de mantener relaciones extramaritales; b. por tanto, las mujeres son infieles en relación a las características de la pareja y no en relación a las propias características.
Huizenga (2006) propone que el tener un amorío es diferente a ser infiel. El primero se puede concebir como alguien que “no quiere decir que no”. El tener un amorío es un estilo de vida muy actual y este es sólo uno de los siete tipos de affaire. Los otros seis, están más en la dirección de la infidelidad.
Allman (1993) señala que más del 90% de las personas casadas, en algún momento de sus vidas, se han involucrado en amoríos accidentales, en relaciones sexuales ilícitas, libertinaje o relaciones sexuales de una noche. Todo esto pareciera ser muy moderno, pero un grupo de investigadores argumenta que el amor, al estilo de los norteamericanos, es de hecho parte del comportamiento humano universal que tiene sus raíces en los primeros días de la humanidad. Algunos signos de la infidelidad son:
- Visualizar el tener un amorío como una conquista (sexual) y no como una oportunidad para intimar. Prevalece la gratificación a un nivel básico.
- El desear ser adorado y creer ser merecedor de la excitación y gratificación personal porque se le ha ganado.
- Desenvolverse en un mundo que apoye estas ilusiones y comportamientos y coludirse con los amigos (as), para mantener este mundo.
- Tener problemas con la otra persona porque quizás no satisface sus necesidades y expectativas.
- No experimentar ningún conflicto, mantener el equilibrio y pensar que la vida se desarrolla sin problemas.
La infidelidad en el hombre
Houston (2005) indica que los porcentajes de hombres y mujeres infieles se están acercando y que aun cuando más hombres son engañados por sus esposas, el 70% de las mujeres siguen siendo engañadas. Cole (2006) plantea que las decisiones acerca del comportamiento sexual, generalmente, no se planean con anticipación. Poca gente planea intencionalmente ser infiel (al menos la primera vez). Un amorío ocurre, generalmente, no porque se planee, sino porque la gente se encuentra en situaciones donde sus emociones los conducen a tenerlo. Los escenarios que pueden ayudar a que el amorío ocurra son:
- Estar cercano o ser interdependiente de alguien que no sea la esposa.
- Estar cerca de alguien en quien se está sexualmente interesado(a).
- Emplear mucho tiempo en una relación de uno a uno con alguien.
- No sentirse cercano o conectado con la esposa.
- Estar en una situación que ofrezca la oportunidad.
- Estar en situaciones que involucren alcohol o drogas.
Infidelidad femenina
Ali y Millar (2006) señalan que una mujer que esté en sus cuarentas, creció y se desarrolló durante las permisivas décadas de los 60 y 70. En general, tuvo experiencias sexuales antes de casarse, lo cual ocurrió alrededor de cinco años después de la edad en la que su madre lo hizo. Vive en una cultura que promueve la posibilidad de tener buen sexo y buena figura aún después de la menopausia. Esta mujer desea tener gran sexo y citas románticas en su matrimonio, pero ve que eso no existe, por ello, las parejas empiezan a vivir vidas paralelas. Cuando trabajan, conviven con otros hombres, salen con ellos a comer y gradualmente pueden empezar a salir con otro, empiezan a divertirse y a reír juntos, la relación puede entonces evolucionar y solidificarse y puede resultar que decidan tener un amorío, y no porque ella se sienta miserable sino simplemente porque puede.
Snyder (2003) señala que el 60% de las mujeres engaña a su pareja. Dentro de las razones que se dan para el esto, están las siguientes:
- La otra persona le parece deliciosa.
- Está aburrida.
- Piensa que la otra persona es el hombre de sus sueños.
- Desea jugar con lo prohibido.
- Quiere jugar con los jóvenes guapos.
Houston (2005), señala que las mujeres son infieles porque:
- Desean tener un apego emocional e intimidad.
- Desean tener la atención (quieren ser el centro de atención del hombre otra vez).
