Vicisitudes en las trayectorias educativas derivadas de las medidas sanitarias en la pandemia

Vicissitudes in educational trajectories derived from health measures in the pandemic

Irene Aguado Herrera[2] y Andrea García Hernández[3]

FES Iztacala, UNAM. Psicología

Resumen

La pan­de­mia por COVID-19 pro­vo­có en el ámbi­to edu­ca­ti­vo el cie­rre masi­vo de los esta­ble­ci­mien­tos y la imple­men­ta­ción de un mode­lo edu­ca­ti­vo de emer­gen­cia media­do por la tec­no­lo­gía. El obje­ti­vo de esta inves­ti­ga­ción es ana­li­zar los efec­tos en las vici­si­tu­des de las tra­yec­to­rias esco­lar en estu­dian­tes de licen­cia­tu­ra; a par­tir de la elu­ci­da­ción de la viven­cia que es alu­di­da, inter­pe­la­da y explo­ra­da en un dis­po­si­ti­vo gru­pal. El dis­po­si­ti­vo imple­men­ta­do fue un gru­po deno­mi­na­do Taller Ela­bo­ra­ti­vo Viven­cial, uti­li­zan­do el méto­do clí­ni­co. El gru­po estu­vo con­for­ma­do por 16 alum­nos de la carre­ra de psi­co­lo­gía de la FES Izta­ca­la UNAM, diez hom­bres y seis muje­res; tuvo una dura­ción de cua­tro sesio­nes, en las que se imple­men­ta­ron tres sopor­tes meto­do­ló­gi­cos. Los resul­ta­dos se orga­ni­za­ron en las siguien­tes cate­go­rías: (a) elec­ción de la carre­ra, entre la duda y la ambi­güe­dad; (b) La tra­yec­to­ria esco­lar y el entre­cru­za­mien­to con lo afec­ti­vo, © exclu­sión, mar­gi­na­li­dad y dis­cri­mi­na­ción y (d) La “nue­va nor­ma­li­dad”. En dichas cate­go­rías se ubi­can las vici­si­tu­des de las tra­yec­to­rias tra­ba­ja­das como efec­to de las medi­das impues­ta por la pan­de­mia, entre otras se exa­cer­ba­ron pro­ble­mas como la des­igual­dad social, otro efec­to fue la inte­rrup­ción de la con­ti­nui­dad de las tra­yec­to­rias esco­la­res, así como la inten­si­fi­ca­ción del males­tar al gra­do de repre­sen­tar un obs­tácu­lo para estu­diar o bien para for­ta­le­cer e incen­ti­var su inte­rés por el estu­dio. Tam­bién que los cam­bios del régi­men aca­dé­mi­co inci­den en la viven­cia esco­lar y por tan­to en las tra­yec­to­rias aca­dé­mi­cas.

Pala­bras cla­ve: Pan­de­mia, tra­yec­to­rias edu­ca­ti­vas, régi­men aca­dé­mi­co.

Abstract

The exis­ten­ce of the COVID-19 pan­de­mic led to the wides­pread clo­su­re of edu­ca­tio­nal ins­ti­tu­tions and the imple­men­ta­tion of an emer­gency edu­ca­tio­nal model media­ted by tech­no­logy. The effects of the­se mea­su­res need to be analy­zed. This study aims to analy­ze the impact of the health mea­su­res impo­sed by the COVID-19 pan­de­mic on the vicis­si­tu­des of under­gra­dua­te stu­dents’ edu­ca­tio­nal tra­jec­to­ries. This analy­sis is based on the elu­ci­da­tion of the expe­rien­ces refe­ren­ced, inte­rro­ga­ted, and explo­red in a group set­ting. The imple­men­ted approach was a group called the Expe­rien­tial Ela­bo­ra­ti­ve Workshop, using the cli­ni­cal method. It con­sis­ted of 16 psy­cho­logy stu­dents from FES Izta­ca­la UNAM, inclu­ding ten males and six fema­les. The workshop span­ned four ses­sions, incor­po­ra­ting three metho­do­lo­gi­cal sup­ports. The results were orga­ni­zed into the follo­wing cate­go­ries: (a) career choi­ce, bet­ween doubt and ambi­guity; (b) school tra­jec­tory and its inter­sec­tion with the affec­ti­ve, © exclu­sion, mar­gi­na­li­za­tion, and dis­cri­mi­na­tion, and (d) The “new nor­ma­lity.” The­se cate­go­ries high­light the cha­llen­ges faced in edu­ca­tio­nal tra­jec­to­ries as a result of pan­de­mic-impo­sed mea­su­res. The study reveals exa­cer­ba­ted issues such as social inequa­lity and the inte­rrup­tion of edu­ca­tio­nal tra­jec­to­ries. It also empha­si­zes the inten­si­fi­ca­tion of dis­com­fort to the extent of hin­de­ring stud­ying or fos­te­ring inter­est in edu­ca­tion. Further­mo­re, chan­ges in the aca­de­mic regi­me impact the school expe­rien­ce and, con­se­quently, aca­de­mic tra­jec­to­ries.

Key­words: Pan­de­mic, edu­ca­tio­nal tra­jec­to­ries, aca­de­mic regi­me.

Nota: Este artícu­lo es pro­duc­to del Pro­yec­to de Inves­ti­ga­ción: Psi­co­aná­li­sis, sub­je­ti­vi­dad y pro­ce­sos edu­ca­ti­vos que se lle­va en la Facul­tad de Estu­dios Supe­rio­res Izta­ca­la.

Introducción

La edu­ca­ción es con­sus­tan­cial a lo humano, en tan­to que sos­tie­ne el pro­ce­so de inclu­sión de los jóve­nes al orden cul­tu­ral, y per­mi­te su cons­ti­tu­ción como suje­tos, así como ser miem­bros de una cul­tu­ra. El adve­ni­mien­to de la moder­ni­dad y su pro­yec­to ins­ti­tu­yó una ins­ti­tu­ción espe­cí­fi­ca para rea­li­zar la fun­ción edu­ca­ti­va, a la que se dele­ga­ron fun­cio­nes y obje­ti­vos espe­cí­fi­cos. Fri­ge­rio et al. (1992) seña­lan las siguien­tes:

Trans­mi­tir valo­res y creen­cias que legi­ti­ma­ran el dere­cho y el orden eco­nó­mi­co y social esta­ble­ci­dos.

  • Tras­mi­tir los sabe­res nece­sa­rios para el mun­do del tra­ba­jo.
  • Crear con­di­cio­nes para la pro­duc­ción de otros sabe­res, para el desa­rro­llo y para el pro­gre­so social.
  • En otros tér­mi­nos, pode­mos decir que se tra­ta de ins­truir al pue­blo y for­mar ciu­da­da­nos y tra­ba­ja­do­res asa­la­ria­dos (p. 20).

La ins­ti­tu­cio­na­li­za­ción de la edu­ca­ción dio lugar a la crea­ción de los acto­res del acto edu­ca­ti­vo: maes­tros o docen­tes y alum­nos o dis­cí­pu­los; así como de un esta­ble­ci­mien­to: la escue­la y den­tro de ésta par­ti­cu­lar­men­te el aula. Asi­mis­mo, se gene­ró una nor­ma­ti­vi­dad espe­cí­fi­ca a efec­to de regu­lar: los tiem­pos, los espa­cios y las prác­ti­cas edu­ca­ti­vas; un pro­ce­so para selec­cio­nar, orde­nar y jerar­qui­zar el cono­ci­mien­to y los valo­res a tras­mi­tir, así como for­mas y cri­te­rios de eva­lua­ción y pro­mo­ción. En razón de ello, los auto­res antes refe­ri­dos seña­lan que “[…] los sis­te­mas edu­ca­ti­vos y las ins­ti­tu­cio­nes que de ellos for­man par­te, cuen­tan con una estruc­tu­ra de orga­ni­za­ción for­mal y un con­jun­to de nor­mas que pres­cri­ben esta estruc­tu­ra y regu­lan las fun­cio­nes que cada uno de sus inte­gran­tes debe cum­plir” (p. 127).

