Inventario de Habilidades Matemáticas y Componentes No Cognitivos del Aprendizaje Descargar este archivo (1-Abuso-sexual-infantil.pdf)

Rodrigo Peña Durán[1], Sandra Castañeda Figueiras, Iván Leonardo Pérez Cabrera

Universidad Nacional Autónoma de México

Resu­men

Esta inves­ti­ga­ción tuvo como obje­ti­vo el dise­ño, cali­bra­ción y vali­da­ción de una prue­ba de eje­cu­ción en habi­li­da­des mate­má­ti­cas y de un inven­ta­rio de auto­rre­por­te sobre la voli­ción, regu­la­ción emo­cio­nal y emo­cio­nes epis­té­mi­cas, refe­ri­das a dicha eje­cu­ción. La mues­tra fue de 678 estu­dian­tes uni­ver­si­ta­rios. Se uti­li­za­ron téc­ni­cas de cali­bra­ción dico­tó­mi­ca y poli­tó­mi­ca de reac­ti­vos, así como aná­li­sis fac­to­ria­les con­fir­ma­to­rios para la vali­da­ción de los mode­los sub­ya­cen­tes a la prue­ba y al inven­ta­rio. Los resul­ta­dos mos­tra­ron bue­nos índi­ces de dis­cri­mi­na­ción (a>0.65) y difi­cul­tad (-3 a 3) de los reac­ti­vos, así como altos índi­ces de ajus­te prác­ti­co en los mode­los de la prue­ba de eje­cu­ción y en los mode­los del inven­ta­rio de auto­rre­por­te. Con esta base, este tra­ba­jo pre­sen­ta los dos ins­tru­men­tos estan­da­ri­za­dos, úti­les a la eva­lua­ción de estu­dian­tes del nivel medio supe­rior y supe­rior, tan­to en la eje­cu­ción como en el auto­rre­por­te de com­po­nen­tes no cog­ni­ti­vos que inci­den en el apren­di­za­je mate­má­ti­co.

Pala­bras cla­ve: habi­li­da­des mate­má­ti­cas, voli­ción, emo­cio­nes, cali­bra­ción, vali­da­ción.

Abs­tract

The objec­ti­ve of this inves­ti­ga­tion was the design, cali­bra­tion, and vali­da­tion of an execu­tion test on mathe­ma­ti­cal skill and a self-repor­ted inven­tory on voli­tion, emo­tio­nal regu­la­tion and epis­te­mic emo­tions, rela­ted to its execu­tion. The sam­ple was of 678 uni­ver­sity stu­dents. Dico­to­mic and poly­to­mic cali­bra­tion tech­ni­ques of reac­ti­ves were used, as well as con­fir­ma­tory fac­to­rial analy­sis for vali­da­tion of models under­la­ying the test and inven­tory. Results sho­wed good dis­cri­mi­na­tion (a>0.65) and dif­fi­culty (-3 to 3) rates on reac­ti­ves, as well as high prac­ti­cal adjust­ment on execu­tion test models, and the models of self-repor­ted inven­to­ries. On this basis, this work pre­sents two stan­dar­di­zed ins­tru­ments, use­ful on eva­lua­ting high school and higher edu­ca­tion stu­dents on execu­tion as well as self-report of non-cog­ni­ti­ve com­po­nents that affect mathe­ma­ti­cal lear­ning.

Key­words: mathe­ma­ti­cal skills, voli­tion, emo­tions, cali­bra­tion, vali­da­tion.

Introducción

La eva­lua­ción del apren­di­za­je en la Edu­ca­ción Supe­rior se ha tor­na­do en una tarea de suma com­ple­ji­dad, debi­do a que exis­ten diver­sas for­mas de carac­te­ri­zar­le y con­cep­tua­li­zar­le, así como de la pues­ta a prue­ba de múl­ti­ples com­po­nen­tes que se con­si­de­ra ejer­cen influen­cia duran­te la cons­truc­ción del apren­di­za­je.

Ello ha deno­ta­do la nece­si­dad de hacer inves­ti­ga­ción y dise­ñar herra­mien­tas de eva­lua­ción, a fin de enten­der cuá­les son los fac­to­res que se aso­cian al apren­di­za­je, es decir, dar cuen­ta de las carac­te­rís­ti­cas que se pue­den mani­fes­tar en diver­sos con­tex­tos cul­tu­ra­les y tareas de apren­di­za­je (Pin­trich, 2000; Cor­ne­jo y Redon­do, 2007).

Lograr lo ante­rior deman­da reba­sar la insu­fi­cien­cia de la cali­dad y can­ti­dad de la eva­lua­ción del apren­di­za­je, a par­tir de dise­ñar mode­los y pro­ce­di­mien­tos de eva­lua­ción que valo­ren su ade­cua­ción a las deman­das del con­tex­to, de tal modo que los ins­tru­men­tos de eva­lua­ción per­mi­tan valo­rar y poten­ciar al mis­mo (Cas­ta­ñe­da, 2006).

Es así como resul­ta per­ti­nen­te poner de relie­ve la inter­ven­ción de com­po­nen­tes de dife­ren­te natu­ra­le­za, como lo son los emo­cio­na­les y voli­ti­vos, por men­cio­nar algu­nos, bajo un enfo­que fun­cio­nal que bus­que enten­der la arqui­tec­tu­ra o el dise­ño fun­cio­nal del pro­ce­so de estos com­po­nen­tes en los indi­vi­duos en tareas con­cre­tas (Kuhl, 2000; Cer­vo­ne, 2005; Jost­mann y Koo­le, 2010), don­de la natu­ra­le­za par­ti­cu­lar de una tarea aca­dé­mi­ca con­cre­ta pue­de con­lle­var con­fi­gu­ra­cio­nes par­ti­cu­la­res sobre el efec­to que tie­nen dichos com­po­nen­tes duran­te la rea­li­za­ción de la mis­ma, ya sea para favo­re­cer­le o difi­cul­tar­le.

Tener en cuen­ta este tipo de com­po­nen­tes con­lle­va un gran poten­cial, en vis­ta de que a tra­vés de las dife­ren­tes pro­duc­cio­nes cien­tí­fi­cas, estos han mos­tra­do tener influen­cias impor­tan­tes en el desem­pe­ño en tareas deman­dan­tes o de alta exi­gen­cia (Jost­mann et al., 2010; Chen y Chung, 2011; Muis, Psa­ra­de­llis, Lajoie, Di Leo y Che­vrier, 2015; Tre­vors, Muis, Pekrun, Sina­tra y Win­ne, 2016).

