Repercusiones psicológicas del acoso sexual callejero en mujeres meridanas
Jazive Tuyub Basulto, Valeria Valle Anguas1, Seydi Alpuche Salazar
Universidad Autónoma de Yucatán
Resumen
El objetivo de esta investigación fue conocer las repercusiones psicológicas que causa el acoso sexual callejero en las mujeres en la vida cotidiana. La muestra del estudio cualitativo fueron 14 mujeres, entre los 18 y 30 años. Los resultados mostraron que la mayoría de las participantes han sufrido de acoso sexual en el transporte público, las calles y eventos multitudinarios como: bares, conciertos, entre otras. De acuerdo con sus experiencias han identificado los siguientes tipos de acoso: sexual, laboral, callejero, escolar y ciberacoso. Conforme a lo obtenido, se pudo concluir que a las mujeres les genera sentimientos negativos como: impotencia, vulnerabilidad, inseguridad, molestia, miedo, sentimiento de invasión y vergüenza, posteriormente pueden llegar a tener baja autoestima e incluso llegan a cambiar su forma de vestir o las rutas que siguen para llegar a su destino, con el fin de evitar pasar por la misma situación de acoso.
Palabras clave: acoso sexual, diferencias de género, callejero, sentimientos.
Abstract
The objective of this investigation was to know the psychological repercussions of sexual harassment in the streets on women in everyday life. The sample of this qualitative study consisted in 14 women, aged between 18 to 30 years. The results revealed that most of the participants have suffered sexual harassment on the streets, the public transport and on massive events such as: concerts, bars, among others. According to their experiences they have identified the following types of harassment: sexual harassment, workplace harassment, street harassment, bullying and cyberbullying. In accordance with the results, it’s concluded that this causes women to get negative feelings, such as: impotence, vulnerability, insecurity, nuisance, fear, shame and personal invasion; later, they can develop a low self-esteem and even change their way of dressing or the routes they follow to get to their destinations, in order to avoid going through the same harassment situations.
Keywords: sexual harassment, gender differences, street harassment, feelings.
Introducción
El tema central de esta investigación es el acoso sexual callejero, que se refiere a un tipo de violencia ejercida por una persona desconocida a otra, sin consentimiento y con la finalidad de remarcar una posición superior en una relación de poder que se ha impuesto por la sociedad.
En primera instancia, la violencia se trata de una o varias acciones que causan daño intencional a una o un grupo de personas mediante el uso de la fuerza y puede presentarse de diversas maneras, ya sea verbal, física y sexual. De acuerdo con algunos estudios realizados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2014), se estima que al menos el 35% de las mujeres a nivel mundial han sufrido violencia física y/o sexual por parte, o no, de un compañero sentimental en algún momento de su vida (párr.1). Con este estudio se puede ver que la violencia se puede relacionar con el acoso sexual callejero, ya que ambas surgen de personas con las que nunca se ha tenido contacto. Otro punto rescatable del acoso sexual callejero es el daño que los agresores ocasionan puede ser físico/sexual, aunque también involucra el verbal y, con ello, clasificaría como un tipo de violencia directa.
Además, es posible afirmar que el acoso sexual callejero se da mayormente en mujeres por toda la estigmatización que tienen en la sociedad con relación a los hombres. Por ello, estos últimos buscan resaltar esta superioridad que se les ha dado ante las mujeres ejerciendo este tipo de violencia en los espacios públicos. Vallejo & Rivarola (2013) señalan que “las ciudades no son iguales para las mujeres y los hombres, sino que el espacio público parece ajeno a ellas, por lo que deben desarrollar estrategias diversas para recorrerlo” (p. 5). Es posible señalar que el acoso sexual callejero detona en las mujeres la aplicación de diversas estrategias necesarias para transitar los espacios públicos sin importar el lugar del mundo en donde se encuentren.
Se puede declarar que es pertinente realizar esta investigación debido a los porcentajes de violencia que reciben las mujeres por parte de personas que se encuentran en su entorno social. Lo anterior es preocupante en la medida que implica que cada vez más mujeres son víctimas de violencia, lo cual ocasiona que tengan miedo a confiar en sus semejantes.
Método
Participantes
Los participantes fueron mujeres de la ciudad de Mérida del Estado de Yucatán, la mayoría de ellas trabajaba en el Instituto de la Mujer del Estado, a excepción de una que trabajaba en banquetes. Sus edades eran de entre 18 y 30 años, y todas han tenido alguna experiencia de acoso sexual.