A esta serie de leyes, nor­mas y reglas pro­pias de las ins­ti­tu­cio­nes edu­ca­ti­vas Cami­llo­ni (1991) las deno­mi­na “régi­men aca­dé­mi­co” y lo defi­ne como: el con­jun­to de regu­la­cio­nes sobre la orga­ni­za­ción de las acti­vi­da­des de los alum­nos y sobre las exi­gen­cias a las que éstos deben res­pon­der. Para Pin­kasz (2019) el régi­men aca­dé­mi­co refie­re a un con­jun­to de reglas implí­ci­tas y explí­ci­tas que orde­nan la vida esco­lar de los estu­dian­tes, son la nor­ma­ti­va que regu­la las con­di­cio­nes de esco­la­ri­za­ción, el acce­so, la per­ma­nen­cia, la ter­mi­na­li­dad y los apren­di­za­jes de los estu­dian­tes; por lo que, las carac­te­rís­ti­cas de éstas, de los cam­bios que se le reali­cen y la for­ma par­ti­cu­lar en que se plas­men tie­nen un impac­to en las tra­yec­to­rias esco­la­res. Des­de esta lógi­ca, “el sis­te­ma edu­ca­ti­vo defi­ne, a tra­vés de su orga­ni­za­ción y sus deter­mi­nan­tes, lo que lla­ma­mos tra­yec­to­rias esco­la­res teó­ri­cas. Las tra­yec­to­rias teó­ri­cas expre­san reco­rri­dos de los suje­tos en el sis­te­ma que siguen la pro­gre­sión lineal pre­vis­ta por éste en los tiem­pos mar­ca­dos por una perio­di­za­ción están­dar” (Teri­gi, 2009 p.19). Tres ras­gos del sis­te­ma edu­ca­ti­vo son espe­cial­men­te rele­van­tes para la estruc­tu­ra­ción de las tra­yec­to­rias teó­ri­cas: la orga­ni­za­ción del sis­te­ma por nive­les, la gra­dua­li­dad del currí­cu­lum, y la anua­li­za­ción de los gra­dos de ins­truc­ción”.

Para Baque­ro et al. (2012) el estu­dio del impac­to de los regí­me­nes aca­dé­mi­cos en las tra­yec­to­rias esco­la­res ha sido poco abor­da­do; a pesar de que éstos plan­tean con­di­cio­nes difí­ci­les de modi­fi­car, que pue­den ope­rar difi­cul­tan­do, cuan­do no obtu­ran­do la tra­yec­to­ria esco­lar de los alum­nos. De ahí que resul­te un tema de inte­rés y de la mayor rele­van­cia sobre todo en situa­cio­nes en las que ha sido modi­fi­ca­do de for­ma drás­ti­ca, como ha ocu­rri­do recien­te­men­te, a con­se­cuen­cia de las medi­das sani­ta­rias que fue­ron impues­tas para hacer fren­te a la pan­de­mia por coro­na­vi­rus (COVID-19). Esta pue­de ser ana­li­za­da recu­rrien­do al con­cep­to de acon­te­ci­mien­to pro­pues­to por Fou­cault (1973), quien seña­la que ahí que­dan arti­cu­la­das la nove­dad y la regu­la­ri­dad, es decir el teji­do social que pro­du­ce la apa­ri­ción y fun­cio­na­mien­to de prác­ti­cas socia­les que son cons­ti­tu­ti­vas de los meca­nis­mos sub­je­ti­vos que se ponen en jue­go median­te los dis­po­si­ti­vos socia­les. Dis­con­ti­nui­dad que hace pre­sen­te la con­ti­nui­dad, sino es que la radi­ca­li­za­ción, de las prác­ti­cas con­ve­nien­tes a cier­tos pode­res. En otras pala­bras nos dice el autor, cons­ti­tu­ye la con­di­ción de posi­bi­li­dad de hacer un diag­nós­ti­co del pre­sen­te, por­que el acon­te­ci­mien­to, nos per­mi­te pen­sar­nos, refle­xio­nan­do des­de el pre­sen­te que somos, al que per­te­ne­ce­mos.

La pan­de­mia por COVID-19 pro­vo­có, según la CEPAL-UNESCO (2020), una cri­sis sin pre­ce­den­tes en todos los ámbi­tos. Espe­cí­fi­ca­men­te en el cam­po de la edu­ca­ción impli­có el cie­rre masi­vo de las acti­vi­da­des pre­sen­cia­les de ins­ti­tu­cio­nes edu­ca­ti­vas en más de 190 paí­ses. Según datos de la Orga­ni­za­ción de las Nacio­nes Uni­das para la Edu­ca­ción, la Cien­cia y la Cul­tu­ra (UNESCO), a media­dos de mayo de 2020 más de 1,200 millo­nes de estu­dian­tes de todos los nive­les de ense­ñan­za, en todo el mun­do, habían deja­do de tener cla­ses pre­sen­cia­les en la escue­la. De ellos, más de 160 millo­nes eran estu­dian­tes de Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be.

Casa­no­va y Gar­cía (2021) al res­pec­to seña­lan que: el con­fi­na­mien­to social devino en un iné­di­to aban­dono de las aulas para millo­nes de estu­dian­tes y en la mul­ti­pli­ca­ción de los retos para las ins­ti­tu­cio­nes, que se vie­ron com­pe­li­das a ofre­cer moda­li­da­des emer­gen­tes de ense­ñan­za. El trán­si­to a dichas moda­li­da­des no podía ser ter­so y, por el con­tra­rio, estu­vo lleno de retos y difi­cul­ta­des, al pasar a una situa­ción inex­plo­ra­da. Lo que con­lle­vó la dis­con­ti­nui­dad curri­cu­lar y la intrín­se­ca difi­cul­tad para tras­la­dar deter­mi­na­das mate­rias y con­te­ni­dos des­de las aulas hacia los entor­nos digi­ta­les; las difi­cul­ta­des de acce­so a infra­es­truc­tu­ra digi­tal y conec­ti­vi­dad por par­te de los diver­sos acto­res de la edu­ca­ción supe­rior; las limi­ta­cio­nes for­ma­ti­vas del pro­fe­so­ra­do para impar­tir cla­ses por esa vía y las del alum­na­do para reen­fo­car de tal mane­ra sus pro­ce­sos de apren­di­za­je.

Tam­bién Ordo­ri­ka (2020) res­pec­to a la edu­ca­ción supe­rior dice que: “en casi todo el mun­do, una gran can­ti­dad de estu­dian­tes se han vis­to afec­ta­dos de dis­tin­tas mane­ras. La can­ce­la­ción de cla­ses pre­sen­cia­les y los estu­dios en línea, orga­ni­za­dos con pre­mu­ra y pre­pa­ra­ción insu­fi­cien­te, han gene­ra­do gran­des difi­cul­ta­des y se han incre­men­ta­do los pro­ce­sos de exclu­sión y mar­gi­na­ción.” (p. 3). En este mis­mo sen­ti­do, Pérez (2020) plan­tea que, en el orden ins­ti­tu­cio­nal, la prin­ci­pal tarea que enfren­ta­ron las uni­ver­si­da­des fue la «vir­tua­li­za­ción» de la ense­ñan­za. Con lo que se hace refe­ren­cia a lo que se deno­mi­na ‘aulas exten­di­das’, esto es una pro­pues­ta de edu­ca­ción pre­sen­cial exten­di­da, a par­tir de capi­ta­li­zar el uso de tec­no­lo­gías. Por lo que, tam­bién debie­ron ade­cuar­se nor­ma­ti­va­men­te a la nue­va situa­ción y vir­tua­li­zar sus pro­ce­sos de fun­cio­na­mien­to ins­ti­tu­cio­nal.