Con base en ello, se han reto­ma­do diver­sos com­po­nen­tes como lo son el voli­ti­vo, la regu­la­ción emo­cio­nal y las emo­cio­nes epis­té­mi­cas, ya que éstos han mos­tra­do tener influen­cia sobre el logro del éxi­to ante tareas de alta com­ple­ji­dad, en dife­ren­tes con­tex­tos.

En el cam­po de la edu­ca­ción y el apren­di­za­je, la per­so­na­li­dad ha sido abor­da­da median­te los ámbi­tos de la cog­ni­ción y la voli­ción (cona­ción), en vis­ta de que estos aspec­tos con­cier­nen a la mejo­ra de los logros y opti­mi­za­cio­nes del desem­pe­ño, ya que a su vez se rela­cio­nan con aspec­tos emo­cio­na­les sobre el éxi­to y el fra­ca­so en situa­cio­nes de alta exi­gen­cia (Schou­wen­burg, 1995; De Raad y Schou­wen­burg, 1996; Zeid­ner y End­ler, 1996; Hoc­key, 1997; Jost­mann y Koo­le, 2010). En este con­tex­to, se par­te de la voli­ción ya que este cons­truc­to es con­si­de­ra­do como espe­cial y dis­tin­ti­vo de la huma­ni­dad, así como de sus accio­nes (Ross, 2007).

La voli­ción se mani­fies­ta como un pro­ce­so de con­trol de la acción, el cual gene­ra un auto­con­trol que supri­me la acti­va­ción de otros sub­sis­te­mas y pro­ce­sos para redu­cir el ries­go de que otra acción difi­cul­te la inten­ción esta­ble­ci­da, lo que pro­vee de apo­yo cog­ni­ti­vo y emo­cio­nal en la auto­ge­ne­ra­ción de metas y accio­nes, ya que per­mi­te man­te­ner una inten­ción acti­va en la memo­ria y pro­te­ger­la de la com­pe­ten­cia de otras ten­den­cias de acción. Con esto, se pre­sen­tan pro­ce­sos auto­rre­gu­la­to­rios que per­mi­ten a los suje­tos for­mar, man­te­ner e imple­men­tar (o libe­rar­se) de sus pro­pias inten­cio­nes, logran­do un mejor fun­cio­na­mien­to en situa­cio­nes de alta exi­gen­cia (Kuhl, 2000, 2005; Jost­mann y Koo­le, 2010).

De esta for­ma, en el pre­sen­te estu­dio se con­tem­plan dos varia­bles voli­ti­vas: la per­sis­ten­cia y la vola­ti­li­dad. La pri­me­ra repre­sen­ta el gra­do en que las per­so­nas tie­nen la capa­ci­dad para man­te­ner el desa­rro­llo de accio­nes enca­mi­na­das a metas, enfo­cán­do­se en una acti­vi­dad has­ta ter­mi­nar­la de la mejor mane­ra; por su par­te, la vola­ti­li­dad impli­ca los pro­ble­mas para man­te­ner el desa­rro­llo de accio­nes enca­mi­na­das a metas, de tal modo que los suje­tos se mues­tran dis­traí­dos y tien­den a pasar de una acti­vi­dad a otra, sin com­ple­tar las mis­mas (Kuhl, 1994; Kuhl y Beck­man, 1994).

Den­tro de este mis­mo con­tex­to, resul­ta per­ti­nen­te incluir otra varia­ble que, si bien es de natu­ra­le­za afec­ti­va, tie­ne impli­ca­cio­nes impor­tan­tes con la voli­ción y el desem­pe­ño en gene­ral. Esta varia­ble es la regu­la­ción emo­cio­nal, cuyo cons­truc­to hace refe­ren­cia a una serie de pro­ce­sos que efec­túa el indi­vi­duo para influir en la inten­si­dad y valen­cia de las emo­cio­nes que se pre­sen­tan en el mis­mo, en una situa­ción con­cre­ta (Gross y Thom­pson, 2007).

Asi­mis­mo, el bus­car inci­dir den­tro de las emo­cio­nes pue­de tener impli­ca­cio­nes direc­tas en el desem­pe­ño de los suje­tos, debi­do a que el resul­ta­do obte­ni­do de los pro­ce­sos de la regu­la­ción emo­cio­nal se pue­de uti­li­zar para hacer las cosas mejor o peor, es decir, para favo­re­cer el desem­pe­ño del suje­to, o bien, de lle­var­le en el sen­ti­do opues­to (Gross y Thom­pson, 2007).

Bajo estos plan­tea­mien­tos, se han plan­tea­do cin­co pro­ce­sos que los suje­tos pue­den desa­rro­llar para abor­dar la regu­la­ción de sus emo­cio­nes (Gross, 1998, 2001; Gross y Thom­pson, 2007; John y Gross, 2007): 1) selec­ción de la situa­ción (evi­tar vs man­te­ner­se); 2) modi­fi­ca­ción de la situa­ción (adap­tar­la vs pre­ser­var­la); 3) des­plie­gue de aten­ción (dis­traer­se vs con­cen­trar­se); 4) cam­bio cog­ni­ti­vo (reva­lo­ra­ción vs rumia­ción); y 5) modu­la­ción de la res­pues­ta (cam­bio vs supresión/expresión de agre­si­vi­dad).

En este caso, para las inten­cio­nes par­ti­cu­la­res de esta inves­ti­ga­ción, se reto­man aque­llos pro­ce­sos que tie­nen rela­ción con el cam­bio cog­ni­ti­vo, es decir, con la capa­ci­dad que tie­nen los suje­tos para cam­biar la for­ma en cómo valo­ran su situa­ción, a par­tir de modi­fi­car la for­ma en que pien­san sobre la situa­ción o sus pro­pias capa­ci­da­des para mane­jar­se ante la mis­ma (Gross y Thom­pson, 2007).

Así, se pone espe­cial aten­ción en la capa­ci­dad para reva­lo­rar el sig­ni­fi­ca­do de la situa­ción hacia ámbi­tos más posi­ti­vos (Gross, 2001; John y Gross, 2007; Ochs­ner y Gross, 2007), o bien, mane­jar­se en el con­tras­te de la reva­lo­ra­ción, lo cual impli­ca la rumia­ción emo­cio­nal, en don­de no sólo se man­tie­ne el sig­ni­fi­ca­do, sino que ade­más se vuel­ve un foco de aten­ción para el suje­to, obs­ta­cu­li­zan­do otros pro­ce­sos com­por­ta­men­ta­les orien­ta­dos a la acción.