Instrumento
Para la realización de la investigación se aplicó una entrevista semiestructurada que consta de 10 preguntas abiertas para identificar aspectos generales sobre el tema de acoso sexual, tales como las experiencias que han tenido, las consecuencias, a quienes acudieron cuando pasó, entre otras.
Se utilizó una herramienta complementaria llamada “Reciclaje de mi historia” en la que se ayudaba a las mujeres a convertir su perspectiva negativa de su experiencia en una positiva, redactando una historia y elaborando un dibujo.
Resultados
Según este estudio se encontró que el acoso puede efectuarse de los varones hacia las mujeres, enfatizando que existe una desigualdad jerárquica de poder entre ellos por cuestiones sociales y culturales.
Una consecuencia de esta situación es que los varones tienden a cosificar a la mujer, puesto que la ven como un medio de satisfacción, placer y reproducción sexual que se encuentra a su disposición y no como una persona semejante a ellos, haciendo que él se sienta superior, manifestándolo mediante el acoso sexual ya que les causa placer este tipo de actividad. Las participantes declararon ser acosadas por parte de un varón porque ellos buscan demostrar que tienen poder sobre ellas. Razón por la cual los varones les dicen comentarios vulgares, insinuaciones, toqueteos, chiflidos, etc., lo que es posible asociar con las investigaciones actuales en donde se habla del dominio que tiene el varón sobre la mujer. Por ejemplo, la participante 11 nos comentaba: “los hombres desean, no sé, sentirse superiores a nosotras, que, por el simple de yo ser mujer, y yo por ser hombre puedo tener un acercamiento más contigo, por decirte unas palabras, una grosería, algo fuerte no?” (comunicación personal, 5 de octubre de 2018).
Actualmente, existen diferentes tipos de acoso que se encuentran presentes diariamente en la vida de las personas que habitan en la ciudad de Mérida, Yucatán. Entre las comunicaciones de las participantes se encontró que el tipo de acoso que más sufren es el acoso sexual callejero, el cual les sucede al caminar en cualquier lugar público.
Asimismo, las participantes reconocían que existen otros tipos de acoso, como el acoso escolar, el cual es realizado por los mismos compañeros de clase; también mencionan el acoso sexual, el cual señalaban que podía ser cometido por un varón o mujer; hablan del acoso laboral, en el cual los protagonistas son los jefes que aprovechan su poder jerárquico en la empresa para acosar a las empleadas, o cuando los clientes se acercan a las servidoras públicas y tienen la osadía de cometer este tipo de acoso durante su trabajo. Otro aspecto interesante que las participantes declararon fue que los amigos pueden llegar a aprovecharse de las mujeres, ya que piensan que estarían dispuestas a sobrepasar ciertos límites que se han establecido en esa relación de amistad. También comentaron que se puede dar este fenómeno de manera digital, ya sea por mensajes de texto a través de distintas plataformas, WhatsApp, Messenger, Hotmail, etc., y con ello estaban refiriéndose al ciberacoso.
En cuanto a las situaciones de acoso, las participantes que utilizan el transporte público de manera constante mencionan que, muchas veces cuando el transporte se satura de pasajeros, los varones son los que suelen aprovechar ese momento para pegarse mucho a ellas, rozando, así, sus partes íntimas con alguna parte del cuerpo de ellas, así como cometer vulgaridades como tocarles la pierna. Un ejemplo de esto fue la experiencia muy impactante que tuvo una de las participantes al ver que un hombre se masturbaba al lado de ella, el cual terminó eyaculando y manchándola, por lo que la mujer terminó llorando al regresar a su casa. De acuerdo con las experiencias que ocurren en el transporte público se puede comprobar que el acoso sexual sucede mayormente cuando las mujeres se encuentran solas.
Asimismo, cuando las mujeres caminan por las calles suelen sentirse acosadas al recibir chiflidos, piropos, insinuaciones, miradas lascivas y/o toqueteos sin consentimiento y que pueden llegar a ser violentos. Algunos ejemplos de los piropos que les dicen son “mamacita”, “qué chula” y “qué guapa”. Estos piropos o comentarios pueden ser malintencionados y provocar incomodidad o incluso enojo en las mujeres. Los varones que ejercen este tipo de acoso no se dan cuenta que pueden dañar la integridad de la mujer, no lo consideran como algo serio y no miden las consecuencias de sus acciones.