Los efec­tos de la imple­men­ta­ción que tuvie­ron estas medi­das, han sido ana­li­za­dos por dife­ren­tes auto­res de diver­sas ins­ti­tu­cio­nes[4]. Entre los aspec­tos que se han iden­ti­fi­ca­do están los rela­cio­na­dos con las tra­yec­to­rias esco­la­res, ubi­can­do la deser­ción y el reza­go esco­lar como par­te de estos efec­tos; estos seña­la­mien­tos cons­ti­tu­yen un pri­mer y nece­sa­rio acer­ca­mien­to. Sin embar­go, con­si­de­ra­mos que se requie­re avan­zar en el pro­ce­so de com­pren­sión a par­tir de lo que los pro­pios suje­tos pue­den decir al res­pec­to, con el pro­pó­si­to de tra­ba­jar y ela­bo­rar su viven­cia esco­lar antes, duran­te y des­pués de la pan­de­mia. Para Gon­zá­lez-Lizá­rra­ga (2011) las tra­yec­to­rias esco­la­res son múl­ti­ples en fun­ción de las dis­tin­tas prác­ti­cas adop­ta­das por los estu­dian­tes. Éstas “están domi­na­das por el encuen­tro de varios obs­tácu­los que tie­nen que ver con el tipo de ins­ti­tu­ción […] el con­te­ni­do y la fina­li­dad de los pro­pios estu­dios” (p. 52). En este tra­ba­jo recu­pe­ra­mos la con­cep­ción de Gon­zá­lez Lizá­rra­ga (2011) para hacer refe­ren­cia a la tra­yec­to­ria esco­lar, y la defi­ni­mos como: el reco­rri­do o par­te del reco­rri­do que rea­li­zan los estu­dian­tes bajo con­di­cio­nes y carac­te­rís­ti­cas dife­ren­tes de ingre­so y que será deli­mi­ta­da de diver­sas for­mas por la orga­ni­za­ción edu­ca­ti­va, las vin­cu­la­cio­nes, las áreas de cono­ci­mien­to que el estu­dian­te eli­ge, así como su con­tex­to social y expe­rien­cial de refe­ren­cia. En este sen­ti­do, Garri­do (2012) seña­la que la hete­ro­ge­nei­dad, la diver­si­dad de com­po­nen­tes que inte­gran una deter­mi­na­da cul­tu­ra y se sub­je­ti­van de mane­ra par­ti­cu­lar en cada indi­vi­duo, impri­men la pecu­lia­ri­dad de cada tra­yec­to­ria.

Tam­bién recu­pe­ra­mos la pro­pues­ta de Nicas­tro (2018), quien par­tien­do del aná­li­sis ins­ti­tu­cio­nal defi­ne las tra­yec­to­rias edu­ca­ti­vas como una cues­tión ins­ti­tu­cio­nal lo que per­mi­te “ana­li­zar las diná­mi­cas ins­ti­tu­cio­na­les de las orga­ni­za­cio­nes edu­ca­ti­vas de for­ma­ción supe­rior” (p. 38). A fin de enten­der que el reco­rri­do de los estu­dian­tes no es asun­to pri­va­do de cada uno y “que va más allá de una mira­da lineal acer­ca de las his­to­rias de vida y las bio­gra­fías esco­la­res” (p. 38). Toda vez que, nos dice el autor, en ellas se arti­cu­lan otros com­po­nen­tes de la estruc­tu­ra orga­ni­za­cio­nal: los pro­pó­si­tos for­ma­ti­vos; los roles, tareas y fun­cio­nes; las nor­mas y regu­la­cio­nes; los espa­cios y los tiem­pos; las tra­di­cio­nes y pro­duc­cio­nes cul­tu­ra­les. Por lo que, “las tra­yec­to­rias de los estu­dian­tes son al mis­mo tiem­po, tan­to un com­po­nen­te de esa tra­ma, como un resul­ta­do de la mis­ma” (p. 39). De ahí que, cuan­do esa tra­ma, el encua­dre ins­ti­tu­cio­nal, el régi­men aca­dé­mi­co se modi­fi­can, tam­bién se alte­ran, el lugar, la fun­ción y el reco­rri­do de los acto­res y los pro­ce­sos ins­ti­tu­cio­na­les, que se expre­san en las vici­si­tu­des, en la incons­tan­cia o alter­na­ción de suce­sos prós­pe­ros y adver­sos, en sus tra­yec­to­rias edu­ca­ti­vas.

Esta apro­xi­ma­ción tie­ne como pun­to de par­ti­da el reco­no­ci­mien­to de la impor­tan­cia de la sub­je­ti­vi­dad en el pro­ce­so edu­ca­ti­vo, así como de la ins­ti­tu­ción edu­ca­ti­va como espa­cio de sub­je­ti­va­ción, como lo han adver­ti­do, Anzal­dúa (2001), Agua­do (2017), y Colín (1998), Ramí­rez y Anzal­dúa (2001) entre otros. Por lo tan­to, por tra­yec­to­ria esco­lar enten­de­mos un rela­to, una re-cons­truc­ción y en tan­to que tal un pro­ce­so de his­to­ri­za­ción de la cons­ti­tu­ción sub­je­ti­va del suje­to en el que se arti­cu­lan, ten­san, con­tra­di­cen y com­ple­men­tan lo “real­men­te acon­te­ci­do”; “lo fan­ta­sea­do” y la inter­pre­ta­ción que cada suje­to hace de sus iti­ne­ra­rios. Esto es, recu­pe­ra­mos el con­cep­to de tra­yec­to­ria vivi­da de Dubar (1991) enten­di­da como la mane­ra en que los suje­tos recons­tru­yen sub­je­ti­va­men­te los acon­te­ci­mien­tos que ellos juz­gan sig­ni­fi­ca­ti­vos de su bio­gra­fía, los sig­ni­fi­ca­dos de sus expe­rien­cias.

Objetivo

Ana­li­zar los efec­tos que las medi­das sani­ta­rias impues­tas en la pan­de­mia de COVID 19 tuvie­ron en las vici­si­tu­des de las tra­yec­to­rias edu­ca­ti­vas en estu­dian­tes de licen­cia­tu­ra; a par­tir de la ela­bo­ra­ción de la viven­cia que es alu­di­da, inter­pe­la­da y explo­ra­da en el mar­co de un dis­po­si­ti­vo gru­pal.

Método

Consideraciones Metodológicas

El dis­po­si­ti­vo deno­mi­na­do Taller Ela­bo­ra­ti­vo Viven­cial[5] tie­ne como pre­mi­sa dar la pala­bra a los suje­tos, para que en el seno de un espa­cio gru­pal se posi­bi­li­te la expre­sión de su sub­je­ti­vi­dad, median­te la imple­men­ta­ción de dife­ren­tes sopor­tes meto­do­ló­gi­cos. Esta estra­te­gia de inves­ti­ga­ción se apun­ta­la en la impli­ca­ción de los par­ti­ci­pan­tes, esto es que pon­gan en jue­go sus viven­cias, para que a par­tir de ellas se gene­re un orden de elu­ci­da­ción.

El tra­ba­jo gru­pal se reali­zó tenien­do como mar­co con­cep­tual la teo­ría psi­co­ana­lí­ti­ca y el méto­do clí­ni­co, el cual de acuer­do con Pas­ter­nac (1983) “[…] cen­tra su inves­ti­ga­ción sobre com­por­ta­mien­tos rela­ta­dos por el suje­to, su his­to­ria, reac­cio­nes obser­va­bles en el cur­so de la rela­ción esta­ble­ci­da con él y otras espe­cí­fi­ca­men­te pro­vo­ca­das en con­di­cio­nes sis­te­má­ti­cas cons­tan­tes con el fin de com­pren­der­las y expli­car­las en sus par­ti­cu­la­ri­da­des” (p. 149). El mis­mo autor reco­no­ce en el méto­do clí­ni­co, una obser­va­ción metó­di­ca de las con­duc­tas, un obje­ti­vo de deve­la­mien­to de sen­ti­dos y un obje­ti­vo de trans­for­ma­ción. Así, la carac­te­rís­ti­ca prin­ci­pal de este méto­do es el estu­dio en pro­fun­di­dad y en exten­sión de un caso. Lo que per­mi­te la inda­ga­ción de los pro­ce­sos psí­qui­cos: intra­sub­je­ti­vo, inter­sub­je­ti­vo y transub­je­ti­vo que se arti­cu­lan y tie­nen una fun­ción en el pro­ce­so edu­ca­ti­vo.

La con­cep­tua­li­za­ción de gru­po des­de don­de se sus­ten­ta el tra­ba­jo es la pro­pues­ta por Kaës (1999) esto es: “[…] desig­na la for­ma y la estruc­tu­ra de una orga­ni­za­ción de los víncu­los inter­sub­je­ti­vos entre varios suje­tos de lo incons­cien­te” (p.19). Por lo que, lo espe­cí­fi­co de la pers­pec­ti­va psi­co­ana­lí­ti­ca es que con­si­de­ra al gru­po como sis­te­ma de for­ma­cio­nes y de pro­ce­sos psí­qui­cos deri­va­dos del incons­cien­te en su deter­mi­na­ción pro­pia de cada suje­to y de sus deter­mi­na­cio­nes transin­di­vi­dua­les.