El últi­mo cons­truc­to a con­si­de­rar hace hin­ca­pié a las emo­cio­nes epis­té­mi­cas, las cua­les son pro­duc­cio­nes afec­ti­vas liga­das al cono­ci­mien­to y las tareas que de este se decan­tan, es decir, refie­re a aque­llas emo­cio­nes que se des­pier­tan en el suje­to cuan­do está inmer­so en un pro­ce­so de cor­te cog­ni­ti­vo-epis­té­mi­co, dan­do lugar a expre­sio­nes emo­cio­na­les como la sor­pre­sa, la curio­si­dad, el dis­fru­te, la con­fu­sión, la ansie­dad, la frus­tra­ción o el abu­rri­mien­to (Pekrun y Stephens, 2012; Pekrun y Lin­nen­brink-Gar­cia, 2014; Muis, Psa­ra­de­llis, Lajoie, Di Leo y Che­vrier, 2015; Tre­vors, Muis, Pekrun, Sina­tra y Win­ne, 2016).

Den­tro de estas emo­cio­nes, aque­llas que resul­tan de una natu­ra­le­za pura­men­te epis­té­mi­ca son la curio­si­dad y la con­fu­sión, ya que están direc­ta­men­te liga­das con los pro­ce­sos de cons­truc­ción y valo­ra­ción del cono­ci­mien­to, razón por la cual son con­si­de­ra­das de gran rele­van­cia den­tro del pre­sen­te estu­dio.

Así, la curio­si­dad con­sis­te en aquel esta­do afec­ti­vo que se gene­ra cuan­do se pre­sen­ta una infor­ma­ción o situa­ción nue­va cuyas res­pues­tas pue­den tener impor­tan­tes impli­ca­cio­nes prác­ti­cas para los estu­dian­tes, dan­do lugar a que exis­ta un inte­rés por impli­car­se con esa situa­ción o con­te­ni­do (Mor­ton, 2010; Muis et al., 2015).

Por su par­te, la con­fu­sión es la emo­ción que sur­ge cuan­do se pre­sen­ta una incon­gruen­cia cog­ni­ti­va que los estu­dian­tes tie­nen que resol­ver y que, por lo gene­ral, gene­ra un con­flic­to de infor­ma­ción o una con­tra­rie­dad con lo que el estu­dian­te asu­me como ver­da­de­ro. Así, la con­fu­sión pue­de empu­jar a los indi­vi­duos a resol­ver la con­tro­ver­sia pre­sen­ta­da, o bien, a invo­lu­crar­se sólo super­fi­cial­men­te con el con­te­ni­do abor­da­do (D’Mello, Leh­man, Pekrun y Graes­ser, 2014; Muis et al., 2015).

De esta for­ma, la con­fu­sión pue­de ser vis­lum­bra­da bajo dos moda­li­da­des, la pri­me­ra cuan­do la con­fu­sión es per­ci­bi­da como solu­ble y, una segun­da for­ma, cuan­do es per­ci­bi­da como no solu­ble.

Es con base en estos plan­tea­mien­tos que con­si­de­ra­mos per­ti­nen­te valo­rar la influen­cia de estos com­po­nen­tes en tareas de apren­di­za­je con­si­de­ra­das deman­dan­tes, com­ple­jas e inclu­so aver­si­vas, en don­de el domi­nio de las mate­má­ti­cas se pre­sen­ta como un área común­men­te per­ci­bi­da así por los estu­dian­tes (Zeid­ner, 1998; Pekrun y Stephens, 2012; Muis et al., 2015).

Por tal moti­vo, el obje­ti­vo gene­ral de este tra­ba­jo se cen­tra en pre­sen­tar los resul­ta­dos del pro­ce­so de dise­ño, cali­bra­ción y vali­da­ción de una prue­ba de eje­cu­ción en habi­li­da­des mate­má­ti­cas, así como los de un inven­ta­rio de auto­rre­por­te sobre la voli­ción, la regu­la­ción emo­cio­nal y las emo­cio­nes epis­té­mi­cas refe­ri­das a la eje­cu­ción en habi­li­da­des mate­má­ti­cas, con­si­de­ran­do una mues­tra de estu­dian­tes uni­ver­si­ta­rios de Méxi­co.

Método

Diseño de la investigación

El estu­dio es de tipo cuan­ti­ta­ti­vo mul­ti­va­ria­do, de cor­te trans­ver­sal y de obser­va­cio­nes pasi­vas.

Participantes

Se con­tó con una mues­tra inten­cio­nal no pro­ba­bi­lís­ti­ca de 678 estu­dian­tes uni­ver­si­ta­rios pro­ve­nien­tes de sie­te Ins­ti­tu­cio­nes de Edu­ca­ción Supe­rior (IES) de Méxi­co: Uni­ver­si­dad Nacio­nal Autó­no­ma de Méxi­co (7.6%), Uni­ver­si­dad Autó­no­ma de Cha­pin­go (5.7%), Uni­ver­si­dad Autó­no­ma de Gua­da­la­ja­ra (20.1%), Uni­ver­si­dad Autó­no­ma de Chia­pas (17.3%), Uni­ver­si­dad de Vera­cruz (19.7%), Uni­ver­si­dad de Sono­ra (17.3%) e Ins­ti­tu­to Tec­no­ló­gi­co de Api­za­co (12.3%). La dis­tri­bu­ción por pro­gra­ma aca­dé­mi­co se pre­sen­tó de la siguien­te for­ma: Huma­ni­da­des y artes (38.3%), Socia­les (25.7%), Físi­co-mate­má­ti­cas e inge­nie­rías (27.7%) y Bio­ló­gi­cas y de la salud (8.3%).

Instrumentos

Para la reco­lec­ción de los datos del estu­dio se uti­li­zó el Inven­ta­rio de Voli­ción, Regu­la­ción Emo­cio­nal y Emo­cio­nes Epis­té­mi­cas en el Apren­di­za­je Aca­dé­mi­co Auto­rre­gu­la­do en su ver­sión pos­te­rior a la tarea (VyRE Post) y una prue­ba de eje­cu­ción en habi­li­da­des mate­má­ti­cas. Ambos ins­tru­men­tos fue­ron apli­ca­dos en Web.