Mediante las entrevistas realizadas las participantes expresaron lo que sintieron, haciendo referencia a la inseguridad de andar solas en distintos lugares por la vestimenta que utilizan, la molestia por las groserías o insultos y por intentar tocarlas. Algunas de las participantes mencionan que han sido acosadas en eventos multitudinarios como son conciertos, bares, discotecas y/o centros comerciales. Como muestra de esto, una participante nos señaló: “en una ocasión fui a un concierto que igual estaba así en grupo de amistades y de nuevo sentí que me tocaron un glúteo” (participante 5, comunicación personal, 1 de octubre, 2018). Con base a esta experiencia, podemos afirmar que el acoso sexual puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, sin importar si se tiene o no compañía.
Factores para identificar una situación de acoso
El acoso sexual es un problema que implica diversos factores, tanto físicos como verbales, que van afectando a la víctima de manera negativa. Entre los factores de acoso sexual que encontramos están los sentimientos de desagrado e incomodidad al ser provocado por un desconocido que invade el espacio personal de la mujer, al rozar o exhibir sus partes íntimas, al acercarse a ellas en un contexto sexual, entre otros. Un ejemplo de la identificación de este problema fue cuando “una persona que no estaba bien de sus facultades mentales” (participante 2, comunicación personal, 28 de septiembre de 2018) se introdujo al domicilio de la participante y rozó sus partes íntimas en un cristal, causando que ella se sintiera invadida y vulnerable por no poder hacer nada para detenerlo.
Otros aspectos mencionados por las mujeres son las verbalizaciones por parte del acosador, su actitud, el contacto físico que se tiene con él, los silbidos (que tal vez sea el más común y que es más difícil de rastrear) y, en el caso de los conductores, sonar el claxon para hacer que volteen a verlo y decirles algo desagradable.
Sentimientos que genera el acoso sexual
Se demostró que cuando las mujeres se encuentran en una situación de acoso sexual, la mayoría de ellas puede llegar a sentirse invadidas, vulnerables e inseguras en el lugar donde han sido acosadas alguna vez, por el miedo a que vuelva a suceder. Así pues, la participante 2 mencionó que si no hubiera pedido ayuda a un vecino cuando vivió el acoso en su domicilio, lo más probable era que el acosador hubiera accedido a su casa hasta el grado de ponerla en riesgo, porque pudo haber recurrido a la fuerza.
Otros sentimientos que coinciden con mujeres de otras investigaciones son: la vergüenza, la impotencia y el enojo. Ellas comentaban que les enoja no poder hacer algo para evitar este tipo de situaciones.
Las reacciones ante las situaciones de acoso sexual son diversas; sin embargo, las mujeres de esta investigación comentaban que, en muchas ocasiones, intentar contestar al acosador o enfrentarlos con una palabra grosera podría resultar contraproducente ya que puede traer mayores repercusiones, como podría ser que el varón se viera provocado a continuar con la violencia hacia ellas. Por lo que lo más prudente sería buscar ayuda con alguna persona cercana o alguna autoridad para que no existan excesivas consecuencias.
Además, algunas de las participantes optaron por cambiarse del lugar si se encontraban en algún transporte público y, en cuanto estaban en la calle, cruzaban hacia la otra banqueta, incluso los empujaban con la bolsa si se acercaba mucho a ellas. Por otra parte, existen mujeres que no supieron qué hacer ante esa situación y se quedaron paralizadas o “en shock” porque no había una patrulla o alguien cerca para pedir ayuda. Sin embargo, varias lo tomaron con más calma, ya que primero evaluaron la situación y dependiendo de eso tomaron acciones; a veces optan por evitar al acosador o apartarse del lugar hasta considerarse seguras, o actúan de manera indiferente; incluso hubo una persona cuya reacción fue salir corriendo del lugar en donde se sintió acosada.
Cambios en su vida por sufrir acoso sexual
Las participantes de esta investigación mencionan haber realizado cambios en su ruta hacia su destino y en su vestimenta; por ejemplo, una participante mencionó que cuando se dirige al zócalo de la ciudad de Mérida, siempre utiliza pantalón. Otras señalaron que se volvieron más precavidas y estuvieron más alerta a partir de esta experiencia, a propósito de lo cual una mujer mencionó: “me he vuelto más fuerte, como que he desarrollado nuevas habilidades” (participante 9, comunicación personal, 3 de octubre, 2018).