El gru­po se ana­li­za en tan­to uni­dad y obje­to de tra­ba­jo, como una orga­ni­za­ción y lugar de pro­duc­ción resul­tan­te de los apor­tes que cada miem­bro rea­li­za, con­fi­gu­ran­do un entra­ma­do que supera y orga­ni­za lo sin­gu­lar para dar paso a lo inter­sub­je­ti­vo y lo transub­je­ti­vo. Por tan­to, el tra­ba­jo de ela­bo­ra­ción e inter­pre­ta­ción en el dis­po­si­ti­vo estu­vo diri­gi­do al gru­po y tuvo como sopor­te sus pro­duc­cio­nes; las cua­les se con­for­man por las crea­cio­nes grá­fi­cas, esce­no­grá­fi­cas y dis­cur­si­vas que pro­du­jo el gru­po. Por tan­to, el tra­ba­jo se reali­zó por el gru­po, con el gru­po y sobre el dis­cur­so pro­du­ci­do gru­pal­men­te. Así, éste cons­ti­tu­yó el espa­cio de pro­duc­ción y apro­pia­ción de su tra­yec­to­ria esco­lar.

Población

El gru­po con el que se imple­men­tó el dis­po­si­ti­vo tuvo como carac­te­rís­ti­cas: estar con­for­ma­do ins­ti­tu­cio­nal­men­te, estar cerra­do y tener dura­ción deter­mi­na­da; inte­gra­do por 16 alum­nos, diez hom­bres y seis muje­res, del quin­to semes­tre de la carre­ra de Psi­co­lo­gía de la FES Izta­ca­la UNAM; tuvo una dura­ción de cua­tro sesio­nes, cada una de 2 h.

La gene­ra­ción de alum­nos a la que per­te­ne­ce el gru­po tuvo como par­ti­cu­la­ri­dad que de los cua­tro años for­mal­men­te esta­ble­ci­dos para su for­ma­ción, el pri­me­ro fue pre­sen­cial, pre­pan­de­mia; el segun­do y el ter­ce­ro, duran­te la pan­de­mia, fue vir­tual en la moda­li­dad deno­mi­na­da Edu­ca­ción de Emer­gen­cia Media­da por Tec­no­lo­gía, y en el cuar­to año se regre­só al mode­lo pre­sen­cial post­pan­de­mia. El taller se reali­zó en este últi­mo perio­do. Estas modi­fi­ca­cio­nes tuvie­ron al menos las siguien­tes impli­ca­cio­nes: duran­te la pan­de­mia todas las acti­vi­da­des aca­dé­mi­cas pre­vis­tas en la moda­li­dad pre­sen­cial: cla­ses, tuto­rías y aún las prác­ti­cas, se tras­la­da­ron a la moda­li­dad vir­tual, sin que media­ran for­mal­men­te cam­bios en el régi­men aca­dé­mi­co y sin que se garan­ti­za­ra que todos los acto­res invo­lu­cra­dos: admi­nis­tra­ti­vos, docen­tes y estu­dian­tes con­ta­ran con el equi­po tec­no­ló­gi­co y las habi­li­da­des que reque­ría la vir­tua­li­za­ción edu­ca­ti­va.

Esce­na­rio: Aula en la FES Izta­ca­la en moda­li­dad pre­sen­cial.

Con­si­de­ra­cio­nes éti­cas: Con­sen­ti­mien­to infor­ma­do para par­ti­ci­par en el taller y para que se gra­ben en audio las sesio­nes.

Equi­po coor­di­na­dor: El tra­ba­jo gru­pal fue coor­di­na­do por un equi­po for­ma­do por tres docen­tes de la carre­ra de psi­co­lo­gía, con for­ma­ción psi­co­ana­lí­ti­ca con orien­ta­ción gru­pal.

Procedimiento

Sesión 1

Pre­sen­ta­ción del equi­po coor­di­na­dor.

Pre­sen­ta­ción del encua­dre.

Fir­ma del con­sen­ti­mien­to infor­ma­do.

Intro­duc­ción por par­te del equi­po coor­di­na­dos al tema del taller.

Ela­bo­ra­ción de una línea de tiem­po en la que se ubi­ca­ron situa­cio­nes pla­cen­te­ras y dis­pla­cen­te­ras que expe­ri­men­ta­ron antes, duran­te y des­pués de la pan­de­mia vin­cu­la­das a su queha­cer edu­ca­ti­vo.

Pre­sen­ta­ción per­so­nal de las situa­cio­nes ubi­ca­das en la línea de tiem­po y tra­ba­jo de aná­li­sis y ela­bo­ra­ción gru­pal sobre la acti­vi­dad.

Sesión 2

Resur­gen­cia: quie­nes qui­sie­ron com­par­tie­ron lo que les pare­ció impor­tan­te en la sesión pre­via y si ubi­ca­ron algún efec­to en ellos a par­tir de lo tra­ba­ja­do.

Ela­bo­ra­ción de pro­duc­cio­nes grá­fi­cas (dibu­jo) y narra­ti­vas. Dibu­jar algu­na de las situa­cio­nes que ubi­ca­ron en la línea de tiem­po ela­bo­ra­da la sesión pre­via. Pre­sen­ta­ción de los dibu­jos y tra­ba­jo de aná­li­sis y ela­bo­ra­ción sin­gu­lar y gru­pal.

Escri­tu­ra de una his­to­ria rela­ti­va a lo dibu­ja­do.

Lec­tu­ra por par­te de alguno de los miem­bros del equi­po coor­di­na­dor de lo escri­to, aná­li­sis y ela­bo­ra­ción gru­pal sobre la acti­vi­dad.

Sesión 3

Resur­gen­cia: quie­nes qui­sie­ron com­par­tie­ron lo que les pare­ció impor­tan­te en la sesión pre­via y si ubi­ca­ron algún efec­to en ellos a par­tir de lo tra­ba­ja­do.

Repre­sen­ta­ción de una dra­ma­ti­za­ción en equi­pos de cin­co o seis inte­gran­tes en don­de recrea­ron algu­na viven­cia de lo que ha impli­ca­do la pan­de­mia en su vida esco­lar.

Sesión 4

Resur­gen­cia: quie­nes qui­sie­ron com­par­tie­ron lo que les pare­ció impor­tan­te en la sesión pre­via y si ubi­ca­ron algún efec­to en ellos a par­tir de lo tra­ba­ja­do.

Ela­bo­ra­ción de un cie­rre del pro­ce­so gru­pal y de una devo­lu­ción por par­te del equi­po coor­di­na­dor.

Resultados

El mate­rial que a con­ti­nua­ción se pre­sen­ta tie­ne como refe­ren­te empí­ri­co el dis­cur­so gru­pal, enun­cia­do por los par­ti­ci­pan­tes en el dis­po­si­ti­vo gru­pal, en los sopor­tes meto­do­ló­gi­cos antes des­cri­tos. Para ello se pro­ce­dió a la tras­crip­ción de cada una de las gra­ba­cio­nes de las sesio­nes del taller, se reto­ma­ron los tex­tos, resul­ta­do de la escri­tu­ra de cada uno de los par­ti­ci­pan­tes duran­te la sesión dos, así como las ano­ta­cio­nes en las cró­ni­cas gru­pa­les ela­bo­ra­das por el equi­po coor­di­na­dor. La con­for­ma­ción de las cate­go­rías se reali­zó a par­tir del méto­do de aná­li­sis de con­te­ni­do en los tér­mi­nos pro­pues­tos por Bar­dín (1996), el cual con­sis­te en la des­com­po­si­ción, reor­ga­ni­za­ción e inter­pre­ta­ción con base en los cri­te­rios de homo­ge­nei­dad, exhaus­ti­vi­dad, exclu­sión mutua, obje­ti­vad, per­ti­nen­cia y ade­cua­ción al obje­ti­vo de inves­ti­ga­ción.