El VyRE Post es un inven­ta­rio cuyo obje­ti­vo es iden­ti­fi­car y cuan­ti­fi­car auto­va­lo­ra­cio­nes sobre aspec­tos voli­ti­vos (per­sis­ten­cia y vola­ti­li­dad), regu­la­to­rios emo­cio­na­les (reva­lo­ra­ción y rumia­ción emo­cio­na­les) y emo­cio­na­les epis­té­mi­cos (curio­si­dad, con­fu­sión solu­ble y con­fu­sión no solu­ble), que los estu­dian­tes mani­fies­tan duran­te la rea­li­za­ción de una tarea con­cre­ta. Uti­li­za una esca­la de Likert con cua­tro opcio­nes de res­pues­ta (total­men­te en des­acuer­do, en des­acuer­do, de acuer­do y total­men­te de acuer­do) y cons­ta de 49 reac­ti­vos, orga­ni­za­dos en tres dimen­sio­nes y sie­te sub­di­men­sio­nes (ver Tabla 1).

Tabla 1. Estructura del Inventario de volición, regulación emocional y emociones epistémicas en el aprendizaje académico autorregulado en su versión posterior a la tarea (VyRE Post)

Dimen­sión

Reac­ti­vos

Sub­di­men­sión

Reac­ti­vos

Voli­ción

16

Per­sis­ten­cia

8

Vola­ti­li­dad

8

Regu­la­ción Emo­cio­nal

12

Reva­lo­ra­ción Emo­cio­nal

6

Rumia­ción Emo­cio­nal

6

Emo­cio­nes Epis­té­mi­cas

21

Curio­si­dad

3

Con­fu­sión Solu­ble

6

Con­fu­sión No Solu­ble

12

La prue­ba de eje­cu­ción en habi­li­da­des mate­má­ti­cas eva­lúa dos domi­nios que son comu­nes en la for­ma­ción en Edu­ca­ción Media Supe­rior de los estu­dian­tes (arit­mé­ti­ca y álge­bra), con­tem­plan­do dife­ren­cias en el tipo de con­tex­to de eva­lua­ción (reco­no­ci­mien­to, con 4 dis­trac­to­res plau­si­bles y una res­pues­ta correc­ta; y recuer­do, don­de el alumno debe cons­truir la res­pues­ta en un cam­po de tex­tos) y de deman­da cog­ni­ti­va (baja, media y alta). En la figu­ra 1 se pre­sen­ta la estruc­tu­ra de las tareas de apren­di­za­je imple­men­ta­das para la prue­ba de eje­cu­ción en habi­li­da­des mate­má­ti­cas.

Figura 1. Estructura de las tareas de aprendizaje en habilidades matemáticas

Es así como aten­dien­do a la estruc­tu­ra plan­tea­da para la prue­ba de eje­cu­ción en habi­li­da­des mate­má­ti­cas y a par­tir de la revi­sión de las apor­ta­cio­nes que se han gene­ra­do en torno a la eva­lua­ción de cono­ci­mien­tos y habi­li­da­des mate­má­ti­cas en los domi­nios de arit­mé­ti­ca y álge­bra (Mullis y Mar­tin, 2013; Mar­tin, Mullis y Hoo­per, 2016), se deter­mi­na­ron los temas y sub­te­mas a abor­dar para cada domi­nio, así como el nivel de com­ple­ji­dad aprio­rís­ti­ca atri­bui­da a cada reac­ti­vo, con­si­de­ran­do: a) la can­ti­dad y tipo de ope­ra­cio­nes mate­má­ti­cas implí­ci­tas deman­da­das, b) las mag­ni­tu­des o tipos de núme­ros uti­li­za­dos, c) la sobre­car­ga de memo­ria en fun­ción del tipo y núme­ro de ope­ra­cio­nes a uti­li­zar y d) las ope­ra­cio­nes cog­ni­ti­vas espe­cí­fi­cas deman­das en cada reac­ti­vo. Toman­do en cuen­ta lo ante­rior, se ela­bo­ra­ron 40 reac­ti­vos de eje­cu­ción, de los cua­les 20 per­te­ne­cían al domi­nio de arit­mé­ti­ca y los otros 20 reac­ti­vos al domi­nio de álge­bra (ver Tabla 2).

Tabla 2. Estructura de la prueba de ejecución en habilidades matemáticas

Dimen­sión

Reac­ti­vos

Sub­di­men­sión

Reac­ti­vos

Arit­mé­ti­ca

20

Ope­ra­cio­nes con ente­ros

5

Ope­ra­cio­nes con frac­cio­nes

5

Ope­ra­cio­nes con deci­ma­les

5

Ope­ra­cio­nes con expo­nen­cia­les

5

Álge­bra

20

Ope­ra­cio­nes con ecua­cio­nes linea­les

5

Ope­ra­cio­nes con sis­te­mas de ecua­cio­nes linea­les

5

Ope­ra­cio­nes con ecua­cio­nes de segun­do gra­do

5

Ope­ra­cio­nes con des­igual­da­des linea­les

5

Procedimiento

Los dos ins­tru­men­tos fue­ron apli­ca­dos vía Web en los cen­tros de cómpu­to de cada una de las Ins­ti­tu­cio­nes de Edu­ca­ción Supe­rior par­ti­ci­pan­tes. Asi­mis­mo, pri­me­ro se apli­có la prue­ba de eje­cu­ción en habi­li­da­des mate­má­ti­cas y pos­te­rior­men­te el VyRE Post.

Los aná­li­sis esta­dís­ti­cos fue­ron rea­li­za­dos median­te dos paque­tes esta­dís­ti­cos: 1) el soft­wa­re IRTPRO 4.1 (SSI, 2017) para la cali­bra­ción de reac­ti­vos; y 2) el soft­wa­re EQS ver­sión 6.1 (Bentler, 2006), para la vali­da­ción de cons­truc­to median­te Aná­li­sis Fac­to­rial Con­fir­ma­to­rio (AFC).

Resultados

A par­tir de los datos obte­ni­dos de la apli­ca­ción de ambos ins­tru­men­tos se rea­li­za­ron aná­li­sis de cali­bra­ción dico­tó­mi­ca de reac­ti­vos para la prue­ba de eje­cu­ción y de cali­bra­ción poli­tó­mi­ca de reac­ti­vos median­te el mode­lo de res­pues­ta gra­dua­da de Same­ji­ma (1969) para la prue­ba de auto­rre­por­te. Deri­va­do del aná­li­sis se esco­gie­ron aque­llos reac­ti­vos que satis­fi­cie­ron los reque­ri­mien­tos psi­co­mé­tri­cos de dis­cri­mi­na­ción (a>0.65), difi­cul­tad (-3 a 3), erro­res están­dar meno­res a 1.00 y coefi­cien­tes de lamb­da igua­les o mayo­res que 0.30 (ver tabla 3 y 4).