Otros cambios que se encuentran presentes en las mujeres son la forma de actuar en ciertos lugares donde se pueden sentir en riesgo de ser acosadas y la importancia que le dan a la compañía de una persona de confianza. Por ello, algunas participantes comentaron que tratan de alejarse solamente si hay hombres en algún lugar por el que deseen pasar, incluso ponen en la parte de enfrente o a un costado de su cuerpo la mochila o la bolsa que traen consigo; otras mencionan que prefieren estar acompañadas al momento de tomar el camión por cualquier situación que pudiera surgir; asimismo, han aprendido que cuando están caminando deben ver quién está detrás, y en caso de que fuese un varón dejar que pase delante de ellas; además, un dato que destacaron es que incluso en lugares en donde nunca han vivido acoso llegan a aplicar las mismas reglas.
A pesar de que el mayor cambio que realizaron las entrevistadas fue que se volvieron más precavidas y cambiaron su manera de vestir, una de ellas comentó que no le sirvió de mucho el modificar su vestimenta porque, a pesar de que se vistiera de una manera “no provocativa” la acosaban en la calle.
Conclusiones
El acoso sexual es un tipo de violencia actual que se basa en una desigualdad de género impuesta por la sociedad, en la cual los varones consideran tener poder sobre las mujeres cosificándolas y, en muchas ocasiones, sin darse cuenta de la afectación psicológica y los cambios que pueden causar en su vida. Este problema es experimentado diariamente por muchas mujeres, tanto que a veces piensan que es algo “normal”; asimismo, algunas prefieren no hablar de este tipo de situaciones por vergüenza e incluso pueden llegar a guardarse lo sucedido para tratar de que pase desapercibido. Por estas razones, es muy importante alzar la voz y defenderse ante esta problemática.
De acuerdo con un estudio realizado por la CEPALC (2015), 6 de cada 10 mujeres han sido víctimas del acoso callejero (párr. 2). La mayoría de las mujeres entrevistadas en esta investigación comentó haber sufrido acoso sexual callejero por parte de un hombre, que según Mejía & Martínez (S/A) las principales víctimas del acoso sexual por parte de hombres son mujeres (p. 2–6).
Según Gaytán (2007), el acoso sexual incluye aproximaciones indirectas, símbolos, silbidos, acercamientos, miradas, susurros, contactos físicos y comentarios sexuales (p. 5–17). Mediante las entrevistas se encontraron diferentes manifestaciones del acoso sexual callejero como chiflidos, piropos, insinuaciones, miradas lascivas y/o toqueteos que se pueden dar sin su consentimiento y que pueden llegar a ser violentos, los cuales son presentados primeramente en espacios públicos, así como en bares, discotecas y centros comerciales, provocándoles impotencia, vulnerabilidad, inseguridad, molestia, miedo, sentimiento de invasión y vergüenza. Por su parte, Medina y Zapana (2016) señalan que el acoso sexual se da mayormente en los espacios públicos, y que particularmente el callejero se da en el transporte público, en la vía pública, en lugares abiertos como parques, plazas y paraderos, así como en lugares de trabajo. Las mujeres pueden sentirse encolerizadas, humilladas, culpables, deprimidas, irritables y vulnerables, así como impotentes, molestas, desilusionadas, experimentar temor, coraje vergüenza e indignación (pp. 61–84, 71).
Referencias
Comisión Económica para América Latina y Caribe (CEPALC). (2015). Acoso sexual en el espacio público: la ciudad en deuda con los derechos de las mujeres. Párr. 1-2 Recuperado en: https://www.cepal.org/fr/node/34890
Gaytán, P. (2007). El acoso sexual en lugares públicos: un estudio desde la Grounded Theory. El Cotidiano, 22. Pp. 5-17.
Organización de las Naciones Unidas (ONU), (2014). La violencia contra la Mujer. Párr.1. Recuperado de: http://www.unwomen.org/es/news/in-focus/end-violence-against-women/2014/violence
Vallejo, E. & Rivarola, M. (2013). La violencia invisible: acoso sexual callejero en Lima Metropolitana y Callao. Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú. (4), pp. 5. Recuperado en: http://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/34946/Cuadernos%20de%20investigación%204.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Notas
1. Correo electrónico: valeriavalle058@gmail.com.