Una vez inte­gra­do el mate­rial se pro­ce­dió a rea­li­zar el aná­li­sis de la siguien­te mane­ra:

  1. Pri­mer nivel de obser­va­ción: Lec­tu­ra del tex­to, con­fron­tan­do cuan­do fue nece­sa­rio con la gra­ba­ción.
  2. Segun­do nivel de obser­va­ción: Lec­tu­ra del tex­to para ubi­car, par­tien­do del mar­co teó­ri­co, los enun­cia­dos-pala­bras, expre­sio­nes, párra­fos-sig­ni­fi­can­tes.
  3. Ter­cer nivel de obser­va­ción: Iden­ti­fi­ca­ción de los hilos dis­cur­si­vos que sos­tie­nen el dis­cur­so y per­mi­ten gene­rar hipó­te­sis inter­pre­ta­ti­vas.
  4. Tra­ba­jo de lec­tu­ra inter­pre­ta­ti­va sobre el tex­to pro­du­ci­do como resul­ta­do del “des­ar­ma­do” del tex­to de ori­gen.

A con­ti­nua­ción, se expo­nen las cate­go­rías ana­lí­ti­cas for­mu­la­das:

1.- Elección de la carrera: entre la duda y la ambigüedad

Los par­ti­ci­pan­tes ubi­ca­ron como pun­to de par­ti­da de su tra­yec­to­ria esco­lar pro­fe­sio­nal el pro­ce­so de elec­ción de carre­ra, al fina­li­zar el nivel medio supe­rior. Cuan­do se for­mu­la­ron la pre­gun­ta ¿qué voy a estu­diar? Ponien­do en evi­den­cia que toma­ron una deci­sión que impli­có ele­gir una carre­ra, que no en todos los casos fue la que ter­mi­na­ron cur­san­do, por diver­sos moti­vos. A esa elec­ción se arti­cu­ló algo más pro­pio, sin­gu­lar de cada suje­to que lo lle­vó a tomar la deci­sión de con­ti­nuar estu­dian­do des­pués una licen­cia­tu­ra. Un ejem­plo que ilus­tra esta situa­ción es el siguien­te:

Todo comen­za­ba en la pre­pa, por­que ini­cial­men­te yo que­ría estu­diar bio­lo­gía, me gus­ta­ba la bio­lo­gía mari­na, enton­ces ese era mi plan ori­gi­nal, psi­co­lo­gía ni siquie­ra esta­ba en mis opcio­nes de carre­ra, pero fue al tener con­tac­to con dos mate­rias que fue­ron salud inte­gral y psi­co­lo­gía que la impar­tió una pro­fe­so­ra que se lla­ma Are­li, ella era psi­có­lo­ga, enton­ces al tener con­tac­to con esas dos mate­rias y con la for­ma de tra­ba­jo de la pro­fe­so­ra me lla­mó la aten­ción, ya era como me gus­ta la bio­lo­gía pero tam­bién me lla­ma la aten­ción psi­co­lo­gía y me hizo cam­biar de opi­nión poco a poco ganan­do mi aten­ción, si quie­ro estu­diar eso, y ya una vez que tuve cla­ra la deci­sión en el penúl­ti­mo últi­mo semes­tre, me puse a pre­pa­rar­me para el examen de admi­sión, por­que no esta­ba en una pre­pa de la UNAM.

En este ejem­plo, la tra­yec­to­ria edu­ca­ti­va se cons­tru­ye tran­si­tan­do un camino que pue­de ser uni­for­me o no, en el que cons­tan­te­men­te se están eli­gien­do “obje­tos” que den cier­ta aper­tu­ra al deseo. La elec­ción es un pro­ce­so que tie­ne a la vez un corre­la­to tan­to cons­cien­te como incons­cien­te. La elec­ción de una carre­ra o voca­ción des­de lo cons­cien­te supo­ne que se reco­noz­can los intere­ses, las moti­va­cio­nes y las habi­li­da­des; mien­tras que des­de lo incons­cien­te se jue­gan las iden­ti­fi­ca­cio­nes que se han ido intro­yec­tan­do des­de los pri­me­ros víncu­los edí­pi­cos y a lo lar­go del desa­rro­llo de la vida; que inclu­ye el trán­si­to por el ámbi­to esco­lar, y por tan­to tam­bién el esta­ble­ci­mien­to de víncu­los con maes­tros, com­pa­ñe­ros y per­so­nal admi­nis­tra­ti­vo.

Ele­gir una carre­ra supo­ne un pro­ce­so en el que se actua­li­zan dichos víncu­los, así como tam­bién cri­sis de iden­ti­dad. En el taller a menu­do se men­cio­nó que se tenían dudas que se exa­cer­ba­ron duran­te el perio­do de con­fi­na­mien­to, en el que la edu­ca­ción fue a dis­tan­cia, res­pec­to a la elec­ción de carre­ra que hicie­ron y que estu­dian. Tuvie­ron dudas res­pec­to de su pro­yec­to pro­fe­sio­nal, insa­tis­fac­cio­nes res­pec­to de las mate­rias que cur­sa­ban, del tra­ba­jo aca­dé­mi­co que rea­li­za­ban en dichas mate­rias y pocas ideas res­pec­to a cómo cam­biar su situa­ción y a veces pocas espe­ran­zas al res­pec­to.

Con la entra­da a la carre­ra, no que­ría estu­diar psi­co­lo­gía, no sabía qué hacer con mi vida y fue como: no lo voy a dejar ir, si entra­ba a cla­ses, leía, hacia mí papel de estu­dian­te, pero no entre­ga­ba tareas, y pre­fe­ría vivir otro tipo de cosas que hacer mis res­pon­sa­bi­li­da­des, siem­pre iba en bus­ca de otras expe­rien­cias, enton­ces mi pro­me­dio era de 7.8 y tam­bién soy muy fir­me con lo que yo creo y nadie inten­te pasar sobre mí, que­ría como enton­ces en lugar de pedir per­dón o algo así, cua­tro años de pre­pa y 7.8 de pro­me­dio yo que­ría estu­diar medi­ci­na, ten­go fami­lia de médi­cos, enton­ces fue como muy soli­ci­ta­da, para nada segu­ro, en segun­da opción metí físi­ca por­que tam­bién me encan­ta­ba mucho el poder hacer algo, pero tam­po­co me que­dé, me man­da­ron a psi­co­lo­gía. Me dije­ron que exis­te la posi­bi­li­dad de que en la FES si tie­nes un buen pro­me­dio te cam­bies de carre­ra y dije hay de dos, hago el examen o me esfuer­zo más sen­ci­llo y me cam­bio de carre­ra.

Algu­nos estu­dian­tes indi­ca­ban que duran­te la pan­de­mia la duda sobre su elec­ción de pro­fe­sión apa­re­ció o se acre­cen­tó.

Duran­te la pan­de­mia, duran­te este perio­do que hubo de cla­ses vir­tua­les, fue un perio­do de incer­ti­dum­bre y de muchos cam­bios para mí, tan­to en mi vida per­so­nal como en la mane­ra en cómo fui vien­do el mun­do y la psi­co­lo­gía mis­ma, esta­ba siem­pre en incer­ti­dum­bre de no saber; había días en los que me gus­ta­ba mucho la carre­ra, pero había otros días en los que me pre­gun­ta­ba si real­men­te era lo que que­ría estu­diar. No me ter­mi­na­ban de con­ven­cer en esas cla­ses, sen­tía que no per­te­ne­cía a la psi­co­lo­gía, me daban ganas de cam­biar­me de carre­ra y pen­sa­ba si real­men­te que­ría estar aquí.

Mien­tras que para algu­nos fue un acier­to ele­gir psi­co­lo­gía, para otros fue un error que pro­du­jo sen­sa­cio­nes de incer­ti­dum­bre, des­es­pe­ran­za, desin­te­rés, angus­tia, eno­jo o tris­te­za, que como ya seña­la­mos, se exa­cer­ba­ron con la imple­men­ta­ción de la edu­ca­ción de emer­gen­cia media­da por tec­no­lo­gía, y que en el taller pudie­ron expre­sar y ela­bo­rar.