Tabla 3. Índices de Calibración de la prueba de ejecución en habilidades matemáticas

Dimen­sión

Sub­di­men­sión

a

s.e.

c

s.e.

b

s.e.

λ1

s.e.

Arit­mé­ti­ca

Ente­ros

1.97

0.46

-1.10

0.20

0.56

0.09

0.76

0.13

1.79

0.44

-0.61

0.15

0.34

0.08

0.72

0.14

0.79

0.17

0.82

0.11

-1.04

0.21

0.42

0.13

1.34

0.25

-2.25

0.21

1.68

0.21

0.62

0.12

Frac­cio­nes

0.83

0.24

-0.79

0.10

0.95

0.28

0.84

0.25

2.13

0.85

-1.35

0.35

0.63

0.12

0.44

0.17

1.49

0.25

-2.26

0.22

1.52

0.18

0.78

0.21

Deci­ma­les

1.33

0.20

0.34

0.11

-0.25

0.08

0.62

0.10

1.85

0.26

-1.18

0.16

0.64

0.08

0.74

0.08

0.79

0.14

-0.66

0.10

0.83

0.17

0.42

0.10

3.35

0.83

-4.26

0.85

1.27

0.10

0.89

0.08

2.13

0.33

-1.89

0.23

0.89

0.09

0.78

0.08

Expo­nen­cia­les

1.55

0.62

-2.08

0.42

1.34

0.30

0.67

0.25

1.18

0.33

-3.08

0.32

2.60

0.53

0.57

0.18

1.15

0.37

-2.59

0.30

2.26

0.52

0.56

0.21

1.54

0.68

-3.02

0.64

1.96

0.48

0.67

0.28

Álge­bra

Ecua­cio­nes linea­les

1.94

0.28

-0.69

0.14

0.35

0.07

0.75

0.08

2.03

0.30

0.28

0.14

-0.14

0.07

0.77

0.08

1.45

0.20

0.09

0.11

-0.06

0.08

0.65

0.09

1.95

0.28

-1.78

0.19

0.91

0.10

0.75

0.08

1.01

0.15

-1.07

0.11

1.06

0.15

0.51

0.10

Sis­te­mas de ecua­cio­nes linea­les

1.57

0.20

-0.55

0.12

0.35

0.08

0.68

0.08

2.05

0.29

-0.72

0.14

0.35

0.07

0.77

0.07

1.63

0.21

-0.58

0.12

0.35

0.07

0.69

0.08

1.82

0.25

-1.24

0.15

0.68

0.09

0.73

0.08

1.86

0.25

-1.15

0.14

0.62

0.08

0.74

0.08

Ecua­cio­nes de segun­do gra­do

1.05

0.15

-0.27

0.10

0.26

0.10

0.52

0.10

1.47

0.20

-0.57

0.11

0.39

0.08

0.65

0.09

1.28

0.18

-0.66

0.12

0.52

0.10

0.60

0.09

1.75

0.23

-0.90

0.14

0.52

0.08

0.72

0.08

2.72

0.48

-2.01

0.30

0.74

0.07

0.85

0.07

Des­igual­da­des linea­les

1.24

0.17

0.56

0.11

-0.45

0.10

0.59

0.09

2.55

0.43

-0.82

0.19

0.32

0.06

0.83

0.07

2.90

0.57

-1.49

0.28

0.51

0.07

0.86

0.07

1.15

0.16

0.43

0.10

-0.37

0.09

0.56

0.09

Tabla 4. Reactivos con los mejores índices de calibración del VyRE Post

Dimen­sión

Sub­di­men­sión

a

s.e.

b1

s.e.

b2

s.e.

b3

s.e.

λ1

s.e.