- Quieren reafirmar que son deseadas (reafirmarse como mujer).
- Desean reexperimentar sentimientos de romance.
- Desean sentirse especiales.
- Están aburridas.
- Se sienten solas.
- Es un deseo sexual.
Norment (1998), señala que las razones por las cuales las mujeres engañan, varían considerablemente. Algunas de las razones son:
- Se sienten solas.
- Quieren escapar de la monotonía del matrimonio.
- Quieren vengarse de la infidelidad del marido.
- Simplemente les interesa ser infieles.
- Son fácilmente excitables sexualmente.
- Por dinero.
- Por querer adquirir algunos bienes materiales.
- Por la necesidad de tener intimidad emocional.
Norment (1998), también comenta que de acuerdo a Berry, otras razones pudieran ser:
- Su matrimonio se está deshaciendo.
- Se sienten rechazadas por la pareja.
Por su parte Chapman (citado en Norment, 1998) propone que las mujeres engañan porque:
- Buscan apoyo emocional.
- Buscan protección.
- Quieren reforzar la idea de que son deseables.
- Se sienten rechazadas.
- Desean tener relaciones.
- Sus maridos las engañan.
- Es una necesidad emocional.
- Se sienten solas.
Otras razones que se plantean serían las siguientes (Norment, 1998):
- Desean confirmar que están bien.
- Quieren sentirse hermosas y deseables.
- Quieren sentir que todavía son sexies.
- Quieren sentir que alguien las ama por lo que son, no por lo que hacen.
- Desean sentir confianza en sí mismas.
- Buscan excitación sexual.
- Quieren ser seducidas y cortejadas.
- Desean tener un romance.
Objetivo
Determinar cuáles son las razones que se dan en la literatura para describir tanto la infidelidad masculina como la femenina.
Método
El tema de la infidelidad es tratado de manera frecuente en la literatura universal lo cual ofrece una oportunidad para investigar sobre los motivos que señalan los autores como antecedente de la infidelidad.
Muestra
Está constituida por 77 relatos de la literatura universal que describen la infidelidad masculina. También se analizaron 72 relatos que describen la infidelidad femenina. Estos relatos se publicaron en diferentes épocas y fueron escritas por varios autores.
Procedimiento
Las fuentes de donde proceden los relatos son diversas, algunos estaban agrupados en antologías que con el tema de infidelidad reunían a un grupo de escritores. Se seleccionaron otros textos que contenían relatos sobre el tema y que aparecían en diferentes textos clásicos. Se analizaron con la técnica de análisis de contenido propuesta por Berelson (1968) y Holsti (1968).
Resultados
El análisis de contenido que se aplicó a los diferentes reportes consistió en primer lugar en identificar las palabras y las oraciones que representaban la razón que se expresaba era motivo de la infidelidad. Posteriormente se fueron conjuntando esas oraciones por similitud de significado con la finalidad de abstraer y sintetizar la información. Estos resultados fueron agrupados en áreas o categorías que se presentan a continuación y representan las razones por las cuales las mujeres y los hombres eran infieles. Se realizó un cálculo de frecuencias para determinar cuáles motivos eran los más señalados.
Motivos de la infidelidad femenina
De acuerdo a los resultados obtenidos (Véase Tabla 1) se encontraron 16 categorías referidas a los motivos de infidelidad femenina, de los cuales, los más frecuentes son:
- Ella busca mayor excitación sexual, o simplemente desea más sexo.
- La mujer desea sentirse especial, admirada, deseada, hermosa, desea capturar la atención.
- La mujer desea tener una relación íntima, emocional y romántica con la otra persona.
- La mujer busca vengarse de su esposo, por múltiples razones.
Las que observan una menor frecuencia son: el tener un amorío por la costumbre y familiaridad que haya con la posible pareja y el que la mujer sea amenazada.
Tabla 1. Frecuencias del análisis de contenido (mujeres).