Las cir­cuns­tan­cias pro­vo­ca­das por la pan­de­mia inci­den en la valo­ra­ción que rea­li­zan sobre su elec­ción de carre­ra y se agre­gan a las ansie­da­des que carac­te­ri­zan la eta­pa de ado­les­cen­te y par­ti­cu­lar­men­te a las dudas que con­lle­va cual­quier elec­ción; como aque­llo que moti­va sufi­cien­te­men­te para empren­der el reco­rri­do y correr el ries­go de seguir un camino, aun­que no se ten­ga la cer­te­za de que lle­ve a la meta, como lo seña­la Freud (1992/1930) en El Males­tar en la Cul­tu­ra, cuan­do escri­be que: “son muchos los cami­nos que pue­den lle­var a la feli­ci­dad tal como es ase­qui­ble al hom­bre, pero nin­guno que lo guíe con segu­ri­dad has­ta ella” (p. 84).

2.- La trayectoria escolar y el entrecruzamiento con lo afectivo

Entre los ele­men­tos que atra­vie­san y con­fi­gu­ran la tra­yec­to­ria esco­lar sabe­mos que está en jue­go la dimen­sión afec­ti­va. Sin embar­go, a pesar de la impor­tan­cia que tie­ne dicha dimen­sión, se le ha rele­ga­do de la pro­pia agen­da ins­ti­tu­cio­nal. Cuan­do habla­mos de afec­ti­vi­dad esta­mos pen­san­do en una dimen­sión sub­je­ti­va e inter­sub­je­ti­va más que refe­ri­mos a la ges­tión indi­vi­dual de las emo­cio­nes. Pen­sar en la afec­ti­vi­dad y cómo ésta atra­vie­sa y con­fi­gu­ra las tra­yec­to­rias esco­la­res es con la fina­li­dad de dar­le visi­bi­li­dad y prio­ri­zar su lugar en éstas. En este sen­ti­do, muchas son las veces que los estu­dian­tes hacen men­ción en sus narra­cio­nes sobre cómo los afec­tos impac­tan en su salud indi­vi­dual y en las vici­si­tu­des de sus víncu­los den­tro del esce­na­rio edu­ca­ti­vo.

[…] las cues­tio­nes edu­ca­ti­vas, si van rela­cio­na­das a lo que nos pasa, por­que si esta­mos vivien­do algún con­flic­to tam­bién influ­ye en noso­tros, pue­de que en nues­tro desem­pe­ño aca­dé­mi­co y así.

Me di cuen­ta que varios que pasa­ron antes habla­ban si de su situa­ción aca­dé­mi­ca, pero tam­bién de lo que sin­tie­ron y otras cir­cuns­tan­cias sen­ti­men­ta­les que vivie­ron y pues creo que es, va rela­cio­na­do, cuan­do ini­ció el taller yo pen­sé que sólo íba­mos a hablar de lo que nos pasa­ba en la escue­la ahí ya enton­ces, me di cuen­ta que, como que estas situa­cio­nes pue­den como tra­tar ambas par­tes, una inclu­ye a la otra.

[…] todos aquí en algún momen­to hemos pasa­do por algo simi­lar, muchos sen­ti­mien­tos sen­sa­cio­nes, la ansie­dad el estrés.

Duran­te y des­pués del con­fi­na­mien­to los esta­dos afec­ti­vos que fue­ron más recu­rren­tes en la voz del estu­dian­ta­do fue­ron: el estrés, la ansie­dad y la tris­te­za. Estas sig­ni­fi­ca­ron un obs­tácu­lo supe­ra­ble o una situa­ción lími­te que los lle­vó a tomar deci­sio­nes como sus­pen­der tem­po­ral­men­te sus estu­dios o no cur­sar algu­na mate­ria. En el taller mani­fes­ta­ron que estu­diar a dis­tan­cia, en sus casas “pro­vo­có” un desin­te­rés por estu­diar, rea­li­zar tareas y pre­sen­tar­se a cla­ses vir­tua­les. Una vez que regre­sa­ron a las aulas, un estu­dian­te expre­sa que: “no se sien­ten capaz” en las mate­rias prác­ti­cas, por­que sien­ten una mez­cla de mie­do al fra­ca­so, impo­ten­cia y sole­dad que ponen en duda sus cono­ci­mien­tos o le hace plan­tear­se si tie­nen la voca­ción o no, prin­ci­pal­men­te en las mate­rias de prác­ti­cas pro­fe­sio­na­les.

La vida afec­ti­va per­so­nal tam­bién apa­re­ce inte­gra­da al cam­po aca­dé­mi­co, cuan­do men­cio­nan acon­te­ci­mien­tos como: el falle­ci­mien­to de un fami­liar por Covid-19 o el rom­pi­mien­to con su novia o novio por el dis­tan­cia­mien­to social que les impe­día ver amis­ta­des y pare­jas den­tro o fue­ra de la ins­ti­tu­ción esco­lar.

Ya no esta­ba fun­cio­nan­do, cada quien esta­ba vivien­do momen­tos de vida dis­tin­tos y pro­yec­tos dis­tin­tos en los que ya no coin­ci­dían y fue don­de las cosas cam­bia­ron, deci­di­mos ter­mi­nar la rela­ción y seguir estu­dian­do. Viví algu­nas situa­cio­nes de salud y de tra­ba­jo com­pli­ca­das que inter­fi­rie­ron en mis estu­dios, pero tam­bién apren­dí cosas, enton­ces no pue­do decir que todo fue malo, sino que sim­ple­men­te tuve expe­rien­cias, tal vez pen­sé que en ese momen­to eran malas, pero al final me ense­ña­ron algo.

Así encon­tra­mos que auna­do a las difi­cul­ta­des y retos esco­la­res, las con­di­cio­nes per­so­na­les y fami­lia­res, las de salud, las socio­eco­nó­mi­cas y las labo­ra­les de los estu­dian­tes y sus fami­lias fue­ron otros fac­to­res que inter­vi­nie­ron en sus tra­yec­to­rias, por­que enfren­ta­ron difi­cul­ta­des para tener las con­di­cio­nes míni­mas para estu­diar ya que el acce­so a inter­net les resul­ta­ba incos­tea­ble o por­que care­cían de compu­tado­ra o equi­po per­so­nal o éste era obso­le­to, la señal de inter­net falla­ba o bien por­que no tenían un espa­cio ade­cua­do para estu­diar en sus casas. Estos fac­to­res inter­de­pen­dien­tes se van suman­do y ligan­do a una situa­ción difí­cil que plan­tea otras prio­ri­da­des y que reba­san el estu­dio de su licen­cia­tu­ra. Con­fi­gu­ran­do todo ello una fuen­te de sufri­mien­to, de angus­tia, de ten­sión e incer­ti­dum­bre.

3.- Exclusión, marginalidad y discriminación

Uno de los aspec­tos que se han sub­ra­ya­do por otros inves­ti­ga­do­res sobre los efec­tos de la vir­tua­li­za­ción y domes­ti­za­ción[6] de la edu­ca­ción impues­ta duran­te la pan­de­mia, entre ellos Ordo­ri­ka (2020) y Pérez (2020), es la visi­bi­li­za­ción e incre­men­to de las des­igual­da­des socio-eco­nó­mi­cas tan­to de las ins­ti­tu­cio­nes edu­ca­ti­vas como de los acto­res edu­ca­ti­vos. Car­diel y Gar­cía (2021) enfa­ti­zan que: “[…] la des­igual­dad e inequi­dad social de la región han pro­pi­cia­do en muchos casos el aban­dono y la exclu­sión de miles de estu­dian­tes, que se han vis­to en la nece­si­dad de incor­po­rar­se al mun­do labo­ral para con­tri­buir al ingre­so fami­liar. Todo ello con­for­ma un esce­na­rio de gran com­ple­ji­dad y por momen­tos, un gra­ve ries­go para el futu­ro de la edu­ca­ción supe­rior en toda Lati­noa­mé­ri­ca”. (p.22)

López y Rodrí­guez (2020) basa­dos en datos de la Encues­ta Nacio­nal sobre Dis­po­ni­bi­li­dad y Uso de Tec­no­lo­gías de la Infor­ma­ción ubi­can tres indi­ca­do­res que mues­tran las gran­des des­igual­da­des que se evi­den­cia­ron con la vir­tua­li­za­ción de la edu­ca­ción: el acce­so a inter­net, la dis­po­ni­bi­li­dad de una compu­tado­ra, y la caren­cia de las habi­li­da­des nece­sa­rias para desa­rro­llar acti­vi­da­des de apren­di­za­je de for­ma vir­tual. Lo que inci­dió en las tra­yec­to­rias esco­la­res pro­vo­can­do: retra­sos tota­les o par­cia­les (irre­gu­la­ri­da­des), alar­gan­do la dura­ción de los estu­dios, o inclu­so su inte­rrup­ción o aban­dono defi­ni­ti­vo.