Voli­ción

Per­sis­ten­cia

1.85

0.17

-2.47

0.20

-1.01

0.09

1.01

0.17

0.74

0.05

1.52

0.15

-2.84

0.26

-0.95

0.10

1.26

0.15

0.67

0.06

1.92

0.17

-2.05

0.16

-0.49

0.08

1.31

0.17

0.75

0.05

1.67

0.15

-2.32

0.19

-0.69

0.09

1.38

0.15

0.70

0.06

2.62

0.24

-1.32

0.09

-0.30

0.07

1.37

0.24

0.84

0.04

1.22

0.13

-2.84

0.28

-1.24

0.14

1.52

0.13

0.58

0.07

2.71

0.26

-1.36

0.09

-0.46

0.07

1.23

0.26

0.85

0.04

2.77

0.27

-1.17

0.08

-0.14

0.07

1.36

0.27

0.85

0.04

Vola­ti­li­dad

1.46

0.14

-2.27

0.21

-0.73

0.10

0.97

0.11

0.65

0.06

2.59

0.23

-1.29

0.11

0.12

0.07

1.23

0.09

0.84

0.04

1.95

0.17

-1.69

0.14

-0.04

0.07

1.37

0.11

0.75

0.05

2.13

0.19

-1.81

0.15

-0.37

0.08

1.37

0.11

0.78

0.05

3.16

0.30

-1.44

0.11

-0.32

0.07

0.83

0.07

0.88

0.03

1.48

0.14

-1.95

0.18

-0.38

0.09

1.40

0.13

0.66

0.06

2.50

0.23

-1.83

0.14

-0.47

0.07

0.89

0.08

0.83

0.04

Regu­la­ción Emo­cio­nal

Reva­lo­ra­ción Emo­cio­nal

1.80

0.18

-2.48

0.21

-1.06

0.10

1.22

0.12

0.73

0.06

1.65

0.16

-2.55

0.23

-0.96

0.10

1.37

0.13

0.70

0.06

2.35

0.23

-2.10

0.16

-0.88

0.08

1.09

0.10

0.81

0.05

2.80

0.31

-2.00

0.15

-0.96

0.08

0.98

0.09

0.86

0.04

2.20

0.22

-2.25

0.18

-1.15

0.09

1.01

0.10

0.79

0.05

1.38

0.14

-2.78

0.27

-1.12

0.12

1.72

0.17

0.63

0.07

Rumia­ción Emo­cio­nal

2.75

0.24

-0.82

0.08

0.36

0.08

1.53

0.13

0.85

0.04

2.41

0.21

-1.20

0.09

0.25

0.08

1.75

0.15

0.82

0.04

2.06

0.18

-1.18

0.10

0.54

0.09

1.96

0.17

0.77

0.05

2.89

0.27

-0.88

0.08

0.48

0.08

1.74

0.15

0.86

0.03

2.90

0.27

-1.11

0.08

0.28

0.07

1.74

0.15

0.86

0.04

3.24

0.33

-0.96

0.07

0.27

0.07

1.56

0.13

0.89

0.03

Emo­cio­nes Epis­té­mi­cas

Curio­si­dad

2.21

0.24

-1.88

0.15

-0.49

0.08

1.25

0.11

0.79

0.05

3.61

0.60

-1.58

0.11

-0.57

0.07

1.03

0.09

0.90

0.05

2.08

0.20

-1.70

0.14

-0.71

0.08

1.23

0.11

0.77

0.05

Con­fu­sión Solu­ble

1.92

0.17

-2.33

0.18

-0.81

0.09

1.19

0.11

0.75

0.05

3.04

0.28

-2.00

0.13

-0.83

0.07

1.00

0.09

0.87

0.03

3.26

0.31

-2.05

0.13

-0.73

0.07

0.98

0.09

0.89

0.03

3.02

0.28

-1.84

0.12

-0.77

0.07

1.02

0.09

0.87

0.03

2.42

0.22

-2.01

0.14

-0.86

0.08

1.16

0.11

0.82

0.04

2.36

0.21

-1.86

0.13

-0.83

0.08

1.20

0.11

0.81

0.04

Con­fu­sión No Solu­ble

2.52

0.25

-1.14

0.09

0.46

0.15

1.72

0.24

0.83

0.04

3.18

0.34

-1.03

0.08

0.27

0.13

1.55

0.23

0.88

0.04

2.66

0.29

-1.02

0.09

0.42

0.14

1.60

0.24

0.84

0.05

3.66

0.50

-0.84

0.07

0.39

0.13

1.46

0.23

0.91

0.04

3.75

0.54

-0.80

0.07

0.47

0.14

1.53

0.24

0.91

0.04

4.05

0.69

-0.92

0.07

0.43

0.13

1.57

0.25

0.92

0.04

2.09

0.18

-1.44

0.11

0.28

0.10

1.76

0.18

0.78

0.05

2.43

0.22

-1.12

0.09

0.50

0.10

1.85

0.18

0.82

0.04

2.48

0.22

-1.19

0.09

0.28

0.10

1.72

0.17

0.82

0.04

3.80

0.43

-0.97

0.07

0.41

0.09

1.56

0.16

0.91

0.03

3.36

0.35

-0.95

0.07

0.37

0.09

1.70

0.17

0.89

0.03

3.92

0.51

-0.83

0.07

0.50

0.10

1.69

0.18

0.92

0.03

Así, de los 40 reac­ti­vos de la prue­ba de eje­cu­ción en habi­li­da­des mate­má­ti­cas, se con­ser­va­ron 35 reac­ti­vos (16 reac­ti­vos de arit­mé­ti­ca y 19 reac­ti­vos de álge­bra), per­dien­do un reac­ti­vo de la sub­di­men­sión de ente­ros, dos reac­ti­vos de la sub­di­men­sión de frac­cio­nes, un reac­ti­vo de la sub­di­men­sión de expo­nen­cia­les y un reac­ti­vo de la sub­di­men­sión de des­igual­da­des linea­les.

Por su par­te, de los 49 reac­ti­vos del VyRE Post, se con­ser­va­ron 48 reac­ti­vos, per­dien­do un reac­ti­vo de la sub­di­men­sión de vola­ti­li­dad.

Pos­te­rior a la cali­bra­ción de los reac­ti­vos, se rea­li­za­ron los aná­li­sis de vali­da­ción de cons­truc­to de cada una de las dimen­sio­nes que com­po­nen al ins­tru­men­to, vía Aná­li­sis Fac­to­rial Con­fir­ma­to­rio, esti­man­do los pará­me­tros de los mode­los a tra­vés del méto­do de máxi­ma vero­si­mi­li­tud (Byr­ne, 2006).

La eva­lua­ción de cada uno de los mode­los con­si­de­ró los dife­ren­tes coefi­cien­tes de bon­dad de ajus­te: el ajus­te acor­de al coefi­cien­te de X2; los índi­ces de ajus­te com­pa­ra­ti­vo (NFI, NNFI y CFI), con valo­res igua­les o mayo­res a 0.90 son con­si­de­ra­dos repre­sen­ta­ti­vos de un buen ajus­te, aun­que se acon­se­ja que estos sean cer­ca­nos o supe­rio­res a 0.95; el índi­ce de ajus­te incre­men­tal (IFI) con valo­res cer­ca­nos a 0.95; los índi­ces de ajus­te abso­lu­to con valo­res supe­rio­res a 0.89 para el MFI, e igua­les o supe­rio­res a 0.90 para el GFI y el AGFI; y los índi­ces de des­ajus­te abso­lu­to con valo­res igua­les o meno­res a 0.05 para el RMR y el SRMR, así como valo­res igua­les o meno­res a 0.08 para el RMSEA (Byr­ne, 2006).

En todos los mode­los empí­ri­cos se encon­tra­ron valo­res altos en la X2, por lo que no pre­sen­ta­ron ajus­te esta­dís­ti­co. Sin embar­go, es bien cono­ci­da la sen­si­bi­li­dad de la prue­ba de razón de vero­si­mi­li­tud X2 con res­pec­to al tama­ño de mues­tra (que en nues­tro caso fue de más de 600 estu­dian­tes). Tam­bién es de hacer­se notar que la X2 asu­me que el mode­lo enca­ja per­fec­ta­men­te en la pobla­ción; empe­ro se con­si­de­ran los otros coefi­cien­tes de ajus­te prác­ti­co, dado que los datos de los mode­los sólo pue­den enca­jar en el mun­do real de for­ma apro­xi­ma­da y nuca exac­ta (Byr­ne, 2006).

Los resul­ta­dos de los mode­los en las dimen­sio­nes de arit­mé­ti­ca y de álge­bra, indi­can que, en cada caso, el mode­lo teó­ri­co no difie­re sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te de la matriz de estruc­tu­ra de cova­rian­za empí­ri­ca, según sus índi­ces de ajus­te prác­ti­co, por lo que el ajus­te en ambos mode­los voli­ti­vos es ade­cua­do (ver Figu­ra 2 y 3).