Categorías |
Frecuencia |
Porcentaje |
|
3 |
4.2 |
|
3 |
4.2 |
|
10 |
13.9 |
|
4 |
5.6 |
|
12 |
16.7 |
|
3 |
4.2 |
|
4 |
5.6 |
|
11 |
15.3 |
|
7 |
9.7 |
|
3 |
4.2 |
|
1 |
1.4 |
|
4 |
5.6 |
|
2 |
2.7 |
|
1 |
1.4 |
|
2 |
2.7 |
|
2 |
2.7 |
Motivos de la infidelidad masculina
De acuerdo a los resultados obtenidos (Véase Tabla 2) se encontraron 26 categorías referidas a los motivos de infidelidad, de las cuales, las que aparecen mayor frecuencia son:
- El hombre desea mayor excitación.
- Porque existe una necesidad biológica.
- Para poseer con furia a la persona.
- Por lo novedoso de la pareja.
Las que observan una menor frecuencia son:
- Por obtener dinero.
- Porque ella es virgen.
- Por la fragilidad de la mujer.
- Para alejarse de una pareja sumisa.
Tabla 2. Frecuencias del análisis de contenido (hombres).
Categorías |
Frecuencia |
Porcentaje |
|
5 |
6.5 |
|
6 |
7.8 |
|
4 |
5.2 |
|
3 |
3.9 |
|
4 |
5.2 |
|
4 |
5.2 |
|
2 |
2.6 |
|
4 |
5.2 |
|
3 |
3.9 |
|
5 |
6.5 |
|
4 |
5.2 |
|
2 |
2.6 |
|
3 |
3.9 |
|
3 |
3.9 |
|
1 |
1.3 |
|
2 |
2.6 |
|
4 |
5.2 |
|
1 |
1.3 |
|
3 |
3.9 |
|
2 |
2.6 |
|
1 |
1.3 |
|
2 |
2.6 |
|
2 |
2.6 |
|
5 |
6.5 |
|
1 |
1.3 |
|
1 |
1.3 |
Análisis y discusión
En el caso del análisis de contenido de los relatos, tenemos que el motivo más frecuente en la infidelidad femenina es el deseo que tiene la mujer de buscar mayor excitación sexual, seguido por la necesidad de sentirse hermosa y deseada. De acuerdo a Houston (2005) lo importante a destacar es que los hombres son infieles principalmente por razones sexuales, (75–80 %), mientras las mujeres lo son por razones emocionales (20 %), podemos decir que por la información observada, las mujeres también son infieles por razones sexuales, mientras el motivo más frecuente en la infidelidad es que el hombre desea mayor excitación porque existe una necesidad biológica colocándose en segundo lugar.
Conclusiones
Foucault (1983) señala que desde finales del siglo XVI lo que se dice sobre el sexo lejos de sufrir un proceso de restricción, por el contrario, ha estado sometido a un mecanismo de incitación creciente. Además, se observa que el pretendido control que se quiere tener sobre él, ha diseminado e implantado sexualidades polimorfas. Respecto a la voluntad de saber, vemos que no se ha detenido ante el tabú intocable sino que se ha encarnizado y ha devenido en la estructuración de una ciencia de la sexualidad.
Reed (2003) plantea que debido a la revolución sexual que ha ocurrido a partir de los años 60, los adultos, así como los niños estamos más informados sobre nuestros cuerpos y nuestra sexualidad que cualquier otra generación. De igual manera, la tecnología le ha dado impulso con el advenimiento de mejores dispositivos para el control de la natalidad, con la aparición de una serie de medicamentos que favorecen la erección en el hombre, con la creación de parches de testosterona para incrementar la libido en las mujeres, así como con la aparición de fórmulas que incrementan la lubricación y sensibilidad vaginal (Varela, 2005) por lo cual se observa un incremento de la actividad sexual entre hombres maduros y mujeres liberadas.