Esta situa­ción se trans­for­mó en obs­tácu­los y difi­cul­ta­des que no sólo tuvie­ron efec­tos en el ren­di­mien­to aca­dé­mi­co, sino tam­bién cons­ti­tu­yó una fuen­te de males­tar, de frus­tra­ción, de eno­jo e inclu­so agre­sión. Estas dos con­di­cio­nes se vin­cu­lan direc­ta­men­te con la tra­yec­to­ria aca­dé­mi­ca, por ejem­plo: con el ausen­tis­mo, la apa­tía, la decep­ción y la des­es­pe­ran­za.

Tal vez frus­tran­te en la pan­de­mia con las cla­ses en línea y tuve una cri­sis per­so­nal ya no sabía si seguir estu­dian­do […] En ese tiem­po, no enten­día las cla­ses, las cosas, no enten­día las cosas bien.

[…] al ini­cio como car­ga de tra­ba­jo era muy estre­san­te, tuve varios víncu­los de amis­tad a pesar de que está­ba­mos en línea y ya fue has­ta ter­cer semes­tre que tuve como la cri­sis de la carre­ra tam­bién.

[…] en línea fue algo decep­cio­nan­te, voy a aco­plar­me, pero fue difí­cil y apar­te había situa­cio­nes que no sabía cómo lidiar; me tocó un pro­fe­sor que era medio aco­sa­dor, inclu­so en las cla­ses en línea era raro, era muy moles­to, habla­mos con la tuto­ra, pero no dio solu­ción, esta­ba muy eno­ja­da con la situa­ción, con la escue­la y estu­vo medio difí­cil al prin­ci­pio.

[…] y regre­sar a pre­sen­cial me cos­ta­ba mucho tra­ba­jo, vol­ver a aco­plar­me al rit­mo de los hora­rios, al tras­la­do, como que, a aco­mo­dar los hora­rios, en todos los aspec­tos, la ali­men­ta­ción, el sue­ño, hubo una tem­po­ra­da en la que me sen­tí muy mal.

Tam­bién enun­cia­ron como enfren­tar estas difi­cul­ta­des les dejó algo bueno

[…] las difi­cul­ta­des han sido una ayu­da para cre­cer y para apren­der más cosas y a pesar de ellas todo ha sali­do mejor a como lo espe­ra­ba antes de estar aquí.

Ya entran­do a cla­ses, seguir el tema de las cla­ses en línea fue algo difí­cil, pero me pude acos­tum­brar, esta­ba en casa, no me tenía que trans­por­tar de un lado a otro y pues fue más fácil ese paso.

Otra for­ma de expre­sión de dis­cri­mi­na­ción y exclu­sión se evi­den­ció con la vio­len­cia de géne­ro. Este tipo de vio­len­cia está ínti­ma­men­te rela­cio­na­do con la domes­ti­za­ción de la edu­ca­ción que con­lle­vó el con­fi­na­mien­to y el cie­rre de los esta­ble­ci­mien­tos edu­ca­ti­vos, mani­fes­tán­do­se en que a las estu­dian­tes se les sobre­car­ga­ra de tareas domés­ti­cas, de cui­da­do y de ser­vi­cio, al mis­mo tiem­po del rit­mo ace­le­ra­do de entre­ga de acti­vi­da­des o tareas. El tener que cum­plir en tiem­po simul­ta­neo con ambas acti­vi­da­des afec­tó su ren­di­mien­to esco­lar y sus esta­dos de áni­mo. Esta situa­ción acen­tuó y evi­den­ció la des­igual­dad social que ha exis­ti­do y per­sis­te entre hom­bres y muje­res y que repre­sen­ta un pro­ble­ma de las socie­da­des con­tem­po­rá­neas, ya que este fenó­meno es el resul­ta­do de exclu­sión y des­ven­ta­jas de las muje­res en el acce­so a opor­tu­ni­da­des edu­ca­ti­vas, pro­fe­sio­na­les y labo­ra­les, entre otras. Ade­más, de obli­gar­las a estar de tiem­po com­ple­to en sus hoga­res, los cua­les según el Infor­me COVID 19 ela­bo­ra­do por la Comi­sión Eco­nó­mi­ca para Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be (CEPAL) y el Fon­do de las Nacio­nes Uni­das para la Infan­cia (UNICEF) (2020) en muchas oca­sio­nes es en don­de esta pobla­ción corrió más ries­go de ser vio­len­ta­da deli­be­ra­da­men­te por los padres, los her­ma­nos, veci­nos o aque­llas per­so­nas con las que se com­par­te este espa­cio. Y que­dan­do al mis­mo tiem­po ais­la­das o mar­gi­na­das de otras for­mas de víncu­los o sopor­tes afec­ti­vos.

Los datos obte­ni­dos del tra­ba­jo gru­pal dan cuen­ta que duran­te la edu­ca­ción a dis­tan­cia tam­bién se pre­sen­ta­ron accio­nes de domi­na­ción, sumi­sión, abu­so de poder ejer­ci­das por ambos géne­ros, aun­que mayor­men­te de hom­bres a muje­res y que aca­rrea­ron ries­gos a nivel psi­co­ló­gi­co, el ausen­tis­mo y la baja par­ti­ci­pa­ción, así como el mie­do a hablar públi­ca­men­te.

Duran­te la pan­de­mia un mal mane­jo de la trans­fe­ren­cia entre mi tera­peu­ta y yo, rom­pió todo, lo que nos pro­du­jo pro­ble­mas muy com­pli­ca­dos que ter­mi­na­ron en abu­so y des­de ahí ten­go una rela­ción ambi­va­len­te con mi carre­ra de amor y odio.

Al hablar de vio­len­cia de géne­ro gene­ral­men­te se hace refe­ren­cia a la rela­ción de domi­nio y sumi­sión entre pares. Sin embar­go, tam­bién se refle­xio­nó que la vio­len­cia de géne­ro se pre­sen­ta en la rela­ción entre alum­na­do y pro­fe­so­ra­do. Vio­len­cia ejer­ci­da por el pro­fe­so­ra­do como la expul­sión del aula vir­tual o pre­sen­cial. Así que la vio­len­cia emer­ge no sólo en el con­tex­to de la edu­ca­ción pre­sen­cial, sino tam­bién en la media­da por la tec­no­lo­gía digi­tal. Algu­nas de sus mani­fes­ta­cio­nes son una re-eje­cu­ción de situa­cio­nes de vio­len­cia que ya exis­tían, ejem­plo de ello es el aco­so esco­lar que ha exis­ti­do, pero aho­ra al suce­der en un ámbi­to digi­tal es más fácil y rápi­do que ésto se vuel­va masi­vo.

4.- La “nueva normalidad”

La pan­de­mia ha hecho que se reeva­lúe lo que solía ser pen­sa­do como “nor­mal” para el estu­dian­ta­do, el pro­fe­so­ra­do y en gene­ral para toda la comu­ni­dad uni­ver­si­ta­ria. Para algu­nos estu­dian­tes ha sido una opor­tu­ni­dad impor­tan­te para refle­xio­nar sobre su pasa­do, pre­sen­te y futu­ro con res­pec­to a su tra­yec­to­ria esco­lar y lo pode­mos notar en las siguien­tes narra­cio­nes:

Nos lle­va a apren­der, no se sien­te como antes, por eso le dicen “la nue­va nor­ma­li­dad”, pero ni es tan nue­va ni es tan nor­mal, es algo muy raro, por eso es este pro­ce­so que no nos ter­mi­na­mos de adap­tar.

Sien­to que tuvi­mos todos las rup­tu­ras o quie­bres que hubo den­tro de nues­tras tra­yec­to­rias, si bien hay algu­nos muy mar­ca­dos como lo serían las des­ilu­sio­nes, en lo esco­lar siem­pre hay muchos tipos y que todas éstas van per­mi­tien­do resig­ni­fi­car lo que creía­mos y lo que que­ría­mos de nues­tras vidas, esto es lo que nos per­mi­te estar aquí y tener nue­vos cono­ci­mien­tos, viven­cias y expe­rien­cias y reto­mar tam­bién esta par­te de lo que nos gus­tó o no.