Figura 2. Modelo validado e índices de bondad de ajuste para el banco de aritmética de la prueba de ejecución en habilidades matemáticas

Figura 3. Modelo validado e índices de bondad de ajuste para el banco de álgebra de la prueba de ejecución en habilidades matemáticas

En el mode­lo de arit­mé­ti­ca y álge­bra los índi­ces de ajus­te prác­ti­co obtu­vie­ron valo­res supe­rio­res a 0.95, excep­to por el NFI y el NNFI en arit­mé­ti­ca, que en ambos casos fue supe­rior a 0.90, y el NFI, el MFI y el AGFI en álge­bra, cuyos coefi­cien­tes fue­ron supe­rio­res a 0.90. Asi­mis­mo, los índi­ces de des­ajus­te abso­lu­to obtu­vie­ron coefi­cien­tes ade­cua­dos. Auna­do a ello, se cum­plió con el prin­ci­pio de par­si­mo­nia del mode­lo y sus valo­res per­mi­tie­ron dar cuen­ta de la exis­ten­cia de vali­dez con­ver­gen­te entre los cons­truc­tos y las varia­bles mani­fies­tas, con pesos fac­to­ria­les igua­les o supe­rio­res a 0.32 para arit­mé­ti­ca y de 0.38 en álge­bra. Sin embar­go, no cuen­ta con vali­dez diver­gen­te entre los cons­truc­tos, en vis­ta de que al pare­cer el con­tex­to de recu­pe­ra­ción de los reac­ti­vos (reco­no­ci­mien­to y recuer­do) no esta­ble­ce una dife­ren­cia empí­ri­ca­men­te sig­ni­fi­ca­ti­va.

Por con­si­guien­te, ambos ban­cos son con­fia­bles para inte­grar una prue­ba de eje­cu­ción que pue­da eva­luar el desem­pe­ño de los estu­dian­tes de Edu­ca­ción Supe­rior en domi­nios de arit­mé­ti­ca y álge­bra.

En lo que refie­re a los mode­los del VyRE Post, tam­bién indi­ca­ron que, en cada caso, el mode­lo teó­ri­co no difie­re sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te de la matriz de estruc­tu­ra de cova­rian­za empí­ri­ca, según sus índi­ces de ajus­te prác­ti­co, por lo que el ajus­te en los tres mode­los del VyRE Post es ade­cua­do (ver figu­ra 4, 5 y 6).

Figura 4. Modelo validado e índices de bondad de ajuste para Volición del VyRE Post

Figura 5. Modelo validado e índices de bondad de ajuste para regulación emocional del VyRE Post

Figura 6. Modelo validado e índices de bondad de ajuste para emociones epistémicas del VyRE Post

En los mode­los de voli­ción y regu­la­ción emo­cio­nal, los índi­ces de ajus­te prác­ti­co obtu­vie­ron valo­res supe­rio­res a 0.95. Asi­mis­mo, los índi­ces de des­ajus­te abso­lu­to obtu­vie­ron coefi­cien­tes ade­cua­dos. De igual for­ma, se cum­plió con el prin­ci­pio de par­si­mo­nia en cada mode­lo y los valo­res pre­sen­ta­dos en los mis­mos per­mi­ten dar cuen­ta de la exis­ten­cia de vali­dez con­ver­gen­te entre los cons­truc­tos y las varia­bles mani­fies­tas, con pesos fac­to­ria­les. Tam­bién se esta­ble­ció la vali­dez diver­gen­te entre los fac­to­res pola­res de per­sis­ten­cia y vola­ti­li­dad, así como de reva­lo­ra­ción y rumia­ción emo­cio­nal, lo cual es acor­de con las teo­rías base.

En lo que res­pec­ta al mode­lo de emo­cio­nes epis­té­mi­cas, los índi­ces de ajus­te prác­ti­co obtu­vie­ron valo­res supe­rio­res a 0.90, excep­tuan­do el MFI que fue de 0.787. Asi­mis­mo, los índi­ces de des­ajus­te abso­lu­to obtu­vie­ron coefi­cien­tes ade­cua­dos. De igual for­ma, se cum­plió con el prin­ci­pio de par­si­mo­nia en cada mode­lo. Tam­bién se esta­ble­cie­ron las aso­cia­cio­nes entre fac­to­res acor­des a los plan­tea­mien­tos teó­ri­cos sub­ya­cen­tes a los mode­los (curio­si­dad, con­fu­sión solu­ble y con­fu­sión no solu­ble).

Conclusiones

Los resul­ta­dos de este estu­dio per­mi­ten esta­ble­cer a los ban­cos de reac­ti­vos como ins­tru­men­tos per­ti­nen­tes para poder valo­rar los com­po­nen­tes voli­ti­vos y emo­cio­na­les den­tro de tareas aca­dé­mi­cas, como lo fue­ron las tareas de arit­mé­ti­ca y álge­bra, que se pre­sen­ta­ron en esta inves­ti­ga­ción.

De igual for­ma, estos resul­ta­dos per­mi­ten plan­tear la plau­si­ble rela­ción diná­mi­ca, fun­cio­nal y tran­sac­cio­nal que se ges­ta entre los com­po­nen­tes pre­sen­ta­dos y las diver­sas tareas de apren­di­za­je en los con­tex­tos aca­dé­mi­cos.

Asi­mis­mo, los pos­tu­la­dos teó­ri­cos tuvie­ron una alta con­gruen­cia con los resul­ta­dos empí­ri­cos, per­mi­tien­do inte­grar los aspec­tos voli­ti­vos de per­sis­ten­cia y vola­ti­li­dad en con­tex­tos aca­dé­mi­cos como lo son las mate­má­ti­cas (Kuhl, 2000; Jost­mann et al., 2010). Esa mis­ma rela­ción se pudo deno­tar con los aspec­tos de reva­lo­ra­ción y rumia­ción emo­cio­nal como par­te de pro­ce­sos regu­la­to­rios emo­cio­na­les pre­sen­tes en una eje­cu­ción aca­dé­mi­ca (Gross et al., 2007). Final­men­te, los aspec­tos emo­cio­na­les epis­té­mi­cos se per­fi­la­ron como un com­po­nen­te que está pre­sen­te en el desem­pe­ño de una tarea de cono­ci­mien­to, per­mi­tien­do carac­te­ri­zar las par­ti­cu­la­ri­da­des de cada emo­ción epis­té­mi­ca pro­pues­ta (Muis et al., 2015).

Con base en ello, resul­ta per­ti­nen­te plan­tear el uso de este tipo de ins­tru­men­tos, no sólo para iden­ti­fi­car estos com­po­nen­tes en tareas de apren­di­za­je, sino para ana­li­zar tam­bién las rela­cio­nes y efec­tos que se ges­tan entre este tipo de varia­bles, den­tro de mode­los mul­ti­va­ria­dos que pue­dan acer­car­nos par­cial­men­te a la com­ple­ji­dad fun­cio­nal del apren­di­za­je aca­dé­mi­co y sus com­po­nen­tes impli­ca­dos.