Ali y Millar (2006) señalan que la mujer norteamericana actual, tiene más oportunidades que nunca para ser infiel. Además, dicen, los tabúes sobre la sexualidad femenina están cambiando. Así mismo, se observa que la mayor parte del tiempo lo pasa fuera de casa y lejos de la familia; tienen mejor educación que en el pasado y algunas pueden ganar más que el hombre e incluso tener una posición de mayor poder y empiezan a sentir lo que han sentido tradicionalmente los hombres, esto es, la necesidad de tener tiempo para ellas. El éxito y el poder también las coloca en la posición de tener lo que deseen.
El amorío ocasional resulta ser en la mujer, una fuente secreta de fortaleza, éste puede no durar, pero le da el ímpetu que necesita para seguir adelante. Este amorío hace que se sienta otra vez sexy. Por otro lado, los terapeutas dicen que cada vez tienen más casos de hombres con la libido deprimida. Por lo cual, se observa un incremento de la actividad sexual entre mujeres maduras y hombres jóvenes.
Asimismo, en las relaciones de pareja actuales pueden darse múltiples formas de relación, como los matrimonios sexualmente abiertos el que las parejas viven aparte siendo una pareja e incluso pudiendo estar casados; las parejas que viven juntas y tienen doble ingreso, viajan mucho, se visten bien, disponen de todos los recursos pero no quieren tener hijos; las parejas de swingers o las parejas que empiezan a “andar con quien quieren”, sin tener ningún compromiso con nadie en especial.
Referencias
Ali, L., Millar, L. (2006). The secret lives of wives. Newsweek. URL disponible en: www.msnbc.msn.com
Allman, W. (1993). The mating game. U.S. News & World Report, 115, (3).
Berelson, B. (1968). Content analysis in communication research. En Gardner, L. y Aronson, E. (Eds.). The Handbook of Social Psychology. Nueva York: Addison Wesley.
Cole, T. (2006). Why do men and women cheat? URL disponible en: www.truthaboutdeception.com
Drigotas, S. y Barta, W. (2001). The cheating heart: Scientific exploration of infidelity. Current Directions in Psychological Science, 10 (5), 177-180.
Elmslie, B. Tebaldi, E. (2008). So, what did you do last night? The economics of infidelity. Kyklos, 61 (3), 391-410
Foucault, M. (1983). Historia de la sexualidad. La voluntad de saber. México: Siglo XXI.
García Méndez, M. Rivera Aragón, S. y Díaz Loving, R. (2008). Factores que intervienen como predictores de la infidelidad. Revista Mexicana de Psicología. Número Especial Octubre.
Holsti, O. R. (1968). Content analysis. En Gardner, L. Aronson, E. (Eds.). The Handbook of Social Psychology. Nueva York: Addison Wesley.
Houston, R. (2005). Cheating husbands and cheating wives give different reasons for having extramarital affairs. URL disponible en: www.members.aol.com
Huizenga, R. (2006). Signs of a cheating spouse… and how they differ from signs of infidelity. URL disponible en: www.manirath.com
Norment, L. (1998). Infidelity. Why women cheat. Ebony, 12, 1-2.
Reed, S. (2003). Freedom is the future of sex. The Gamecock. Abril
Romero Palencia, A. (2007). Infidelidad: conceptualización, correlatos y predictores. Tesis para obtener el grado de doctor en Psicología. Facultad de Psicología. UNAM. Inédita.
Snyder, L. (2003). Why women cheat. URL disponible en: www.channels.isp.netscape.com
Varela, M. (2005). La sexualidad a través de la historia. Revista SEFPSI, 8 (1), 43-56.
Vargas Flores, J. J. e Ibáñez Reyes, E. (2005). Problemas maritales: La infidelidad desde una perspectiva de vínculo. Revista Electrónica de Psicología Iztacala, 8 (1), 107-124.
Notas
1. Coordinación de Psicología Social. División de Estudios Profesionales. Facultad de Psicología. Correo electrónico: vvarelamacedo@yahoo.com.mx