[…] todos nos la pasa­mos mal; eso me dio mucha paz, no impor­ta que tan feas se pon­gan las cosas, pero de una mane­ra bue­na, fun­cio­nal, y creo que todos aquí hemos encon­tra­do como fun­cio­ne, vemos mucho hacia atrás hacia eso de la pan­de­mia sobre el tiem­po y que hemos apren­di­do, lo que nos ha pasa­do. Eso me dio cal­ma creo que siem­pre pode­mos salir.

El retorno a las aulas situó a la comu­ni­dad estu­dian­til en un momen­to de refle­xión o en un pro­ce­so de inclu­sión, que les hizo dar­se cuen­ta de las difi­cul­ta­des que ello repre­sen­tó o bien las ven­ta­jes y posi­bi­li­da­des en su pro­pio pro­ce­so for­ma­ti­vo, de sus rit­mos, de sus tiem­pos, de tener un espa­cio más pla­nea­do para el estu­dio y tener una orga­ni­za­ción per­so­nal para ello. Y que las sen­sa­cio­nes de incer­ti­dum­bre, de eno­jo, tris­te­za, de mie­do o de ale­gría en sus tra­yec­to­rias esco­la­res pue­den ela­bo­rar­se y encon­trar algún tipo de tra­mi­ta­ción si se com­par­ten con sus demás com­pa­ñe­ros.

Discusión y conclusiones

No hay tra­yec­to­ria esco­lar exen­ta de vici­si­tu­des efec­to a su vez de las vici­si­tu­des de dife­ren­tes orde­nes: afec­ti­vo sin­gu­lar, gru­pal ins­ti­tu­cio­nal y/o his­tó­ri­co cul­tu­ral. Sin embar­go, hay con­di­cio­nes acon­te­ci­mien­to, como la pan­de­mia COVID 19 que intro­du­cen: adver­si­dad, difi­cul­tad, obs­tácu­lo y con­tra­rie­dad, cuyos efec­tos ubi­ca­mos en dos for­mas de expre­sión:

1.- La exa­cer­ba­ción de con­di­cio­nes pre­exis­ten­tes, entre ellas se enun­cia­ron: la des­igual­dad socio eco­nó­mi­ca cul­tu­ral, las vio­len­cias en el cam­po edu­ca­ti­vo, el indi­vi­dua­lis­mo y la fra­gi­li­dad de los víncu­los socia­les. El impac­to que tuvie­ron en la tra­yec­to­ria de los estu­dian­tes resul­tó dife­ren­cia­do depen­dien­do de aspec­tos como: el estra­to socio­eco­nó­mi­co, el ori­gen étni­co, el géne­ro, el lugar de resi­den­cia, la situa­ción labo­ral y la res­pon­sa­bi­li­dad fami­liar.

El males­tar del que nos hablan los estu­dian­tes refle­ja que se con­jun­ta­ron diver­sas situa­cio­nes que ya esta­ban pre­sen­tes antes de la pan­de­mia o que apa­re­cie­ron y se inten­si­fi­ca­ron duran­te ese tiem­po, al gra­do de repre­sen­tar un obs­tácu­lo para estu­diar o bien para for­ta­le­cer e incen­ti­var su inte­rés por el estu­dio.

2.- El tras­to­ca­mien­to de lo esco­lar: la vir­tua­li­za­ción y la domes­ti­za­ción de lo edu­ca­ti­vo, con­lle­vó impli­ca­cio­nes tan­to en el orden domés­ti­co-pri­va­do, como en el régi­men aca­dé­mi­co. Con rela­ción al pri­mer pun­to se sub­ra­ya­ron los efec­tos que tuvo el cie­rre de los esta­ble­ci­mien­tos y el con­se­cuen­te tras­la­do y sobre­la­pa­mien­to en lo, y con lo domés­ti­co fami­liar. Res­pec­to al segun­do pun­to se hizo refe­ren­cia a los cam­bios u omi­sio­nes de las acti­vi­da­des aca­dé­mi­cas pla­nea­das para una edu­ca­ción pre­sen­cial.

En las cate­go­rías expues­tas tam­bién se pue­de ubi­car el entre­la­za­mien­to de lo his­tó­ri­co socio ins­ti­tu­cio­nal y lo sin­gu­lar afec­ti­vo desean­te en las tra­yec­to­rias esco­la­res en las cua­les se ubi­can, tan­to los aspec­tos admi­nis­tra­ti­vos for­ma­les, como la for­ma como éstas son sig­ni­fi­ca­das por los acto­res edu­ca­ti­vos.

De ahí que, pode­mos afir­mar que en las tra­yec­to­rias esco­la­res que se recons­tru­ye­ron y ela­bo­ra­ron en el taller se da cuen­ta de las vici­si­tu­des vin­cu­la­das a las modi­fi­ca­cio­nes intro­du­ci­das como res­pues­ta a la pan­de­mia. Lo expues­to per­mi­te jus­ti­fi­car no sólo la impor­tan­cia de tra­ba­jar este tema, sino tam­bién plan­tear la urgen­cia de gene­rar e imple­men­tar espa­cios en los que el alum­na­do sea escu­cha­do, para per­mi­tir­le com­pren­der sus expe­rien­cias edu­ca­ti­vas antes y des­pués del con­fi­na­mien­to.

Asi­mis­mo, el taller es un insu­mo de inte­rés para plan­tear apo­yos que la pro­pia ins­ti­tu­ción pue­de pro­por­cio­nar­les al estu­dian­ta­do, para evi­tar la deser­ción esco­lar, la sus­pen­sión tem­po­ral de sus estu­dios, el ausen­tis­mo y la repro­ba­ción; situa­cio­nes que inte­rrum­pen su tra­yec­to­ria esco­lar de diver­sas for­mas. Lo ante­rior con la fina­li­dad de pro­mo­ver el apren­di­za­je, la pasión por lo que se hace y un com­pro­mi­so éti­co.

Tam­bién pode­mos con­cluir que los cam­bios del régi­men aca­dé­mi­co inci­den en la viven­cia esco­lar y por tan­to en las tra­yec­to­rias esco­la­res. En el caso estu­dia­do los afec­tos y los efec­tos han sido mayo­ri­ta­ria­men­te nega­ti­vos. Sin embar­go, tam­bién debe con­si­de­rar­se que para los estu­dian­tes fue una posi­bi­li­dad de poner en jue­go estra­te­gias y recur­sos sub­je­ti­vos para hacer fren­te a los retos que se les plan­tea­ron. La cri­sis del cam­po edu­ca­ti­vo que ya pre­exis­tía en algu­nos aspec­tos y a la cual se suma­ron nue­vas con­di­cio­nes, por sí mis­ma no es una garan­tía de nada, y mucho menos de mejo­ría, como lo ha demos­tra­do la deno­mi­na­da “nue­va nor­ma­li­dad” pero si pue­de con­ver­tir­se en un fac­tor ins­ti­tu­yen­te pode­ro­so a con­di­ción de ser ana­li­za­do y tra­ba­ja­do.

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Notas

  1. FES Izta­ca­la, UNAM. Psi­co­lo­gía
  2. FES Izta­ca­la, UNAM. Psi­co­lo­gía
  3. A modo de ejem­plo, pode­mos citar los tex­tos Dus­sel (2020), Dus­sel et al. (2020), Ordo­ri­ka (2020), Varios (2020).
  4. Los refe­ren­tes teó­ri­co meto­do­ló­gi­cos del taller ela­bo­ra­ti­vo viven­cial pue­den con­sul­tar­se en Agua­do (2017).
  5. Dus­sel (2020) pro­po­ne el con­cep­to domes­ti­za­ción de lo esco­lar; des­de la noción de “espa­cios otros” de Fou­cault, que para él no son las uto­pías (espa­cios irrea­les) sino las hete­ro­to­pías, empla­za­mien­tos reales que con­tes­tan o invier­ten los luga­res habi­tua­les, espa­cios otros en don­de se jue­ga la hete­ro­ge­nei­dad, la posi­bi­li­dad del pasa­je, del umbral, que son impor­tan­tes para una auto­no­mía inte­lec­tual, afec­ti­va, polí­ti­ca.