Referencias

Bentler, P. (2006). EQS 6.1 for Windows (Build 90) [Software de Computadora]. Encino, CA: Multivariate Software, Inc.

Byrne, B. (2006). Structural equation modeling with EQS: Basic concepts, applications, and programming. Estados Unidos: Psychology Press.

Cai L., Thissen D., du Toit S. H. C. (2017). IRTPRO 4.1 for Windows [Software de Computadora]. Skokie, IL: Scientific Software International.

Castañeda, S. (2006). Evaluación del aprendizaje en educación superior. En S. Castañeda (Coord.), Evaluación del aprendizaje en el nivel universitario: Elaboración de exámenes y reactivos objetivos (pp. 3-28). México: UNAM.

Cervone, D. (2005). Personality architecture: Within-person structure and processes. Annual Review of Psychologie, 22, 1-22.

Chen, C. y Chung, R. (2011). The construction and verification of a self-regulated learning process model of the electrical technology basic competency. World Engineering Education Flash Week Lisbon 2011.

Cornejo, R. y Redondo, J. M. (2007). Variables y factores asociados al aprendizaje escolar. Una discusión desde la investigación actual. Estudios Pedagógicos, 33 (2), 155-175.

D’Mello, S., Lehman, B., Pekrun, R. y Graesser, A. (2014). Confusion can be beneficial for learning. Learning and Instruction, 29, 153-170.

De Raad, B. y Schouwenburg, H. C. (1996). Personality in learning and education: A review. European Journal of Personality, 10, 303-336.

Gross, J. J. (1998). The emerging field of emotion regulation: An integrative review. Review of General Psychology, 2, 271-299.

Gross, J. J. (2001). Emotion regulation in adulthood: Timing is everything. Current Directions in Psychological Science, 10, 214-219.

Gross, J. J. y Thompson, R. A. (2007). Emotion regulation: Conceptual foundations. En J. J. Gross (Ed.), Handbook of emotion regulation (pp. 3-24). Estados Unidos: Guilford Press.

Hockey, G. R. J. (1997). Compensatory control in the regulation of human performance under stress and high workload: A cognitive-energetical framework. Biological Psychology, 45, 73-93.

John, O. P. y Gross, J. J. (2007). Individual differences in emotion regulation. En In J. J. Gross (Ed.), Handbook of emotion regulation (pp. 351-372). Estados Unidos: The Guilford Press.

Jostmann, N. B. y Koole, S. L. (2010). Dealing with High Demands: The role of action versus state orientation. En R. H. Hoyle (Ed.), Handbook of personality and self-regulation (pp. 332-352). Singapur: Wiley-BlackWell.

Kuhl, J. (1994). Actions and state orientation: Psychometric properties of the action control scales (ACS-90). En J. Kuhl y J. Beckmann (Eds.), Volition and Personality: Action versus State Orientation (pp. 47-59). Alemania: Hogrefe.

Kuhl, J. (2000). A functional-design approach to motivation and self-regulation: The dynamics of personality systems interaction. En M. Boekaerts, P. R. Pintrich y M. Zeidner (Eds.), Handbook of self-regulation (pp. 111-169). Estados Unidos: Academic Press.

Kuhl, J. (2005). How to resist temptation: The effects of external control versus autonomy support on self-regulatory dynamics. Educational Researcher, 73 (2), 443-470.

Kuhl, J. y Beckmann, J. (1994). Volition and personality: Action versus state orientation. Alemania: Hogrefe & Huber.

Martin, M. O., Mullis, I. V. S. y Hooper, M. (Eds.). (2016). Methods and Procedures in TIMSS 2015. Estados Unidos: TIMSS & PIRLS International Study Center, Lynch School of Education, Boston College and International Association for the Evaluation of Educational Achievement (IEA).

Morton, A. (2010). Epistemic emotions. En P. Goldie (Ed.), The Oxford handbook of philosophy of emotion (pp. 385-399). Oxford: Oxford University Press.

Muis, K. R., Psaradellis, C., Lajoie, S. P., Di Leo, I. y Chevrier, M. (2015). The role of epistemic emotions in mathematics problem solving. Contemporary Educational Psychology, 42, 172-185.

Mullis, I. V. S. y Martin, M. O. (Eds.). (2013). TIMSS 2015 Assessment Frameworks. Estados Unidos: TIMSS & PIRLS International Study Center, Lynch School of Education, Boston College and International Association for the Evaluation of Educational Achievement (IEA).

Ochsner, K. N. y Gross, J. J. (2007). The neural architecture of emotion regulation. En J. J. Gross (Ed.), Handbook of emotion regulation (pp. 87-109). Estados Unidos: Guilford Press.

Pekrun, R. y Linnenbrink-Garcia, L. (Eds.) (2014). Handbook of emotions and education. Estados Unidos: Francis & Taylor / Routledge.

Pekrun, R. y Stephens, E. J. (2012). Academic emotions. En K. R. Harris, S. Graham, T. Urdan, S. Graham, J. M. Royer y M. Zeidner (Eds.), APA educational psychology handbook (Vol. 2, pp. 3-31). Washington: American Psychological Association.

Pintrich, P. R. (2000). The role of goal orientation in self-regulated learning. En M. Boekaerts, P. R. Pintrich y M. Zeidner (Eds.), Handbook of self-regulation (pp. 451-503). Estados Unidos: Academic Press.

Ross, D. (2007). Introduction: science catches the will. En D. Ross, D. Spurrett, H. Kincaid, y G. L. Stephens (Eds.), Distributed cognition and the will: individual volition and social context (pp. 1-16). Estados Unidos: The MIT Press.

Samejima, F. (1969). Estimation of latent ability using a response pattern of graded scores. Psychometrika Monograph Supplement, 34(4, Pt. 2), 100.

Schouwenburg, H. C. (1995). Academic procrastination: theoretical notions, measurement, and research. En J. R. Ferrari, J. L. Johnson y W. G. McCown (Eds.), Procrastination and task avoidance: Theory, research and treatment. Estados Unidos: Plenum.

Trevors, G. J., Muis, K. R., Pekrun, R., Sinatra, G. M. y Winne P. H. (2016). Identity and epistemic emotions during knowledge revision: A potential account for the backfire effect. Discurses Processes. 53, 339-370.

Zeidner, M. (1998). Test anxiety: The state of the Art. Estados Unidos: Plenum.

Zeidner, M. y Endler, N. S. (1996). Handbook of coping: Theory, research, and applications. Estados Unidos: Wiley.

Notas

  1. Correo elec­tró­ni­co: asphericalmind@gmail.com